martes, 14 de julio de 2020


EL DÍA EN QUE ALBERTO FERNÁNDEZ 
CONVIRTIÓ AL FRENTE DE TODXS 
EN EL FRENTE DE DEMASIADXS

















Mientras el Primer Mandatario aduce que en 2003 tocó hacerse cargo de una deuda externa heredada de la dictadura, pero ahora se trata de cargar con otra inobjetable - ya que se contrajo durante los cuatro años del gobierno democrático anterior -, los términos de negociación actuales de la misma resultan a todas luces perdidosos. Tres fondos acreedores han acordado con el Ministerio de Hacienda, dos que acumulan un tercio de los bonos aún no. El costo de bajarse tanto los pantalones ya compromete los márgenes de sustentabilidad del empréstito, que van de 50.000 a 80.000 millones de Dls. Argentina está en 45.000. ¿Quién pondría los 5000 faltantes para equilibrar la balanza? Probablemente el FMI. Pero exigiendo mayor ajuste fiscal, previsional, y laboral. Conflicto en puerta en tal caso entre el Ejecutivo Nacional y el Instituto Patria.

A propósito de esto último, en nota de Página 12 recomendada vía Twitter por la Vicepresidenta Cristina Kirchner, el columnista económico Alfredo Zaiat consignó que en “el acto oficial de celebración del Día de la Independencia, el presidente Alberto Fernández estuvo acompañado en forma presencial, en la Quinta de Olivos, por los empresarios del G-6, que reúne a las titulares de las cámaras del establishment, y de un dirigente de la conducción de la CGT”, gesto que analizó sin albergar mayores expectativas en sus consecuencias. Tiene lógica. Al zorro nunca le ha preocupado el interés de las gallinas. Más aún, sobre el particular también se expidió en duros términos la Unión de Trabajadores de la Tierra, que tiene a su referente - Nahuel Levaggi - presidiendo el Mercado Central. Dicha organización objetó que el presidente sentara a su diestra a la Sociedad Rural Argentina, ratificando que “hay otro campo”. Curiosa apuesta entonces la del Ejecutivo: En vez de atender al clamor que exige un perentorio Impuesto a la Riqueza, “dorarle la píldora” a los imperturbables herederos de la Conquista del Desierto, los mentores del Proceso de Reorganización Nacional, los destituyentes de 2008… cuando paradójicamente 83 millonarios de varios países, principalmente de EE UU, solicitan la subida de impuestos a los más ricos “como ellos” para contribuir a la recuperación económica ante el daño que causará la pandemia.

Muchxs compatriotas - quién sabe si ilusoriamente o no - acarician la esperanza de arribar a una primavera post pandemia. Si así fuera, todo hace parecer que al florecer de lo verde le acompañará el sórdido panorama de una Argentina económicamente diezmada y radicalmente distinta de la que pensaba gobernar el Frente de Todxs.

Apremiado ante tal perspectiva, el oficialismo trabaja en un paquete de medidas  que tiene como principal objetivo la reactivación de la economía después del paráte obligado por la cuarentena, pero también incluirá aspectos institucionales como el envío al Congreso de la anunciada reforma judicial. Entre las medidas económicas, se contempla un blanqueo de capitales (que durante el gobierno anterior el actual inquilino de la Casa Rosada definiera como el “curro de los pícaros”), la vuelta del plan Ahora 18, un proyecto para impulsar las economías regionales y una nueva fórmula de actualización de las jubilaciones

Ante el afligente panorama socioeconómico reinante, cabe preguntarse si tales iniciativas llegarán a tiempo para aliviar, por ejemplo, la desesperante situación que hoy padece el conurbano profundo, sacudido ya no sólo por una hambruna desconocida hasta la fecha sino por un significativo recrudecimiento del gatillo fácil, tema que ilustra dramáticamente la desaparición de Facundo Astudillo Castro - quien fuera visto por última vez en un patrullero de la policía bonaerense en la localidad de Mayor Buratovich, Partido de Villarino - caso que amenaza con constituirse en el Santiago Maldonado del Gobernador Kiciloff.

Pero si dichos paliativos resultaran insuficientes - ya que hace bastante que no se piensa en grande -, sobre los escombros de esa Patria que no fue habrá de edificarse mediáticamente una nueva expectativa electoral, cuyo epicentro involucrará la disputa por el control de la provincia que más gravita en el acontecer nacional, precisamente Buenos Aires. Macri volverá al ruedo reciclado con absoluta impunidad de su pasado de Ralph El Demoledor, y probablemente una vez más Vidal sea su carta ganadora en ese distrito. Desde la coalición gobernante esa candidatura quizás se dirima entre Máximo y Massa, alternativa  que no debiera distraer la atención respecto al ascenso mediático de la figura de Berni, recambio bolsonarista si los hay, por si la taba finalmente nos cayera de culo. Quien resulte pues ganancioso en esa lidia tendrá las mejores chances para  poner proa hacia 2023.

¿Cuál será entonces la conducta de las organizaciones sociales oficialistas que vienen peticionando al gobierno un perfil soberanista, que el presidente desalienta arrepintiéndose públicamente de haber propuesto una justa expropiación? ¿Acaso embarcar nuevamente a unas bases altamente condicionadas por el instinto de supervivencia en volver a apostar por el elenco estable y rotativo de la clase política que nos rige desde 1983, ahora que las democracias formales demuestran en toda latitud su incapacidad de dar respuesta al mundo que nos toca?

Por lo pronto, los sectores más castigados de la clase trabajadora - Cresta Roja, Penta, Vicentin - , desoyendo la intimación oficial a quedarse en casa, ya están exigiendo en la calle sus derechos. Y ese sólo es un pequeño indicador de la conflictividad social que se avecina.-


JORGE FALCONE

martes, 7 de julio de 2020


“SI LO QUE VIENE VA A SER 
MÁS DE LO MISMO,
ESTO PUEDE TERMINAR 
EN UNA TRAGEDIA” (*)


















“Y ustedes, con la escuela, la televisión, lo pacato de sus periódicos, ustedes son los grandes conservadores de este orden horrendo basado en la idea de poseer y  en la idea de destruir. Dichosos ustedes que se quedan tan felices cuando pueden poner sobre un crimen su buena etiqueta. A mí esta me parece otra de las muchas operaciones de la cultura de masas. Como no podemos impedir que pasen ciertas cosas, nos tranquilizamos encasillándolas”.

Pier Paolo Pasolini,
al periodista Furio Colombo en su última entrevista.


Nada se parece más a un fascista que un burgués aterrorizado

Cualquiera sea el controvertido origen de la pandemia que nos aqueja, va quedando claro que el alcance de su letalidad, magnificado a dimensiones bíblicas por los medios de confusión, ha propiciado que el poder concrete su objetivo de vaciar espacios públicos, reforzar en ellos su presencia represiva, y confinar grandes mayorías poblacionales al arbitrio de una comunicación informática absolutamente controlada por el Big Brother.

Si una idea se ha trillado hasta el abuso desde que irrumpió el COVID 19 es que  “las crisis exhiben lo mejor y lo peor de la condición humana”. Lo que no está tan claro es hasta dónde estará dispuesta a degradarse la humanidad en el contexto actual.

El filósofo boliviano Rafael Bautista sostiene que “la geopolítica del enclaustramiento territorial genera enclaustramiento mental”.

Pruebas al canto: Este cronista habita en una zona de modestas casaquintas matizada - según el anárquico criterio urbanístico que va produciendo el modelo de exclusión social -  tanto por precarias casillas que amenazan con venirse abajo ante el primer temporal como por bunkers de cemento custodiados por incontables cámaras de seguridad. La arquitectura en pleno que describía el cuento infantil de Los Tres Cerditos y el Lobo.

Un afán de coexistencia pacífica ha llevado a quien escribe estas líneas a tratar por igual con el criollaje amigo de lo ajeno como con acomodados profesionales de semblante publicitario. Estos últimos acostumbran a despedir el año organizando abundantes asados regados de buen vino y poblados de comensales pertenecientes a una raza prometida que ya tiene pasaje para subir al arca en ocasión de próximo diluvio. Como corresponde a los usos y costumbres del medio pelo vernáculo, aseguran su sueño con botones antipánico y comparten su paranoia social en grupo de watsapp que de un tiempo a esta parte viene transitando de lo divertido a lo siniestro. Para ilustrarlo alcanza con un intercambio reciente, producido ante algún merodeo y eventual  incursión en vivienda ajena:

_ Hola. A la noche entraron por enésima vez al parque de casa y se llevaron toda la ropa del tendedero. Hay un par de motos que andan dando vueltas y mirando las cosas que pueden levantar de las casas, después vuelven caminando y se meten.

_ Qué macana, no me imagino q podemos hacer…

_ Esperar que el covid haga su parte! Sino la Policía…
Cuando los límites no están, hay que ponerlos!

Sin ánimo alguno de condescender ante el delito, diremos que también afirma el pensador andino antes citado que “el fascismo es una ideología concebida para seducir a sectores subalternizados con vocación de ascenso social”.

Como consecuencia del colapso económico que el coronavirus viene produciendo en la mayoría de las sociedades, resulta más que probable que, al cabo de esta cuarentena por tiempo indeterminado, y “cuando vuelva a sonar el timbre del recreo”, nos asomemos a un escenario signado por un incremento exponencial del hambre, el delito… y la justicia por mano propia.

Ya que es sabido que “lo pequeño se hace grande cuando lo grande no existe”, todo indica que sin una planificación estratégica de carácter holístico, que se cimente en los paradigmas de un mundo en vertiginosa transformación, en los tiempos venideros volverá a asomar el iceberg ante la proa del Titanic.


Deuda centenaria, peste aprovechada, y expropiación fallida

Desde el empréstito rivadiaviano con la Baring Brothers Corporation hasta la impagable deuda que trabajosamente “negocia” el Ministro Guzmán, pasando por el ingreso a nuestro país del FMI a partir del Golpe de Estado que derrocó al gobierno democrático del Gral. Perón, salta a la vista que tal yugo constituye una nueva forma de esclavitud con que el poder financiero internacional procura someter a nuestro pueblo.

Sin ir más lejos, hay aproximadamente un millón de acreedores argentinos que sin ánimo de hacer concesiones también pide cobrar.

Analizando el tema sin condescendencia, salta a la vista que a la fecha se ha transigido demasiado con los bonistas. De hecho, no existe previsión de quita alguna al capital, se estima pagar - sin investigar la porción ilegítima de lo adeudado - en un plazo de entre 3 y 5 años, y los bonos que los acreedores pretenden cobrar a 55 ctvs. Dl comenzaron cotizándose a 39 y ya se está aceptando pagarlos a 53. El próximo vencimiento será el 24 del corriente y el 30 se entraría prácticamente en default.

En conclusión, el gobierno nacional desoye señalamientos oportunamente expresados por figuras tan gravitantes como el Sumo Pontífice o el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel (desde la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago de la Deuda Ilegítima), y asumiendo una posición timorata,  desaprovecha la excepcional oportunidad histórica que ofrece la existencia de numerosos foros internacionales que plantean suspender los pagos, condicionando así a los sectores de la sociedad más castigados por la crisis a resignar gradualmente una posición soberanista.

A tan desalentadora perspectiva se suma una recesión salvaje, causante de que más de 1000 empresas entren en convocatoria de acreedores, lo que ha de incrementar la miseria popular y por ende la incursión en la delincuencia de gente sin antecedentes penales. Simultáneamente, el despliegue de una peste desconocida continúa ensañándose con los barrios más carenciados del conurbano profundo. En dicha geografía la situación sanitaria es sumamente crítica, se multiplica el nivel de contagios, los hospitales ven desbordar su capacidad de atención de casos urgentes, y la mayoría de los municipios ignora a los Comités de Crisis. En tal contexto, la zozobra económica también impide que el congelamiento de las relaciones sociales directas se desahogue a partir de las redes, dado que no resulta sencillo costear los servicios de internet. De modo que al aislamiento le corresponde el miedo, alimentado por  requisas que, lejos de la city, proceden con singular rigor frente a los pibes detectados circulando sin autorización.

En conclusión, dado que el poder teme que el pobrerío tarde o temprano se vuelque a las calles, utiliza la cuarentena para consolidar el control social del territorio, azuzando la paranoia colectiva mediante la difusión del inventario de los casos más notorios de contagio.

Afortunadamente, en el seno de gran parte de ese movimiento social que originalmente adhirió al oficialismo casi de manera incondicional, comienzan a multiplicarse voces disonantes que, tanto exigen al Ejecutivo la expropiación sin cortapisas de la cerealera Vicentin, como el impuesto a la riqueza, la aplicación de la Renta Universal, y hasta la derogación de la normativa adoptada por cancillería que asimila antisionismo a antisemitismo, ahora que un pacto bilateral espurio se dispone a anexar por la fuerza Cisjordania al Estado de Israel.

La taba de la Patria vuelve a girar, y la suerte que depare parece depender de la pronta recomposición de un movimiento popular que cuando aúna esfuerzos es capaz de arremeter contra cualquier obstáculo que se presente.


(*) Opinión del Papa Francisco citada por Juan Grabois en entrevista con Luis Novaresio.-


JORGE FALCONE

miércoles, 1 de julio de 2020


¿SERÁ INEVITABLE QUE SÓLO 
LA DERECHA SAQUE PARTIDO 
DE ESTA PANDEMIA?

























“La peste y la propaganda que la acompaña transforman a ‘los otros’ en potenciales enemigos y no en los socios de la aventura humana de vivir. El miedo, no la felicidad, pasa a ser un núcleo vital de nuestra existencia”.

Roberto Cirilo Perdía


COVID 19: Un enemigo no tan invisible

Como han venido pronosticando lxs epidemiólogxs, el crudo invierno favorece que la peste que desembarcó por aire de la mano del turismo más acaudalado del país se expanda desafiando todo tipo de controles, y castigando con particular rigor a las zonas más vulnerables del AMBA. A 46 años de la partida del Presidente Perón, varios distritos del partido bonaerense que lleva ese nombre acusan casos de contagio: Comenzando esta semana cerró preventivamente el municipio de Guernica al detectarse un caso positivo entre su personal, lo propio ocurre en Villa Numancia y el Barrio San Roque. En el frigorífico La Huella (dependiente del Grupo Penta) también apareció infectado un trabajador del turno noche. Y el Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de Capital y Provincia acaba de pronunciarse reclamando ante la emergencia un servicio estable de ambulancias que complemente al existente, ya que este siempre llega cuando la situación se ha tornado irreversible.

Desde fines de 2019, cuando el coronavirus hizo su aparición en la localidad china de Wuhan, se han barajado diversas hipótesis acerca de su origen. Las más ideologizadas sostienen que se trataría de un virus de laboratorio creado en los EEUU a los efectos de avanzar varios casilleros en la guerra comercial que ese país sostiene actualmente con el gigante asiático. Oportunamente, tal perspectiva fue apuntalada desde los medios en base a acusaciones de un alto diplomático chino.

Desde un ángulo más sistémico, la explicación se concentra en señalar al paradigma de la modernidad y su utopía de un desarrollo ilimitado, que en un desmesurado afán productivista extiende dramáticamente las fronteras agropecuarias generando - mediante desforestaciones masivas - la migración de especies animales silvestres que hasta ahora no convivían con humanos, muchas de las cuales funcionan como huéspedes inmunes de ciertas cepas virales que, en contacto con la gente, desplegarían un potencial de contagio letal.

Si bien la primera es una hipótesis altamente verosímil, la segunda es categóricamente constatable, y en diversas latitudes del globo sobran ejemplos para probarla. Sin ir más lejos, en el reciente lanzamiento del Pacto Ecosocial, Económico e Intercultural, donde se abogó por hablar de terricidio (como reclama el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir) más que de antropoceno, y que reunió a importantes estudiosxs de la crisis civilizatoria - como la argentina Maristella Svampa, el brasileño Rudrigo Rafael, el colombiano Arturo Escobar, la ecuatoriana Patricia Walinga, la mejicana Mina Navarro, o el nigeriano Nnimmo Bassey -, la referente feminista y socioambiental hindú Vandana Shiva se refirió al tema expresando que “hemos roto nuestro pacto con la tierra: Las epidemias han sido causadas por nuestra invasión a los bosques”. Y terminó su intervención reclamando a los movimientos sociales del mundo propender a una “Democracia de la Tierra”.


El imperativo de transformar el sentido común imperante
y construir una nueva hegemonía

Numerosxs politólogos - incluso algunxs pertenecientes al propio movimiento - consideran que el peronismo ha cumplido su ciclo histórico.

Visto que en la década del 90 este adoptó una filosofía neoliberal, y en la primera del 2000 una neodesarrollista, ya para “vender las joyas de la abuela” como para ampliar algunos derechos enarbolando un discurso épico digno de una Segunda Independencia, este cronista humildemente considera - como lo ha expresado en incontables ocasiones - que hoy su potencial transformador reside más en los aportes programáticos de su clase trabajadora en resistencia que en la desactualizada doctrina original.

El celebrado triunfo de la coalición panperonista que encabeza Alberto Fernández, a ojos vista tuvo más que ver con la derrota de la depredadora ceocracia macrista que con la plena confianza en un porvenir de cambios profundos. Cierto es que la irrupción de la pandemia, si alguna vez tuvo pretensiones de ir más lejos, dejó al Ejecutivo con la pólvora mojada. Pero si partiéramos de revisar la perspectiva enunciada en aquel encomiable discurso de asunción pronunciado ante el Congreso Nacional, seguramente salten de inmediato no menos de un par de importantes afirmaciones hasta la fecha incumplidas. Por ejemplo, la de gobernar con las 24 provincias, y la de estar abierto al reclamo popular en caso de que hiciera falta corregir el rumbo escogido.

En el primer caso, un presidente porteño que en entrevista al Diario Perfil afirma “pensar con cabeza socialdemócrata”, hoy gobierna a todas luces de espalda a la flagrante represión desatada contra los sectores sociales más empobrecidos allende la Avenida General Paz, o sea, en la Argentina Profunda. Para más dato, una de las correcciones practicadas para enmendar el desprolijo anuncio de “rescate” estatal de la empresa Vicentin SAIC fue la inclusión en su intervención de alguna representación del gobierno santafesino… ¡Vaya pedazo de omisión!

En el segundo caso - y a propósito de lo anterior -, correspondería que el gobierno tomara nota de que comienzan a alzarse numerosas voces en apoyo a la expropiación de dicha cerealera: Circula profusamente en las redes una “Carta del campo popular a nuestra dirigencia” suscripta por numerosas firmas del espectro kirchnerista menos condescendiente que, además de plegarse al mencionado reclamo, exige - entre otras cosas - efectivizar el impuesto a las grandes fortunas, implementar un salario universal, nacionalizar los puertos, investigar la deuda y recuperar el monto de los pagos ilegales, y expulsar del país a cualquier base militar extranjera. Mayor difusión aún ha tenido el pronunciamiento que, bajo el título “Control estatal de Vicentin. Un camino para resolver el hambre”, firman numerosas organizaciones sociales, entidades gremiales y empresarias del campo nacional-popular (UTEP, CTEP, CTA - A, MNER, Federación Nacional de Inquilinos, etc.) insospechadas de poner “palos en la rueda” al oficialismo, y nucleadas dentro del denominado “Manifiesto por la soberanía, el trabajo y la producción”. En sintonía con la necesidad de expropiar Vicentin, pero desde una perspectiva mucho más distante del oficialismo, y conmemorando el 18° aniversario de la Masacre de Avellaneda, numerosas organizaciones que vienen desplegando una capacidad de movilización capaz de sorprender a cualquier desprevenido que no siga de cerca su crecimiento, respaldaron el contundente documento leído en el Puente Pueyrredón, en el que, además de exigir el juicio y castigo a los responsables políticos del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki (algunos en la función pública, como Felipe Solá y Aníbal Fernández), se  pidió por el cese del gatillo fácil y la criminalización de la protesta social; la aparición con vida de todas las mujeres secuestradas en las redes de trata y Justicia para todas las víctimas de la violencia machista;  y por trabajo genuino, cese de la precarización laboral, el hambre y la represión. Ante tales demandas, resulta ineludible preguntarse si en la Casa Rosada seguirá habiendo disposición de escucha.

Por lo pronto, desde el pensamiento crítico se impone manifestar que, cuando la palabra expropiación suena a cataclismo, es señal de que dentro del capitalismo no hay margen de cambio posible.

De tal modo que en estas horas el oficialismo oscila entre atender a la ínfima masa crítica capaz de montar un “banderazo” en pos de la “libertad perdida”, y la amplia franja de argentinxs que viene respondiendo disciplinadamente a la emergencia sanitaria… sin resignar su convicción de que esta oportunidad histórica exige  mucho más que sostener una cuarentena exitosa.

Como alguna vez escribiera desde la cárcel a su compañera de vida el poeta revolucionario turco Nazim Hikmet, “nos pasa lo que hoy pasa en nuestro mundo”. Y este continúa debatiéndose entre concentración económica y control social o  solidaridad y conciencia ambiental.-


JORGE FALCONE