domingo, 18 de septiembre de 2022

Descomposición global de las democracias occidentales

MASSAjuste











El retorno de las “relaciones carnales” 

En la convulsionada Argentina de estas horas se han puesto de manifiesto numerosos indicadores de un fenómeno que ya no es de cabotaje sino que involucra a todo el orbe: La incapacidad de las democracias representativas de compatibilizar libertades formales con Justicia Social.

En efecto, casi sin solución de continuidad, hemos asistido al espectáculo de un Fondo Monetario Internacional que recibió a Sergio Massa con la deferencia que merece un par; a una misa políticamente escuálida que -  reuniendo a la cúpula de las organizaciones sociales oficialistas (alguna de las cuales aún se identifica con el nombre de Darío Santillán) con el máximo responsable político de la Masacre de Avellaneda - intenta convocar a una “unidad” de lo que no pega ni con cola y a bregar por una “paz” que solo puede beneficiar a lxs incluidxs en este sistema; y a un magnicidio fallido seguido de una investigación que tardíamente descubre entre lxs sospechosxs mensajes de watsapp absolutamente explícitos en referencia al Crimen de Estado que pudo haber ocurrido, mostrando a los servicios de inteligencia locales poco menos que como el Súper Agente 86.

Un combo preocupante, a decir verdad, toda vez que tras la cortina de humo que montan los medios de comunicación oficialistas u opositores - ora procurando contribuir con la identificación del grupo faccioso que quedó de garpe intentando superar las bravatas del discurso libertario, ora alimentando la descabellada hipótesis de un montaje oficialista con pretensiones electorales (a la manera de una “Contraoperación Nisman”) - subyace la cruda realidad cotidiana de los sectores más desprotegidos, orillando ya la categoría de genocidio social, mientras los potentados del litoral multiplican impunemente incendios funcionales a una mayor siembra de soja, circunstancias veladas por una prestidigitación mediática que parece ratificar aquello de que “la mano es más rápida que el ojo”. 

 

“No hay peor ciego que el que no quiere ver” 

El paso por Washington del Súper Ministro de Economía argentino, al cabo de múltiples negociaciones con empresarios e  inversores, no ha apuntado a otro objetivo que al de consolidar negocios estratégicos acordes con la matriz productiva vigente - de acumulación por desposesión -, en materia de hidrocarburos, fundamentalmente en relación con Vaca Muerta, el gas y el petróleo. 

En tanto, según el último, informe del INDEC correspondiente al mes de agosto 2022, el nivel general del Índice de precios al consumidor (IPC) aumentó 7,0% mensual, acumulando una variación de 56,4% en los primeros ocho meses del año. En la comparación interanual registró un incremento de 78,5%. 

Las divisiones con mayor incremento en el mes fueron prendas de vestir y calzado (9,9%), Bienes y servicios varios (8,7%), y equipamiento y mantenimiento del hogar (8,4%). En esta última incidió el aumento salarial de trabajadores de casas particulares. 

Durante el último mes, también se destacó la suba de la cuota de la medicina prepaga, que incidió en la división Salud (5,7%); de los servicios de agua y electricidad en algunas regiones del país, que impactó en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,5%); y de los servicios de telefonía móvil en la mayoría de las regiones, que se vio reflejada en comunicación (4,1%). 

A su vez, dentro de Transporte (6,8%) impactó la suba de tarifas del transporte público - superior en la región GBA - y el alza de los combustibles sobre el cierre del período. 

La mayor incidencia en todas las regiones la aportó el incremento de alimentos y bebidas no alcohólicas (7,1%) Dentro de la división, se destacó el aumento de verduras, tubérculos y legumbres; azúcar, dulces, chocolate, golosinas, etc.; frutas; aceites, grasas y manteca; y leche, productos lácteos y huevos. 

A nivel de categorías, Estacionales (8,7%) lideró el alza,  explicada, - en parte -  por las mencionadas subas en Prendas de vestir y calzado, en Frutas y en Verduras, tubérculos y legumbres.

En paralelo a este vertiginoso deterioro de la calidad de vida y de las mediaciones políticas de lxs argentinxs, con una hambruna y una destrucción del sistema sanitario que - a casi 40 años del vaticinio alfonsinista acerca de que “con la democracia se come, se cura y se educa” - están haciendo estragos en esas barriadas populares donde algunos padres comienzan a recomendar a sus hijxs que abandonen el país, mientras en la superestructura política parecería ir tomando forma un acuerdo sin precedentes en la Argentina promisoria de otros tiempos.

  

¿Hacia un Pacto de la Moncloa all’uso nostro? 

Como se recordará, en una clara intromisión en la política interna de nuestro país el Embajador de Estados Unidos Marc Stanley propuso a las dos grandes coaliciones locales un urgente acuerdo suprapartidario (“…tienen los insumos y el mundo tiene la demanda. Olvídense de las ideologías y los partidos y armen ya esa coalición)

Pues bien: Si consideramos al Acuerdo con el FMI como ordenador de la economía, y al post atentado a la Vicepresidenta como ordenador de la política, cabría interpretar que se está avanzando en tal dirección.

Así, en la primera aparición pública de Cristina tras el magnicidio fallido - realizada ante religiosxs de la Opción por los Pobres -, la dirigente bajó las expectativas existentes acerca de ocupar un rol protagónico en las elecciones presidenciales del año entrante, destacando su voluntad de entendimiento con sectores que se ubicarían en las antípodas de su pensamiento, y ejemplificándolo con el reciente diálogo que mantuvo con el economista ultra liberal Carlos Melkonian. Entre lxs presentes estaba el ex gobernador puntano y fugaz Presidente de lxs argentinxs Adolfo Rodríguez Sáa, hoy abocado a garantizar una cumbre entre la viuda de Néstor Kirchner y el ex Presidente Mauricio Macri.

Por otra parte, y avecinándose el 40° aniversario de la recuperación del orden constitucional, se estrena con grandes expectativas un nuevo filme de Santiago Mitre (“Argentina 1985”) dedicado a rescatar las figuras del Fiscal Strassera y del Juez Moreno Ocampo en el marco del Juicio a la Junta de Comandantes de la última dictadura militar, hecho que reinstalará ante nuevas generaciones la consigna con la que culminó aquel proceso: Nunca Más. 

Como recordarán lxs compatriotas mayores de edad, aquel volumen que contemporáneamente recogió las causas por violación a los Derechos Humanos cometidas hasta entonces, contó con un polémico prólogo redactado por el escritor Ernesto Sábato, el cual - consagrando la denominada Teoría de los Dos Demonios -, equiparó a los verdugos con sus víctimas, impugnando por igual al ejercicio de la represión estatal y al de la resistencia popular.

Como se sabe, siendo la cultura el sustrato básico de la actividad humana, ese presupuesto incluye a la política. 

Por ende, en los tiempos que corren resulta más que probable que dicho mensaje refuerce tanto el rechazo a toda restricción de libertades como a cualquier gesto de acción directa a que se vea obligado a recurrir nuestro pueblo en salvaguarda de sus derechos, esto último so pretexto de que "no está el horno" para consentir un ejemplo discordante.

En suma, a nivel superestructural pareciera ir configurándose un espíritu de conciliación nacional destinado a cerrar la pregonada “grieta” apostando por una economía extractiva, poniendo candado a cualquier debate que la cuestione, y apuntando a emular modelos socioeconómicos como el chileno o el colombiano. 

De consumarse algo así, requerirá al poder vaciar el espacio público de voces disonantes y terminar de desarticular la autonomía que han venido defendiendo las organizaciones sociales más rebeldes. 

En tal caso, a estas últimas no le quedará otra alternativa que sumergirse en las profundas aguas de su base social e ir gestando una microeconomía de subsistencia capaz de consolidar la retaguardia de un nuevo ciclo de luchas. 

Tal es el panorama en el país real que hoy descarga todo el peso de su injusticia sobre las mayorías cada vez más empobrecidas, a las que, una vez más, tan solo se les ofrece la vana catarsis de introducir una boleta en una urna cada dos o cuatro años y rezar para que se prolongue su sobrevida, aún en condiciones inaceptables. 

Si la Argentina conserva más memoria histórica que apego a una simbología absolutamente vaciada de contenido emancipador, habrá resistencias. Y ya no solamente por parte de las organizaciones sociales insumisas o de las infatigables asambleas ambientales que proliferan a lo largo y ancho del territorio nacional. Muy probablemente también se vayan plegando las comisiones internas de los gremios industriales de las grandes capitales, que no aceptarán sumisamente el desguace en curso de la Nación.- 

 

JORGE FALCONE 

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Del magnicidio fallido al Dólar $oja

ARGENTINA: UN PAÍS QUE SE AUTOFAGOCITA














La historia nacional argentina está signada por una intermitente guerra civil a veces encubierta y a veces violentamente desembozada. Este enfrentamiento aún inconcluso se inició en los albores mismos de la independencia en 1810; su persistencia a lo largo de ya más de 170 años a pesar de las profundas transformaciones económicas, sociales y políticas acaecidas en el país, más aún, la continuidad de los mismos apellidos, como los Mitre, los Paz y los Martínez de Hoz, contra los mismos enemigos, como los montoneros; la reiteración de las mismas falsas opciones como civilización o barbarie, solo puede explicarse por la esencia misma de esta lucha ya casi bicentenaria. Se trata del enfrentamiento entre las fuerzas que pretenden el pseudo progreso del país a partir del capital imperialista venido desde el exterior, y las fuerzas que pretenden el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales expandiendo el mercado interno. Por eso es que con las abismales diferencias que separan a la formación social de hoy, de aquella de hace 170 años, los dos polos de este enfrentamiento aun inconcluso mantienen sus mismos nombres: pueblo y oligarquía.

Bases para la Alianza Constituyente de la Nueva Argentina,

(1982, Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero)

  

Acontecimientos como el que acaba de conmover a la opinión pública local e internacional ameritan pronunciarse expresando un repudio sin cortapisas, pero no necesariamente intentar emular a Sherlock Holmes para acumular algunos likes en las redes sociales. De manera que no pasaremos por alto la gravedad que encierra el intento de asesinato de la Vicepresidenta de la Nación, ni libraremos una carrera detectivesca contra reloj para ganar de mano a la amañada Justicia de este país barajando conclusiones sobre la planificación de dicho atentado. 

Consecuentemente con ese punto de vista, y a contrapelo de quienes interpretan que lo sucedido es producto de una escalada de lo que llaman los “discursos del odio”, pretendiendo que “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”, terciaremos manifestando que ello está lejos de constituir la militarización de la “grieta” electoral entre dos coaliciones políticas - una decididamente neoliberal y otra, en sus mejores momentos, de tendencia neodesarrollista… pero ambas defensoras de un sistema capitalista desbocado que ya no repara en aniquilar la vida en el planeta -, dado que, a nuestro entender, expresa la descomposición local de esas democracias de viejo cuño que vienen zozobrando  en el mundo entero. 

En efecto, en la medida en que consideramos con los clásicos que la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases, y que la polarización electoral vigente en Argentina constituye un espejismo falaz de la misma, nuestro categórico rechazo a ese crimen mayúsculo, y afortunadamente no consumado,  no nos impedirá ratificar - sin ningún tipo de especulación conspirativa - que el Cristinazo distrajo la atención colectiva del Ajustazo perpetrado casi en paralelo por el súper ministro Massa, que por estas horas se codea con sus amigos del gusanaje cubano afín al ex Presidente Trump a fin de oxigenar la endeble economía nacional. 

En todo caso, la historia contemporánea de nuestro país registra numerosos ejemplos de indiscutible radicalización de la lucha de clases, particularmente ocurridos durante el período en que, como alguien escribió, el peronismo equivalió a “un exabrupto en la siesta continental”. 

El mes en curso es pródigo en materia de acontecimientos que van en esa línea. Sin ir más lejos, el 16 de Septiembre de 1955, tres meses después de haberse cometido el hecho inédito - en condiciones ajenas a una guerra - del bombardeo a cielo abierto de la principal plaza pública del país (foto que ilustra esta nota) en horario de máxima actividad, producido por aviones de la Marina bendecidos por la curia de entonces, tuvo lugar la deposición de un gobierno popular democrática y mayoritariamente electo, a lo cual siguió la restauración del poder oligárquico autodenominada Revolución Libertadora, que contara con apoyo del gobierno norteamericano y el público beneplácito del Primer Ministro británico Winston Churchill, lo cual inauguró, tras la Operación Masacre de los basurales de José León Suárez, un ciclo de proscripción y persecución de las grandes mayorías nacionales que se prolongaría por más de 17 años. 

Continuando esa línea de análisis, y sin desviarnos de los crímenes alineados con la fecha anteriormente mencionada, aparentemente adoptada por los dueños del país para conmemorar - ahora sí - su profundo odio de clase, el lunes 16 de septiembre de 1974 fue asesinado Atilio López por la Triple A, acaso terminal local de una internacional del terror. “El Negro” López, junto a Ricardo Obregón Cano (gobernador de Córdoba este último, y Vice suyo el anterior), expresaron un programa político inédito hasta entonces, que apostó a la integración de diversos sectores del movimiento obrero organizado con partidos políticos. 

Y culminando esta sucinta pero no infundada revisión, el 16 de septiembre de 1976, luego de una protesta en reclamo del boleto estudiantil secundario, varios estudiantes de La Plata fueron secuestrados en sus propios domicilios por la dictadura oligárquico militar genocida encabezada por el Gral. Videla. Ese  operativo de escarmiento contra una juventud rebelde, ejecutado por Fuerzas Conjuntas al mando de la Policía Bonaerense liderada por el Gral. Camps, trajo consigo una ola de secuestros, torturas y asesinatos, y marcó un antes y un después en Argentina, en tanto involucró a militantes menores de edad. 

De manera tal que, a la hora de denunciar el odio antiperonista visceral que anima a los dueños de nuestro país, conviene analizar con la cabeza fría - aunque no minimizar - la emergencia de bandas facciosas que proliferan globalmente en un momento histórico de miseria de las ideas, en el que la expresión más conservadora y reaccionaria de la “insatisfacción democrática” genera monstruos como Le Pen, Bolsonaro, Milei, o monstruitos como Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte (capaces, estxs últimxs, de soñar con sus quince minutos de fama intentando un Crimen de Estado) 

En todo caso, si de revisar el odio gorila se trata - y esto sin pasar por alto las numerosas respuestas que este ha recibido por parte del campo popular -, ya que en el mes en curso vastos sectores de la militancia también conmemoran el Día del Montonero y la Montonera, resulta recomendable apelar a un caso que sintetiza más de dos siglos de confrontación vigente entre los bloques sociales en pugna, que no son otros que Pueblo y Oligarquía, como lo definiera el Profesor Rodolfo Puiggrós: En octubre de 1975, el Comandante Marcos Osatinsky, sobreviviente de aquella Fuga del Penal de Rawson que acaba de cumplir 50 años, fue arrestado y torturado por las fuerzas de seguridad del entonces gobernador Raúl Lacabanne, cuyos esbirros “escenificaron” su muerte para que pareciera un enfrentamiento cuando intentaban rescatarlo.  La decisión de matarlo se tomó porque era imposible ocultar las marcas de las torturas si aparecía vivo. Cuando su cadáver era trasladado por la familia a su provincia natal, Tucumán, para recibir sepultura, otro grupo armado se llevó el ataúd y arrojó su cuerpo en un pozo cerca de Barranca Yaco, al norte de Córdoba, donde lo dinamitó. Para más dato, ese fue el paraje donde, en el Siglo XIX, los hermanos Reinafé, por orden de la oligarquía portuaria, emboscaron y ejecutaron a otro Comandante montonero, el Gral. Juan Facundo Quiroga

¡Vaya apego a la historicidad de una guerra civil latente e inconclusa, la de los poderosos de esta tierra, que nunca pierden de vista quiénes son los verdaderos enemigos de sus intereses! 

Por todo lo expuesto, a no perder los estribos revoleando conjeturas de ocasión capaces de confundir el árbol con el bosque, mientras la cuestión de fondo sigue exhibiendo a una fuerza política que prometió “volver para ser mejores” y a un gobierno que asumió esgrimiendo la consigna “primero lxs últimxs” victimizandosé, mientras a distancia prudencial del blindaje mediático sostenido a ambos lados de “la grieta”, la leve recuperación del empleo no encuentra correlato alguno en el salario, y el vaciamiento parcial de los silobolsas por parte de las patronales del campo promete generar divisas que es más sensato pensar que irán al cumplimiento de los compromisos con el FMI que a la mesa familiar de quienes sobreviven procurando comer al menos una vez al día.

Y es eso lo que debe desvelar a cualquier militancia que se precie de consecuente con un pueblo que no da más.- 

 

JORGE FALCONE 

jueves, 1 de septiembre de 2022

Apurándonos para entender la Argentina

antes de que empiece el Mundial de Qatar

CUANDO NO EXISTE LA JUSTICIA SOCIAL
TODO SE LIMITA A “GARANTIZAR LA PAZ SOCIAL”










“…tienen los insumos y el mundo tiene la demanda. Olvídense de las ideologías y los partidos y armen ya esa coalición (Nota del autor: FdeT + JxC) Se los digo como representante del país que quiere ser su socio y como alguien que ama la Argentina y ve su potencial. Hay decenas de empresas estadounidenses esperando la oportunidad de participar con sus inversiones. Me encantaría ver que, en un próximo encuentro con autoridades europeas, el gobierno de EE UU pudiera decir que, junto a Argentina, estamos listos para venderle al mundo los alimentos que está  demandando”. 

Embajador estadounidense Marc Stanley

en reunión del Consejo de las Américas

 

Aprestos para sofocar las consecuencias de la hambruna 

La prolongada guerra en Europa del Este - recordemos que EEUU acaba de enviar a Ucrania 775  millones de dólares en pertrechos bélicos - impacta seriamente sobre la situación energética global, y encuentra a la Argentina  demorada en la transición del sector.

La lenta pero auspiciosa aproximación de nuestro país a los BRICS se ve opacada por la orientación que ha ido tomando su política interna. 

Sergio Tomás Massa, desde el centro de la escena política, acaba de reclamar al Presidente un decreto que le exima de la responsabilidad de cualquier medida oficial que afecte a sus amigos empresarios (que, por supuesto, no son precisamente la burguesía nacional del primer peronismo) 

El nuevo hombre fuerte del gobierno está profundizando la línea de acción tendiente a cumplir con las exigencias del FMI y despojar de su autonomía administrativa a las organizaciones sociales que luchan contra esa política, aunque seguramente  procurará seguir conteniendo el descontento social mediante  periódicos bonos de sumas fijas, que inquietan a la dócil cúpula cegetista, ya que atentan contra las paritarias, única herramienta de intervención suya en la regulación del equilibrio entre precios y salarios. Complementariamente con ello, está por verse qué respuesta obtendrá el flamante programa Puente al Empleo por parte de un empresariado que no se caracteriza precisamente por su sensibilidad social (https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/270487/20220830)

Simultáneamente, en la base de la pirámide social, mucha gente apela a confeccionar utilitarios con materiales descartables para hacer unos pesos con su venta, o lisa y llanamente revende insumos entregados por el Ministerio de Desarrollo Social. Además, ya se ve recorrer los barrios a  botelleritos de cortísima edad, a la vez que va aumentando el narcomenudeo. Y se multiplica la falta de vivienda. 

Como se sabe, las protestas a favor o en contra de Cristina Fernández de Kirchner - luego de que el fiscal Diego Luciani pidiera para ella una condena a 12 años de prisión y su inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida, al considerarla jefa de una asociación ilícita por la obra pública que recibió de manera irregular el empresario Lázaro Báez para la provincia de Santa Cruz -, se produjeron prácticamente al mismo tiempo en que el mentado Ministro de Economía, Producción y Agricultura, usando la lapicera, firmaba una reducción de las partidas de gastos en seis ministerios por un total de $210.000 millones. 

Aunque ya se conozca el alcance de dicha medida, vale la pena refrescarlo. El fuerte ajuste presupuestario equivale a un ahorro del 3,1% del déficit fiscal total de 2022. Los ministerios afectados son los de Educación (Conectar Igualdad: $50.000 millones), Salud (Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles: $10.000 millones), Obras Públicas (Recursos Hídricos:   $20.000 millones), Desarrollo Territorial y Hábitat (Planificación: $50.000 millones), Desarrollo Productivo (partidas para Financiamiento: $70.000 millones) y Transporte (Coordinación de Políticas de Transporte Fluvial y Marítimo: $10.000 millones) 

El escenario que se va configurando indica que el jefe del Frente Renovador la tendrá más que difícil. Consciente de la reacción que producirán las decisiones que está tomando, el hombre se comprometió ante el Foro de las Américas a “garantizar la paz social”, mientras se profundiza una decadencia que engendra corrupción, y el Estado  aprovecha para ir preparando su control ante eventuales desmadres. 

El reciente ataque contra el Sindicato Aceitero de Rosario, que se caracteriza por defender los derechos de las y los trabajadores, da cuenta del estrecho margen existente para la protesta o el disenso.

 

Cristinazo mata Ajustazo 

Una mirada sin concesiones no debería ignorar que Argentina padece una corrupción sistémica, ni que su denuncia viene inclinando la cancha en uno u otro sentido según la ejerza el gobierno o la oposición. 

A oídos del kirchnerismo, desenmascarar la estrategia karateka de la Vicepresidenta - que tanto ameritan sus seguidorxs -, consistente en convertir un pedido de condena en un 17 de octubre mediático, para algunxs sonará “gorila”. Pero bastante pronto se advertirán sus consecuencias, no muy distintas de las que acarreó la “genialidad” de candidatear para la primera magistratura al político que más la criticó durante la última década. 

Consecuentemente con lo expuesto en el bloque anterior, diremos que ningún blindaje represivo prospera sin blindaje mediático previo. Y el que se viene montando celebra que, a partir de ese pedido de condena contra Cristina “el pueblo volvió a ocupar las calles”, cuando en rigor de verdad, desde el siniestro cuatrienio macrista, este nunca abandonó el espacio público para defender sus derechos, cada vez más recortados. Sin ir más lejos, la sociedad ha sido testigo a lo largo del año en curso de una multitudinaria Marcha Federal, de acampes de 24 y 48 horas en la avenida más ancha del país, y hasta en la propia Plaza de Mayo. 

En la tesitura descripta, también se ha brindado abundante caja de resonancia a la iniciativa de diputados oficialistas que hicieron una presentación legal contra la actitud de la policía metropolitana, que en las inmediaciones del departamento de la Vicepresidenta fotografió a la militancia durante la vigilia en su apoyo, como si ese hábito botón careciera de precedentes, mientras que el movimiento piquetero viene judicializado en múltiples vertientes y siempre marcha ostensiblemente flanqueado por las cámaras de los uniformados, sin que por ello ningún medio masivo alce la voz. 

Lo cierto es que el Partido Judicial, como algunos medios alternativos han expresado, ha propiciado el lanzamiento de la campaña electoral kirchnerista 2023, ungiendo con una desmesurada épica la figura de una dirigente política que en alguno de sus últimos discursos se ha descripto como una “gran” y no pequeña burguesa, y que, contrariando las estrofas de La Marchita, nunca oculta su intención de construir “un capitalismo en serio”, como si el sistema que viene destruyendo la vida en el planeta aún escondiera un rostro más humano. 

De tal modo que, pese a guardar silencio ante las designaciones en Economía de los funcionarios ultra liberales Gabriel Rubinstein o Daniel Marx, ese sector de la coalición gobernante juega esquizofrénicamente a ser opositor a SU PROPIO GOBIERNO. 

En concreto, nadie en su sano juicio puede negar la vigencia de una mística peronista, remanente pero divorciada hace bastante de su basamento material, ya que de un tiempo a esta parte se cimenta más en el asistencialismo que en la Justicia Social. 

Con profundo respeto por esa juventud que despertó a la política a partir del sepelio de Néstor Kirchner, ya que en su corta vida la llamada “Década Ganada” fue la única experiencia de ampliación de derechos de la que fue testigo, desde esta modesta columna ratificamos que también es posible hacer  política a distancia del poder constituido. 

Si alguien supone que una vigilia en el Barrio de Recoleta congelará por mucho tiempo la incipiente confluencia que ha venido produciéndose entre organizaciones afines al gobierno y otras rebeldes, que comparten la misma base social, seguramente está desacostumbradx a interpretar la dialéctica de la Historia. 

Ejemplos sobran. Uno de ellos es el pronunciamiento universitario que acaba de manifestarse contrario a la política oficial de atentar contra la autonomía de las organizaciones populares. Efectivamente, en su Asamblea General del 18 de agosto la Asociación Gremial Docente (AGD) de la Universidad de Buenos Aires votó por unanimidad, entre otras resoluciones, repudiar las auditorías y relevamientos de los planes sociales impulsados por el gobierno nacional: “ni las universidades ni los docentes y estudiantes somos gendarmes de las y los desocupados. Repudiamos la firma de la UBA, la Universidad Nacional de Hurlingham, la Universidad Nacional de La Pampa y la UTN. La universidad debe estar al servicio de las mayorías populares. Llamamos a una campaña de firmas de docentes, estudiantes y no docentes de todo el país contra estas auditorías  (…) como siempre la docencia se pone al servicio de las mayorías populares y se ofrece para auditar la deuda pública, externa o interna, que sabemos fraudulenta y usuraria. Nos proponemos para auditar a los formadores de precios, evasores impositivos y a quienes emplean de forma ilegal a sus trabajadores”. 

El contexto analizado hasta aquí amerita que la militancia más comprometida con la suerte de lxs descartadxs - esa que se organiza a la intemperie de los despachos oficiales - repare sobre el universo social en el que mayoritariamente opera, básicamente constituido por 1.350.000 beneficiarixs del Plan Potenciar Trabajo, ya que este deja afuera aproximadamente a 5 millones de pobres no organizadxs, que sobreviven como pueden en cada comuna.

Resumiendo, a ojo de buen cubero, todo indica que la inminente primavera, más que la Estación de las Flores promete serlo de mayores conflictos por la supervivencia de un pobrerío que, ajeno a las disputas superestructurales, no dejará de prenderle velas a Evita ni morirá de hambre sin dar pelea: La lucha emprendida por lxs obrerxs del neumático (Fate, Bridgestone, Pirelli) es un ejemplo alentador que va en tal sentido.-

  

JORGE FALCONE