El camino hacia el colapso de una
sociedad escarmentada
LA
LIBERTAD DE ELEGIR LA INTENSIDAD DEL AJUSTE
Cuando
todo parecía avanzar hacia el pandemónium, gran parte de lxs argentinxs reaccionó
contra la amenaza de restricción a la democracia. Es un buen síntoma. Sin
embargo, cuatro décadas de degradación del orden constitucional nos enfrentan a
una encerrona que coloca al electorado en el lugar de verdadero rehén del statu
quo liberal burgués, viéndose condicionado a votar con temor y en defensa
propia. Mucho para debatir, por ende, en torno al país que deseamos y nos merecemos. En tal
contexto, si algo indica la cordura, es no votar a Milei.
“Arreglémonos con poco:
Pongámosle un poco de poder a la
imaginación”.
Alejandro Horowicz
A punto de elegir
quién presidirá la Argentina durante los próximos cuatro años, buena parte de la
sociedad continúa pellizcándose para convencerse de que el ministro de una
economía desmadrada y agobiante (3% de aumento para la nafta, 20 % para la
carne, 4,3% de depreciación salarial durante agosto), Primer Mandatario ad hoc
por ausencia sin aviso del verdadero, y candidato al fin con improbables
posibilidades de imponerse ante el “tsunamilei”… le haya sacado alrededor de 7
puntos al dirigente anarco-libertario, y de que - ante el beneplácito de un
poder económico que deposita en él toda su expectativa de hacer grandes
negocios - esté logrando alinear los planetas para que en segunda vuelta el
viento sople a su favor.
En este insólito
escenario que muy pocxs entrevieron, Milei pasó a considerar
"excelentes personas" destacadas en lo suyo, hasta a la candidata que
oportunamente acusó de poner bombas en jardines de infantes. Al "ingeniero Mauricio
Macri" lo venía ponderando abiertamente. La nueva galería de admirados
se fue ampliando vertiginosamente: "Tengo un afecto enorme sobre Federico
Sturzenegger, me parece un ser humano maravilloso, uno de los mejores
economistas de Argentina con nivel internacional". "Tengo una
excelente relación con Waldo (Wolff), soy amigo". "Con (Florencio)
Randazzo tengo una excelente relación, tenemos muy cerca las bancas". Compitiendo
con el cantante brasileño Roberto Carlos, el referente de La Libertad
Avanza ha transitado de una soledad rugiente a canturrear que tiene “un millón
de amigos”.
"A los de
izquierda los llamamos para nuestro ministerio de Capital Humano, porque son
los que más saben", manifestó en alusión a lxs otrora “zurdos, van a
correr”. Si alguna vez se le ocurrió, desistió de suspender relaciones con el
Vaticano, y en alusión a quien calificara como “representante de El Maligno en
la Tierra”, declaró: "Si viene el Papa lo vamos a reconocer no
sólo con los honores como jefe de Estado, sino también como líder espiritual de
un país católico".
En tren de transformaciones, hasta
se hizo hincha de Boca nuevamente, y aspira a que el club gane la
Libertadores, después de haber contado que dejó de ser hincha xeneize tras
la vuelta de Riquelme, por considerarlo "un acto de
populismo".
La metamorfosis del león en gatito llevó, por ejemplo, a que la diputada
provincial libertaria electa en Entre
Ríos, Liliana Salinas - que pidió a sus dirigentes no acordar
con el PRO - haya denunciado un "manoseo escandaloso donde se pasaron
por el rábano lo que se ha defendido a capa y espada", a raíz de lo
cual generará un bloque propio.
Así, de buenas a
primeras, el drama argento se transformó en tragicomedia.
En el seno de la
coalición opositora al oficialismo, no tardó en cundir la acusación a Macri de
"tóxico" y "parricida", al cabo de las declaraciones
de Federico Angelini, el saliente titular interino del partido y
hombre de línea directa con el ex presidente: “El kirchnerismo
es un límite y dar libertad de acción no sería adecuado”, se apresuró a declarar.
Muchxs cambiemitas ven
allí la cola del propio Macri marcándole la cancha a su espacio.
En tanto, prospera
el entendimiento entre Milei y el ingeniero, contando con el aval de Patricia
Bullrich, cuya incontinencia verbal - exacerbada por ser la gran perdedora de la troupe neoliberal - acaba de expresar el deseo de que "todo vuele por los aires" antes de los próximos comicios, sincerando así el sentimiento colectivo del sector ante un panorama que no pinta de su agrado.
En tal sintonía, Waldo Wolff
hizo pública su decisión de acompañar a Milei.
Aunque también se
alzan voces disonantes al interior de lxs amarillxs, que amenazan con
partirse. Por lo pronto, la Coalición Cívica fue categórica:
"No votaremos por ninguna de las dos opciones que competirán en el ballotage".
Algunxs dirigentes
del radicalismo sumaron su rechazo a una posible alianza: Facundo
Suárez Lastra habló de "una derecha fanática, agresiva y
autoritaria". Federico Storani directamente lo calificó de "fascista".
Su hermana María Luisa, vicepresidenta de la UCR, “desde un rol
siempre de oposición” planteó en su partido “apoyar a Massa” en
segunda vuelta.
Hasta el momento,
Milei se ocupó de excluir a Gerardo Morales de su variopinta
cosecha de nuevas amistades. "No, en Jujuy tenemos denuncias de
que gente de Morales mandó a destruir nuestras boletas", declaró
consultado si también haría una alianza con el presidente del Comité Nacional
de la UCR.
Curiosa acusación,
si se considera que Jujuy fue una de las provincias donde La Libertad
Avanza hizo una buena elección, obteniendo el 37,4 por ciento de los votos,
aventajando a Unión por la Patria, que sacó el 32,3, y dejando tercero
a Juntos por el Cambio que solo obtuvo el 19,9 por ciento.
Desde el corazón de los libertarians, Mario
Russo, ex jefe de campaña de Milei, analizó los errores y
aciertos del candidato de La Libertad Avanza, concluyendo que el voto de Bullrich es
profundamente antikirchnerista, pero el 30% de esos votos no van a
ir para Milei, y dando por hecho que una parte del voto radical va a ir para Sergio Massa.
Por su parte, el león desmelenado llamó "fracasado hiperinflacionario" al
ex presidente Raúl Alfonsín y también reveló que su terapia es pegarle a
un muñeco con la cara del fallecido mandatario.
A tales exabruptos verbales sumó calificar como
"traidores" a los radicales, al considerar que los votos que perdió
Bullrich eran de la UCR y fueron para Massa.
En consecuencia, el
Comité Nacional del partido centenario anunció que “no acompañará a ninguno
de los dos candidatos en el ballotage del próximo 19 de noviembre”.
Su
titular, Gerardo Morales - cuyo nombre circula como posible futuro
Ministro del Interior de Massa (¿premio por haber sofocado con tanta eficacia
el Jujeñazo?) -, declaró que “lo que hizo Patricia (Bullrich) es una falta
de respeto hacia nosotros, que no perdonamos”, en alusión al anuncio de la
ex candidata presidencial de Juntos por el Cambio de apoyar a Javier Milei en
segunda vuelta.
A su debido tiempo, el gobernador de
Córdoba, Juan Schiaretti, que obtuvo casi 1,8 millón de votos en
las presidenciales, decidió mantenerse lejos de la crisis terminal en la que se
metió Juntos por el Cambio por el apoyo a Milei en el ballotage, y antes de
emprender un viaje de diez días por Medio Oriente y Europa, manifestó que
seguirá siendo prescindente entre Sergio Massa y el libertario.
Recapitulando, al indicador más confiable del
“humor social” lo han proporcionado los mercados. “Incierto es peor que malo”: con esa definición, especialistas
y peso pesados de la economía inclinaron la balanza en favor de Massa, con apuestas
que llegan a techos de 80/20 y pisos de 60/40,
para el candidato oficialista en el ballotage, contra
el libertario. Ante dicho escenario, el desarme de la dolarización de
activos financieros tocó un techo del 25% en las primeras jornadas
bursátiles post electorales y promete estabilizar el panorama para dejarle las “manos sueltas” al ministro de Economía,
de cara a la campaña política.
Si bien nadie quiere animarse a una sentencia
e, incluso, en el quinto piso del Palacio de Hacienda rehúyen a esa definición
tajante, el mercado ve presidente a Massa. El escenario trazado, sin
embargo, no es el más alentador, ya que algunos analistas locales e
internacionales pronosticaron una continuidad de los desequilibrios financieros
y fiscales hasta el fin de las elecciones; y, de ganar Massa,
también el sostenimiento del Estado elefantiásico “para evitar las reformas laborales, impositivas y comerciales que
necesitan los negocios para las inversiones”, según palabras de los actores
involucrados.
Mientras, La Cámpora exhibe dos actitudes. De
un lado, la de los pragmáticos, que planean aceptar estoicamente la cuota de
poder que les toque y en todo caso replegarse en los intendentes y legisladores
con que cuenta a lo largo del país, para conformar desde ahí un bloque dentro
del peronismo. Máximo Kirchner, como principal referente de este sector,
empujó resueltamente las candidaturas de Damián Selci en Hurlingham y Mayra
Mendoza en Quilmes.
Todo indica que el sector se apresta a
transitar un período de bajo perfil, al cabo de varios años de fijar los ejes
de la discusión política en el país, y de ser quienes en las reuniones “cortaban
el bacalao”.
Sin ir más lejos, el propio kirchnerismo comienza
a admitir que la épica de la supuesta “Década Ganada” ya no prende como antes,
dado que la sociedad está en otra discusión.
Como es de público conocimiento, La Cámpora ya
se había partido durante el mandato de Alberto Fernández, dado que Andrés
Larroque, que apoyó fuertemente a Massa contra el experimento de Grabois,
lanzó su propia agrupación denominada "La Patria es el Otro".
“El Cuervo” jugará un rol destacado en la
próxima etapa, si Massa gana las presidenciales. Para la primera vuelta, por
caso, él fue quien acercó a la Iglesia, espantada frente a la campaña de Milei
contra el Papa Francisco.
En resumidas cuentas, se imponga el candidato
que se imponga, cualquier lector/a no condescendiente de la realidad nacional deberá
estar conteste de lo que nos espera a partir del 10 de diciembre, ya que
abundan evidencias de que nuestro país no tiene destino si no corta con su
dependencia del FMI.
Así, mientras la guerra en Eurasia se prolonga
indefinidamente acarreando consecuencias - sobre todo alimentarias - en todo el
orbe, y se torna cada vez más dramático el holocausto provocado por el sionismo
en Palestina, aunque sobra vocación patriótica, aún no aparece en nuestro
vapuleado país una masa crítica capaz de diferenciarse de la media de los
sectores que componen su vida pública, desplegando ejemplos imitables de
reproducción de la materialidad de la vida de los sectores sociales más
castigados, de cara a un futuro más promisorio.
Por momentos, el cuadro general recuerda la
descripción lírica de la España de posguerra, a la que alguna vez apeló el
poeta andaluz Antonio Machado: “Fue un tiempo de mentira, de infamia. A España
toda, la
malherida España, de Carnaval vestida nos la pusieron, pobre y escuálida y
beoda, para que no acertara la mano con la herida”. -
JORGE FALCONE