Avizorando la post
pandemia
AL DESENCANTO DE LA
DEMOCRACIA FORMAL
DEBE CAPITALIZARLO EL
CAMPO POPULAR
(Y NO LA DERECHA LIBERAL)
“Todo el mundo dice que el modelo de capitalismo existente - y esta es hoy la base de la estructura social en la inmensa mayoría
de los países - se ha agotado, en su marco ya no hay salida a la maraña de
contradicciones cada vez más enredadas (…) Todo esto es percibido por los
países rezagados, que pierden la fe en la perspectiva de alcanzar las potencias
líderes. La decepción estimula la agresión, empuja a la gente a las filas de
los extremistas. Los habitantes de esos países tienen una sensación cada vez
mayor de expectativas incumplidas y no cumplidas, un sentimiento de ausencia de
perspectivas de vida no sólo para ellos, sino también para sus hijos. Esto es
lo que lleva a la búsqueda de una vida mejor, a la migración descontrolada, que
a su vez crea las condiciones previas para el descontento social - de los
ciudadanos - de los Estados ya más prósperos”.
Fragmento de la intervención de Vladimir Putin,
Presidente de la Federación Rusa,
en la reunión anual del Club Valdai
Según no pocas miradas, el sistema - mundo
actual transita hacia
un cambio de paradigma, que contempla cumplir con los Objetivos
de Desarrollo Sostenible adoptados por la ONU en 2015, aunque todo indica que
va a ser difícil atendiendo a los liderazgos mundiales de máxima gravitación. Mientras el Director del Programa Mundial de Alimentos de la Naciones
Unidas declara que solo
un 0,36% del patrimonio de los multimillonarios acabaría con la hambruna
mundial, en la Cumbre Climática de Glasgow el Sur Global apuesta por canjes de deuda verde, que significarían la posibilidad
de alivianar a los países más empobrecidos del compromiso con sus acreedores en
tanto intentan avanzar en planes de mitigación del cambio climático, en nuestra
castigada región las democracias formales continúan haciendo agua, como en
estas horas lo demuestra el recrudecimiento de las protestas en Ecuador, donde,
además de continuar con el paro nacional iniciado el martes 26 de
octubre, los movimientos populares, indígenas, campesinos, de trabajadores y
estudiantiles ratificaron continuar la movilización contra las políticas
neoliberales impuestas por el gobierno, exigieron la inmediata libertad de los
detenidos, y la reparación integral a los atacados y heridos por la represión
policial y militar. Pese a tales indicadores, quién sabe por cuánto tiempo
más, el sentido común imperante continúa interpretando que concurrir a
elecciones torcerá el rumbo establecido por quienes las manejan.
En el marco general de una significativa
ausencia de utopías transformadoras
globales en el mundo que nos toca, y una palmaria demostración de que la
democracia está muy lejos de ser “el mejor de los sistemas posibles”, de cara a
las elecciones de medio término, en Argentina no abundan pronósticos
auspiciosos para la coalición gobernante.
La enorme tasa de desempleo, la inflación
desenfrenada, y la exigencia por parte del FMI de una suerte de consensos a concretarse justamente en el momento de máximo desencuentro de nuestra
desprestigiada clase política, son algunos de los factores que oscurecen el
horizonte del Frente de Todxs.
A propósito de nuestros acreedores externos,
ya no es ningún secreto que los desembolsos del FMI han coincidido con picos en
los depósitos de ese origen en bancos de Suiza. Hace poco renunció al Banco
Mundial su economista en jefe, Penelopi
Goldberg, luego de que el organismo se negara a publicar un informe que
elaboró, donde comprueba que cuando un país recibe asistencia financiera del
exterior, esos desembolsos redundan en el incremento de tales montos en las
entidades financieras de aquel país.
Este dato remite necesariamente al elenco
estable de los chupasangres locales. Sin ir más lejos, nueve de las diez familias
más ricas de nuestro país figuran en los Pandora Papers con sociedades y
fideicomisos offshore. En efecto, Bulgheroni, Galperin, Rocca, Pérez Companc, Roemmers, Sigman-Gold, Werthein, Eurnekian y De Narváez
integran el ranking de los
patrimonios más grandes de 2020, según publicó la Revista Forbes. Siempre recurrieron
a paraísos fiscales para realizar inversiones inmobiliarias y financieras,
gestionar herencias y participar en una empresa rusa, entre otros usos. Sólo en
un caso aportaron documentos para respaldar que han declarado sus estructuras
ante las autoridades.
Por su parte, en la vereda de enfrente de la
grieta electoral que inventaron y alimentan los medios concentrados se
desgañita una oposición de derecha inéditamente obtusa, que reclama la
recuperación de una libertad supuestamente arrebatada en el contexto de una
peste global de dimensiones bíblicas, e impugna lo que considera secesionismo
mapuche contraponiéndolo al reclamo de soberanía en el Atlántico Sur, escamoteando
así el argumento de que en nuestra tierra había naciones pre existentes a la
conquista (de América y del “Desierto”)
Con
relación a esto último, se han alzado numerosas voces del espectro popular
reclamando el cese de toda forma de violencia y que se haga efectivo lo
estipulado en la Constitución Nacional (art. 75 inc. 17), las constituciones
provinciales, el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de Naciones Unidas
sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, la Convención Internacional sobre
los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y todo el marco normativo nacional
que refiere a los derechos del pueblo originario mapuche, mapuche tehuelche y
los restantes pueblos, alentando también a los legisladores nacionales a
sancionar la prórroga de la ley 26.160 actualmente en tratamiento en el
Congreso, así como a dictar la ley de propiedad comunitaria indígena.
A esta altura corresponde señalar que algunas
políticas implementadas por el neoliberalismo en los distritos que domina, ya
se pasan de obscenas. Como ocurre en CABA con el emprendimiento inmobiliario que la empresa IRSA quiere
construir en el predio de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors,
en la Costanera Sur, con torres,
oficinas, hoteles, bares y restaurantes, iniciativa de la que participa un
tal José Luis Inglese como consultor al servicio de IRSA, para determinar el
impacto ambiental que provocará la obra diseñada entre el jefe de Gobierno
porteño, Horacio
Rodríguez Larreta, y Eduardo Elsztain, dueño de la
desarrolladora inmobiliaria.
En audiencia
celebrada en 2018, Inglese
confesó que se desvió dinero del préstamo internacional que fuera otorgado por
el Banco Mundial para la Causa Mendoza de la Cuenca Matanza-Riachuelo a fin de
dirigirlo a la concreción del Caño baja Costanera. Ese
movimiento de dinero constituye un verdadero robo a quienes viven en las
cercanías de la Cuenca Matanza-Riachuelo.
El cuadro electoral se completa con una
izquierda parlamentaria que aspira a constituirse en la tercera fuerza nacional
de una institucionalidad en bancarrota.
En tanto, como se recordará, en abril de 2020
se desató un escándalo por los sobreprecios en la compra de alimentos por parte
del ministerio de Desarrollo de la Nación, lo que derivó en la renuncia de 14
funcionarios del área. La situación generó que se frenara la entrega de
alimentos a los comedores comunitarios en plena pandemia y en la cresta de las
restricciones a la circulación y al trabajo. El gobierno prometió transparentar
la situación y para ello ubicó en el lugar a funcionarios ligados a los
intendentes del conurbano, principalmente a Juan Zabaleta, quien asumiera al frente de la cartera social un año
después. Con los cambios se fue regularizando la entrega tras varias semanas de
paráte y se amplió la licitación de compras de productos a distintas empresas. Tras
una “luna de miel” de algunos meses, la situación volvió a empeorar y el
desabastecimiento volvió a ser moneda corriente en los comedores comunitarios
que organizan los movimientos sociales, principalmente los opositores, lo que
nos trae a un presente de tensa calma en el vínculo entre el Palacio y la
Calle.
Haciendo una apretada reseña de los golpes de
timón producidos por el oficialismo desde su estrepitosa pérdida de alrededor
de 5 millones de votos en las elecciones Primarias , Abiertas, Simultáneas y
Obligatorias (PASO), cabe destacar que el proyecto
para transformar los planes sociales en puestos de trabajo formal, presentado
por Sergio Massa, parece constituir un nuevo paradigma de relación con las hasta ahora poderosas
organizaciones sociales, la mayor parte de las cuales viene transitando el
peligroso camino de la sindicalización.
La norma en cuestión, ya
convertida en Decreto por el Primer Mandatario, dispone a los
Ministerios de Desarrollo Social y de Trabajo a realizar modificaciones en sus
programas de formación, empleo e intermediación laboral, con el objetivo
de convertir las diferentes
prestaciones de asistencia a personas desempleadas o con trabajos precarizados
en “incentivos para la contratación de
sus beneficiarios y beneficiarias bajo la forma de empleo asalariado registrado en el sector
privado”, estableciendo facilidades como el mantenimiento de la asistencia por 12 meses
en concepto de complemento del salario y el acceso a obra
social y ART. En los sectores críticos a las políticas del Gobierno, sin
embargo, la iniciativa se interpreta como un embate contra todo proyecto de
construcción de autonomía popular y el avance hacia una mayor precarización
laboral.
De momento, la asistencia social
es objeto de innumerables polémicas pero, hasta ahora, ningún gobierno se animó
a un rediseño profundo. En total, existen 141 programas distribuidos
principalmente por el Ministerio de Desarrollo Social, el de Trabajo y la
ANSES. Según un estudio del Instituto para el Desarrollo Social Argentino
(IDESA), el Estado distribuye 22 millones de cheques en subsidios mensuales.
Esa prestación estatal exige que por día se
destinen más de 800
millones de pesos en planes sociales, unos 288 mil
millones anuales. Por eso, cada vez son más las voces que señalan que esta
“ayuda” a los sectores vulnerables debe transformarse en otra cosa. El
debate atraviesa al oficialismo y la oposición.
Hubo una época en que dicha asistencia
no existía. El
primer antecedente fue la caja PAN en 1984, durante el mandato de Raúl Alfonsín. Se
entregaban 1.500.000 cajas alimentarias por mes, que cubrían a 5 millones de personas.
Pero los planes pasaron a formar parte de la vida de miles de argentinos
después de la crisis del 2001,
con el plan Jefes y Jefas de Hogar, que recibieron 2.200.000 personas durante
el gobierno de Eduardo Duhalde. En
aquel momento, cada uno de los beneficiarios cobraba $150 por mes. Desde
entonces, estos programas de ayuda social se diversificaron, empujados por las
sucesivas crisis económicas, y hoy alcanzan a más de 21 millones de adultos,
convirtiéndose en el necesario paliativo
para afrontar una democracia en la que desde hace ya bastante tiempo,
desmintiendo al presidente que la inauguró, no se come, no se sana, ni se
educa.
Lo cierto es que, a dos semanas de las
elecciones legislativas que determinarán el futuro del Frente de Todos, el
Gobierno intenta por todos los medios mantener abierta la instancia de
negociación con los movimientos sociales opositores. El objetivo oficial está en evitar
una escalada en la conflictividad callejera antes del 14 de noviembre.
A juzgar por el incremento diario de las protestas, cuesta creer que tal
propósito pueda cumplirse.
En paralelo a ello, el Comando en Jefe de las
Fuerzas Armadas publicó una “inocente” gacetilla que no parecería totalmente
desvinculada del malhumor social en alza. Según la misma, el
Ministro de Defensa, Jorge Taiana, y
el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de División Juan Martín Paleo, supervisaron a
principios de octubre una serie de entrenamientos del ejercicio militar
“General Arias”, que se realizó en las provincias de Salta y Jujuy, donde
fueron desplegados más de 3 mil efectivos de la Fuerza de Despliegue Rápido
(FDR) del Ejército Argentino.
Además, estuvieron
presentes el jefe del Ejército, General de División Agustín Cejas; y el Comandante de la FDR, General de Brigada Tomás Moyano, entre otras autoridades
de las Fuerzas Armadas.
La FDR integrada
por las tropas de la IVta Brigada Aerotransportada, de la Xma Brigada
Mecanizada y de la Agrupación de Fuerzas de Operaciones Especiales se desplegó
en el Noroeste argentino con el apoyo de elementos de la Vta Brigada de
Montaña, de Aviación de Ejército y de la Fuerza Aérea.
Del adiestramiento
participaron tropas de paracaidistas, mecanizados, fuerzas de operaciones
especiales, tropas especializadas en la Puna, provenientes Salta, Jujuy y
también de Buenos Aires, La Pampa, y Córdoba. Además, incluyó la participación
de casi 200 vehículos terrestres, helicópteros militares UH.1H y Bell 206
B1/B3, aviones CASA C-212 y Cessna Caravan, dos cazabombarderos A-4AR
Fightinghawk y otros sistemas de armas de la Fuerza Aérea.
Dada la mora
de las instituciones castrenses en volcarse de lleno a la defensa de nuestra
soberanía territorial, y su histórico apego a la hipótesis del enemigo interno,
al menos conviene tomar nota al respecto. Sobre todo cuando, por
amplia mayoría, el Congreso acaba de autorizar la entrada de tropas extranjeras
para ejercicios militares combinados.
Para quien siga atentamente la evolución del
malestar creciente en la base de la sociedad, nada de lo anterior debería
causar sorpresa: Hace pocos días, activistas autoconvocadxs bajo la consigna
“Bajen los precios. Tierra para vivir y producir. ¡Trabajo y alimento para el
pueblo!”, burlaron el retén de ingreso por calle Lima al Ministerio de
Desarrollo Social, forcejearon con las fuerzas de seguridad, realizaron
pintadas en el interior de dicha repartición (“Basta de polenta”), y fueron
procesadxs por “desacato a la autoridad”. Durante la misma Jornada Nacional de
Lucha, miembros de la UTT - organización que administra el Mercado Central -,
culminando una marcha simultánea por “Ley de Hábitat y Ley de Acceso a la
Tierra”, se encaramaron a las rejas del Congreso de la Nación generando una
escena digna del cineasta soviético Sergio
Eisenstein en su película “Octubre” (foto que ilustra esta nota) “A buen
entendedor, pocas palabras”: Nadie en su sano juicio debería tomarse a joda ni
el hambre ni la bronca que produce.
En conclusión, a casi cuatro décadas de
recuperación del orden constitucional vigente, en lugar de estar pensando en
quebrar el bipartidismo a paso de tortuga, parecería más sensato para la
militancia volcar su esfuerzo principal en irse organizando para capitalizar el
próximo ciclo de luchas populares que inexorablemente se avecina.-
JORGE
FALCONE