domingo, 18 de abril de 2021

Algunos apuntes de cara

al Día Mundial de la Madre Tierra

PARA SALVAR AL MUNDO

HAY QUE ESCUCHAR LA VOZ 

DE NUESTRA AMÉRICA PROFUNDA



















“Hay un cuadro de Klee que se llama Ángelus Novus. En ese cuadro se representa a un ángel que parece a punto de alejarse de algo a lo que mira fijamente. Los ojos se le ven desorbitados, tiene la boca abierta y además las alas desplegadas. Pues este aspecto deberá tener el ángel de la historia. Él ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde ante nosotros aparece una cadena de datos, él ve una única catástrofe que amontona incansablemente ruina tras ruina y se las va arrojando a los pies. Bien le gustaría detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destrozado. Pero, soplando desde el Paraíso, una tempestad se enreda en sus alas, y es tan fuerte que el ángel no puede cerrarlas. Esta tempestad lo empuja incontenible hacia el futuro, al cual vuelve la espalda mientras el cúmulo de ruinas ante él va creciendo hasta el cielo. Lo que llamamos progreso es justamente esta tempestad”.

Walter Benjamin

(“Sobre el concepto de historia”, en Obras, libro I, Vol.2, Abada Editores, Madrid, 2008, p.310.)

 

A esta altura de los hechos, sólo una mente excesivamente desprevenida podría ignorar la trascendencia que reviste la reciente visita del jefe del Comando Sur de los EEUU a nuestro país.

Efectivamente, la transición hegemónica global reúne las características de una nueva Guerra Fría, dirimida hasta el momento en términos exclusivamente comerciales.

Lo que no está tan claro es si tal fenómeno llevará ínsito el resurgir de un nuevo “tercermundismo”, dado que no abundan aún indicios de que se esté gestando un nuevo nodo de articulación de los pueblos, como el que durante la Década Larga Progresista se intentara - por ejemplo - desde el Foro Social de Porto Alegre. 

Paralelamente, el virus que nos azota continúa mutando hacia cepas más agresivas, tiñendo el presente de un color semejante al provisto por los peores films apocalípticos. En ese marco, la amenaza de que algunos sistemas sanitarios colapsen compromete de lleno la responsabilidad social de algunos comunicadores que, como el Director del Instituto Médico Platense y el Instituto del Diagnóstico de la capital bonaerense, declaran que “En los próximos días los hospitales decidirán quién vive y quién muere”, dejando planteado un dilema ético que durante mucho tiempo consideramos patrimonio exclusivo de la ciencia ficción. 

Procuremos ensayar una cierta perspectiva para revisar qué nos trajo hasta aquí. 

La modernidad, en tanto proyecto político, se impone a partir de la Conquista de América en 1492, y sistematiza sus fundamentos jurídico-teóricos en 1550, durante la Controversia de Valladolid, que enfrenta a Fray Bartolomé de las Casas con Ginés de Sepúlveda, argumentando a favor y en contra respectivamente de la condición humana de nuestros pueblos originarios, la segunda de cuyas posturas prevalecerá sobre la primera estableciendo desde entonces el sentido común de lo que pretende ser el orden natural de las cosas, pensamiento que subordina al inferior (bárbaro) al arbitrio del superior (civilizado)

De tal idea se desprende el dualismo implícito en una antropología que también subordinará el cuerpo (como sede del mal, donde reside la cultura, la Historia, y la naturaleza) al alma (como sede de lo divino) 

Sin ir más lejos, un pensador como John Locke sostendrá que “todos los hombres son iguales”… pero negándole al nativo el status de humano.

No resultará difícil, por ende, emparentar el sustrato de semejante visión a los nuevos métodos con que el poder colonial promueve golpes híbridos en Nuestra América: En última instancia, la interrupción del orden constitucional en Bolivia el 18 de noviembre de 2019 se produjo en nombre de la democracia y de Dios, lo cual - si consideramos la actual deriva represiva y persecutoria del primer término -, podemos concluir que se trató de un revival de aquel remoto tándem de la espada y la cruz.

En eso consiste, en todo caso, la tradición occidental, hoy representada por ese 1% de billonarios del mundo. 

El límite que este capitalismo global impone a la incorporación de mano de obra también determina la imposibilidad de ampliar la democracia.

De modo tal que su resiliencia actual depende de la eliminación lisa y llana de dos terceras partes de la humanidad, si no inventando, aprovechando decididamente la pandemia en curso, lo que se manifiesta destruyendo las capacidades de reproducción de la vida por parte de la naturaleza, hoy devaluada y convertida en mercancía. 

El escenario descripto determina que la gran contradicción que le toca resolver a la humanidad ya no es capital o trabajo, sino capital o vida, dado que en cada uno de sus ciclos expansivos, el capital tiene la necesidad de perpetrar primero un epistemicidio para justificarse, y luego un genocidio para reciclarse. 

De hecho, algo de eso expresan la resistencia socioambiental y la respuesta punitiva que vive en estas horas el heroico pueblo de Andalgalá. La situación en la ciudad catamarqueña es de un estado de represión a cielo abierto contra buena parte de la comunidad, que se resiste a la megaminería en el único afluente hídrico que es el proyecto Agua Rica. Hace poco detuvieron a 7 vecinxs, al día siguiente otros/as cuatro asambleístas. Los once han sido señaladxs por salir a las calles a manifestarse en defensa del agua y aún continúan privadxs de su libertad. 

El ejército y la policía provincial desembarcaron en el pueblo para garantizar el negocio de las empresas mineras. La paz en Andalgalá se perdió cuando se reiniciaron las obras. Hace 11 años que lxs pobladorxs dicen "el agua vale más que el oro". 

Ante semejante dilema, las culturas autóctonas del Sur Global tienen mucho para aportar, en tanto y en cuanto capitalismo y socialismo han sido durante el Siglo XX filosofías del crecimiento, cuando ya está harto comprobado que los recursos naturales del planeta son limitados.

Buena parte de la izquierda tradicional continúa considerando que el quid del imperialismo es la economía, o la sociología, despreciando generalmente a la geopolítica, que nos explica muchas cosas. 

Si algún concepto ha impuesto la filosofía posmoderna es el de la relatividad absoluta, pretendiendo que ya es imposible cuestionar holísticamente al modelo civilizatorio vigente, y que sólo nos asiste la posibilidad de formular críticas parciales, noción que tiende a desarmar el arsenal ideológico de los pueblos, divorciando causas que indudablemente debieran confluir, como el ambientalismo, el feminismo, o la reivindicación de las comunidades originarias. A ese respecto, el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir viene instalando un concepto de alcance integrador: El terricidio (síntesis del genocidio, epistemicidio, ecocidio y femicidio en curso) 

En consecuencia, los centros del poder mundial se arrogan la potestad de ejercer un pensamiento global, condenando a los países periféricos a profesar un pensamiento local, supuestamente incapacitado para concebir soluciones generales.

Por eso mismo, un proceso de liberación de nuevo cuño debe involucrar toda nuestra dimensión continental americana.

Sólo la producción autónoma de conocimiento, entonces, nos curará la herida colonial.

El nuevo Estado de Sitio dizque sanitario que hoy rige todo el orbe tiene por objeto fundamental poner a prueba la capacidad de reacción de los pueblos ante la reconfiguración capitalista del sistema - mundo.

En ese escenario disputan proyectos civilizatorios sin capacidad suficiente para imponerse demográficamente sobre la mayor parte del planeta, habida cuenta - entre otros factores - de la barrera idiomática. 

A ese damero le falta nuestro Proyecto de Abya Yala, mucho más humano y respetuoso de la Madre Tierra.

Ahí residen las capacidades y posibilidades de proponerle al mundo un nuevo orden civilizatorio que corrija los desastres perpetrados por esta Economía para la Muerte que representa el capitalismo.

Porque pueblos sin espiritualidad no pueden constituirse en sujetos de la Historia. 

Estamos viviendo un tiempo de pre parto, pero hay que tener categorías para verlo, desde una razón ajena a esa modernidad capitalista que reproduce la academia, gran promotora - al decir del filósofo boliviano Rafael Bautista Segales, en cuyas reflexiones abrevan estas líneas - de “intelectuales transgénicos”.-

 

A la Asamblea El Algarrobo de Andalgalá (Catamarca),

al movimiento El Famatina No Se Toca,

a la Asamblea por el Agua de Mendoza,

a lxs protagonistas del #chubutaguazo,

a la Caminata contra el Terricidio.

 

JORGE FALCONE

  

lunes, 12 de abril de 2021

Sombrío panorama de cara a las elecciones legislativas

COVID + HAMBRUNA = REBELIÓN                            











"Si no hay respuestas del gobierno vendrá una etapa de conflictividad creciente".

 

Juan Grabois,

dirigente del MTE en la CTEP.

 

Tomando por cierto el índice de contagios con que actualmente saturan al público los medios de comunicación, y más aún el aumento de los datos con que cuenta cada compatriota sobre familiares o conocidos comprometidxs por la peste, puede convenirse que estamos ante un preocupante rebrote del virus. De hecho, que el Presidente lo contrajera, pese a estar vacunado, no constituye un dato alentador.

Sin embargo, que se acompañe la opinión de lxs epidemiólogxs con imágenes supuestamente provenientes de Brasil, que exhiben a personal sanitario sepultando gente ante numerosas hileras de tumbas abiertas, merece catalogarse como campaña de terrorismo mediático coordinada desde algún rincón del poder a los efectos de confinar al pueblo en su casa para evitar que se pronuncie de cualquier manera ante la miseria que campea en este momento de recesión que no cede y alza inflacionaria.

Confirma esta hipótesis la preocupación del oficialismo ante la confluencia en la lucha de organizaciones que - hilando fino - no comulgan ideológicamente, pero que la hambruna impulsa hacia la unidad en la acción, como viene ocurriendo desde el 18M con el Frente de Lucha Piquetero (ligado al FIT), Barrios de Pie - Libres del Sur, y el Frente de Lucha integrado por FOL, FAR, FOB, Movimiento de los Pueblos, y Organizaciones Libres del Pueblo - Resistir y Luchar.

Sobre la irrupción de este novedoso triunvirato, Daniel Menéndez, referente de la organización Somos Barrios de Pie devenido en prudente funcionario del Ministerio de Desarrollo a quien ahora desvela mantener la paz social, opina que “La gente no quiere esto, con la pandemia no hay humor social para protestar en la calle”.

El grupo al que pertenece, conjuntamente con el acaudalado Movimiento Evita, tiene por objetivo el armado de un amplio bloque de movimientos sociales afines a la gestión de Alberto Fernández, en el que confluyen otros actores como la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y - en cierta medida - la CTEP,  preocupados por la creciente tensión social y el alza de reclamos tanto fuera como dentro del Frente de Todxs.

Este conglomerado oficialista aspira a que el Gobierno reactive herramientas como el IFE (10.000 pesos por mes para 9 millones de desocupados), los ATP, y refuerzos en la tarjeta Alimentar, tres vías capaces de neutralizar las protestas callejeras que - entre otras cosas - obstaculizan el empeño del ministro Martín Guzmán en frenar la emisión monetaria y de ese modo impedir nuevos rebrotes inflacionarios. De momento, eso coincide con la visión del Presidente, para quien “no es momento” de volver al IFE, como sí al aumento del monto que reciben los beneficiarios de la tarjeta alimentaria, anticipado en distintas circunstancias por el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.

Consecuentemente con esta perspectiva, el Primer Mandatario, antes de aislarse  en Olivos, desalentó cualquier ocupación del espacio público ante referentes de organizaciones sociales afines, entre ellxs el propio Menéndez, Emilio Pérsico (Movimiento Evita) y Juan Carlos Alderete (CCC), que resolvieron dar marcha atrás con la concentración prevista para el 15 de abril, en la que se escucharían críticas a las políticas de ajuste del FMI. 

Con dicha intención disuasiva respecto a las protestas callejeras coinciden intendentes de un lado y otro de la “grieta” electoral.

Mientras, en Gobierno tampoco descartan la posibilidad de “cerrar el grifo” de la ayuda social que reciben las organizaciones más insumisas, lo que lleva a una encrucijada de difícil resolución, tratándose de un año electoral, puesto que en el seno de esos sectores ya se discute la posibilidad de trascender el “marchódromo” en pos de adoptar medidas más eficaces ante el eventual ahogo en materia de recursos.

El panorama descripto habilita a suponer que, de incrementarse el malestar social, bien puede producirse un éxodo en las filas de las organizaciones que hasta ahora vienen adoptando una conducta más bien expectante - ya que gestionan desde el Estado o bien viven a expensas de sus recursos -, como ilustra el amague de referentes nucleados en la UTEP acerca de volcarse a la protesta. Ese podría ser un fenómeno difícil de conjurar, dado que en los pasillos gubernamentales ya es un secreto a voces que no hay muchos más fondos para dispensar en ayuda social.

Circulan datos que ilustran en qué podría desembocar la situación si colapsara dicha asistencia: Así como el número de asalariados formales cayó apenas un 3% al inicio de la crisis y se mantuvo en esos valores todo el año, el 45% de los asalariados informales y el 27% de los trabajadores por cuenta propia perdieron su empleo en el primer trimestre de cuarentena. A la inversa, durante la segunda parte del año, el rebote se sintió fuerte entre el continente de precarios: a fines de 2020, los informales terminaron siendo un 15% menos en relación a fines de 2019 y los cuentapropistas un 11% más. Aunque todavía no hay información disponible, el estudio supone que parte de los asalariados formales que perdieron su empleo se reinsertaron en ocupaciones más precarias, como trabajadores por cuenta propia. 

La realidad de esos millones de personas que viajan todos los días en tren y colectivo desde el Gran Buenos Aires se cruza con el astillado mosaico laboral y el nivel altísimo de pobreza. Los asalariados formales bajo la línea de pobreza oscilan entre el 11% y el 15%, pero los valores casi se triplican entre cuentapropistas y asalariados informales (41% y 43%) y se cuadruplican entre los desocupados (61%). Que el gobierno impida la circulación de esos sectores sin ningún tipo de paliativo sería un ejercicio temerario. 

En tanto, de cara a la Segunda Ola de la pandemia, que llegó a picos históricos de contagio en el país superando en varias ocasiones los 20.000 casos diarios, en el marco del Día Mundial de la Salud, lxs trabajadorxs del sector realizaron una jornada de lucha en CABA, Buenos Aires, Tucumán, Chubut, Río Negro, Neuquén, San Luis, Chaco, La Pampa, Catamarca, La Rioja, Tierra del Fuego y Córdoba; encarando numerosas asambleas, movilizaciones, cese de actividades, y caravanas demandando recomposición salarial, condiciones de trabajo dignas, y vacunas para el personal de salud y la comunidad.

Cabe recordar que la peste ya ocasionó alrededor de 500 muertes en la primera línea del sector y unxs 80.000 infectados, muchxs incluso con secuelas físicas tras contraer el virus. Y que entre sus filas campea un enorme agotamiento. 

Según el titular de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA), las propuestas salariales que han sido aceptadas hasta el momento superan el 29 %, pero no cubren la inflación proyectada para este año que - contra los pronósticos oficiales - alcanzaría al 46 %. 

Corresponde señalar aquí que, simultáneamente, comunidades mapuche de la zona petrolera de Neuquén cerraron sus tranqueras en apoyo al reclamo que vienen llevando adelante los autoconvocados de Salud - quienes mantuvieron bloqueos en cuatro puntos cercanos a Añelo -, sumando así a la protesta nacional su respectivo  reclamo a YPF y a la Provincia por temas ambientales en Loma La Lata. 

El complicado escenario afrontado por el Gobierno tras el cuatrienio de depredación macrista, agravado por la pandemia y la tibieza de las medidas encaradas para paliarlo, constituye una olla a presión capaz de estallar en cualquier momento y desde el lugar menos pensado, como en octubre de 2019 ocurriera en Chile.

En un filme de culto dirigido por los hermanos Coen - “Barton Fink”, 1991 -, un guionista pueblerino de poca monta comparte con un vecino de la habitación que renta en una pesadillezca pensión de Los Ángeles sus tribulaciones ante la falta de inspiración en procura de interpretar el sentir del hombre común, condición que justamente representa su interlocutor, de cuya opinión paradojalmente el otro prescinde siempre. 

Hasta que un buen día el frustrado oyente, en un brote de locura, lo esposa al respaldar metálico de su cama y prende fuego a aquel albergue. 

Interpelado desesperadamente por el verborrágico escriba acerca del móvil de tan desmesurada reacción, el agresor se limita a responder “lo que pasa es que tú no escuchas”. 

Quien haya visto la película advertirá que se ha simplificado aquí en sumo grado la explicación de semejante desenlace, pero dicha licencia viene a cuenta de expresar con claridad meridiana que sería lamentable que un autismo semejante al del protagonista de aquella ficción a la larga llevara a las autoridades nacionales a padecer una respuesta del calibre de la que se acaba de citar. 

De hecho, ataques como el recientemente perpetrado por militantes socioambientales contra las oficinas de Agua Rica y la sede del PJ local, en Andalgalá, Provincia de Catamarca, dadas las alarmantes consecuencias del modelo minero de saqueo y despojo, en cualquier momento podrían constituirse en aquella famosa “chispa que enciende la pradera”.

                          

JORGE FALCONE

jueves, 8 de abril de 2021

La cuarentena como ejercicio militar disuasivo

¡QUEDÁTE EN CASA Y BANCÁTE EL AJU$TE!


















"Los  pueblos  que  esperan  su  porvenir  de una  abstracción  legal 

o  de  la  voluntad  de  otros  son  de  antemano  pueblos  sacrificados".


Manuel  Ugarte

 

La afligente situación económica que atraviesa la República Argentina hizo que - con una pequeña ayudita de los medios de comunicación alineados a un lado y otro de la grieta electoral trucha - pasara desapercibido que, en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, arribó a nuestro país el jefe del Comando Sur de los EEUU, almirante Craig S. Faller. Su visita es parte de un viaje regional, con destinos locales en la Ciudad de Buenos Aires y Ushuaia.                                                                            

El almirante Faller es responsable de toda la cooperación de seguridad del Departamento de Defensa en las 45 naciones y territorios de América Central y Sur, y el Mar Caribe. Su presencia expresa la preocupación del Gran País del Norte por mantener el equilibrio hemisférico en el marco de esta Nueva Guerra Fría determinada por la transición hegemónica global.  Y más concretamente, obedece al objetivo de interiorizarse de primera mano acerca de cómo avanzan los intereses económicos chinos en esta parte del Cono Sur, dado el arrollador avance del Gigante Asiático sobre África y la Región del Pacífico, sin que se descarte instalar una base en nuestro sur austral so pretexto de colaboración humanitaria.

Por otra parte, en este “patio trasero” del Imperio, la militancia más indócil concuerda en que estamos atravesando una cuarentena de clase.

Porque no todxs nuestrxs compatriotas tienen espalda económica para encerrarse hasta nuevo aviso como recomiendan las autoridades, en tanto y en cuanto para quien labura en un empleo o hace changas, con COVID o sin COVID,  la vida sigue siendo igual que en la pre pandemia y - mientras no suene “un tiro para el lado de la Justicia” - lo seguirá siendo en la post pandemia: Yugar de sol a sol para “parar la olla”. Y eso sin hablar de quienes abnegadamente sostienen comedores y merenderos a lo largo y ancho del país, mientras un gobierno que asumió enarbolando el lema “primero lxs últimxs” aún se resiste a considerarlos trabajadorxs esenciales y vacunarlos de inmediato. 

Pero, para trascender cualquier apariencia panfletaria, precisaremos que hoy el mapa nacional de la pobreza marca que el Gran Resistencia (Chaco) es el conglomerado urbano más pobre de la Argentina, arribando a un indicador de 53.6%. Lo sigue Concordia (Entre Ríos) con 49.5%. Las regiones con más pobres son el Gran Buenos Aires y el Noreste. Y con menos pobres, la región pampeana y patagónica. En cuanto a la indigencia, los Partidos del Gran Buenos Aires presentan el número más elevado: 15.2%.

En consecuencia, hay una fecha marcada en rojo en el comando estratégico del kirchnerismo: el 30 de septiembre. Ese día el INDEC publicará el nuevo dato de pobreza e indigencia, y coincidirá con el cierre de la campaña electoral para las legislativas.

Si en algo hay acuerdo dentro del Gobierno es en que, pase lo que pase, no pueden permitirse otro impacto negativo como el de la reciente publicación del 42% de pobreza con 10,5% de indigencia. 

Los salarios de los trabajadores registrados podrían estar creciendo 5 puntos por debajo de la inflación en los meses cercanos a las elecciones. Aunque es verdad que muchos acuerdos salariales tienen cláusula de revisión, también es cierto que la mayoría de ellos son a partir de septiembre.

Y la cosa puede ser peor para los jubilados, dado el cambio de la fórmula indexatoria, que ahora ya no sigue a la inflación sino que incorpora como factor de cálculo la recaudación tributaria. En todo caso, lo que está en debate es la sustitución de los planes de asistencia monetaria directa que se había implementado en 2020 por nuevos tipos de planes que exigen una contrapartida de servicio laboral. Desde el punto de vista fiscal, el recorte supone un ahorro de dos puntos del PBI, pero también supuso que nueve millones de personas dejaran de recibir la ayuda. 

Lo cierto es que el calendario electoral corre, y si algo tiene en claro el Gobierno es que no puede permitirse que, sobre el cierre de la campaña, otro dato negativo referido a la pobreza le pegue en la línea de flotación de su "relato".

En tales circunstancias, cualquiera sea el origen de este bicho que nos está jodiendo la vida - producto de algún laboratorio del Norte Global o de las consecuencias del ecocidio que vienen produciendo los dueños del planeta -, si algo es indudable es que la clase dominante mundial está aprovechando esta circunstancia mediante el incremento de restricciones de circulación y la promoción del terrorismo mediático para vaciar el espacio público, escenario en el que los pueblos nos jugamos el todo por el todo para construir nuestro destino. 

Allá ELLOS con sus planes. NOSOTRXS sabemos positivamente que, sin trabajo genuino, cobertura social universal, y entrega regular de alimentos dignos, más temprano que tarde este país estallará en mil pedazos. 

Quedará bajo responsabilidad de las dirigencias militantes, en todo caso, exponer lo menos posible a su activismo frente a esta Segunda Ola del virus, ya que la voluntad del poder no se tuerce siendo cada vez más en la reiteración de una estrategia trillada, sino pegando donde má$ duela y donde menos se espere, y - por encima de todo - produciendo el menor costo posible a lxs de abajo y el máximo a los de arriba. 

Sin ir más lejos, en estas horas el Movimiento Sin Tierra de Brasil trabaja en la articulación de todo el campo popular para vaciarle el país a Bolsonaro durante 15 días, exigiendo su dimisión.

Es sólo una muestra de lo que puede un pueblo cuando se encolumna tras un norte nítido y contundente. 

En semejante contexto urge invertir cuanto antes el capital más rentable con que contamos los nostramericanxs, que es la imaginación. Si en algún momento ha resonado  más que nunca la sentencia de Simón Rodríguez - maestro del Libertador Simón Bolívar -, ese momento es ahora: “Inventamos o erramos”.-


JORGE FALCONE

 

 

 

jueves, 1 de abril de 2021

La pobreza llegó al 42% y afecta a 19,4 millones de personas

LA SEGUNDA OLA DEL COVID

ES FUNCIONAL AL AJUSTE EN MARCHA
















“Lamentablemente, nuestro punto de partida es muy bajo. Muchos años de desatino y errores nos han conducido a una situación muy crítica. Es muy difícil que este mes puedan pagarse a tiempo los sueldos de la administración pública. (…) Las medidas en curso permiten que podamos hoy lanzar una nueva fórmula: ‘Hay que pasar el invierno’.” 

Ministro de Economía Álvaro Alsogaray, La Nación, 29 de junio de 1959.

 

Pese a que el imperialismo yanqui intenta vanamente desacreditar al eje Rusia - China calificando a ambas potencias como “antiliberales y autoritarias”, la transición hegemónica se anota un nuevo y significativo avance con el acuerdo que prevé inversiones chinas por alrededor de 400.000 millones de dólares en los sectores iraníes de la energía y las infraestructuras.

A cambio, Teherán, gran productor de hidrocarburos que está muy golpeado por las sanciones estadounidenses, garantiza a Pekín un suministro estable de petróleo gas a precios competitivos.

En Nuestra América, 2021 es un año de elecciones legislativas y presidenciales en varios países hermanos. Este último es el caso de Ecuador (7 de Febrero), Perú (11 de Abril), Nicaragua (7 de Noviembre), Chile (21 de Noviembre), y Honduras (28 de Noviembre) 

Pero de momento la alarma regional se enciende en Brasil, donde por primera vez en su historia acaba de renunciar en bloque la cúpula militar por sus desacuerdos con el presidente, circulan rumores golpistas, y gana terreno el reclamo de un impeachment contra Bolsonaro.

Mientras, en nuestro país - aunque ese gran amigo del Partido Demócrata norteamericano que es Sergio Massa asegure muy suelto de cuerpo que este será un año de recuperación económica -, allí donde el Ministro de Economía discute detalles técnicos sobre el pago de nuestra abultada deuda externa aparece como bastante improbable conseguir una prórroga mayor para saldarla, y la entidad financiera por ahora se muestra indispuesta a avanzar en un acuerdo político como el que oportunamente selló con Macri  (ese émulo del personaje Disney Ralph El Demoledor) 

En tanto, durante los últimos meses Guzmán ha sostenido que su programa es el presupuesto. Pero esa ley hace agua, la meta inflacionaria del 29% agoniza, y quienes siguen de cerca su gestión opinan que resistirá mientras vea que puede seguir la negociación con el FMI en los términos que acordó con Fernández, sin inmolarse en el pedido de un plan a 20 años, como exige Cristina. 

Lo cierto es que aún ignora cómo tapar los 41.000 millones de pesos de recaudación que perderá por el alivio en Ganancias. 

Por lo pronto, de regreso de sus últimas negociaciones, ordenó suspender nuevos ingresos  de trabajadorxs informales al programa Potenciar Trabajo, generando la lógica desesperación en aquellos hogares humildes que, ante una recesión agudizada por la cuarentena y recortadas sus posibilidades de “parar la olla” changueando, dependen exclusivamente de esa cobertura para sobrevivir. 

Por otra parte, al mismo tiempo que se avanza en el cierre de la principal etapa de la ronda de paritarias del sector privado y el Gobierno acelera los pasos para convocar durante abril al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, para definir el nuevo piso salarial que determina los ingresos de unos 300.000 trabajadores fuera de convenio - lo cual se toma como referencia para la actualización de los sueldos en el sector informal de la economía -, ¡se anuncia el incremento impositivo de la luz, el gas, y el agua! 

En consecuencia, no hará falta ser Sherlock Holmes para deducir que, en esta emergencia sanitaria nítidamente clasista - al igual que ocurre ante la escasez de respiradores - la macroeconomía decide quién vive y quién muere.

Más aún si se tiene en cuenta que culminó el verano, algunxs privilegiadxs se dieron el gusto de vacacionar en Cancún y reingresar a nuestro país apestadxs pero con certificados truchos, se acercan los fríos, y campea un rebrote del  coronavirus (16.056 nuevos casos al momento de publicarse esta nota) que incluye variantes más virulentas, todo lo cual, si bien resulta bastante difícil que se vuelva a Fase 1 - sobre todo después de experiencias fallidas como la vivida recientemente en la provincia de Formosa -, seguramente requerirá  adoptar nuevas restricciones circulatorias altamente funcionales a un nuevo vaciamiento del espacio público, principal escenario donde los sectores más perjudicados libran sus batallas por la ampliación de derechos y el mejoramiento de su calidad de vida. De hecho, según trascendidos - ante la enorme dificultad para frenar las reuniones sociales en curso -, no se descartaría consensuar con los gobernadores un toque de queda, a presentarse bajo algún nombre más potable. 

Para tener una idea aproximada del riesgo que supone en este escenario “ahorrar” fondos públicos destinados hasta ahora a mantener la paz social, señalemos que el  programa “Potenciar Trabajo” del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Daniel Arroyo,  destinado a brindar inclusión laboral sobre todo a los trabajadores de la economía popular, y favorecer el acceso al crédito no bancario, entre enero del año pasado y enero de 2021, recibió del gobierno $82.705.119.547. Para acceder a los beneficios que otorga hay que inscribirse en el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (RENATEP), dependiente de la Secretaria de Economía Social, manejada por el Movimiento Evita. 

Si bien no hay registros oficiales que lo confirmen, se sabe que buena parte de quienes accedieron a estos subsidios son algunos de los movimientos sociales que integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular. 

El 11 de marzo pasado, el Gobierno, a través del Ministerio de Trabajo, a cargo de Claudio Moroni, le otorgó la “personería social” a la UTEP, hecho que la dejó a un paso de la sindicalización, aunque ello aún genere cierta resistencia al interior de la CGT. 

Como puede apreciarse, en ese damero la extrema necesidad va abroquelando gradualmente a los sectores más castigados por la economía dentro de un “corralito” que incrementa su control mediante la discutible promesa de la “inclusión social”, dejando a la intemperie a cada vez menos organizaciones dispuestas a dar batalla por trabajo genuino y Justicia Social plena, proceso inaugurado en 2003 con el fin de domesticar hasta la última secuela de aquellas rebeldías florecidas al calor del “Argentinazo” de 2001. 

A todo esto, crece el reclamo de suspender la presencialidad educativa y laboral: Con la muerte de Federico Aníbal Loza, de 40 años, que se desempeñaba como maestro en la Escuela Agrotécnica de Gastona Sud, Tucumán, lxs docentes fallecidxs en el contexto de la pandemia se acercan a una decena. Y las vacilaciones en la cartera de Salud a la hora de definir hasta dónde se limitarán las actividades en el marco del rebrote en curso no han hecho más que sumar incertidumbre en la población. Desde que se decidió restringir los vuelos hasta que finalmente tomó estado público la nueva regulación entraron por Ezeiza más de 4000 argentinxs provenientes de Brasil sin hacerse testeos al llegar ni someterse a una cuarentena controlada. 

De acuerdo con los datos del Monitor Público de Vacunación difundidos por el Ministerio de Salud, se aplicaron en la Argentina 3.446.433 vacunas contra el coronavirus. Del total de personas inmunizadas, 2.800.242 recibieron la primera dosis y 646.191, la segunda. Es decir, un 6% de la población recibió hasta ahora al menos una dosis. Un número muy lejano a las previsiones iniciales de la Casa Rosada, que esperaba inocular 10 millones de personas entre enero y febrero. 

Cada vez más voces autorizadas opinan que, si queremos evitar muchísimos muertos y enfermos graves tendremos que lograr vacunar a 20 millones de personas antes de que termine abril, y eso depende de una decisión política, no de un problema técnico. Por ejemplo, romper  contrato con Astra Zéneca, completar la producción en Argentina, y prescindir de México. Pero, fundamentalmente, hacerlo sin dilación, dado que en la Argentina ya hay transmisión comunitaria de cuatro variantes que preocupan, según informó el Consorcio País, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, que está integrado por laboratorios públicos y privados que fueron agrupados para hacer la vigilancia del genoma del virus. Son las variantes de Manaos y Río de Janeiro, Brasil, la del Reino Unido y la de California, Estados Unidos.

Esta crisis ha llevado a que frecuentemente el microcentro porteño sea testigo de 4, 5, o más concentraciones de protesta diarias, escalada que tiene al Gobierno reconsiderando medidas como el IFE y ATP. 

En un contexto tan afligente, el kirchnerismo puro y duro intenta radicalizar los planteos para preservar su caudal de votantes, al menos hasta después de las elecciones legislativas, a celebrarse - hasta ahora - en octubre. El resto de la coalición gobernante parece no atinar a otra cosa que bailar al son de la Vicepresidenta. Un proverbio popular sostiene que “lo pequeño se hace grande cuando lo grande no existe”. 

El panorama descripto impone a los sectores que aún creen que sin lucha no hay victoria atizar aquellas brasitas que atesoran la experiencia histórica de incontables conquistas populares, pero fundamentalmente - por encima de cualquier otra cosa - entender que hoy más que nunca resulta suicida desagregar su pelea en decenas de reivindicaciones parciales.

Porque cinco dedos hacen un puño. Y porque la esperanza del pueblo no puede depender exclusivamente de la mala suerte de sus enemigos.-

 

JORGE FALCONE