jueves, 18 de febrero de 2021

COVID: Vuelta a clases vs. planificación estratégica

LA FARSA DE QUE LO PEOR YA PASÓ











No hay discusión alguna acerca de que la mayor parte de la humanidad no estaba preparada para sostener conciente y pacientemente las medidas que impone a la vida cotidiana convivir con una pandemia global.

A la fecha, daría la impresión de que, cualquiera sea la “normalidad” que nos espera, en el futuro inmediato - y, si no definitivamente, por bastante tiempo - circularemos con barbijo. 

También está claro, al menos para el pensamiento crítico, que el capital financiero trasnacional que hoy rige el destino planetario constituye un poder supraestatal, lo que indica que, hace bastante tiempo ya, eso que conocemos como democracia es una cáscara hueca que cada 2 o 4 años nos invita a optar, pero no a elegir.

En ese marco, y a la luz del perceptible hartazgo social al que conduce la política de confinamiento estricto de la población - sin detenernos aún a considerar los estragos que viene produciendo en el terreno de la economía -, en nuestra latitud como en otras de la región, la cercanía de marzo obliga a reparar en que, en el terreno educativo, ya por falta de disponibilidad familiar o por problemas de conectividad, 2020 ha sido un año perdido.

Así, superado el debate que despertó la defunción del ex presidente apátrida que rifó durante una década casi todo el patrimonio nacional, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires vio alterada su rutina de circulación cotidiana para  recibir - atendiendo a los protocolos de rigor, y ensayando la novedad de las “burbujas” - alrededor de 370.000 estudiantes en cerca de 2000 establecimientos educativos. 

El inicio de clases presenciales involucró a cuatro grupos de educandos: los niños de los jardines maternales, el nivel inicial, primer ciclo de primaria (primero, segundo y tercer grado) y primer ciclo de secundaria (primero y segundo año) Para el 22 de febrero se sumará el resto de los alumnos de la primaria y una semana después, el 1° de marzo, será el turno de todo el nivel secundario.

Por ahora, consecuentemente con la filosofía de un gobierno nacional reticente a la planificación estratégica, en la Provincia de Buenos Aires campea bastante indefinición al respecto. Lo único que se ha informado es que el 1° de marzo solo  el 30% de las escuelas podrá recuperar la presencialidad total. En el resto habrá un modelo de alternancia.

Nada más distante del espíritu de esta nota que ameritar la iniciativa porteña en contraposición a la aparente vaguedad bonaerense, toda vez que la primera, promediando febrero, hizo estallar en nuestra capital el hormiguero de lxs compatriotas obligadxs a ponerle el cuerpo a viejas y nuevas responsabilidades  laborales, con la visible consecuencia inmediata de llevarse puesto cualquier distanciamiento social o premio por puntualidad (mientras se mantenga la restricción de viajar de pie en el transporte público), y algo semejante ocurrió en el ingreso a varios colegios. En todo caso, ambas decisiones rezuman más tufillo electoral que planificación responsable.

A resguardo de la “sensación térmica” favorable que produce el arribo de nuevas dosis de una vacuna cuya aplicación va “a paso de tortuga” y aún no es masiva, el gobierno nacional se apresta a afrontar 2021 munido de la prórroga del pago de la deuda, del alza del precio de las commodities, y de los pingües dividendos que reportará hacer negocios con China (potencia emergente que ya desplazó a Estados Unidos como principal socio comercial de la Unión Europea), utilizando ese pack de recursos a la manera de un crucifijo capaz de conjurar la sed de Justicia del vampiro popular.

Pero, a distancia prudencial de las preocupaciones cotidianas del ciudadano o la ciudadana de a pie, en la meca de las finanzas globales, Argentina se apresta a levantar el muerto que dejó Macri, sin descartar un nuevo pedido de socorro al FMI ni investigar una deuda que, al decir del patriota Alejandro Olmos, ha sido la mayor estafa cometida a lo largo de la historia contra el Pueblo de la Nación Argentina. 

Recordemos que el programa económico del Fondo, que acompañó al blindaje y puso fin a la convertibilidad colapsando en 2001-2002 - episodios que desembocaron en el default soberano más grande de la historia, hasta que varios años después estalló el de Grecia -, fue de entre US$ 10.000 millones y US$ 15.000 millones. El de ahora es de US$ 55.000 millones, de los cuales ya se otorgaron US$ 45.000 millones. Vale decir que nos rige un programa que es entre tres y cuatro veces mayor a lo que fue el peor programa de la historia de dicha entidad financiera.

Para más dato, a su vez la pandemia encuentra al FMI ante la mayor expansión de asistencia de emergencia de su historia, que se extiende a más de una veintena de países, a los que les prestó el 100% de su cuota para combatir los efectos de la peste. Se trata de países que  nunca habían pedido auxilio. Y toda esa asistencia sumada es la mitad de lo que adeudamos. A eso hay que agregarle el problema de las iniciativas para reducción de deudas, que corresponden a los países que piden que no le cobren intereses.

De modo que hay un montón de circunstancias nuevas que contribuyen a que no haya reglas establecidas y que estemos en un desafío inédito en la arquitectura financiera internacional, constituida por un conjunto de medidas que se diseñaron a partir del acuerdo de Bretton Woods. A todas luces, eso no favoreció a los países emergentes, particularmente a la Argentina. Tales reglas se fueron consolidando con la llegada de nuevos actores y queda claro que no hay un “afuera”. Es decir, no hay alternativa a la arquitectura financiera internacional. 

La exhortación supuestamente humanitaria del nuevo presidente norteamericano instando a la comunidad internacional a invertir sin cortapisas para paliar la emergencia debe traducirse como un llamado a que gasten los países ricos y ahorren los países pobres.

Si echamos un vistazo en derredor, advertiremos con preocupación que, ante el panorama descripto, las fuerzas constitutivas del llamado campo popular - es decir, los sindicatos de mayor peso, las organizaciones sociales integradas al Estado, los sectores progresistas, y penosamente buena parte de las organizaciones sociales supuestamente antisistémicas -, ya por apetencias inconfesables, compromisos político-económicos, o mera falta de visión de largo aliento, no atinan a contrarrestar las artimañas que nos sujetan a la noria, cada vez más desalentadora, que prorroga el modelo demoliberal.

Si es de dominio público que el Banco Mundial destina multimillonarias sumas de dinero a sofocar rebeliones en el mundo periférico, ¿no será que con el reclamo de más planes, cobros puntuales, y mejores alimentos estamos empeñadxs en  conquistar lo que están dispuestos a entregarnos? 

Es más, ¿¿bastará con que de un tiempo a esta parte haya irrumpido con fuerza un novedoso sujeto social como lo es el/la trabajador/a informal para que resignemos la bandera del trabajo genuino y el salario digno?? 

Y más aún, si existe conciencia cabal acerca de la diferencia entre gobierno y poder real, ¿¿¿no habrá llegado la hora de revisar ese tour semanal que pasea a lxs condenadxs de la tierra de ministerio en ministerio sin mover el amperímetro del stablishment y apuntar más alto, al centro de gravedad de quienes medran con la desesperación de las mayorías, llámense delegación local del FMI, UIA, o Sociedad Rural??? 

Como reza el estribillo que consagró al trovador estadounidense Bob Dylan, “the answer, my friend, is blowing in the wind” (la respuesta, mi amigo, está flotando en el viento).-

 

JORGE FALCONE

 

 

viernes, 12 de febrero de 2021

EL  CAPITALISMO SE EMPEÑA EN QUE EL RESETEO

DEL SISTEMA-MUNDO FAVOREZCA AL NORTE GLOBAL

“Yo veo al futuro repetir el pasado.
Veo un museo de grandes novedades”.

Cazuza,

“El tiempo no para”

 

Hacia una prospectiva de la vida que viene

A punto de cumplirse un año de la eclosión de esta pandemia global de dimensiones bíblicas que, cualquiera sea su origen, le ha venido tan bien a un capital financiero trasnacional urgido por reorganizar el damero internacional en su beneficio, vale la pena reflexionar acerca de qué dejaremos atrás y qué llegó para quedarse, de todas las novedades que nos ha impuesto la cuarentena, generando un nuevo esquema vincular, laboral, y - obviamente - cultural. 

*  La mayor parte de la humanidad aspira volver a socializar pero, por ejemplo, todo indica que el teletrabajo se generalizará y expandirá sin remedio. En un mundo en el que se impone realizar trámites interactuando con “interlocutores” no humanos y transacciones con dinero electrónico, así como es dudoso que el modelo mixto de trabajo se sostenga por demasiado tiempo, es altamente probable que sigamos naturalizando trabajar en línea desde nuestro hogar, matizándolo cada tanto con encuentros presenciales para socializar y conectar. No es utópico suponer que hasta los más importantes foros de debate internacional tengan lugar en el ciberespacio. A la humanidad le agobia por igual el vivir trasladándose de un lado a otro como padecer embotellamientos de tránsito. 

*  Las sedes físicas se van clausurando vertiginosamente y ese modelo arcaico va siendo superado por la innovación tecnológica. En la Era de los Tutoriales nuestra eficacia dependerá de ellos. Como alguna vez cantara Silvio Rodríguez, “somos prehistoria que tendrá el futuro”. 

*  Si alguna vez causó impacto que el periodista Jaime Olsen - creado por el escritor estadounidense Jerry Siegel y el artista canadiense Joe Shuster en 1933 para los cómics de SúperMan - videodialogara mediante un reloj pulsera con el Hombre de Acero, de un tiempo a esta parte no sorprende a nadie hacerlo a través de un celular inteligente. Desayunos y almuerzos de trabajo irán pasando a la Historia, reemplazados por las novedades con las que aceleradamente nos irá sacudiendo la Inteligencia Artificial. 

*  Como lo vaticinara Bill Gates en su profética conferencia de 1990 titulada “La información en la punta de sus dedos”, ya proliferan casas inteligentes capaces de programar sus funciones y hasta de redecorarse alternando pinturas murales de cuarzo líquido. Lxs trabajadorxs que sobrevivan a la selección darwiniana que experimenta el mundo laboral - y que no serán precisamente los analfabetos informáticos - ganarán en calidad de vida migrando desde los poluídos conglomerados urbanos hacia los espacios verdes, toda vez que su ámbito de desempeño ya no será un lugar físico sino virtual. 

*  En la Aldea Global que avizoró Marshall Mc Luhan la eficiencia no dependerá del tiempo dedicado a cada labor, puesto que el antipático Director de Recursos Humanos será reemplazado por un programa informático capaz de ponderar resultados. 

*  Toda rutina social y cultural es pasible de migrar del universo analógico al virtual, ya se trate de cultos, arte, ejercicio físico o entretenimientos. Si es cierto que “el medio es el mensaje”, como sostenía el comunicólogo canadiense citado en el punto anterior, el proceso de individuación social en curso nos replegará masivamente de los espacios públicos a los privados, potenciando en ese enclaustramiento la omnipresencia del Gran Hermano. 

*  Las empresas incapaces de reformularse acorde a los nuevos tiempos quedarán en el camino, sujetas a un modus operandi que caducó en 2020. El universo virtual es pródigo en despojarnos del histórico lastre de las grandes infraestructuras como de las sobrecargadas plantillas de personal. 

*  El turismo del futuro inmediato incorporará novedosas experiencias de carácter interactivo asistidas por recursos informáticos. 

* La creciente conciencia social acerca de la especulación informativa que han venido realizando las empresas a través de la Big Data para armar un gigantesco banco de recursos  que abarca desde  hábitos de consumo a preferencias electorales impondrá mayores recaudos a la hora de las compras en línea y condicionará a transparentar las ofertas para mantener el prestigio de las marcas.

* Agoniza el trabajo humano gradualmente reemplazado por la Inteligencia Artificial. Desaparece el “ejército de recambio” descripto por los clásicos, para dar lugar a contingentes de sacrificio. Sin una resolución de mediano plazo respecto a la asimetrías Norte - Sur, que avance resueltamente en la eliminación del analfabetismo informático, la reconversión laboral, y políticas de Estado tendientes a garantizar un ocio productivo, la conjunción desempleo y nueva longevidad llevará al colapso de la convivencia humana. 

* Como tantas otras actividades, la educación no volverá a ser la misma que conocimos hasta 2020. Los docentes deberán ser aceleradamente adaptados a un nuevo escenario determinado por la pandemia en curso y otras que augura la ciencia. En las clases presenciales, sujetas al protocolo de rigor, el concepto de recreo será suplantado por una pausa de distensión de 10’, y los alumnos agrupados se moverán en “burbujas” supervisadas y ya no “en malón”. Los planteles pedagógicos combinarán profesionales calificadxs con personal idóneo pero experiente. Se naturalizará armar grupos de estudio en línea. 

* La prevención de la salud tampoco volverá a ser la misma. Se impondrá el diagnóstico y la prescripción en línea salvo en contados casos que requieran un abordaje presencial. Muy probablemente el uso de barbijo se instale definitivamente, y las precauciones personales hogareñas y en tránsito reduzcan la vulnerabilidad de la población. La “Guerra de las Vacunas”, que hoy pone de manifiesto a la Guerra Fría contemporánea, dará paso a un escenario de experimentación constante en el que, hasta nuevo aviso, el Sur Global seguirá aportando los cobayos. Todo el sistema sanitario deberá reconvertirse a la luz de las novedades descriptas. 

* Se irá imponiendo una nueva austeridad en hábitos y costumbres, y quien llegó pudiente a la crisis ahorrará más. Se modificará el consumo descartando gradualmente lo suntuario. Celular y ordenador se constituyen en objetos de primera necesidad.

* Las tiendas físicas van siendo reemplazadas por el comercio en línea, mucho más económico para quien vende. Se fortalecen las empresas majors del rubro informático. Los wall marts están condenados al mismo destino de los dinosaurios del período jurásico.

* Es de suponer que pandemias como esta se asocien a los grandes desequilibrios medioambientales y que crezca la conciencia ecológica de la humanidad, desarrollando masas críticas encabezadas fundamentalmente por jóvenes, que irán condicionando al mundo empresario a hacerse cargo del cambio climático y a no continuar contaminando nuestro hábitat.

* Las preferencias en el consumo general de noticias irán determinando un escenario menos sobrecargado y alienante, en el que aumentará el valor de las fuentes probadamente fidedignas y la velocidad de sus coberturas.

* A la luz del repliegue del espacio físico al virtual se verá afectado el trabajo en equipo y entrarán en crisis los liderazgos. Las enfermedades físicas perderán la carrera contra las mentales, a consecuencia del mayor aislamiento.

* En la vida política va ganando terreno un mayor control en línea del Estado por parte de la comunidad, generando una mayor transparencia tanto en los procesos electorales como en la gestión de la cosa pública. 

* Crece la tendencia hacia una vida sana, y hacia la producción social/familiar de alimento sin agregados químicos. Todo apunta a lo natural y saludable. Comida, experiencias y forma de interactuar. 

* Resumiendo, hoy la contracara de la resiliencia del gran capital financiero trasnacional es la oportunidad de adquirir hábitos de vida más sanos, y de convivencia más armónica, desarrollando una mirada cada vez más crítica sobre el consumismo y el dispendio de recursos que nos trajo hasta esta encrucijada civilizatoria. 

Acaso el capital más rentable con que cuenta Nuestra América es su creatividad (“Inventamos o erramos”. Simón Rodríguez) para prevalecer en contextos desfavorables. Eso constituye su ventaja diferencial ante los desafíos del mundo que se avecina, y que ya no admitirá afrontar la realidad desde los esquemas mentales que tuvimos hasta 2021.


Argentina: Todas las fichas del oficialismo puestas en la vacuna,

para imponerse en las elecciones legislativas 

Está a la vista que un gobierno que asumió bajo el lema “primero los últimos”, tiene a lxs últimxs todos los días en la calle, reclamando que ese techo paritario de 30% - canallescamente acordado entre los chupasangres de la UIA y la burocracia sindical - al menos alcance al 48% inflacionario que vaticinan para 2021 los pronósticos más optimistas. 

A un año de gestión, la orientación adoptada no admite seguir justificándose con el argumento de la emergencia sanitaria, como el gobierno anterior lo hacía con el de la “pesada herencia”. Ya se “reculó en chancletas” frente al monopolio alimentario Vicentín, se prometió a las patronales del campo no subir las retenciones, en la Era Berni se criminaliza la protesta social como si aún rigiera la Doctrina Chocobar, el Ministerio de la Mujer sucumbe ante el alarmante índice de femicidios, la situación de lxs jubiladxs es cada día más afligente, y se torna evidente que no hay programa económico... porque se aguarda que lo dicte el FMI.

Ya que se pretende gobernar en nombre del peronismo, viene bien recordar que su líder acuñó la frase “gobernar es crear trabajo”. 

Sin embargo, durante la cuarentena la caída laboral real para lxs trabajadorxs precarizadxs llegó al 34% en los informales y 35% en lxs independientes. Eso fue parcialmente compensado por el hoy suspendido Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que representó el 6 y 9% respectivamente. Mientras que lxs asalariadxs estatales y privadxs formales perdieron 8 y 13% de su ingreso total. 

Pero, como al decir de Raúl Zibechi la proclamada lucha contra la pobreza “implica la lucha contra la organización de lxs pobres, no de su miseria”, habrá una mayor inversión en asistencialismo, para evitar que la frustración del pobrerío se convierta en pueblada (como la que estalló recientemente en la comuna bonaerense de Rojas ante el femicidio de Úrsula Bahillo), porque así las cosas, cualquier chispa podría incendiar la pradera:

Más allá de las vidriosas negociaciones por el envío de las vacunas de Sinopharm que Alberto Fernández y Xi Jinping están definiendo en estos días de pandemia, la Argentina y China trabajan en paralelo en un ambicioso plan a mediano plazo para instrumentar 15 proyectos concretos de inversión china en materia de infraestructura, energía y transporte que alcanzaría a unos 30.000 millones de dólares. 

Se trata de una de las mayores apuestas del Gobierno en materia de acuerdos económicos y comerciales internacionales previstos para la post pandemia. El listado de proyectos de inversión al que la Argentina quiere darle prioridad empezó  a tomar forma concreta en los últimos días y se discute en el ámbito del Diálogo Estratégico para la Cooperación y Coordinación Económica (DECCE), un espacio donde convergen diplomáticos, ministros y los máximos referentes del politburó “comunista”. 

Nuestro país y el Gigante Asiático, bajo el mandato de Cristina Kirchner sellaron una "alianza estratégica integral", que en términos de la diplomacia china es un escalafón superior a cualquier acuerdo básico que pueda existir entre países. Y ahora el Presidente, acechado por la falta de dólares y la crisis económica que deja la pandemia, quiere reforzar esa alianza estratégica con inversiones de Beijing. 

Esta nueva diplomacia colonial, publicitada con alharaca por los medios afines, pasa por alto que la transición hegemónica global reconstruye nuevas polaridades con semejante vocación expansionista, dejando al mundo periférico por ahora  desarticulado y a la intemperie. 

Si el campo popular desatiende este círculo vicioso, y no atina a conjurarlo elevando la vara de sus reclamos y radicalizando sus métodos de lucha, el que viene será uno de los inviernos más funestos de nuestra Historia.-

 

JORGE FALCONE

  

lunes, 1 de febrero de 2021

Mientras se profundiza la entrega del patrimonio nacional

TODOS LOS RECURSOS DEL ESTADO AL SERVICIO

DE AFRONTAR UN AÑO ELECTORAL SIN SOBRESALTOS



















El capitalismo intenta reciclarse de cara a un horizonte suicida

Ante los extremos contrastes meteorológicos imperantes - que nos conducen a naturalizar los cada vez más frecuentes temporales o alertas naranjas como si se tratara de fenómenos absolutamente ajenos a la acción humana -, resulta pertinente interrogarse quién ganará la carrera por el futuro, el colapso ecológico o la lucha de clases, toda vez que sería esperable que, en el segundo de los casos, una Ética del Cuidado pusiera freno y revirtiera lo que hasta ahora se parece bastante a una marcha acelerada  hacia el suicidio de la especie.

Desde la lógica de este sistema depredador - siempre indispuesto a limitar sus ganancias - se barajan otras hipótesis que, si no estuvieran a punto de ponerse en práctica, cabría vincularlas con alguna serie de ciencia ficción de muy mal gusto. Por ejemplo, un ambicioso proyecto de geoingeniería lanzado por investigadores de la Universidad de Harvard y financiado por el multimillonario estadounidense Bill Gates, inquieta a la comunidad científica dado su alto grado de riesgo. 

Dicha iniciativa, bautizada como  "Experimento de Perturbación Controlada Estratosférica (SCoPEx)", prevé verter a la atmósfera toneladas de polvo de carbonato de calcio no tóxico, para atenuar la luz solar con el objetivo de contrarrestar los efectos del calentamiento global, según informe de la revista Forbes. Hablando en criollo: En vez de tomar recaudos para controlar las emisiones gaseosas que desbalancean el efecto invernadero… se le colocarían “anteojos ahumados” al Astro Rey.

"En junio de 2021 está previsto que se lance un globo científico a 20 km de altura cerca de la ciudad de Kiruna (Suecia), para probar la maniobrabilidad de los equipos. Si todo funciona bien, se pasaría a una segunda etapa experimental liberando una pequeña cantidad del compuesto", informó la publicación ya citada. 

Junto a otras voces autorizadas, David Keith, profesor de física aplicada de la Universidad de Harvard, reconoció que existen "muchas preocupaciones reales" ante el proyecto en cuestión, ya que nadie sabe qué pasará hasta que se libere el CaCO 3 y se estudien sus efectos.

Como es de dominio público, al Norte Global no le preocupa preservar el bienestar de la humanidad sino el éxito de sus negocios. 

Alineándose con el que gana para que el Fondo nos mime 

En los últimos días, el Presidente argentino y su vocero chatearon con distintos funcionarios de la Cancillería para saber por qué ante la asunción de Joe Biden  se había escrito esta frase en el tuit oficial: “(Argentina) espera también que no se apueste a la desunión de nuestras naciones como en la etapa anterior”. 

En el Palacio San Martin solo respondieron con evasivas. Y hubo un dato clave que no pasó desapercibido para el círculo cercano de Alberto Fernández. El Primer Mandatario evitó hablar con el canciller en esta compleja crisis diplomática, y fue informado al respecto por parientes que trabajan al lado de Solá.

Cabe señalar que no es la primera vez que el titular del Ejecutivo evita responder  las llamadas y los chats del ministro de Relaciones Exteriores. 

Con el pragmatismo que caracteriza al presidente argentino - y muy a pesar de que gran parte del pueblo chileno viene exigiendo la renuncia de Sebastián Piñera -, su segunda visita continental tuvo lugar en el vecino país, y sería retribuida en julio por su par trasandino, durante la Cumbre de Presidentes de los Estados Partes del Mercosur y Estados Asociados, en Buenos Aires. En dicha ocasión, Fernández no tuvo mejor idea que expresarle al represor de nuestros hermanos de allende la cordillera que respecto a su gestión "Tal vez las coincidencias son más que las diferencias" (!) Más allá de la erosionada legitimidad del mandatario chileno, los denominados corredores bioceánicos con los que se puede interconectar a las naciones sudamericanas están en la mira de la Casa Rosada, especialmente para que crezcan las exportaciones hacia los mercados asiáticos. 

Simultáneamente, se llevó a cabo de manera virtual la nueva edición del Foro Económico Mundial (FEM) de Davos, contando con la participación de Angela Merkel, canciller alemana; Xi Jinping, presidente de China; Emmanuel Macron, presidente de Francia; Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; y Moon Jae-In, presidente de Corea del Sur. Y los principales dirigentes de los organismos internacionales, como la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde y la directora general del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, cuyo nombre en 2021 resonará bastante en los oídos de lxs argentinxs, ya que es inminente negociar las condiciones que pondrá el FMI para oxigenar las finanzas de nuestro país.

Bajo el lema “Un año crucial para reconstruir la confianza”, los temas centrales que se debatieron fueron las consecuencias recesivas de la pandemia sobre la economía global, junto con las altas tasas de desempleo y la desigualdad en ascenso.

Participaron más de 1500 líderes empresariales, gubernamentales y de la sociedad civil para debatir sobre sistemas económicos resilientes, la transformación y el crecimiento de la industria, la administración de los bienes comunes globales (como los recursos naturales), el aprovechamiento de  tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial y la promoción de una cooperación global y regional. Desde la perspectiva del pensamiento crítico, la cumbre no tuvo otro propósito que el de “resetear” al capitalismo luego del cierre de emergencia global a causa del COVID - 19, medida que agravó los problemas de arrastre de la economía en todo el planeta.

Por si hiciera falta considerar con qué espíritu se inserta el gobierno argentino en el damero global, baste con analizar el decreto presidencial que - siguiendo la tradición oligárquico - liberal - habilitaría la libre navegabilidad del Río de la Plata, lo que constituye una afrenta a la soberanía nacional que no puede consentirse guardando un silencio cómplice.

En concreto, una sociedad mayoritariamente abocada a garantizar los recursos básicos de supervivencia pierde de vista una discusión real sobre las posibilidades de desarrollo de la cuenca del Plata. Pero aquello que mueve a miles de personas a oponer resistencia a los procesos de privatización de los recursos en América Latina, es lo mismo que mueve al poder económico a implementar estrategias para su apropiación: La Cuenca del Plata cuenta con la tercera parte de las reservas mundiales de bosques, recursos hídricos y energéticos, potencial ictícola, agrícola, pecuario y forestal, riquezas bioecológicas y socioculturales únicas. Si el valor de los territorios y de sus características ambientales está plenamente considerado, en su conjunto, como recurso productivo para la explotación, es la vida misma de la región en el más amplio sentido, la degradación acelerada de las posibilidades de subsistencia para su población, la que no ingresa en los cálculos del capital financiero trasnacional. La expresión de los buscadores de capitales, que señala a los inversionistas el beneficio adicional de “recursos humanos económicos”, es exacta en el caso de la hidrovía: la vida de los habitantes de América Latina es más barata para las corporaciones. Nuestra vida vale menos para las pizarras.

Catarata de planes sociales para apagar incendios en el conurbano profundo 

El Ministro de Economía, Martín Guzmán, en su nuevo rol de referente político, viene sosteniendo que “tenemos una economía que lleva cuatro meses en recuperación” a la que considera “heterogénea”, afirmando que el Presupuesto Nacional “debe ser el corazón de la estrategia económica para la recuperación”. Sin embargo, el alto costo que hoy supone sostener la canasta familiar contribuye a restarle optimismo a sus afirmaciones.

Más allá de los datos de la macroeconomía, el pupilo de Joseph Stiglitz dio por finalizada una discusión que desde hace días cruzaba al gabinete económico, señalando que los programas de ayuda Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) no continuarán, dado que, según entiende, “Hay ciertas medidas que se adoptaron en el contexto de las restricciones más fuertes para la circulación. Esas restricciones hoy no están presentes, han cambiado. De modo que las medidas deben ser otras”. A pesar de la argumentación esgrimida, la decisión huele a un ajuste encubierto. 

Días atrás Guzmán estuvo en Entre Ríos, en donde habló de las deudas provinciales y después hizo lo propio en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires. 

El funcionario también está realizando visitas menos promocionadas a PyMES productivas del conurbano y hasta ha jugado al fútbol con trabajadores de una textil. Algunos sectores del Gobierno señalan que lo están midiendo como candidato para las elecciones de medio término a fin de que siga un camino similar al del ahora gobernador Axel Kicillof, que fue ministro y diputado antes de acceder al cargo de gobernador.

A esta altura, cabría reconocer que el simulacro de que este es el gobierno de lxs más necesitadxs viene reportándole algunos beneficios al oficialismo, según marcan las encuestas: Hace poco el Ministro de Desarrollo Social bajó al predio Roca Negra - legendario enclave de las Jornadas de Pensamiento Autónomo tras la crisis de 2001 - para dialogar mano a mano con dirigentes sociales, el Subsecretario de Hábitat bonaerense se mostró intercambiando con sindicalistas sobre el proyecto del nuevo Mercado de Abasto, mientras el Ministro de Economía - como se ha dicho - no deja de patear los arrabales de la provincia cabecera de playa del Proyecto K.

“Más vale prevenir que remediar”, reza el refrán: El penoso saldo de la ceocracia macrista y la pandemia en curso impactan duramente sobre el conurbano bonaerense, como lo graficó el informe de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec para el primer semestre 2020, determinando que casi la mitad de la población es pobre (47,5 por ciento) y la indigencia alcanza niveles importantes (13,6 por ciento). 

En ese marco, la Nación oportunamente desplegó una serie de programas fuertes para “que la sangre no llegue al río”: el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la Tarjeta Alimentar y el Potenciar Trabajo.

El IFE, prestación monetaria no contributiva de carácter excepcional con un monto de 10 mil pesos por grupo familiar, que contó con tres rondas de pago - abril, junio y agosto/septiembre -, alcanzó los casi 2 millones de beneficiarios en la mencionada geografía 

El 61,7 por ciento de los mismos correspondía a trabajadores informales, mayoritariamente hombres, mientras que un 2,1 por ciento a trabajadoras de casas particulares.  

De este modo, más del 60 por ciento de los hogares del conurbano recibieron este beneficio, y en algunos municipios la proporción superó los dos tercios de los hogares: Almirante Brown, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Lomas de Zamora, Merlo, San Miguel, José C. Paz y Moreno, alcanzando en los dos últimos, a casi un 90 por ciento de las familias. 

La Tarjeta Alimentar, política de complemento integral alimentario dentro del marco del Plan Argentina contra el Hambre, presentó un amplio alcance. En el conurbano bonaerense se asignaron 363.260 tarjetas a sus titulares, que representan el 65 por ciento de las otorgadas en la provincia de Buenos Aires.

Otro elemento significativo fue que el 95 por ciento de las tarjetas se entregó a mujeres, evidenciando el papel fundamental que estas cumplen en las tareas de cuidado y en la gestión de los recursos del hogar. 

Por su parte, el Programa Potenciar Trabajo del Ministerio de Desarrollo de Nación alcanzó a 222.345 beneficiarios (2 por ciento de la población del Conurbano) Orientado también a sectores socialmente vulnerables, el programa es de carácter socioproductivo, y persigue el objetivo de mejorar la empleabilidad y generar propuestas productivas a través de la terminalidad educativa, la formación y certificación de competencias, siendo también el 69 por ciento de beneficiarios mujeres

A través de Nación se transfirió a la Provincia de Buenos Aires 2457 millones de pesos a los programas sociales, siendo el 95 por ciento del monto total destinado al “Potenciar Trabajo”.

Desde la Provincia de Buenos Aires, el Servicio Alimentario Escolar (SAE) fue el programa con mayor alcance y cobertura. El sistema de comedores escolares de la provincia constituye la red de asistencia alimentaria estatal más institucionalizada y extendida de todo el universo de efectores de contención en materia alimentaria.  

Como se advertirá, los municipios vienen cumpliendo un rol clave en la coordinación de acciones de carácter social y alimentario en la implementación conjunta de programas.

No cabe agregar mucho más a la hora de responder por qué, si estamos en la lona y hay tanta frustración acumulada, no estalla otro Argentinazo. 

Frente a este panorama, Alberto no puede fingir que gobierna como si Cristina no existiera ya que el cristinismo lo rodea, está repartido en todo el andamiaje de gobierno y sus militantes son los primeros que aparecen anotados cada vez que un funcionario renuncia o es renunciado. Cristina tampoco puede desligarse de la responsabilidad por los resultados de gestión porque ella sacó de la galera a este  presidente y de él depende su corto plazo.

Mientras la Vicepresidenta avanza en lugares y cargos clave como YPF y ANSES, también puso el ojo en una caja sensible para la política, la obra social del CongresoA efectos de manejarla, designó allí a una persona de su máxima confianza: la kirchnerista incondicional Liliana Korenfeld. De tal modo,  cada uno de sus movimientos va entretejiendo la urdimbre que apunta a garantizarle un 2023 favorable, de la mano de su hijo y delfín, para pesar de Sergio Massa.

En la vereda de enfrente también se producen gestos significativos. De hecho, este verano generó gran controversia que cinco hombres y una mujer integrantes  del Grupo de Prevención Motorizado (GPM) y de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), durante la presentación en Villa Gesell del libro Guerra sin cuartel, escrito por la ex ministra de seguridad Patricia Bullrich, se cuadraran ante la jefa del PRO como si esta continuara en funciones, gesto  que la referente opositora capitaliza para su proyecto de recambio bolsonarista.

Pero ESA “grieta” entre lxs de arriba no es la grieta de lxs de abajo. 

Visto que el sentido común imperante le llama “hacer política” a introducir un papelito en una urna de cartón corrugado cada 2 o 4 años, y considerando que - fuera de ese paradigma - toda práctica que no mame de la teta del Estado y que privilegie la construcción a largo plazo de un poder comunal resulta incierta o sospechosa, viene a cuento aquella parábola citada en el versículo 20:27-28 del Evangelio de San Juan, en la que Tomás, uno de los doce apóstoles, no estaba con el resto cuando resucitó Jesús, y los otros discípulos le decían: "¡Hemos visto al Señor!", a lo que el hombre replicó: "A menos que vea en sus manos y meta mi dedo en la impresión de los clavos y meta mi mano en su costado, de ninguna manera creeré".

Pues parece ser hora de que las organizaciones populares consecuentemente antisistémicas adviertan y contrarresten la trampa del asistencialismo y - asumiendo una perspectiva productiva - exhiban con hechos contantes y sonantes la materialidad de un discurso anticapitalista, antiimperialista y antipatriarcal. Porque es sabido que vencer exige convencer, y nuestro pueblo, harto de mensajes esperanzadores sin correlato práctico, también requiere “ver para creer”. 

Ante tamaña desazón, una cosa es clara: No podrá la Big Data contra la construcción de Soberanía Alimentaria. Ni habrá distanciamiento social que acabe con nuestra vocación de projimidad.-

 

JORGE FALCONE