viernes, 22 de enero de 2021

 2021: 

¿UN AÑO SEMEJANTE AL QUE PASÓ?












“Hablar del proceso constituyente es darse cuenta de que esta precariedad creciente que vivimos en nuestra sociedad, y estos recortes de derechos y libertades, no tienen solución en el marco actual. Por tanto, nos distanciamos de las personas que creen que el problema es solo de unos políticos corruptos, o de la mala gestión. El problema no es este, aun si los políticos no fueran corruptos y no hubiera mala gestión, el marco que determina las reglas del juego es un marco que permite que exista una alianza entre poder político y poder económico. Y, o separamos esto o seguiremos dentro de esta ruta, y lo único que provocará es el aumento del índice de Gini, que los economistas utilizan para medir las distancias entre ricos y pobres”.

Teresa Forcades,

monja benedictina catalana,

médica, teóloga y doctora en Salud Pública

 

Aunque hoy parezca remoto, cualquier lector/a atento/a recordará que, en los albores de la cuarentena determinada por esta pandemia global, buena parte de la humanidad entrevió la posibilidad de superar tal crisis transitando hacia un mundo más justo (tuvimos la tentación de escribir “más humano”, pero hay que creer o reventar que somos una especie poco dispuesta a tomar nota de las grandes lecciones de la Historia)

En efecto, por entonces se puso de relieve la clarificación de cielos y espejos de agua producida mientras teníamos un mayor desconocimiento del COVID - 19 y por ende vaciábamos grandes conglomerados urbanos para resguardarnos. Contra los cantos de sirena del mercado, se reivindicó el rol de los Estados en salvaguarda de las grandes urgencias sanitarias. Y se encomió el solidario desempeño en la emergencia de países “periféricos” - este año Cuba producirá 100 millones de dosis de su vacuna contra la peste - en auxilio de países supuestamente más avanzados… pero a la vez mucho más desaprensivos en el cuidado de su gente. 

Pues el año en curso despunta con grandes semejanzas respecto al que pasó, a expensas del descubrimiento de nuevas cepas más contagiosas de coronavirus, de una eficacia bastante relativa de las vacunas en danza, y de la puesta en juego de nuevas restricciones, acaso necesarias, pero siempre funcionales a un capital financiero trasnacional urgido por aprovechar el colapso para reciclar el sistema - mundo en su beneficio, minimizando los contratiempos que las nuevas rebeldías pudieran ocasionarle.

No obstante, es de destacar que después de las revueltas que estremecieron al Capitolio del Gran País del Norte, - aunque sigue siendo el referente inequívoco de una derecha beligerante, y manteniendo un importante caudal de votos - su ex hombre fuerte hizo mutis por el foro silbando bajito, y dejando el escenario despejado para la asunción de una supuesta contracara con grandísimas coincidencias, al menos  en materia de política internacional.

Por estos lares, en un contexto de significativo hartazgo social respecto a los protocolos sanitarios, la temporada balnearia tiene a la policía abocada a la incómoda tarea de dispersar multitudinarias concentraciones de jóvenes que se agolpan en las playas con el fin de darle un respiro al prolongado enclaustramiento sostenido en las ciudades, abusando a veces de bebida alcohólica, lo que a menudo desmadra y termina mal. 

Por su parte, el Ministerio de Educación mantiene la promesa de inaugurar el año lectivo retomando clases presenciales, pese a que las estadísticas de contagio aún no remiten significativamente.

A ese respecto, después de que el Ministro de Educación Nicolás Trotta dijo que serán las provincias las que tengan la última palabra, el Gobierno buscó articular un "consenso" para garantizar la presencialidad en todo el país, con la modalidad de clases que cada distrito crea más conveniente.

Los ministros del ramo avalan el pedido de los gremios acerca de que los docentes sean vacunados entre los primeros grupos, porque saben que es un ítem clave para consensuar la vuelta, pero también perciben que lxs maestrxs y profesorxs son más partidarios del regreso que sus dirigentes. 

Paralelamente a estos considerandos, la economía continúa sin ofrecer un panorama alentador. Datos suministrados por el INDEC aseveran que, al 2° trimestre de 2020 se perdieron 3.757.000 puestos de trabajo, de los cuales 289.000 correspondieron a asalariadxs registradxs, 1.695.000 a asalariadxs informales y 1.774.000 a trabajadorxs por cuenta propia. A la vez, el personal doméstico sufrió una pérdida de casi 600.000 puestos, la construcción casi 400.000, y hoteles y restaurantes 304.000 empleos. 

En la segunda parte del año tampoco se recuperó, y si lo hizo en algunos sectores, empeoró en otros, en un marco en que el PBI descendió con relación a 2019 - que ya venía en recesión - en torno a un 10%, constituyendo la mayor caída de dicho índice sobre la que se tenga registro.

Además, siempre según datos oficiales, con una población de algo más de 45 millones de habitantes, la tasa de actividad actual se estima en un 47%, lo cual significa que más de 22 millones de personas están en condiciones de trabajar. 

No obstante, siempre al 2° trimestre de 2020, solo se registran 11.762.000 ocupados, de los cuales 9.475.600 personas son asalariados, incluyendo al sector privado (en junio de 2020, se contabilizaron 5.781.000 personas asalariadas en el sector privado), sector público y el trabajo en casas particulares y, 2.287.000 desarrollaron trabajos independientes (monotributistas y autónomos), por eso cuando se pagó el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) alcanzó a unos 8.970.000 beneficiadxs

Como si ello fuera poco, parece broma pesada que en un país y en una región productora de hidrocarburos aumenten sus precios, sobre todo si se tiene en cuenta que el planeta está inundado de petróleo sin compradores debido a la crisis  global, motivo por el cual algunos países miembros de la OPEP resolvieron reducir la producción para que su valor - que en Argentina, está subsidiado por el denominado “barril criollo” - no siga cayendo.

Desde la petrolera de bandera argumentan que el aumento no responde al precio del petróleo sino a los impuestos a combustibles líquidos y a emisión de dióxido de carbono, ambos ligados a la inflación. 

En consonancia con dicha lógica, se podría pensar que también los salarios de los petroleros aumentaron acorde a la inflación. Sin embargo no ocurrió. Los trabajadores activos del sector debieron conformarse con no ser despedidos, y los suspendidos cobraron entre el 40 y el 50% del salario de febrero 2020. Incluso algunos continuaron percibiendo el mismo porcentaje aún después de ser reincorporados. Además, apenas aumentó un poco la producción, volvió a morir un trabajador en Vaca Muerta, cuyo deceso engrosa las ocho muertes que se habían producido antes de la pandemia a causa de las cada vez peores condiciones de seguridad en los yacimientos. 

En tanto, al cabo de poco más de un año de una gestión irrelevante, con escasos resultados y dejando varios frentes abiertos con jugadores clave del sector, Guillermo Nielsen fue desplazado de la presidencia de YPF. La principal característica de sus meses al frente de la entidad fue el incremento de los combustibles. Quien lo reemplaza es un funcionario que conoce el sector, Pablo González, diputado de Santa Cruz y ex vicegobernador de esa provincia durante el mandato anterior de Alicia Kirchner. El tiempo dirá si se trata del mismo perro con distinto collar.

Mientras, miles de trabajadores estatales mantuvieron el sueldo congelado durante todo el 2020 y, en muchos casos lo cobraron con retraso, por lo que debieron afrontar el costo de pagar alquileres y servicios fuera de término. Para los trabajadores del sector privado las cosas no fueron mejor, no solo no tuvieron aumentos o, si los tuvieron, fueron irrisorios, sino que muchas veces se vieron obligados a aceptar recortes salariales con tal de seguir trabajando.

Párrafo aparte merece el sector pasivo. Las jubilaciones estatales se ajustan automáticamente con los salarios de los trabajadores activos, pero dado que la burocracia sindical, en lugar de organizar a lxs trabajadorxs para conseguir mejoras en las condiciones de trabajo, actúa como personal jerárquico del Estado, no hubo aumento para los activos y, por ende, tampoco para quienes ya brindaron a la sociedad todo su esfuerzo. Estxs últimxs tuvieron la posibilidad de comenzar a mejorar sus ingresos en 2010, cuando el Congreso Nacional aprobó por unanimidad la movilidad del 82% para las jubilaciones, pero la ley fue vetada por la entonces presidente Cristina Fernández, dando carta blanca a los gobiernos de Macri y de Fernández para que dieran el tiro de gracia a nuestrxs viejxs, condenándolxs a una vida de necesidades y miseria. 

Inquieto frente a indicadores tan preocupantes, el Ministro de Economía ha comenzado a caminar el conurbano profundo en procura de adquirir una percepción directa de cómo impacta su gestión en la base de la pirámide social. En su primera incursión - al municipio de Moreno, enclave regenteado por la esposa del titular de la UTEP - estuvo flanqueado por este (Esteban “Gringo” Castro) y por Daniel Menéndez, referente de la fracción oficialista de Barrios de Pie y funcionario de la cartera de Desarrollo Social, enterándose de que ambos dirigentes sociales tienen un grupo de diálogo armado con empresarios, para articular política. Entre esos ceos aparecen, por caso, Roberto Murchinson, presidente de IDEA y Daniel Herrero, el titular de Toyota. Es un camino. El del “Estado en disputa”.

Lo cierto es que la pandemia tiene vencedorxs y vencidxs. Lxs primerxs la aprovechan para destruir las fuerzas productivas sobrantes como consecuencia de la crisis capitalista y para aplanar el salario de lxs trabajadorxs con el único fin de incrementar sus ya abultadas ganancias, en detrimento de la calidad de vida de los segundos, que somos mayoría.

¿Y cómo ha venido reaccionando la izquierda ante dicho panorama? Al parecer ha intentado vanamente transformarse en la cosmovisión de una clase media en proceso de descomposición. Eso explica muchas cosas. La principal de ellas es la creciente deriva de esa izquierda hacia el conservadurismo en casi todos los elementos de su discurso y de su práctica. La clase media menguante y hostigada por un brutal proceso de proletarización no tiene más proyecto social que mantener el statu quo, mientras se pueda. Conservar el Estado de Bienestar, conservar el medio natural, conservar la democracia parlamentaria, conservar al fin y al cabo el orden demoliberal, con reminiscencias socialdemócratas.

En consecuencia, la extrema derecha, sin prisa y sin pausa, ha decidido apostar por otra cosa. En vez de pretender articular bajo su mando a la clase media ilustrada, en peligro de proletarización, desde su versión más reaccionaria - la de los seudo libertarios - se ha acercado y predica en el seno de la ya proletarizada. Se dirige a los obreros más castigados por patronales chupasangres, que ven cómo su forma de vida se descompone vertiginosamente, a los pequeños comerciantes que no pueden enfrentar la competencia de los “peces gordos” y de las plataformas de e commerce, y a los estudiantes que no encuentran trabajo ni respuesta en el discurso de una izquierda “alternativa”.

Sin embargo, mientras el arriba hace sus espurios enjuagues, en el inquieto abajo - a semejanza de la aldea gala de Ásterix en su irreductible resistencia al Imperio -, prevalecen organizaciones sociales que continúan desoyendo la intimación  “quedáte en casa”, peleando cotidianamente por tierra para vivir y producir lo que se come, y bregando por sustituir al poder constituido por una Asamblea Plurinacional Constituyente capaz de cuestionar esa propiedad privada prescripta hasta la fecha por una Carta Magna cimentada sobre un genocidio.

El cantautor uruguayo Daniel Viglietti escribió alguna vez “que una gota con ser poco, con otra se hace aguacero”.-

 

JORGE FALCONE

miércoles, 13 de enero de 2021

Otro gol… en contra del pobrerío

ARGENTINA SE ENCAMINA

HACIA UN NUEVO CICLO 

DE LAS COMMODITIES 

Visto el incremento en la cotización mundial de la soja (mientras se escribe esta nota, 505.06 Dls. la tonelada), y considerando que lo que durante la década supuestamente ganada  se denominó el “viento de cola” de la economía nacional posibilitó generar políticas de “inclusión social” a expensas de la comercialización de dicha oleaginosa, parece necesario detenerse a analizar qué panorama depara a nuestro país la circunstancia descripta.

Corresponde aclarar, en principio, que se llama commodities a los bienes básicos, aquellos productos que se destinan para uso comercial, y que tienen como característica más relevante no contar con ningún valor agregado, ya que se encuentran sin procesar o no poseen ninguna característica diferenciadora con respecto a los demás productos que encontramos en el mercado, por lo que se utilizan como materias primas para elaborar otro tipo de bienes.

El mercado de commodities nació a mediados del siglo XVII en Chicago, gracias a los agricultores de ese lugar que hacían negocios de sus cosechas con diferentes clientes. Pasado algún tiempo, los mismos agricultores siguen haciendo sus transacciones, pero ahora las realizan antes de cosechar y a través de grandes  intermediarios, de manera que negocian sus productos en base a los precios futuros de los bienes, además de fijar hasta una fecha de entrega de los mismos, firmando un contrato. 

Oportunamente, el boom de la soja permitió a nuestro país sortear la brutal crisis de finales de 2001, aquella del corralito financiero que derivó en la rebelión popular conocida como “Argentinazo”, que dejara un saldo de alrededor de 38 muertos y la huida del presidente Fernando de la Rúa. 

Dicha oleaginosa, que ha venido representando más del 50% del grano producido en nuestro país y más del 25% de sus exportaciones, aportó en mano al Gobierno de Néstor Kirchner más de 250 millones de dólares mensuales (175 millones de euros) Constituyó pues la caja chica de aquel presidente, que dispuso de ese dinero para costear subsidios públicos, planes sociales, ayudas a sectores y políticos aliados. En total, gracias al porcentaje del valor de las exportaciones de soja y otros productos agrícolas que el Ejecutivo recaudaba, Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, la senadora, dos veces Presidente, y actual Vice, contaron con unos 420 millones de euros por mes para consolidar su popularidad. Óscar Crocensi, por entonces vicepresidente de la Asociación de Cooperativas Argentinas, sostenía que la soja era para los Kirchner lo que el petróleo para Chávez. 

El actual presidente argentino se considera un discípulo dilecto de Néstor Kirchner, al punto de sentir que Macri lo metió en el túnel del tiempo devolviéndolo  a la época de su mentor. Si esta sensación se convierte en una hipótesis para su gobierno, puede que aparezca un sinnúmero de problemas, ya que el 2003 se diferencia en sumo grado del momento en que le tocó asumir. Por dar un par de ejemplos, el superávit fiscal y comercial que dejara Eduardo Duhalde hoy está ausente, y con Néstor no había inflación, más bien empezó a generarse. Al punto de que el periodista de Clarín Carlos De Elia, llegó a expresar "Fernández es un Néstor sin soja".

Pues hete aquí que dicho escenario ha cambiado, y a la postergación del pago de una deuda centenaria, así como al esperanzador arribo de las vacunas contra el COVID - 19, se les suma ahora una nueva cotización favorable de ese cultivo que desde la década del 90 viene convirtiendo en un desierto verde a gran parte del territorio nacional, y extendiendo violentamente la frontera agropecuaria en perjuicio de numerosas comunidades originarias.

Como ya es de dominio público, el Ministro de Agricultura Luis Basterra acaba de  reunirse con la cadena de valor del maíz, tras lo cual decidió dar marcha atrás con las exportaciones de ese cereal previstas para enero y febrero, y también dar de baja el cupo máximo previsto de 30.000 toneladas, para contener los precios de productos cárnicos cuyo ganado consume alimento balanceado. A cambio de ese gesto consiguió levantar el lock out que mantuvieron durante casi tres días las patronales del campo: Así se gobierna la Argentina, y ese es el límite que los poderosos imponen a los gobiernos débiles, que no confían en - ni movilizan a - sus pueblos.

Cabe destacar que, por primera vez en 20 años, hasta setiembre/octubre 2019 se produjo en nuestro país más maíz que soja. De 50.000.000 de toneladas cosechadas, el gobierno pretendía que se exportaran 38.000.000, recomendando que el resto quedara para consumo interno. Descontada la retención, el precio del maíz aumentó en el último año un 96% (!) Para más dato, no todos los costos del productor están atados al valor dólar (los peones rurales, por ejemplo, están lejos de percibir su salario en dólares) La soja, en tanto, aumentaba el 105 % (!!) 

A la luz de las medidas adoptadas por el oficialismo queda nítidamente claro quién tiene la manija de la economía y quién acata sus aprietes.

Esta es la lógica que defienden los “libertarios” como Espert o Milei. Pero que nadie se confunda: Libertarios sin verso fueron José Font (“Facón Grande”), Severino Di Giovanni o Kurt Wilkens.

En consecuencia, ¿quién cuestiona hoy las rentas descriptas? Nadie - al menos en voz alta - dentro de la coalición gobernante, ni en el seno de las organizaciones sociales que mantienen un pie dentro del Estado (para crecer repartiendo bolsones) y otro fuera (por si la calle pierde la paciencia) 

Esta lógica perdidosa ya se puso en práctica cuando durante la gestión anterior la Sociedad Rural colocó a un hombre suyo en la cartera de agricultura, y está a la vista hacia dónde nos condujo: 26.000 PYMES quebradas, 100.000 empleos industriales menos, y hasta las 500 empresas más grandes perjudicadas (120 quebraron) ¿Apostará entonces el Frente de Todos por reintentar el modelo que fracasó con Macri?

En tal caso, el único saldo positivo del año que comienza, para quienes no tienen más remedio que depender de planes sociales, será con suerte recibir en diciembre cajitas navideñas del Ministerio de Desarrollo Social no ya con genéricos pan dulces “venecianos” sino con algún otro de marca (¡ojalá sea el de Plaza Mayor!)

Frente a semejante perspectiva, ¿en qué foro se debate hoy un Proyecto Nacional?

El periodista y educador popular uruguayo Raúl Zibechi sostiene que las urgencias y el pragmatismo demolieron al pensamiento crítico.

Por ende, vale interrogarse - aunque se sospeche la respuesta -, si sigue siendo el peronismo aquel “hecho maldito del país burgués”… o más bien se ha transformado en el Partido de Estado garante de la gobernabilidad burguesa. 

Alguna vez expresó John William Cooke que el peronismo no desaparecerá por sustitución sino por superación dialéctica, es decir, no negándoselo sino integrándolo en una nueva síntesis”. 

Tiene la palabra “el subsuelo de la Patria sublevado”. Si aún existe.-

 

JORGE FALCONE

 

lunes, 11 de enero de 2021

CONFIRMADO: LA DEMOCRACIA NO ERA 

EL MEJOR DE LOS SISTEMAS POSIBLES













El bochorno global del país que siempre dio lecciones de civismo 

Varias generaciones de nostramericanxs hemos crecido imaginando inexpugnable a la sede de gobierno del Gran País del Norte. En consonancia con la crisis del dólar y otros conflictos que atraviesa esa Nación que rigió durante décadas el destino del orbe erigiéndose en gendarme planetario, durante las últimas horas la mayoría de lxs usuarixs de redes sociales tuvo acceso a la increíble escena protagonizada por una avanzada de forajidos supremacistas indispuestos a perder el espacio que el ex presidente Donald Trump les otorgase, cuando  hizo recular varios pisos a un pobre custodio del edificio, quien tan solo atinaba a esgrimir sin demasiada convicción su “palito de abollar las ideas” (tal como lo bautizó Mafalda)

La máxima tensión que se vivió en el Congreso de los Estados Unidos marcó una jornada turbulenta en la que hasta se llegó a hablar de "golpe de Estado". Los incidentes despertaron el rechazo de mandatarios de todo el mundo como Argentina, Reino Unido, la Unión Europea, y hasta de la tan hostigada Venezuela bolivariana, que se mostró preocupada por la estabilidad de dicha Nación. 

Entre los agitadores del vergonzoso levantamiento pudieron detectarse algunos personajes con oscuros antecedentes.

Uno de ellos es Enrique Tarrio, activista de origen cubano y líder de los Proud Boys, organización ​​ neofascista creada en 2016 por Gavin Mc Innes sólo para hombres​​,  y vinculada al supremacismo blanco,​ que promueve y se involucra en la violencia política contra cualquier expresión política que huela a progresismo.​​​​ Esa fuerza de choque tiene su sede en EEUU y también cuenta con presencia en Canadá.​ Tarrio  fue detenido en la víspera de las movilizaciones convocadas por el propio Trump para rechazar la designación formal de Biden como nuevo presidente por parte del Congreso. El hombre reconoció haber quemado una bandera de Black Lives Matter en una iglesia negra de esa ciudad, además de enfrentar cargos por posesión de cargadores de armas de fuego, lo que - como se sabe - es moneda corriente en su país.

Otro fue el personaje más llamativo de la foto que ilustra esta nota, cuyo estrafalario semblante dotado de un gorro de piel con cuernos recorrió el mundo. Se llama Jake Angeli, pero es conocido en las redes sociales como "The Q Guy" o, "The Q-Shaman". Esta suerte de "chaman" entró al Capitolio con un megáfono y una bandera estadounidense y llegó a meterse incluso en la cámara de senadores hasta ubicarse en el estrado destinado al presidente del cuerpo legislativo. La "Q" de su apelativo tiene que ver con que, aparentemente, pertenece a un movimiento ultraconservador llamado Q-Anon (abreviatura de Q-Anónimo), grupo chauvinista que apoya a Donald Trump y asegura que existe una profunda conspiración en su contra. También está detenido. 

Ambos sujetos encarnan la radicalización de una derecha absolutamente dispuesta a la acción directa, que se fue consolidando al calor de la gestión Trump. 

A partir de la asonada en cuestión, cabe concluir que hoy el Imperio padece lo mismo que ha generado en el Sur Global con sus históricas políticas intervencionistas. 

Escudándose en el pretexto de la pandemia,

el gobierno argentino se aleja de las promesas de campaña 

En el complicado escenario internacional descripto, y con la economía mundial prácticamente colapsada, el Presidente Alberto Fernández formuló ante “el gran diario argentino” la siguiente declaración: Hay gente en el Frente de Todos que sueña con una revolución. No es mi idea”. Más de un/a argentinx inteligente tendría derecho a pensar que no hacía falta semejante aclaración.

En tanto, el virulento rebrote de una peste que - cualquiera sea su origen - viene siendo capitalizada para el reseteo del capital financiero trasnacional desmovilizando y confinando a las masas, tiene en Argentina el correlato de un toque de queda encubierto.

Más allá de que un/a joven no incluye a la muerte en su agenda, y de que las marchas y contramarchas oficiales en relación con la emergencia sanitaria no inspiran demasiada confianza en las autoridades destinadas a velar por su cumplimiento, es inherente al sistema capitalista despreocuparse de las dos franjas contrapuestas en los extremos del arco etario, mediante el abandono de  lxs adultxs mayores (que ya salieron del aparato productivo) ofreciéndoles vivir con migajas, o del rigoreo a lxs jóvenes (que aún no forman parte de esa cadena productiva… y acaso no lo hagan jamás)

Por esa causa - a la que se suma la proverbial rebeldía juvenil -, ese último es hoy el blanco escogido por una cuarentena represiva para caerle con todo el peso de la ley. Pero nunca tanto si se trata de blanquitxs veraneantes en Pinamar como si se trata de negritxs que resuelven aliviar el sofocante calor en alguna del las contaminadas riveras del conurbano profundo.

Y, a propósito de la controversia suscitada en torno a la aglomeración en nuestras playas de la Costa Atlántica, viene a cuento recordar que en el filme “Tiburón” (1975, Steven Spielberg), el bañero interpretado por Roy Scheider - futuro héroe de aquella aventura -, al tanto de las primeras víctimas que se cobrara el gigantesco escualo, advierte al intendente del lugar sobre la inconveniencia de inaugurar la temporada balnearia, a lo que el político en cuestión replica recomendando minimizar los riesgos, porque ya tiene cubierta toda la plaza veraniega: También cabe revisar entonces el proceder actual de funcionarios tan irresponsables como el de aquella ficción. 

Por lo demás, como reza el dicho “es más fácil abrirle la jaula al león que volver a meterlo dentro”, ya vienen produciéndose “interpretaciones libres” de la normativa vigente en materia de restricciones.

En la segunda semana del año en curso, en la ciudad de Bandera, Santiago del Estero, el gobernador Gerardo Zamora a pedido del COE (Comité de Emergencia) y el intendente Guillermo Novata, dispuso el cierre de la ciudad, quedando aislada bajo un importante despliegue de las fuerzas policiales. La prohibición de circulación se estableció entre las 13 hs. y 6 am. 

En la misma provincia, una nena de 10 años de la localidad de Brea Pozo fue detenida con insultos y gritos por parte del Jefe de la Policía de la Seccional 36, debido a no llevar barbijo. La menor estaba sentada en un banco, sin cubrirse la boca debido a problemas nasales. Una vez más, “para muestra basta un botón”.

Una Justicia a la medida del progresismo

Con su novedosa vocación epistolar, la Vicepresidenta fomentó la puesta en escena del hecho político de fin de año que aceleró el comienzo de la agenda judicial 2021, aún en plena feria: La presentación formal de las conclusiones de la Bicameral de seguimiento de Organismos de Inteligencia, con un lapidario diagnóstico sobre el accionar de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado del Poder Judicial de la Nación.

En concreto, ello supuso un espaldarazo para un sector interno del kirchnerismo - que cuenta con Leopoldo Moreau como ariete judicial - y a la vez constituyó el primer elemento “técnico” que consolida la hipótesis de lo que el Instituto Patria  denomina lawfare. No fue casual que hubiese un acto donde también estuviese presente Sergio Massa. “Se buscan ideas” fue la consigna que sirvió de punto de partida para que varios actores comenzaran, en paralelo, a moverse en ese  tablero explorando distintas opciones para traer “soluciones” al diagnóstico que quedó exteriorizado por Cristina Fernández de Kirchner. La ansiedad puso como plazo el mes de enero para encontrar una o varias. Y es de suponer que el oficialismo prefiere no volver a padecer “fuego amigo” reclamando por “sus” presxs y procesadxs.

Difícil comienzo del año que despunta. Despejar el horizonte inmediato siempre será responsabilidad de los sectores más castigados. Si no del movimiento obrero organizado, de tantas organizaciones sociales expectantes de algún mimo gubernamental. Siempre y cuando no deseen pasar a integrar la antología de la vergüenza nacional.-

 

JORGE FALCONE

martes, 5 de enero de 2021

 ¿CABRÁN TODOS LOS MUNDOS 

EN EL MUNDO POSTPANDEMIA? 

“Sólo nos unen muy pocas cosas: 

El que hacemos nuestros los dolores de la tierra: la violencia contra las mujeres; la persecución y desprecio a los diferentes en su identidad afectiva, emocional, sexual; el aniquilamiento de la niñez; el genocidio contra los originarios; el racismo; el militarismo; la explotación; el despojo; la destrucción de la naturaleza.

El entendimiento de que es un sistema el responsable de estos dolores. El verdugo es un sistema explotador, patriarcal, piramidal, racista, ladrón y criminal: el capitalismo.

El conocimiento de que no es posible reformar este sistema, educarlo, atenuarlo, limarlo, domesticarlo, humanizarlo. 

El compromiso de luchar, en todas partes y a todas horas - cada quien en su terreno -, contra este sistema hasta destruirlo por completo. La supervivencia de la humanidad depende de la destrucción del capitalismo. No nos rendimos, no estamos a la venta y no claudicamos”.


Fragmento de declaración zapatista.

“Conocer lo diferente, es también parte de nuestra lucha y de nuestra humanidad”

(México, 1°/1/2021)

 

Se acelera la transición hegemónica global

Muy a pesar de las campañas de vacunación en curso, el año comienza con un virulento rebrote de la peste, capaz de escalar producto tanto de las reuniones sociales de fin de año como de la incontenible pulsión turística de muchxs semejantes.

En su afán de crecimiento desmedido, el capitalismo ha consumido más de lo que el planeta está en condiciones de ofrecerle. Pero - dada su naturaleza -, al igual que el cáncer, no puede detener su voracidad. Si es cierto que el mundo conocido constituye la objetivación de nuestra subjetividad, deberemos concluir que si no somos capaces de cambiar el pensamiento que heredamos de la modernidad occidental, cimentado en el usufructo ilimitado de los recursos naturales, habremos contribuido sensiblemente al colapso en ciernes.

En tal contexto, el sistema - mundo vigente se dispone a vivir una tardía contraofensiva globalista en un escenario de grandes retracciones hacia el proteccionismo. Trump - en cierto modo más conservador que quien acaba de derrotarlo en las recientes elecciones estadounidenses - pretendió restablecer el poder industrial perdido por su país. Para ello repatrió muchas empresas que operaban desde China procurando reconstruir el poderío y orgullo norteamericanos, colocando en un segundo nivel de importancia las demás relaciones estatales y las políticas multilaterales. Biden intentará, al estilo demócrata - presionando a las tecnocracias informáticas y a los sectores financieros, enarbolando banderas como la democracia y los derechos humanos -   imponer la supremacía norteamericana. Procurará concretarlo lo más rápidamente posible, a través de una acelerada globalización. Da por sentado que Europa volverá a ser su mejor aliada. En ese camino es muy probable que los choques con China y Rusia escalen más allá de lo ocurrido con Trump. Lo seguro es que el dólar seguirá perdiendo fuerza, China avanzará hacia la hegemonía mundial, y se acabará la buena relación diplomática que tenían los EEUU y la Federación Rusa. 

En tanto, de forma no menos accidentada que el Brexit, culminando 2020 la Unión Europea firmó el acuerdo de inversiones con China. Fue, al parecer, el resultado de la presión alemana con Merkel dándolo todo frente a Francia y Holanda. El acuerdo permite a los grandes capitales europeos invertir en China… pero no en condiciones de igualdad con las grandes empresas estatales como deseaban los europeos. Tal entendimiento está hecho a la medida de la industria  automotriz germana.

En paralelo, arranca formalmente el área de libre comercio africana. Solo Eritrea ha quedado fuera en todo el continente, así que hablamos de un territorio con 1.300 millones de personas y - para el gran capital - un potencial de 3,4 billones de dólares en transacciones comerciales. El acuerdo tendría que haberse puesto en práctica a partir de julio, pero la imposibilidad de mantener reuniones presenciales retrasó dicho proceso.

También con el año nuevo Gran Bretaña vuelve a hacer gala de su tradición imperialista, dado que se apresta a enviar una armada - con la que estrenará su nuevo portaaviones - al Mar de China Meridional. Deberá unirse allí a las armadas de Japón y EEUU para presionar en las islas Senkaku, cuya soberanía es activamente disputada por el Gigante Asiático. Al parecer, las naves británicas participarán en ejercicios anfibios que ensayarán una conquista efectiva de ese archipiélago. Todo un mensaje británico en una región en la que la tensión creció a lo largo de 2020 poniendo de manifiesto las contradicciones de China con socios y rivales. 

Por su parte, el 1° de enero Cuba inició la convertibilidad del peso. Suerte de “plan de ajuste” que en realidad persigue el desarrollo y refuerzo de la imbricación del capital cubano con el internacional, y que necesariamente va a succionar aún más rentas de lxs trabajadorxs al riesgo de hambrearlxs. La clase dirigente cubana tiene bien presente la crisis económica venezolana y busca apuntalar su propia viabilidad dando más juego a los capitales y fondos internacionales, homologando así las condiciones de explotación de sus recursos.

Pujas de entrecasa

Por estos lares, los anhelos del Instituto Patria trascienden incluso a un próximo cambio de gobierno, y de cara a las elecciones de medio tiempo tienen varios propósitos: Mantener su fuerza en el Senado; que el peronismo unido tenga quórum propio en Diputados (unxs 129); pasar de lxs actuales 45 a unxs 60 legisladorxs que le respondan; y conseguir que La Cámpora haga pie en las  gobernaciones e intendencias de mayor peso político.

A todo esto, Fernando Gray, que gobierna el municipio de Esteban Echeverría desde 2007 y es el actual vicepresidente del PJ Bonaerense, aún no asimiló el desembarco de Máximo Kirchner en la presidencia del partido. A la fórmula que conforma con Gustavo “Tano” Menéndez le queda un año más de mandato. Vence en diciembre de este año, y el hombre se dispone a cumplir con los tiempos electorales.

La llegada del delfín de la Vicepresidenta a la conducción del PJ Bonaerense se produciría en marzo, en el mismo momento en que Alberto Fernández asuma la presidencia del partido a nivel nacional. El Jefe de Estado quiere fortalecer la unidad del movimiento y revalorizar la identidad del partido. Su presidencia y la de Máximo suponen un gesto de equilibrio de poder en el seno de la coalición gobernante. Por eso también el Primer Mandatario aceptó la candidatura del líder camporista. Ese contrapeso interno es sinónimo de gobernabilidad. 

Gray resistirá hasta donde pueda. Pero el arribo de Kirchner al partido parece ser irreversible. Hay consenso mayoritario para que suceda. De modo tal que cualquier disenso sobre su arribo al PJ Bonaerense se saldará mediante el respaldo del titular del Ejecutivo y su Vice. En consecuencia, no hay poder territorial que pueda frenar tal decisión. La mayoría de los intendentes hicieron uso de su cintura política, y acataron la decisión en silencio. 

Las metas del espacio afín al Presidente de la Nación son más inmediatas y  menos pretenciosas. Aspiran a neutralizar los embates de Cristina y ejercer una gestión sin sobresaltos. A eso apunta el armado de una fuerza propia que  encabezan el Ministro de Educación y el poderoso Secretario General del Sindicato de Encargados de Edificio, megaempresario comunicacional oficialista. Tal es el ariete para disputar las provincias.

Enjuagues de palacio, en todo caso - siempre distantes de las vicisitudes de la calle -, que ratifican la vigencia de aquella mirada expresada por Sarmiento en 1874, respecto a la naturaleza de un parlamento demoliberal: “Llego feliz a esta Cámara de Diputados donde no hay gauchos, ni negros, ni pobres. Somos la gente decente, es decir patriotas”. 

Mientras, una coalición opositora que no sabe qué hacer con quien fuera su referente hasta la derrota electoral de 2019 - y a la que viene ganándole terreno la entente de los “libertarios” ultraliberales como Espert o Milei -, no deja de marcar goles en contra, como el protagonizado en las primeras horas del nuevo año por la diputada bonaerense Carolina Píparo, quien oportunamente perdiera un embarazo a causa de una salidera bancaria, y en esta ocasión fuera objeto de un nuevo intento de robo en La Plata, a cargo de motoqueros a los que su marido decidió perseguir, no sólo pifiando el blanco de su cacería sino atropellando y arrastrando a un par de pibes inocentes, a los que el matrimonio se empeña en  seguir acusando, pese a las numerosas evidencias suministradas por testigos oculares y cámaras de seguridad viales que indican lo contrario, sumadas al testimonio de los policías de la comisaría a la que se terminaron reportando, coincidentes en que la pareja no podía tenerse en pie por el grado de alcohol que tenía encima. Moraleja: Detrás de los eventuales desatinos del elenco gobernante  acecha la barbarie de estxs “civilizadxs”, dispuesta a hacer retroceder nuevamente al país en cuatro patas.

30D, paredón y después…

La interrupción voluntaria del embarazo, recientemente convertida en ley tras  ardua lucha del colectivo feminista y lxs legisladorxs afines, responde a una necesaria, justa y correcta demanda sanitaria. 

No obstante, correspondería no pasar por alto los ribetes patriarcales con que se  materializó, ya que - más allá de las mujeres, varones, y disidencias que expusieron sus argumentos en el debate palaciego - la calle funcionó como si los varones no se dieran suficientemente por aludidos.

A propósito de ello, viene a cuento recordar que los micromachismos, como los microfascismos, operan en cualquier estrato de la sociedad, los reproducimos de manera naturalizada y quedan además fuera de la ley, que sólo responde con un silencio y, a lo sumo, con su ignorancia. Esto es precisamente lo que los sitúa en el plano de lo “micro”. Se trata de las prácticas que llevamos a cabo en nuestras relaciones sociales, en nuestros espacios de militancia y de ocio, y que no se ven, es decir, se encuentran en un plano de invisibilidad, distinto del machismo de los Estados o de aquel que se expresa en términos representacionales o globales.

Para eliminar las jerarquías constitutivas y los privilegios que conllevan, las masculinidades no pueden ser simplemente “superadas” sino “transgredidas” o “deconstruidas”, detectando y “tachando” todos aquellos “micro” o “macromachismos” que han ido sedimentando en las subjetividades a lo largo de los años.

Pero no se trataría simplemente de volverse repentinamente “sensibles” o “paritarios”, de reconocer la propia vulnerabilidad o de empezar a gestionar las emociones, sino también de reivindicar activamente los derechos, de demandar continuamente la igualdad, de interpelar sin excusas la exclusión, la opresión, el control, el poder y, en definitiva, de renunciar sistemáticamente a los privilegios que la cosmovisión occidental nos ha otorgado históricamente en tanto hombres: esa es la única forma de decir “adiós” al machista que todos llevamos dentro.

Saldada la legislación de marras, altamente reparadora, cabe problematizar la cuestión referente a la natalidad, complementándola con demografía, esto es, reparar en - e intervenir sobre - nuestra escasa población, fundamentalmente concentrada en los espacios urbanos, dejando vastos territorios vacíos al arbitrio del siempre acechante capital financiero trasnacional. Una Política de Estado con visión progresiva no puede hacer la vista gorda ante semejante dilema.

Lo expresado hasta aquí permite concluir que reducir la lucha de las mujeres por sus derechos a una búsqueda de equidad o igualdad legal es claramente insuficiente, en tanto sigan existiendo  relaciones sociales de producción cimentadas en la explotación y reproducción de valores basados en la opresión de las mujeres. Lo realista, para quien decida pelear por la emancipación absoluta y definitiva de toda forma de opresión, es acabar con el modo de producción capitalista que, como dijera Rosa Luxemburgo, constituye un sistema de discriminación en la explotación (a lo que podríamos añadirle, y de aprovechamiento sistemático de toda forma de discriminación) Asumir dicha perspectiva favorecerá un salto cualitativo de largo alcance en la lucha popular.-


JORGE FALCONE

viernes, 1 de enero de 2021

La biopolítica como nuevo estatuto del coloniaje

2021: NUESTRO MUNDO EN MANOS DE UNA VACUNA














A la memoria indeleble de Carlos O. Suárez,

sabueso antiimperialista.

 

Mientras comienza a entreverse un horizonte post pandemia, Argentina continúa haciendo pie en el Siglo XXI mediante la ampliación de derechos. Entre ellos ahora figura la interrupción voluntaria del embarazo, conquista civilizatoria ganada en las calles por las protagonistas de la “ola verde”. A fin de complejizar el análisis tanto de intereses individuales y colectivos como sanitarios y culturales, celebrar semejante avance no es incompatible con repasar cuál ha venido siendo la perspectiva del Imperio en relación a un tema tan controvertido.

 

La mirada vigente del águila imperial

 

Poco antes de la caída de Richard Nixon a causa del escándalo Watergate, la Secretaría de Estado comandada por Henry Kissinger suministró a la Casa Blanca un extenso análisis de la situación demográfica mundial conteniendo propuestas destinadas a garantizar la estabilidad de los intereses estadounidenses vinculados a los recursos naturales que consumían las industrias de su país. Aquel documento trascendió bajo el nombre de National Security Study Memo 200.

 

Kissinger percibía el crecimiento de la población en los países del llamado Tercer Mundo como "un asunto de máxima importancia", alegando que tal situación ponía en riesgo el acceso a minerales y a otras materias primas que su país precisaba y que, en consecuencia, constituía una amenaza para su seguridad económica y política. 

Por ende, la solución propuesta  era un extenso control poblacional, política aún  sostenida mediante la “ayuda” internacional de EEUU, suministrada principalmente por el Banco Mundial hacia países dispuestos a adoptar medidas destinadas al control de la natalidad. La apertura económica propiciada a partir del Consenso de Washington incrementaría el aluvión de capital norteamericano  sobre los recursos naturales no renovables.

Kissinger procuraba así focalizar las consecuencias económicas y políticas internacionales de la posible explosión demográfica para que su informe aportara  planes de acción estadounidenses “en su manejo de asuntos poblacionales en el extranjero”, principalmente en países “en vías de desarrollo”. 

Acatar el deseo del amo

Cuando aquel halcón elaboró su plan de acción, el agotamiento del Estado de Bienestar y el techo al que había llegado el desarrollismo keynesiano habían  producido un excedente de capital, que en lugar de ser reinvertido en el mercado interno, encontraba mejores tasas de ganancia ubicándose en el extranjero.

Tal política de empréstitos, puesta en evidencia en los años siguientes, demuestra claramente que constituyó una cuestión de Estado y que el NSSM 200 consideró variables donde la asistencia financiera multilateral o bilateral sirviera a los intereses estratégicos estadounidenses: “será dada a otros países, considerando factores como crecimiento poblacional, la necesidad de ayuda externa, intereses a largo plazo de los EEUU, y su voluntad de autoayudarse". Abandonando el  lenguaje políticamente correcto referido a la “dignidad del individuo” y a que el papel de Estados Unidos es “trabajar estrechamente con otros (países) sin imponer nuestra posición”, la supuesta voluntad de “autoayuda” de los países “en vías de desarrollo” no suponía otra cosa que acatar la voluntad imperial.

 

Superávit de humanxs

Obviamente, el fundamento del análisis sobre el incremento de la natalidad y la expectativa de vida en los países “en vía de desarrollo”, así como las medidas a adoptar para frenar tal tendencia no fue producto del humanismo de Henry Kissinger. Más bien ocurre que en esos países, el crecimiento poblacional genera riesgos de conflictividad social y reacciones capaces de atentar contra los intereses (asuntos de seguridad nacional) norteamericanos.

El capítulo del documento en cuestión dedicado a las “Tendencias Demográficas Mundiales” consigna que “desde la Segunda Guerra Mundial la población mundial creció cuantitativamente y cualitativamente como en ninguna época previa”. Sin ir más lejos, los indicadores reseñados exhibían un aumento del 2% anual, el doble que antes de la guerra, mientras que entre 1750 y 1900 el ritmo se reducía al 0.5% anual. “El efecto será la duplicación de la población mundial entre los próximos 35 a 100 años”, señalaba el estudio, advirtiendo que la población estaba creciendo a razón de 80 millones de personas al año, en tanto a principios del Siglo XX dicho índice era de 10 millones.

 

Es urgente que las medidas para reducir la fertilidad mundial se inicien inmediatamente y sean efectivizadas en los ’70 y ‘80”, exhortaba Kissinger. En 1970 la ONU preveía que la población mundial para el año 2000 podría oscilar entre los 7 y 8 mil millones. Sin embargo, culminando 2020 esta asciende a 7.800.124.000 (!)

A todas luces, las disposiciones adoptadas en función de controlar la natalidad han dado sus frutos. Efectivamente, en el año 2000 la población mundial  superaba levemente los 6.000 millones, y comparada con la de 1970, en vez de duplicarse había crecido apenas el 60.76%. En consecuencia, la tasa de natalidad comenzó a decrecer del 2.07% a un actual 1.13% descendente, de modo tal que el crecimiento de 87.8 millones de 1989, comenzó a bajar, y la proyección para 2030 podría descender al 0.6% anual.

El Secretario de Estado norteamericano informaba a su Poder Ejecutivo que los países más difíciles de controlar en relación al incremento poblacional eran India, Bangladesh, Pakistán, Nigeria, México, Indonesia, Brasil, Filipinas, Tailandia, Egipto, Turquía, Etiopía, y Colombia. No parecería casual que por lo menos en cinco de los países enumerados se asentaron bases militares yanquis.

A propósito de la política descripta, en mayo de 1997 Hillary Clinton felicitó al gobierno mexicano por su empeño en el control de natalidad y por bajar la tasa de crecimiento poblacional, y manifestó su orgullo respecto a la Agencia para el Desarrollo Internacional estadounidense, que acompañara a las instituciones de salud pública aztecas en el cumplimiento de tales cometidos.

El caso sirve como ejemplo del enorme esfuerzo invertido por el Imperio de un tiempo a esta parte en materia de planificación familiar en los países “en vías de desarrollo”. Directa o indirectamente, mediante organismos oficiales o fundaciones,  EEUU financió alrededor de 70 planes de anticoncepción en México durante los últimos años. Más de la mitad contaron con el auspicio directo de  las fundaciones Ford, Rockefeller, MacArthur y Hewlett. Como condición para las ayudas al “desarrollo”, EEUU exige por ley que los países beneficiarios de dicha ayuda internacional adopten medidas para frenar el crecimiento demográfico.

Las campañas de esterilización que apelan con engaños, presiones, promesas de dinero o alimentos también se han denunciado en Perú.

Tras la huída a Japón del ex Presidente Alberto Fujimori, en julio de 2002 el Ministerio de Salud de su país hizo público un informe de 137 páginas, denunciando que mediante  presiones, extorsión, amenazas y ocultamiento informativo, entre 1995 y 2000 fueron esterilizadas 331.600 mujeres y a 25.590 se les realizaron vasectomías, mientras aquel mandatario era mensualmente notificado al respecto por sus ministros de salud.

De tal modo, la “planificación forzada” se aplicó prioritariamente sobre pueblos originarios y zonas empobrecidas. El propio gobierno se justificó manifestando que  un 90% de las mujeres en edad fértil están totalmente satisfechas con los métodos aplicados”.

La campaña publicitaria encarada por Fujimori el 28 de julio de 1995 reunía significativas coincidencias con lo postulado por Henry Kissinger: propaganda callejera exhibiendo una familia tradicional con cuatro hijos, junto a la deseable para el oficialismo, con uno o dos hijos. El documento que venimos analizando recomendaba “una familia con dos hijos deberá ser la norma en el futuro, y el promedio de dos hijos por familia puede alcanzarse hacia 1990 - 1995”.

En su legendario filme “Sangre de Cóndor” (1969), el realizador boliviano Jorge Sanjinés ya denunciaba un ejemplo semejante.

Aquel influyente Secretario de Estado yanqui no sólo se ocuparía en el citado estudio de las prácticas anticonceptivas que debían aplicarse sobre las mujeres en procura de minimizar la tasa de natalidad. En relación a la población masculina, el texto destacaba:

"En la India se llevaron a cabo algunos experimentos controversiales pero extraordinariamente exitosos, en los cuales los incentivos económicos, junto con otros mecanismos de motivación, se utilizaron para lograr que un gran número de hombres aceptaran las vasectomías".

Si bien no tuvo amplia difusión, o al menos no tanta como los Documentos Santa Fe I, II y IV, el documento en cuestión actualmente continúa mereciendo atención.

Kissinger tampoco minimizaba al aborto como solución para el control de natalidad en los países empobrecidos: “Mientras las agencias participantes en este estudio no tengan recomendaciones específicas para proponer sobre el aborto, en las discusiones siguientes serán importantes y deberán considerarlas en el contexto de una estrategia global poblacional”.

 

A continuación, no deja lugar a dudas sobre su punto de vista: “Ningún país ha reducido su población sin recurrir al aborto” (…) “De hecho, el aborto, legal e ilegal, se ha convertido ahora en el método de control de fertilidad más difundido en uso en el mundo de hoy”.

 

Intereses en conflicto

 

El estudio en consideración analiza en profundidad los dilemas producidos por la explosión demográfica, fundamentalmente en las regiones de escasos recursos, pero centra su atención en aquellas donde los intereses económicos y de seguridad nacional estadounidenses pueden resultar afectados.

 

Por ejemplo, el apartado Political Effects of Population Factors, empieza de este modo:

 

Las consecuencias políticas de los factores más comunes en los Países Menos Desarrollados (LDCs- Lesser Developed Countries) - crecimiento rápido, migración interna, altos porcentajes de población joven, bajo desarrollo en los estándares de vida, concentración urbana, y presión de migración de países extranjeros -, están dañando la estabilidad interna y las relaciones internacionales de países en donde los intereses de Estados Unidos están más avanzados, creando esto problemas políticos e inclusive de Seguridad Nacional para los Estados Unidos. En un sentido más amplio, radica aquí el riesgo de daños severos para los sistemas económicos, políticos y ecológicos del mundo”.

Sin duda, el momento que dio marco al documento analizado explica en gran medida con qué propósitos se lo elaboró, ya que en 1970 México nacionalizó su petróleo, a principios de los ’70 la República del Congo nacionalizaría sus recursos naturales, en 1975 Venezuela hizo lo propio con su industria hidrocarburífera al cabo de más de una década de intentarlo, y el General Ovando expropió en Bolivia el gas que hasta entonces estuviera en poder de las empresas estadounidenses Gulf Oil y Standard Oil.

Además, el presidente socialista Salvador Allende consideraba que el primer paso para la independencia económica de su país consistiría en nacionalizar el cobre, dado  que éste constituiría el "sueldo de Chile". Tal propósito se concretó gracias a la  reforma constitucional aprobada unánimemente por el congreso nacional mediante  la ley del 16 de julio de 1971, que establecía la expropiación de los derechos de las empresas Anaconda Company y Kennecott  Koper Corporation, al igual que las minas de Chuquicamata, El Salvador y El Teniente.

Hoy es de dominio público la intervención directa de Kissinger y Nixon en el derrocamiento de aquel presidente chileno el 11 de septiembre de 1973, festejado por la prensa monopólica mundial: “El bombardeo y asalto de su palacio presidencial y la toma del poder por los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas de Chile pusieron un fin amargo al primer gobierno marxista libremente elegido en Occidente”.

Por aquellos años Nuestra América se veía sacudida por numerosos  procesos revolucionarios de carácter nacionalista o marxista, y Washington no se mostraría indiferente ante dicho panorama. En el memo del Consejo de Seguridad, Kissinger señala que la preeminencia de la población joven en países empobrecidos y/o superpoblados podía generar “movimientos separatistas y acciones revolucionarias”, concluyendo que:

“(...) Si de estas condiciones resultan las expropiaciones de intereses extranjeros, desde un punto de vista económico, no está dentro de ningún tipo de interés para los países inversores (...)

Dicho escenario condujo al autor de aquel texto a advertir que “en las relaciones internacionales, los factores componentes de la población son cruciales y, a menudo, determinantes de conflictos violentos en las regiones en vías de desarrollo”. Sumado a ello, Kissinger señalaba que correspondía tomar precauciones políticas y diplomáticas para no aparecer dispuestos a una acción  coercitiva, ya que:

Hay allí también un peligro de que algunos líderes de los PMDs (Países Menos Desarrollados) vean las presiones de los países desarrollados como una forma de imperialismo racial o económico”.

 

“Las penas son de nosotros…”

 

El prominente funcionario del Imperio se interrogaba si “¿Debe ser el alimento considerado como un instrumento de poder nacional?”, cuestionamiento que no contestaba directamente, a pesar de que deslizaba que todo tipo de ayuda debía  ceñirse a aquellos países que acataran las condiciones de reducir la tasa de natalidad y garantizaran la estabilidad política, agregando que "la despoblación debería ser la más alta prioridad en la política de EE.UU. hacia el Tercer Mundo"; se trataría de un " asunto trascendental para la seguridad nacional de este país", ya que la economía de los países industrializados "requerirá grandes y crecientes cantidades de minerales del exterior, especialmente de los países menos desarrollados", entre los que destacaba que “(...) los Estados Unidos, con el 6% de la población mundial consume al menos un tercio de los recursos mundiales (...)

 

El estudio en consideración, si bien hacía hincapié en el control poblacional en un mundo proyectado a treinta años, que de sobrepasar los 13.000 millones de habitantes “sería inestable y se desatarían hambrunas endémicas y luchas (guerras) por alimentos”, pormenorizaba los elementos cruciales para evitar que las condiciones demográficas y políticas impidieran al Imperio el acceso a recursos naturales no renovables:

 

Los Estados Unidos se ha convertido de forma progresiva dependiente de la importación de minerales provenientes de países en vías de desarrollo en las décadas recientes, y esta tendencia tenderá a profundizarse. La ubicación de las reservas exploradas de minerales de mayor grado (de pureza) favorece la dependencia de todas las regiones industrializadas de la importación de países menos desarrollados. El verdadero problema del abastecimiento de minerales, no yace en una base física sino en modos de acceso en lo político-económico”.

A lo largo del texto que venimos desmenuzando cobra relevancia la relación adoptada por EEUU con los países proveedores de recursos no renovables, ya sea mediante golpes de Estado como en Chile, motivado por cuestiones económicas, o a partir de tratados como el NAFTA.

A su vez, Kissinger señalaba que su gobierno, a fin de “minimizar los cargos de motivaciones imperialistas”, debía insistir en que dichas inversiones eran para: “...el desarrollo social y económico fundamental de los países pobres donde el crecimiento demográfico es acelerado, en tanto causa y consecuencia del crecimiento de la pobreza.

Desde la sanción de la Ley de Inversión Minera 24.196, y de Reordenamiento Minero 24.226, en mayo de 1993, Argentina es un buen ejemplo de la toma de recursos no renovables por corporaciones yanquis. Barrick Gold explota el mayor yacimiento de oro y plata del mundo en la mina de Veladero, San Juan; la tercer mina de oro más grande del continente, Bajo de la Alumbrera LTD, en Catamarca (el paquete accionario está integrado por capitales estadounidenses); Bethlehem Steel (hoy fusionada con USX-US Steel con el nombre de Internacional Steel Group), productora de armamento y proveedora de la US Navy, disputa la concesión de la reserva de hierro más grande de Latinoamérica, el complejo minero de Sierra Grande, con reservas sin explotar de fósforo y cobalto. Cabe destacar que en nuestro país la minería ha estado exenta de casi todos los impuestos gracias al decreto 417/03, por tratarse de  empresas “promotoras de empleo”.

El lobo viene por nuestros recursos con piel de cordero

 

Con el tiempo, un escenario mundial en constante transformación llevaría a Washington a revisar sus pretensiones: “Habíamos enfatizado en la incorporación del factor del control poblacional para los países en vías de desarrollo para la reducción de la tasa de natalidad (...) Hubo una consternación general y luego el Plan fue vapuleado, liderados por Argelia, con el respaldo de otros países africanos, y Argentina, apoyado por Uruguay, Brasil, Perú e inmediatamente otros países latinoamericanos”.

 

Pero, aunque maquille sus propósitos, la voracidad imperial por los recursos que comienzan a escasear en el planeta es a todas luces indisimulable. 

Sin ir más lejos, el agua, base de la vida en nuestro planeta, ha comenzado a cotizar en el mercado de futuras materias primas dada la escasez de este bien, cuyo precio fluctuará ahora como lo hacen el petróleo, el oro o el trigo, según lo ha informado CME Group. 

El índice Nasdaq Veles California Water Index, con el “ticker” NQH2O, se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California que llegó a cotizar a unos 486,53 dólares por acre-pie, medida de volumen utilizada normalmente en Estados Unidos equivalente a 1.233 metros cúbicos.

Y no es el líquido elemento el único capital en disputa en el marco de la crisis civilizatoria en curso. El capitalismo salvaje también se arroga la potestad de decidir sobre el derecho a la vida entre humanxs de primera y de segunda categoría. 

No nos patenten la vida

A falta de soluciones estructurales para la enorme exclusión social vigente, mientras el oficialismo presenta como una epopeya la llegada de las primeras remesas de la vacuna Sputnik a nuestro país, la organización no gubernamental Oxfam ha calculado que apenas un puñado de países, donde reside el 13 por ciento de la población mundial, ya adquirió por anticipado el 51 por ciento de las vacunas anti COVID disponibles para 2021.

La OnG estima que, de no haber cambios esenciales en la distribución global y en la concentración de mercado de dichas vacunas, como se perfila hasta ahora, dos tercios de la población mundial (un 61%) no tendrán acceso a las mismas antes del 2022.

 

Un grupo concentrado de naciones ricas ya había comprado en septiembre más de la mitad de las dosis en preparación de las vacunas contra el COVID -19, informó Oxfam, precisando que se firmaron acuerdos de venta anticipados con AstraZeneca, Gamaleya/Sputnik, Moderna, Pfizer y Sinovac.

 

Estados Unidos, con 330 millones de habitantes, ya había reservado en septiembre 800 millones de dosis de seis diferentes fabricantes.

 

La Unión Europea, con 450 millones de habitantes, había encargado 1.500 millones de dosis y al día siguiente de conocerse el comunicado de Pfizer fechado el 9 de noviembre anunciando que su vacuna había demostrado eficacia en los ensayos de la fase III, se abalanzó para asegurarse 300 millones de dosis suplementarias.

 

Al lanzar su campaña internacional “Exigimos que la vacuna sea gratuita para todo el mundo”, Oxfam analizó el mal ejemplo de la empresa Moderna, que aun cuando había recibido pedidos de diferentes gobiernos en torno a los 2.500 millones de dólares, optó por “vender a naciones ricas las opciones de compra de toda su producción”.

 

Según la ONG, el costo de vacunar a toda la humanidad será minúsculo pues estimó que costaría menos del 1% del impacto previsto de la pandemia sobre la economía mundial.

 

Pero, “la mitad de la población mundial carece de acceso a los servicios de salud más esenciales, así como a fuentes seguras de agua potable. Millones de personas viven en villas miseria o campos de refugiados superpoblados”, alertó.

 

Para Oxfam, pese a ese escenario “muchas veces los medicamentos se venden a precios excesivos e inaccesibles” y los derechos ligados a la propiedad intelectual son utilizados por la gran industria farmacéutica para aumentar enormemente el valor de los mismos en el mercado. Los ejemplos sobran”.

 

La OnG precisó que la neumonía es la principal causa de mortalidad de niñas y niños menores de 5 años - cerca de 2.000 por día - y existen dos laboratorios que poseen los fármacos apropiados - entre los cuales se encuentra Pfizer - que se repartieron los derechos de patente y exigieron precios exorbitantes, lo cual causó la muerte de millones de niñas y niños”.

 

Durante toda esta etapa, esas dos multinacionales obtuvieron beneficios de aproximadamente 50 mil millones de dólares por la venta de vacunas contra la neumonía, como lo denunció en diciembre de 2019 la organización Médicos sin FronterasPequeño anticipo de lo que podría suceder en el futuro con la vacuna contra el COVID - 19, fustigó la OnG.

 

El futuro mercado de la vacuna contra el coronavirus podría valer más de 10.000 millones de dólares al año (unos 8.400 euros), según un análisis de Morgan Stanley y Credit Suisse que publicó el diario Financial Times.

 

La estimación de los analistas está basada en la posibilidad de que las personas no queden inmunizadas para siempre con una sola dosis de la vacuna, sino que necesiten una o dos dosis de refuerzo cada año, como ocurre habitualmente con la vacuna de la gripe.

 

Nunca estuvo más oscuro como antes de aclarar

En medio de ese contexto global, un informe reciente del Observatorio de la Deuda Social (UCA) indica que en Argentina la pobreza alcanza al 44.2% de la población, y plantea también que la ayuda estatal contuvo la suba. No quedan dudas acerca de que, en tales circunstancias, la urgencia en reactivar la inversión y fomentar el trabajo tiene fundamentos inobjetables. No obstante, un gobierno pretendidamente popular suprime hasta nuevo aviso el pago del Ingreso Familiar de Emergencia, anuncia el descongelamiento de tarifas de los servicios públicos, maquilla como progresiva una escala de ajuste jubilatorio totalmente regresiva (en tanto la relación entre haberes y carestía semeja la carrera de la tortuga y la liebre), baja las retenciones a las patronales del campo, subsidia con el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) a potentados como Etchevehere y Magnetto, y alardea con haber sancionado un “impuesto a la riqueza”… por única vez. 

Quizá por todo eso - y no tan solo por la irresuelta situación judicial de la Vicepresidenta -, al cumplirse un año de gestión el kirchnerismo puso todas las fichas en ponderar al Gobernador Kicillof y no al Presidente Fernández.

Año difícil pues, el que comienza, para afrontar unas inciertas PASO con Lavagna cuestionando al gobierno desde su alineamiento con Techint, Alberto confesando entre íntimos su hartazgo de las cartas de Cristina, creciente descontento entre varios intendentes ante el apoyo presidencial a Máximo Kirchner como candidato a encabezar el PJ bonaerense, buena parte de los gobernadores encolumnándose  detrás de Massa, y el acaudalado Movimiento Evita tomando paulatina distancia de esos espacios en tensión, acaso para abonar la germinación de candidatos propios.

Aún así, a vuelo de pájaro, daría la impresión de que el gobierno inaugura la tercera década del Siglo XXI con un nada despreciable capital político, constituido por la postergación del pago de la deuda externa, el alza en la cotización del precio de la soja - lo cual prorroga la cuestionada matriz productiva basada en el uso de agrotóxicos… pero contribuye a ahogar el descontento del pobrerío con multimillonarios planes sociales -, una intensiva campaña de vacunación a lxs trabajadorxs esenciales y la población de riesgo, y la amenaza de un nuevo confinamiento determinado por el rebrote de la peste en Europa, medida acaso necesaria pero siempre funcional a vaciar de protestas el espacio público… lo que próximamente podría verse reforzado por “medidas disuasorias” a cargo de las fuerzas de “seguridad”.    

¿Tumbarán ese castillo de barajas los sacrificios que debamos padecer cuando el FMI explicite sus nuevas exigencias? Y, en tal caso, ¿alcanzará con el asistencialismo para disimular un crecimiento ininterrumpido de la miseria, y para cerrar las fronteras al estado de rebeldía que hoy recorre nuestro continente…? 

A esta altura, y aunque duela, corresponde partir de la base de que la mayor parte del movimiento popular en Argentina - oficialista y no tanto - no ha venido estando a la altura de la tragedia social que describen los números de la economía escamoteados por el blindaje mediático. Acaso en este incipiente tránsito hacia la post pandemia corresponda materializar caminos alternativos, fundamentalmente anclados en formas de producción no capitalistas, más que llenarse la boca con bravatas en cada efeméride patria.

Por lo pronto, van apareciendo algunos indicadores dignos de ser tomados en cuenta, como el que oportunamente señalara el periodista de La Nación Claudio Jacquelin: "La baja participación en las elecciones de Río Cuarto abre un inquietante interrogante sobre la representatividad y capacidad de contención de las fuerzas políticas constituidas, como son las dos coaliciones que dominan la política nacional. ¿Habrá sido solo un fenómeno local o puede extrapolarse a otras zonas del país? La duda empieza a expandirse y a generar nuevas incertidumbres."

Hay que creer o reventar que la Historia se toma sus largas siestas. Hasta que un día despierta.-

 

JORGE FALCONE