La Argentina de
remate
UN PRESIDENTE
DESTRUYENDO
LA NACIÓN
FRENTE A UN PUEBLO
EN
PLENA REBELIÓN
Un inolvidable vinilo de Roque Narvaja, rockero allegado
al PRT, se titulaba “Octubre, mes de cambios”. Si como reza el refrán (“para
muestra basta un botón”) tomáramos en cuenta apenas la convocatoria de la CTA -
A a acampar frente al Congreso Nacional contra la aprobación del Presupuesto 2019
propuesto por el oficialismo y la muy probablemente masiva movilización a Luján
prevista para el día 20 del corriente por el Frente Sindical para el Modelo
Nacional, deberemos aceptar que desde Octubre del 17 al 17 de Octubre, la
Historia no desmiente aquel título del legendario compositor e intérprete.
Corina De Bonis y la reaparición de “los desconocidos de
siempre”
En un reciente artículo
de lectura imprescindible (Tres metas del Nuevo Orden Mundial
en el colapso económico argentino), el compañero Claudio Fabián Guevara escribe “La
debacle no es consecuencia de una política errada, sino de un diseño para poner
al país de rodillas. Los objetivos del colapso sobrepasan los imaginarios de la
izquierda tradicional”.
En tal entendimiento,
un “detalle” que no debieran pasar por alto los sectores que hoy luchan en
todos los frentes por defender sus derechos arrebatados - acaso esperando que
toda respuesta represiva se produzca en la Avenida 9 de Julio y a la luz del
día - es la reciente reaparición,
ensañada contra una maestra de Moreno, de una violencia paraestatal muy poco
probablemente perpetrada por grupos narcos, pese a las versiones en tal sentido
de la gobernadora Vidal. A tan grave incidente se suman las amenazas anónimas de
carácter filo procesistas dirigidas contra numeros@s dirigentes polític@s y
sociales en lucha. Haciendo memoria, el embate más grave de esas
características producido durante esta democracia de baja intensidad
indudablemente fue la segunda desaparición del albañil de Los Hornos Jorge Julio López poco antes de que
volviera a testificar en los Juicios de la Verdad. Tenemos derecho a sospechar
que aquella circunstancia fue al menos incitada desde el Penal de Marcos Paz.
Pero ahora lo siniestro estriba en que los últimos apremios parecerían más bien
inspirados por un Estado que ha decidido alivianar la condena a los genocidas y
premiar públicamente a los asesinos de gatillo fácil.
En lo sucesivo habrá
que tener muy en cuenta tales antecedentes, ya que - como sostiene la Sicología
- “la violencia es impotencia de la
palabra”. Y este gobierno carece a todas luces de argumentos. Porque
fracasó rotundamente, al punto de que el poder - con el Grupo Clarín a la cabeza - hoy procura volcar su apoyo hacia los
hipotéticos garantes de una gobernabilidad propicia a la continuidad de la
expoliación de las mayorías, rol que vienen encarnando Miguel Ángel Pichetto y sus socios, enfrentados (en cuanto a
proponer lo que según Massa
constituiría la “ancha avenida del medio”) al dilema de no hacer un papel
lastimoso en el debate por el presupuesto venidero, que al Ejecutivo le urge
aprobar para cumplir con los impiadosos requerimientos de Madame Lagarde, objetivo que a esta altura ni siquiera permite descartar
que se intente cumplirlo entregando territorio nacional. Acaso esta maniobra en
curso explique en parte que el escenario electoral de tres tercios - en
constante movilidad - que se baraja con miras a los comicios del año entrante
continúe exhibiendo la caída en picada del oficialismo, y un feroz embate
mediático-judicial (nueva corte afín mediante) contra funcionari@s del gobierno
anterior, con el propósito de desarticular la posible conformación de hasta la
más inofensiva coalición de centro-izquierda, facilitando en consecuencia que
nos siga gobernando “el mismo perro con distinto collar”.
Elecciones y posibles exabruptos del hambre
Otra tentación que
amerita ser revisada es la que conduce a efectuar análisis exclusivamente
lineales respecto a la evolución del panorama electoral, descontando - ante un escenario
socioeconómico desesperante y en un país acostumbrado a sufrir imprevistos
clivajes - que arribaremos al remoto octubre de 2019 sin sobresaltos. Algunos consideramos, sin pretensión de
alarmar a nadie sino más bien apelando al sentido común, que todos los
indicadores a la vista auguran un fin de año recalentado, contexto que
complicará seriamente las pretensiones de Cambiemos en cuanto a llegar a los
próximos comicios nacionales en condiciones de disputar otro turno electoral. Alimenta
dicha perspectiva otra renuncia de un titular del BCRA - en plena gira del
primer mandatario buscando avales en el Imperio y durante el desarrollo de una
importante medida de fuerza gremial -, lo que bien podría traducirse, dada la
condición de líbero de Caputo y sus
conocidas diferencias con Dujovne,
como un nuevo y más genuflexo alineamiento financiero impuesto por el FMI.
En resumen, imaginamos una preocupante intemperie en torno al ingeniero Macri a partir de que el último
invitado a la reunión del G-20
abandone la República Argentina. Pero la taba está en el aire, ya que EEUU no
está dispuesto a perder el control de este importante enclave del Cono Sur, y
hará cuanto pueda - sin escatimar medidas
intervecionistas al estilo Braden - por garantizar la continuidad del modelo,
mientras la Ministra de Desarrollo Social se afana por frenar un estallido a
fuerza de insuflar fondos millonarios en los sectores más castigados por la
crisis.
Ofensiva táctica de la clase trabajadora
Como cuando un dedo
se hunde en el colchón propiciando que las bolitas dispersas vayan al hoyo, la
conformación de un frente opositor vertebrado en torno a lo que oportunamente
se identificó como Colectivo 21 F -
cuya afinidad con la senadora Kirchner
bien podría deparar algún imprevisto electoral - ha comenzado a traccionar a
todas las CTAs y a l@s
trabajadores/as de la economía popular configurando un panorama relativamente
esperanzador para el campo popular, fenómeno que se puso de manifiesto
nítidamente durante el último Paro Nacional (concebido por la CGT como dominguero y transformado en
activo por presión de las bases) Envalentonado al calor de sus últimas
incursiones públicas, comienza a despuntar en este flamante espacio la voluntad
de disputar - más que abandonar - la conducción de una central obrera cuya
crisis acaba de sincerar la renuncia del triunviro Schmid. Quien haya reparado
en el reciente acto del Frente Sindical para
el Proyecto Nacional celebrado en el Estadio de Ferro probablemente
coincida acerca de que tendrían con qué. En todo caso, siempre atendiendo más
al bosque que a los árboles que circunstancialmente lo ocultan, recordemos que
los procesos de unidad de la clase trabajadora suelen sumar a vastos sectores
de la Nación, transformando las ofensivas tácticas en estratégicas. En caso de
que ello ocurra, se tornará imperioso atender al debate que dejó pendiente el
Argentinazo de 2001 en torno al agotamiento de la democracia formal (disyuntiva
que mucho ilumina la reciente publicación del libro Prisioneros de esta democracia, del compañero Roberto Cirilo Perdía). Por lo pronto, está a la vista que l@s más
apalead@s merecen sobradamente dicho vuelco en la correlación de fuerzas, para
poner inmediato coto a este proceso de destrucción nacional.-
JORGE FALCONE