sábado, 15 de octubre de 2022

“Tanto va el cántaro a la fuente… ”

UNA SOCIEDAD INTERPELADA

POR EL RETORNO DE LAS LIGAS PATRIÓTICAS (*)







“El nacionalismo de las clases oligárquicas se manifiesta en la Argentina desde las primeras décadas del siglo XX, no para emprender una cruzada contra el imperialismo, sino como respuesta al incipiente movimiento de la clase trabajadora. La oligarquía, vasalla del capital extranjero, no recordó que era argentina mientras entregaba nuestras riquezas y los destinos nacionales a las sociedades anónimas londinenses. Su ‘patriotismo’ nace cuando advierte que el inmigrante europeo, traído con el engaño de la fácil América, no aceptaba el destino de explotación y miseria que los poderosos querían señalarle. De golpe se sintió argentina. Un rencor torvo animó su brazo contra la ‘gringada’ socialista y anarquista. Odió la ‘ideología foránea’, cuando esa ideología, en vez de apuntalar sus privilegios, procuraba el derrumbe de la expoliación clasista. Sus policías asesinaron a mansalva pacíficas manifestaciones obreras. No contenta con eso, armó bandas civiles reclutadas entre señoritos del ‘barrio Norte’ y matones a sueldo. Era la ‘patria’ que se defendía contra la turba sin ley ni religión. Era la ‘enseña’ azul y blanco contra el trapo rojo. Era el burgués tirando contra el obrero”. 

Jorge Enea Spilimbergo.

“Nacionalismo oligárquico y nacionalismo revolucionario”.

Editorial Amerindia, 1956.

 

Mientras un peronismo que ya boquea como pez fuera del agua conmemora fragmentariamente otro 17 de octubre, durante los últimos días en un descampado de Mariano Acosta, partido bonaerense de Merlo,  se hallaron los restos parcialmente calcinados de un niño de 13 años. Al poco tiempo se supo que la víctima fue atacada por otros jóvenes pertenecientes a esa humilde barriada, también menores de edad. Los investigadores sospechan que fue atacado por el “placer” de causarle daño, y filmando incluso dicha agresión. 

Una semana antes del hecho referido, el Magno College de Pilar dejó sin vacante a 8 chicos con dificultades de aprendizaje, alegando que "bajan la vara del aula". Mediante un correo electrónico las autoridades de dicha institución avisaron a los padres que a sus hijxs no se les renovaría la inscripción en 2023. 

En un país que - con la honrosa excepción de algunos portales de información alternativos - ya no cuenta con la incisiva mirada periodística de profesionales como Rodolfo Jorge Walsh, Jorge Ricardo Masetti, o Luis Guagnini (tan solo por citar a unos pocos), lo micro ha dejado de vincularse con lo macro, de modo tal que no parece percibirse relación alguna entre lo que ocurre en la superestructura política del país y los efectos residuales que ello va decantando en el sustrato cultural más profundo de la sociedad. 

Como si los acontecimientos antes mencionados no tuvieran nada que ver con el accionar de un oficialismo que carga contra la comunidad mapuche de Ingeniero Mascardi con la misma impiedad con que lo hiciera en la región el gobierno anterior, cobrándose primero la vida del activista libertario Santiago Maldonado y luego del comunero Rafael Nahuel. O con la alianza negacionista del energúmeno en ascenso Javier Milei con el hijo del genocida Bussi. 

Sin embargo, algunxs consideramos que semejante impunidad afecta gravemente al cuerpo social todo y modifica negativamente la conducta de hasta el último de sus integrantes, poniendo en evidencia el tránsito hacia un modelo de Argentina con cotos de intolerancia y exclusión desconocidos para quienes llegaron a vivir en un Estado de Bienestar. 

Como en aquella historia de la rana que ignora que está siendo hervida a fuego lento en un sartén, poco a poco nos vamos adaptando a unos márgenes de indiferencia - capaces de naturalizar la convivencia con verdaderos descartes civilizatorios como el que se ha dado en llamar “banda de Los Copitos”, o pretendidos excesos que generalmente van quedando sin resolver, como la injustificada represión desatada recientemente contra la hinchada de Gimnasia y Esgrima de La Plata. 

Tientos de una misma lonja, a juicio de este cronista, que no hacen más que recordarnos que el pez comienza a pudrirse por la cabeza… pero finalmente se descompone entero. 

Levantando un poco la puntería, resulta evidente que la implosión - a fines de los años 80s - del socialismo soviético, y la ausencia de una utopía global de redención humana han contribuido a que una ofensiva conservadora esté intentando cubrir esa vacante con singular brío. Pero que se trate de un fenómeno mundial no justifica que nos resignemos a ser testigos pasivos del mismo. 

Algunxs de sus exponentes locales, por ejemplo, en relación a la trajinada cuestión mapuche aducen que esta pone en tela de juicio nuestra nacionalidad, ya que su origen remitiría a una remota invasión proveniente de la araucania chilena, argumento que, recostándose en la histórica disputa chauvinista fomentada por el poder a ambos lados de la cordillera, oculta la existencia de numerosas naciones originarias previas a la violenta constitución de repúblicas a la europea. 

Sin ir más lejos, la democracia (para ganadores de este modelo atroz) y la unidad nacional (del zorro con las gallinas) que de tanto en tanto pregonan oficialismo y oposición, en los dos casos se basa en la defensa de una Carta Magna escrita en 1853, tras la llamada Conquista del Desierto, con la sangre de criollos y de indios. 

Así, mal que les pese a los Macri, las Bullrich, los Larreta, las Vidal, los Pichetto, los Morales, o lxs Fernández, a partir de lo antedicho, el Estado que nos rige - y se arroga el monopolio del ejercicio de la fuerza en caso de considerarlo necesario - es un Estado genocida, en deuda con lxs legítimxs dueños de estas tierras.

No obstante, la convalidación suicida de la clase política que rige nuestros destinos respecto de ese siniestro pasado fundacional, habilita a que vuelvan a germinar grupos facciosos como el que últimamente arengó desde las redes sociales a salir a cazar mapuches con frases (escritas en mayúscula) como la siguiente: “VOS, ARGENTINO, PODES SER PARTE DE LA LEGIÓN NACIONAL PATRIOTA, DEFIENDE TU PAÍS, DEFIENDE EL FUTURO DE LA PATAGONIA, DEFIENDE TU HOGAR, TU FAMILIA, TU VIDA, ES HORA DE DESTERRAR LA RAM DE LA PATAGONIA!!! ES POR TU NACIÓN!” 

Aunque parezca mentira, en tanto buena parte de una Argentina memoriosa se afana bregando por nuestra Segunda y Definitiva Independencia, cada tanto se activan las células dormidas de un tumor social dispuesto a promover una Nueva Conquista del Desierto. 

Enfrentándola cuanto antes tanto desde la educación como desde la comunicación y la lucha de calles puestas al servicio de nuestro pueblo, aún estamos a tiempo de conjurar semejante avanzada. -  

(*) Las ligas patrióticas fueron grupos de extrema derecha que operaron en Argentina y Chile entre 1910 y la década de 1930, caracterizados por un discurso xenófobo, racista y nacionalista, además de una política de hostilidad hacia los movimientos obreros reivindicatorios.

 

JORGE FALCONE

 

 

 

jueves, 6 de octubre de 2022

EL PREDOMINIO DE LAS NUEVAS DERECHAS

REFLEJA EL FRACASO

DE LAS DEMOCRACIAS REPRESENTATIVAS















“Sin movilizar a las masas ni abandonar el culto al pasado, difícil será el triunfo de LulaEl fraccionamiento comunitario, potenciado por el desmantelamiento del mundo del trabajo a lo largo de cuatro décadas de neoliberalismo, hace sensible a la sociedad a un tipo de liderazgo salvacionista e inorgánico - una especie de neopopulismo - capaz de dirigir voluntades y transformar la ira social en fuerza política. Ese es uno de los temas que los intelectuales del lulismo olvidaron tomar en cuenta”. 

Juraima Almeida

en portal Tramas. 

 

Cualquier observador atento del acontecer global advertirá que los índices oceánicos de abstencionismo que se observan actualmente en la mayoría de los comicios, la extrema polarización de numerosos electorados (como acaba de verificarse en Brasil), así como el ascenso del neofascismo en Italia, o la alianza local negacionista entre Milei y el bussismo, distan de ser fenómenos silvestres.

En efecto, todo indica que lo que hace agua es un sistema oportunamente propuesto como “el mejor de los posibles”, idea que ha instaurado un sentido común que - a falta de utopías de cambio radical - fue resignando a muchos pueblos a aceptar “el mal menor”, a delegar en dirigencias políticas venales y rentistas el ejercicio de la política, y por ende las grandes decisiones. 

Consecuentemente, podría concluirse que el magnicidio fallido cometido en nuestro país por la banda mediáticamente bautizada como “Los Copitos”, más allá de eventuales terminales políticas discursivamente instigadoras, está lejos de ser un fenómeno de cabotaje. 

Así, en cada latitud - al menos de Occidente - comienza a verificarse que estos grupos están capitalizando la insatisfacción democrática, en la medida en que encuentran espacio para encarnar la rabia supuestamente antisistémica que entre los 60 y 70 supieron representar esas izquierdas cuya indefinición actual cede terreno a la avanzada conservadora. 

Este inquietante panorama se completa con un oficialismo que, a pesar del condicionante de su identidad política, cada vez se diferencia menos de la oposición, como quedó de manifiesto en el último y violento embate contra la comunidad mapuche residente en Ingeniero Mascardi (foto que ilustra esta nota), circunstancia en la que el proceder del Ministro Aníbal Fernández emuló al de la Jefa del PRO en el operativo que costó la vida de Santiago Maldonado, dejando al descubierto una matriz conceptual y represiva común y ajena a cualquier tipo de “grieta”. 

Paralelamente, los gobernadores oficialistas del Norte Grande - en representación de sus colegas del resto del país y el ministro kirchnerista Eduardo “Wado” De Pedro en nombre de Cristina Kirchner - encaran una campaña pro eliminación de las PASO, dispuestos a ayudar a Sergio Massa a que estabilice la economía, y a movilizar al PJ en los distintos distritos desplegando un operativo de control de daño alrededor del Presidente. 

Convencidos de que los que saben ganar elecciones son ellos, no piensan volver a caer en el error que consideran haber cometido en 2021, cuando, por cuidar las formas y la institucionalidad, dejaron que Alberto Fernández decidiera quiénes encabezarían las listas en Buenos Aires y CABA.

A su vez, el Instituto Patria, viendo como perdidosa la elección de 2023, concentra el esfuerzo en conservar su bastión bonaerense y comienza a barajar un posible entendimiento con la izquierda, mientras no sería descartable que, dada su feroz interna, el macrismo se desintegre en primera vuelta, cediendo significativo terreno a los “libertarios”.

Por lo demás, si la tensión entre PTS y PO no continuara escalando hacia una ruptura, también sería esperable un buen desempeño de la izquierda parlamentaria, que - recientemente fortalecida por el triunfo en el conflicto del neumático - quedaría en condiciones de capitalizar las banderas a las que viene renunciando el peronismo institucional. 

El curso de la economía no hace más que crispar el escenario descripto. 

El pedido público de CFK por tuit a Massa, para que diseñe “un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia”, después de que el INDEC difundiera el dato de 2,6 millones de personas en esa condición (8,8%), canceló casi dos meses de idilio con el Súper Ministro, aunque podría interpretarse como un acto de oportunismo político para retener votantes. Por un lado, coincidió con el reclamo del movimiento piquetero durante el campamento que ocupó durante dos días la Avenida 9 de Julio. Por otro, la Vicepresidenta no podía ignorar que el decreto que estableció el “dólar soja” de $200 destinó parte de la recaudación adicional por retenciones a otorgar “una prestación monetaria extraordinaria y de alcance nacional, que asegure una adecuada alimentación a las personas en situación de extrema vulnerabilidad”. Vale decir, una discreta vuelta de tuerca en materia de asistencialismo, similar al “refuerzo de ingresos” que meses atrás promovía el cristinismo en reemplazo del frustrado proyecto de Máximo Kirchner. 

Con una liquidación extraordinaria del agro de U$S 8.123 millones, las reservas solo subieron en U$S 887 millones, mientras que los pasivos monetarios subieron en $ 1,4 billones, esto explica la suba del dólar objetivo para el mes de octubre.

Los depósitos en pesos subieron $ 1,3 billones, lo que muestra mucho dinero en los bancos, aunque la demanda de dinero medida a 12 meses muestre una caída significativa. Los depósitos en dólares caen en términos reales. 

En materia de préstamos no se observa una mayor demanda, aunque crecen por debajo de la inflación esperada. Por ejemplo, las financiaciones con tarjeta crecen al 70,6% anual y los préstamos personales al 50,5% anual, cuando la inflación objetivo estaría en torno del 85% anual, incrementando la recesión. 

Preocupada ante una nueva ola de conflictos y reclamos paritarios alentados por los gremios más influyentes - como Bancarios, Seguro o Camioneros -, la coalición gobernante realiza ingentes esfuerzos por terminar el año garantizando una paz social imprescindible para ingresar al siguiente en condiciones de elegir nuevas autoridades nacionales en un clima de concordia. Sin ir más lejos, a pedido de las organizaciones sociales oficialistas, Alberto Fernández convocará en los próximos días al Consejo de la Economía Popular, órgano que fue creado con la ley de Emergencia Social de 2016 y que nunca se terminó de institucionalizar. A propósito de ello, esos movimientos presionan por un decreto para que sus cooperativas se incorporen a obra pública de baja complejidad de hasta $300 millones y de la construcción de viviendas.           

Esta carrera contra reloj se asemeja a la que se produjo en 1975 después del “Rodrigazo” y desembocó en la primera hiperinflación de la Argentina. Con una gran diferencia: en aquella época el empleo en negro o precario era mínimo, ahora alcanza a más de un tercio de la población en condiciones de trabajar y sus ingresos fueron los que más perdieron frente a la inflación. En los primeros siete meses de este año subieron la mitad (31%) 

Pese a todo lo expresado hasta aquí, late en el inconsciente colectivo un patrimonio de luchas y programas constitutivo de un valioso capital que el pueblo argentino no dilapidará. Es hora de que despierten las células dormidas que lo atesoran.- 

 

JORGE FALCONE

 

 

 

sábado, 1 de octubre de 2022

DE REGRESO A OCTUBRE…

PERO SIN LEALTAD AL PUEBLO 















Mientras el fascismo - que en este momento histórico está lejos de ser un fenómeno de cabotaje - se impone en las elecciones parlamentarias de Italia, el presidente de Rusia Vladimir Putin determina la adhesión de las cuatro regiones ucranianas controladas por su gobierno tras los resultados de los referéndums realizados en DonetskLuganskKherson Zaporiyia  para rubricar los territorios ocupados (votación que fue desconocida por el gobierno de Volodimir Zelensky), y Brasil intenta retomar el cauce de lo popular, la Argentina recuerda a un remoto estribillo del cantautor vernáculo Palito Ortega, ya que semeja “un barco sin timón”: El Presidente coquetea con una burocracia sindical absolutamente alejada de la afligente situación  que experimenta el movimiento obrero, en tanto, a la vez que se asordinan los ecos del magnicidio fallido, vuelve a escalar la conflictividad social, involucrando a trabajadores formales e informales y movimiento estudiantil, y confirmando que las penurias de la Vice no alcanzan para tapar la crisis económica de proporciones que vive el país. Así, un peronismo fragmentado y cada vez más distante de sus postulados de origen arriba al mes que lo vio nacer sin nada que celebrar. 

 

A los medios de comunicación locales, alineados a un lado u otro de la “grieta” electoral, se les va acabando el repertorio de argumentos detectivescos con que procuran distraer de sus urgencias a la opinión pública, echando mano a los dimes y diretes que generó el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner. 

Según la mirada de algunxs analistas, la bautizada “banda de los copitos” - que,  pese a no haber logrado su cometido, ya consiguió un lugar (por más  caricaturesco que sea) en la historia contemporánea - reflejaría una crisis de subsistencia de los jóvenes, poniendo en evidencia la violencia como un hecho cotidiano de las periferias urbanas. 

Según dicha lógica, una de las lecciones que deja el hecho delictivo en cuestión  consiste en la necesidad de reforzar las mediaciones - generalmente insuficientes - de toda naturaleza (movimientos sociales, religiosos, ONG) que en diferentes territorios puedan contrarrestar la acción de tales sectores. 

Lo que el sentido común indica, sin embargo, es que en las actuales circunstancias, con la balanza oficial inclinada en favor de cumplir con los requerimientos del FMI en vez de producir un shock distributivo, lo que estuvo a punto de convertirse en una tragedia nacional acaso sirva para que los sectores menos insensibles de la sociedad entiendan de una vez por todas que sin Justicia Social resulta absurdo aspirar a la paz social. 

Tomando cierta distancia del hecho que más ocupó la atención de lxs argentinxs a lo largo de septiembre, en la región aparecen otros riesgos no menos preocupantes pero sí mucho más asordinados.  

Sabido es que EE.UU. históricamente ha desplegado una política de opresión y sometimiento económico como país imperialista a nivel internacional. Su injerencia en las políticas económicas de nuestro país tiene que ver con el saqueo de los bienes comunes y la consiguiente pérdida de la soberanía nacional.

Un ejemplo al respecto es la Base yanqui montada en Neuquén, con capacidad de ejercer control total sobre Vaca Muerta. Pero no es el único. 

El Plan Maestro para la Navegabilidad del río Paraguay, por ejemplo, es una iniciativa del vecino país tendiente a maximizar la utilización de esa vía navegable. Actualmente dicha obra está siendo apoyada por capitales estadounidenses y sería llevada adelante merced a los servicios del Cuerpo de Ingenieros del Ejército norteamericano. 

No está de más subrayar la importancia que la zona reviste. Sin ir más jejos, los ríos Paraguay y Paraná son parte de la Cuenca del Plata, la quinta de agua dulce mundialmente más importante en extensión. A partir de 2021, el dragado del Río Paraná, su principal afluente, es administrado por el Estado nacional, luego de que venciera la concesión del consorcio privado Hidrovía S.A. que estaba a cargo del trabajo desde 1995. Pero todo hace suponer que el Estado argentino avanzará con una nueva licitación, y algunas de las empresas que intentarán ganarla son de origen chino. Así pues, la transición hegemónica global - por ahora pacífica - sucede ante las narices de nuestra clase dirigente sin atisbo alguno de reacción soberanista. 

Digamos más bien que se asiste al initerrumpido besamanos de unas autoridades arrodilladas ante los acreedores internacionales.  A ese respecto, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, le envió un mensaje a los argentinos antes de reunirse con el presidente Alberto Fernández en Nueva York, Estados Unidos: “Es un momento difícil en todas partes, es un momento difícil en Argentina, pero dando los pasos correctos en el frente de las medidas políticas se calmarán las aguas (…) Queremos ver bajar la inflación y queremos ver que el ingreso suba para todos en la Argentina”, expresó la funcionaria. 

Antes del encuentro con nuestro jefe de Estado, el staff del FMI aprobaba la segunda revisión del programa, habilitando así un nuevo desembolso de USD 3900 millones, que deben ser utilizados para saldar la deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri. 

Pese a las expresiones de buenos deseos, la cumbre no fue sencilla para el mandatario argentino, a quien se le solicitó su compromiso político para ejecutar todas las medidas necesarias tendientes a evitar un incumplimiento de las metas previstas para 2023. 

Sin embargo, la aprobación de las metas del segundo semestre no garantiza que pueda cumplirse con todo el programa acordado con el FMI. Georgieva está preocupada por el índice inflacionario y la escasez de reservas públicas, y duda  sobre el pronóstico económico de mediano plazo. 

No obstante el jefe de Estado considera que la economía nacional crece y que la Argentina cumplirá las metas acordadas en enero de 2022, aunque se apoya en números coyunturales que la inflación y la ausencia de dólares pulverizan todos los meses. La perspectiva de Alberto Fernández quita el sueño en los despachos más influyentes del Fondo. 

Por lo demás, hasta los más lúcidos economistas oficialistas advierten que el equipo económico no tiene a disposición las herramientas usuales para frenar la inflación. No puede utilizar el tipo de cambio, las tarifas, el salario ni la tasa de interés. La apuesta oficial entonces es cumplir con el programa del FMI como ancla de las expectativas inflacionarias. Aunque eso atente contra el tiempo político-electoral necesario para concretar un plan de estabilización. 

Repasando antecedentes, existen tres planes principales de estabilización en la región: el Austral, la Convertibilidad y el Real en Brasil. 

El Plan de Convertibilidad empezó en abril de 1991 y las elecciones fueron en octubre del mismo año. Con el Plan Austral pasó algo similar. Y el Plan Real fue más gradual. No obstante, tanto en la Convertibilidad como en el Plan Austral los requisitos previos, como las correcciones de precios ancla y la parte fiscal, ya estaban hechos. 

Con un horizonte absolutamente imprevisto, Massa se está ocupando de atender la emergencia cambiaria-financiera, que consiste en sumar dólares en cantidad en las reservas del Banco Central, precondición para atender las urgencias económicas, entre las que sobresalen la tasa de inflación y los ingresos reales de trabajadores y jubilados.  

Se trata entonces de una nueva carrera contra reloj entre un tiempo económico y uno político - social. 

En este último campo, la lucha del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA), que nuclea a los trabajadores del sector, tras varios días de incertidumbre y resistencia sin cuartel, acaba de anotarse una victoria que sentará precedentes, conquistando un aumento de 66% para este año más un bono de 100mil pesos para sus operarios. 

Se trató de una pelea que llegó a traspasar fronteras, al punto de que en las últimas horas trascendía la advertencia de su par brasileño, SINTRABOR, instando a las multinacionales del neumático y el caucho instaladas en Argentina a que no provocaran un conflicto mayor a nivel regional y mundial. 

A nivel local, esa lucha recibió  la solidaridad de numerosos sectores, entre ellos el activo movimiento piquetero, que nuevamente volvió a ocupar las inmediaciones del Ministerio de Desarrollo Social durante tres días, para que la canasta básica de lxs argentinxs le gane a la inflación (foto que acompaña esta nota) 

Por su parte, la Comisión Interna y la Comisión Directiva de la UOM Avellaneda ha planteado un paro de actividades en reclamo de la reincorporación de 12 trabajadores despedidos y por un sinnúmero de arbitrariedades cotidianas sobre las condiciones de trabajo estipuladas en el Convenio Colectivo, manifestando que su principal preocupación es la implementación de contratos basura para los y las trabajadores que se incorporan a la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, emprendimiento que el discurso oficial exhibe como una de “las joyas de la corona”. 

Ante semejante panorama, la pregunta que se impone es ¿por qué caen los sueldos en el mundo y por qué van a seguir cayendo? Lo explicó hace poco el premio Nobel de Economía Paul Krugman en The New York Times: la suba de las tasas de interés en Estados Unidos y Europa (la más empinada en 40 años) está frenando en seco la actividad sin tocarle un pelo a la inflación, que no nace de una demanda recalentada sino del costo de la energía que disparó la guerra y del desacople entre oferta y demanda que dejó como herencia la pandemia. La obstinación de los bancos centrales en atacar al virus con un remedio inútil beneficia desproporcionadamente al capital frente al trabajo. Es la estanflación que aterroriza al Norte Global. 

En Argentina eso se potencia por el vuelo a la calidad (salida de capitales) que genera ese subidón, por los seis años seguidos que lleva el salario real en el tobogán y por el ajuste fiscal al que se vio forzado el Gobierno después de repartir también de modo muy regresivo las reservas que pudo haber acumulado al calor de los precios récord de las commodities. El recorte de gastos de los últimos dos meses, elogiado por la oposición macrista en la virtual interpelación a la que se sometieron Massa y sus escuderos en el Congreso, augura un frenazo de la actividad que ya empezó a insinuarse en los primeros datos macro de agosto. 

Lo novedoso del informe sobre pobreza de esta semana, por eso, ya no es que existan trabajadores pobres pese a tener empleos formales full-time, sino que eso se prolongue y agrave con el tiempo. Es un quiebre incluso respecto de la historia de las últimas grandes crisis. La hiperinflación de Alfonsín disparó la pobreza a niveles inéditos, pero desde 1991 cayó sostenidamente, aun sin volver nunca al piso previo. El crack de la convertibilidad volvió a llevarla arriba del 50% y el kirchnerismo logró bajarla, sin perforar tampoco el escalón anterior. Ahora, como un amortiguador desvencijado, la creación de empleo dejó de reducir la pobreza. Entre 2017 y 2022, la desocupación bajó del 9% al 6,9%. Y sin embargo, la proporción de pobres saltó del 28,5% al 36,5% y la de indigentes del 6,2 al 8,8%. 

Podría decirse que, en el mundo que nos toca, octubre ya no es el de 1917 ni el del 17 local, toda vez que nuevos actores sociales comienzan a recoger las banderas que sus predecesores dejaron caer. 

Puede que, como alguna vez cantó el trovador cubano Silvio Rodríguez, ocurra que “la era está pariendo un corazón”.-

 

JORGE FALCONE