domingo, 18 de julio de 2021

Inflación y salarios: La carrera entre una gacela y un caracol

MIENTRAS DURE ESTE DILUVIO, 

NINGÚN POBRE SUBE AL ARCA












Salvo que el escriba en cuestión sea un negado, seguramente disfrutará más cuando  la realidad le brinda la posibilidad de ver “el vaso medio lleno”, que cuando le toca describir calamidades. Porque no es cierto que TODO ANDA MAL. Una de cal y una de arena: El avance de la vacunación masiva ha hecho retroceder el índice de contagios, y no falta  quien considera que la tendencia económica general para el segundo semestre de 2021 será de crecimiento y mejora de los ingresos, al menos hasta fin de año. Así y todo, si llegara a suceder que este año fuera el cuarto consecutivo de pérdida de poder adquisitivo del salario promedio - o sea, que lxs trabajadorxs ganaran durante el período consignado cada vez menos que el año anterior -, esto ocurriría por primera vez desde la recuperación del orden constitucional. Tal posibilidad amerita que pasemos revista atentamente al panorama nacional - en el marco del contexto global - antes de apresurarnos a descorchar champán. 

 

La riqueza solo derrama hacia arriba

Mientras un criminal bloqueo de 60 años perpetrado por el Imperio contra la isla socialista del Caribe contribuye a profundizar su crisis económica e incentivar protestas originadas en las medidas restrictivas adoptadas por el gobierno cubano para conjurar la emergencia sanitaria, un nuevo informe de Credit Suisse ha revelado que más de cinco millones de personas se han convertido en millonarias en el transcurso de la pandemia, mientras que el número de personas con un patrimonio superior a 50 millones de dólares aumentó en más de una cuarta parte.

Obviamente, el fenómeno descripto se concentró en los países ya ricos, con Estados Unidos representando un tercio de los nuevos millonarios. En tanto, el número de millonarios en China va en aumento y ya alcanza a uno de cada 200.

¿Cómo se explica que los países más afectados por la pandemia sean también los que han registrado los mayores aumentos de riqueza en el transcurso del último año? Hay una razón que se impone sobre todas las demás: las compras de activos de los bancos centrales.
 

El mundo está inundado de dinero de los bancos centrales y todo está fluyendo hacia arriba en lugar de gotear hacia abajo.

La pandemia ha impuesto una recesión sin precedentes: en lugar de descender, como en casos anteriores, los precios de la vivienda han subido. Merced al cierre de oficinas y a la consecuente emigración de las ciudades, mudarse al campo se encarece ahora a un ritmo de alrededor del 14 por ciento anual, frente al 7 por ciento de las zonas urbanas. 

El dramático aumento de las fortunas de los súper ricos durante una crisis en la que han muerto millones de personas, y otras tantas se han visto arrojadas a la miseria, es una prueba más de que vivimos sometidxs por una economía feroz,  producto de un sistema cruel. Pero no basta con entender la irracionalidad del mismo. A menos que lxs trabajadorxs - formales e informales - se organicen para exigir cuentas a los poderosos, el Estado capitalista seguirá apoyando los intereses de los más ricos. 

Si para muestra basta un botón, reparemos en que tres multimillonarios están compitiendo por ser los primeros turistas privados espaciales. El caballero Richard Branson fue el primero en lograrlo, Jeff Bezos despegará de un momento a otro, y Elon Musk se sumará a la aventura poco después. 

Branson, fundador de las empresas del Grupo Virgin y multimillonario con una fortuna de más de seis mil millones de dólares, informó que con esto se inaugura el nuevo negocio de turismo espacial. Cualquiera puede apuntarse, el pasaje sólo cuesta 250 mil dólares y su lista de espera ya es de más de 600 turistas.

Los astronautas multimillonarios son las caras más conocidas de lo que ahora es la oligarquía estadounidense. Sólo durante el año y pico de la pandemia, los 719 multimillonarios más ricos incrementaron sus fortunas por más de 1,6 billones de dólares para llegar a un total de 4,6 billones de dólares. 

Ante semejante panorama, suena cínico que la solución prometida por el progresismo consista en hacer un capitalismo “serio”.

 

Reformular el trabajo al servicio de la humanidad 

La Revolución Tecnológica induce a preguntarse si estamos frente al fin del trabajo humano. En tal caso, cabrá cuestionarse cuál será el futuro del mundo laboral, qué rol vienen jugando las organizaciones y los sindicatos en semejante contexto, o si finalmente ingresaremos a un sistema en el que la producción y el ingreso se desacoplen. Y, por último, si la Renta Básica Universal podrá constituir una salida. 

De un lado a otro del arco ideológico se arriesgan respuestas a dichos interrogantes. Desde la perspectiva del sistema, sectores vinculados al Foro de Davos 2016, recomiendan mayor flexibilización a través de reformas laborales, adecuación legislativa para las innovaciones generadas por la Cuarta Revolución Industrial, y lobby para conseguir capital y beneficios impositivos para las inversiones en tecnologías. El  creador de aquel foro, proporciona tres razones para pensar que los cambios actuales implican una prolongación de la Tercera Revolución Industrial: velocidad, alcance e impacto de los sistemas. Opina que con las nuevas tecnologías digitales sobrevendrá una transformación sin precedentes en la historia de la humanidad; una auténtica revolución capaz de aumentar los ingresos globales y mejorar la calidad de vida global a expensas de mayor eficiencia y productividad, así como  significativos abaratamientos  en el transporte y las comunicaciones.  

Para el pensamiento crítico, corresponde un planteo más global, que toma en cuenta la forma de apropiación de las riquezas desarrolladas por el sistema político-económico en el que se producen los avances consignados. Algunos cientistas sociales, por ejemplo, sostienen que la automatización puede transformar radicalmente los mercados de trabajo, pero consideran que solamente un gobierno no capitalista podría cumplir con el ideal de la plena automatización, propiciando una sociedad donde abunden productos destinados a saciar necesidades y escasa labor que realizar. Quienes abogan por una renta básica universal, apuntan a que esta constituya la transición hacia una suerte de comunismo automatizado, en el que inteligencia artificial, energía solar, edición genética,  minería de asteroides y proteína elaborada en laboratorios den paso a un mundo de ocio creativo. 

Otra posición tercia insistentemente desde Silicon Valley, con una perspectiva sumamente tecnocrática. Desde su punto de vista, el discurso de la automatización no admite lugar a dudas: en primera instancia corresponde  automatizar, con la lógica consecuencia de un mayor desempleo, y por último aplicar la trajinada Renta Básica Universal. 

Como queda de manifiesto, no resulta sencillo transitar el mundo que vivimos, y ello se complica más aún en el contexto actual. No obstante, una perspectiva transformadora, parte de entenderlo en profundidad, revisando los mecanismos que hoy permiten a lxs poderosxs permanecer en su sitial de privilegio. Resulta indiscutible que la clase trabajadora de nuestros días no posee las características de aquella de principios del siglo XIX, la tecnología al servicio del capital procura  convencernos acerca de que se torna inevitable transitar el rumbo que él traza. Todo indica que nuestra lucha debe proponerse la apropiación popular de los desarrollos científicos y tecnológicos, incluida la automatización, con miras al buen vivir de los pueblos, consecuente con una perspectiva antiimperialista, anticapitalista, y antipatriarcal.  

 

Nuestra economía va del tajo a la curita

El gobierno nacional ha puesto en revisión el acuerdo sellado en abril para incrementar el Salario Mínimo Vital y Móvil en un 35% en siete cuotas hasta marzo de 2022. El acta labrada en el Consejo del Salario Mínimo incluía por primera vez una cláusula de revisión para el mes de septiembre. 

Aunque no está dicha la última palabra en cuanto al alcance de la modificación, fuentes gremiales y oficiales coincidieron en que, por el momento, se espera que se adelanten las cuotas ya pautadas y se fije una nueva fecha de revisión que  mejore la pauta del 35% llevándola al 45 por ciento. 

Desde las esferas oficiales trascendió que tal revisión no dependerá de reunir nuevamente al Consejo del Salario Mínimo. 

El monto, que ha venido rozando los $ 26 mil, opera simbólicamente en el empleo no registrado pero impacta concretamente en el casi millón de beneficiarios de los Programas Potenciar Trabajo que perciben un 50% de ese valor.

El aumento de 35% en seis cuotas otorgado hace un par de meses ya se desdibujó. A partir de ahora, el salario mínimo será de $27.216 y no de $25.275, como estaba pautado. No casualmente, el adelantamiento de las cuotas coincidirá con las elecciones primarias. Es decir, se llegará a los $29.160 el mes de las PASO y no en febrero de 2022. Además, se mantiene la cláusula de revisión para esa fecha. 

La intención oficial es elevarlo a 45%, en línea con el nuevo tope salarial que fijaron algunas paritarias del sector público (personal legislativo, PAMI y la ANSES) y privado (Camioneros, bancarios y encargados de edificios) Ese nuevo salto también llegaría con la primavera. 

La definición del piso salarial impactaría en lxs trabajadorxs fuera de convenio, y es importante porque sirve como referencia para el salario inicial docente (que ronda los $31.000 y por ley debe estar al menos un 20% por encima del salario mínimo); los planes sociales (la mitad del monto representa el salario social complementario) y los haberes jubilatorios (la evolución del salario mínimo determina el valor diferencial de la jubilación básica con el 82% móvil de aquellos con más de 30 años de aporte)

Además, el salario mínimo es un indicador para el trabajo informal y para actividades que no están sindicalizadas en jornadas laborales de ocho horas. 

Queda claro que, en un año electoral como este, el gobierno de Alberto Fernández no puede darse el lujo de ignorar cómo evoluciona el humor social. Si se repara que en los últimos 12 meses la inflación ha escalado hacia el 50.2 %, todo indica que no bastará con lograr la inmunidad de rebaño para imponerse en las PASO. 

Eso explica que el Gobierno haya ampliado - por séptima vez en lo que va del año - el Presupuesto 2021 en $24.312 millones, para incrementar las partidas de gastos a cargo de los ministerios de Salud, Desarrollo Social, Educación y de la Tesorería. Con similar propósito, a principio de este mes, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de 200 millones de dólares destinados a la Tarjeta Alimentar para hogares con menores de hasta 14 años y a asegurar niveles mínimos de ingresos a mujeres embarazadas y personas con discapacidad. 

Muy a pesar de este respirador aplicado a una economía sin aliento, el analista atento advertirá - ni hablar de quien se movilice en su propio vehículo intentando atravesar en día hábil la Ciudad Autónoma de Buenos Aires - que la conflictividad social está bien lejos de descender: Cortes de vías de tercerizados ferroviarios de la Línea Roca; Jornada Político Cultural por Tierra para Vivir y Autogestión de la Vivienda; Jornada Federal de Trabajadores de la Salud; asambleas ambientales peleando por un mar libre de petroleras, comunidades mapuche de Río Negro cerrando sus tranqueras a las empresas mineras, etc. 

En tanto, cada vez más lejos del olor a goma quemada, los movimientos sociales  asimilados al Frente de Todxs que cuentan con los padrones más voluminosos, se fusionan atentos a la agenda electoral y, mientras aguardan que el sindicalismo empresarial les conceda un lugarcito en la central obrera, continúan apostando a ser la termita que roe por dentro los cimientos del Estado burgués.-

  

JORGE FALCONE

 

 

 

 

miércoles, 7 de julio de 2021

Una nota destinada a “hacerle el juego a la derecha”

2023: ¿DESPUÉS DE ALBERTO 

VIENE LO BUENO?













“En el país de ‘no me acuerdo’,
doy tres pasitos y me pierdo.
Un pasito para allí, no recuerdo si lo di.
Un pasito para allá, ay, qué miedo que me da”.
 

María Elena Walsh

 

Pasar revista de abajo hacia arriba a esta sociedad archipélago que nos legaron 37 años de gestión de todo el arco político demoliberal posdictadura - elenco estable de la vida pública que, como en el juego de la silla, rota en probarse la banda presidencial dejando al país cada vez más postrado -, allá, “en el hondo bajo fondo donde el barro se subleva”, nos muestra a La Calle nuevamente ganada por “lxs condenadxs de la tierra”, otra vez estafadxs por un gobierno desentendido de saldar su deuda con quienes más padecen los rigores del presente, mediante la operatoria política crónica de faltar a su promesa de cumplir compromisos contraídos con lxs beneficiarixs del programa Potenciar Trabajo, generando además arbitrarias bajas de compañerxs inscriptxs en padrones activos. 

Tal es el estado de abandono actual de ese estrato social constantemente movilizado y mayormente integrado por trabajadorxs informales y pobres de toda pobreza - entre quienes la clase obrera brilla por su ausencia -, ese contingente de desheredadxs que hacia 1974 conoció índices de un 8% de pobreza y hoy ve cómo superan el 42%, desvaneciendo el legado de la Argentina peronista.

Lejos, cada vez más lejos de ese “subsuelo de la Patria” desorientado, en El Palacio, adonde se juega a una grieta inventada por los medios hegemónicos para alimentar la mascarada electoral sin dar cuenta de bloques sociales históricamente enfrentados, mientras en su partido hacen cola por candidatearse, el ex presidente devenido celebrity que en estas horas padece la quiebra del negocio postal familiar, alterna su natural estado vacacional con una agenda que incluye la presentación de su libro “Primer Tiempo” junto al referente intelectual libremercadista Mario Vargas Llosa, y un foro virtual con lo más granado de la derecha subdesarrollada, como el uruguayo Luis Lacalle Pou, el chileno Sebastián Piñera, el ecuatoriano Guillermo Lasso, el colombiano Iván Duque, y el fascista venezolano Leopoldo López - mentor de Juan Guaidó -, cónclave apadrinado por Pablo Casado Blanco, titular del retrógrado Partido Popular español. 

En la otra orilla de esa falsa disyuntiva, o sea, en el espacio que se presenta como la alternativa popular del momento, una Vicepresidenta afanada por estudiar economía vuelve a dominar la escena pública junto a su delfín Axel Kiciloff y el intendente Martín Insaurralde, en la presentación del programa Conectar Igualdad Lomas.

Todo lo que exprese de aquí en más este cronista políticamente formado en las filas del peronismo más insumiso, seguramente lucirá como herejía ante los ojos de ex compañerxs de ruta asimiladxs a la pusilánime versión Siglo XXI del movimiento que irrumpió en la historia cruzando de prepo el Riachuelo para cercar la Casa Rosada en demanda de su líder. 

En ese, hasta ahora último discurso presencial, la arquitecta del Frente de Todxs reivindicó, como era esperable, la oportuna distribución de 5.000.000 de computadoras entre jóvenes de los cuales - atendiendo a la merma de expectativas pro oficialistas en dicho target - tuvo el cuidado de escoger a un rapero que utilizó ese aparato para componer y difundir un éxito musical hoy globalmente viralizado. 

Nadie en su sano juicio, y con algo de ecuanimidad, osaría cuestionar aquella iniciativa que hizo un vano intento por estrechar la brecha digital entre la juventud. 

Pero permitámonos reparar en que, en un país que desde la segunda mitad del Siglo XX carece de planificación estratégica, era esperable que una infraestructura educativa inadecuada no dispusiera de capacidades para echar mano virtuosamente a tal recurso.

Aunque no siempre alcance con un botón de muestra, al menos esa circunstancia padeció la hija de la esposa de quien escribe estas líneas en el colegio ENSPA de Avellaneda, que - sito a escasa  distancia de donde políticos impunes ordenaron la represión que en 2001 acabó con la vida de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki - dista de ser un enclave de extramuros. En efecto, ningún educando de aquella promoción, que hoy cuenta con 25 años de edad, pudo activar nunca dichos aparatos, recibiendo como explicación que no se contaba con personal capacitado para habilitar su funcionamiento en red, a partir de lo cual pasó a ser un lucro cesante siempre detectado como estorbo en algún rincón del hogar. Y este no es el único caso conocido.

Pero - aún no linchéis a este escriba - tal “nimiedad” no constituye el interés nodal de esta nota, sino más bien un “detalle” mucho más grave, que refleja los dramáticos límites de la concepción política que para muchxs argentinxs podría sacarnos del atolladero actual.

Más bien ocurrió que la más alta exponente de esa década larga supuestamente ganada, que desmanteló en sus primeros 6 meses de gestión el gobierno de Juntxs por el Cambio, al ponderar las virtudes de su ideario industrialista no tuvo  mejor idea que apelar al ejemplo de una empresa familiar inaugurada en 1983 en la localidad de Campana, y dedicada a la fabricación de mástiles de carbono para barcos (en 13’38”: https://www.youtube.com/watch?v=roIJgDvt6rc)

La firma comenzó a tener problemas financieros hacia 2008, cuando se produjo la crisis que se llevó puesto al holding financiero Lehmann Brothers, continuó relatando la ex presidenta. Con ayuda estatal, hacia 2012 sus ingenieros redirigieron la producción hacia la fabricación de botalones (alerones) para los aviones fumigadores de herbicidas, que hasta entonces se construían en acero y, por su peso, no podían medir más de 30 mts. A partir de entonces comenzaron a fabricarlos de carbono, 5 veces más livianos, 6 veces más resistentes, y - por ende - de 45 metros o más. En 2015, la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, que facultó a todos los bancos a destinar el 5% de sus depósitos para financiar proyectos productivos, les otorgó 30.000.000$. 

La Dra. Kirchner - probablemente el cuadro político en actividad más lúcido de nuestro país, que ¡vaya si no cuenta en su haber con discursos brillantes! - concluyó narrando que la multinacional agromecánica John Deere primero les compró las patentes, y más tarde absorbió a la empresa en cuestión. Pero quizás lo más terrible fue la ovación que recibió de parte de sus acólitos cuando remató la evocación sentenciando que aquella “era una Argentina de oportunidades”. 

Volver sobre esto último atentaría contra la inteligencia de cualquier lector o lectora atentxs, pero lo que no debe pasar desapercibido de semejante ejemplo - y que justamente la prensa a un lado y otro de la “grieta” escamoteó - es la reivindicación de una innovación tecnológica puesta al servicio de un recurso destinado a optimizar la matriz productiva del agronegocio, que viene envenenando con productos cada vez más dañinos que el glifosato a plantaciones y pueblos enteros.

A ese respecto, la investigación titulada “Modelo agrícola e impacto socioambiental en la Argentina: monocultivo y agronegocios”, firmada - entre otrxs autorxs - por un prohombre de la Ciencia Digna como el Dr. Andrés Carrasco, se introducía expresando: “La agricultura moderna, basada en el paradigma industrial que implica gran consumo de combustibles fósiles tiene importantes y desafortunadas consecuencias ecológicas y sociales, tales como: deforestación acelerada, erosión de los suelos, contaminación del aire, agua y suelos, pérdida de biodiversidad, concentración de la tierra, de los recursos y de la producción, y condicionamientos en los patrones de migración rural/urbana. Por otro lado, debido a la gran dependencia de insumos, es altamente ineficiente desde el punto de vista energético. Todos estos aspectos muestran una crisis que exhibe palmariamente la ambivalencia y la contradicción de este modelo. Precisamente son las tensiones que afectan al mundo, a nuestra sociedad, y en particular las tensiones que se derivan del avance del monocultivo y de la incorporación de nuevas tecnologías, las que nos requieren hoy evaluar relaciones de costo y beneficio, así como pensar y debatir alternativas propias para superar el modelo de desarrollo hegemónico. Un modelo que genera enormes dividendos y bienestar para algunos, mientras que produce malestar, pobreza, exclusión y sufrimiento para muchos, causando enormes grados de desigualdad, contaminando y destruyendo la naturaleza de la que no sólo nos nutrimos y vivimos sino de la cual somos parte. Y porque somos naturaleza y somos al mismo tiempo sociedad es que tenemos que asumirnos en nuestros condicionamientos biológicos y también en nuestra capacidad de construir la sociedad y hacer la historia”. 

Puede que algunxs adultxs mayores y memoriosxs tengan presente el caso del Ing. Mario Villani - fallecido a los 81 años en febrero de este año -, quien, secuestrado por la dictadura, tuvo que reparar elementos de tortura. En declaraciones a la BBC, Villani contó que al principio se negó a cooperar, pero que cambió de parecer porque pensó que podría ayudar a "aliviar" el dolor sufrido por los prisioneros torturados por agentes del gobierno de facto (1976-1983) 

En el poco feliz ejemplo reivindicado por la Vicepresidenta, sin embargo, no hay atenuante alguno en la ponderación del medio por encima de sus fines. 

Seguramente para cualquier desprevenidx la referencia resultará excesiva. Sin embargo, no somos pocxs quienes consideramos al terricidio en curso como un genocidio potenciado y en cómodas cuotas.

Podrá decirse ahora que lxs sobrevivientes no escarmentadxs de la última experiencia revolucionaria del pueblo argentino aquilatamos la lección histórica de reparar más que en los discursos épicos, en la matriz productiva en que se apoyan. Pues así es. Y ello nos habilita a desvelarnos por el destino de esta Patria errática que no parece atesorar a la sombra del Presidente la reserva de una Rosa Luxemburgo capaz de redimirnos de todos nuestros males.

Cargaremos pues con el orgullo de seguir abocadxs a “inventar o errar”. Y con el “pecado” de haber tomado al pie de la letra aquello de “combatiendo al capital”.- 

 

JORGE FALCONE 

jueves, 1 de julio de 2021

EL “PATRIÓTICO” DISCURSO

DE LXS ENTREGUISTAS 

CON ESCARAPELA











“Hay  sectores  de  la  economía  que  nunca  deberían  estar  en  manos  privadas,  y  menos  extranjeras,  porque  ello  provoca  la  pérdida  del  desarrollo y  crecimiento  nacional.  Una  y  otra  vez   se  ha  invocado  y  se  invoca  que  las  inversiones  extranjeras  son  fundamentales  para  solucionar  los  problemas  que  el  país  padece.     Es   una  falacia,  porque   el  resultado  final  es  la  desnacionalización  de  la economía,   y  esto  constituye    un  hecho  gravísimo   en  todas  las  áreas”.  

Prof. Elsa M. Bruzzone

Centro de Militares para la Democracia Argentina

14 de Junio de 2021

 

La aparición del coronavirus a fines de 2019 llevó a la mayoría de los países a adoptar cuarentenas rigurosas, que generaron la desaceleración de la economía global, el vaciamiento de los espacios públicos, y un fenómeno que indujo a reparar en la paradoja de que una pandemia de dimensiones bíblicas consiguiera blanquear en poco tiempo tanto cielos como espejos de agua, fomentando la expectativa de millones de congéneres acerca de que la humanidad diera cuenta de semejante lección. Pero ha pasado más de un año desde aquella presunción, y hoy resulta evidente que la voracidad del capital financiero trasnacional continúa sujeta a una pulsión suicida. 

Por estas horas, el Aeropuerto Internacional de Ezeiza continúa recibiendo remesas de vacunas anti COVID de distinto origen, mientras la población en general está lejos de respetar el confinamiento estricto mantenido durante la primera mitad de 2020, los índices de contagio se muestran remisos aún a descender notoriamente, y en el mundo entero va prevaleciendo la virulenta variante Delta de la peste. Según una prospectiva trazada por la Organización de Países Desarrollados (OSDE) que acaba de trascender - a partir de cómo viene encarándose la emergencia sanitaria -, Argentina conseguiría superarla en la segunda mitad de 2026. 

Paralelamente, a un lado y otro de esa “grieta” electoral azuzada por la prensa hegemónica, lentamente vuelve a ponerse de manifiesto que el interés principal de las fuerzas que la encarnan coloca los votos por encima de la gente. Y al conurbano bonaerense como la principal presea a conquistar para perpetuarse.

 

De cara a las elecciones de medio término, la coalición gobernante - que demostró mayor capacidad para imponerse en un comicio que para gestionar la cosa pública - transita por un estrecho desfiladero de posibilidades, toda vez que destina la parte del león de nuestra economía a mantener en calma a los acreedores externos. Y el resto a “dorarle la píldora” mediante asistencialismo a las organizaciones sociales indispuestas a desmovilizarse.

 

A ese respecto, preocupa al oficialismo la convocatoria que viene demostrando la Unidad Piquetera, básicamente conformada por el Bloque Piquetero (motorizado por el PO), el sector de Barrios de Pie liderado por Silvia Saravia, y el Frente de Lucha (integrado por el Movimiento de los Pueblos, el FOL y un puñado de organizaciones de base), que se mantiene a pie de calle muy a pesar de las prebendas que viene ofreciendo el Ministerio de Desarrollo Social para que esa confluencia de organizaciones rebeldes no empañe el desarrollo de las PASO, obsesión casi excluyente por estas horas en el Frente de Todxs.

 

Las contundentes fotografías aéreas del reciente homenaje a los piqueteros Kosteki y Santillán, realizado en inmediaciones de la estación de trenes que lleva sus nombres, justifican el desvelo de la Casa Rosada.

 

Lo cierto es que detrás del árbol de las demandas esenciales para sostener una vida digna está el bosque del patrimonio soberano del país, cuya defensa no integra el editorial de los principales medios ni ocupa el primer plano de los debates en curso. Sin embargo todos los años, entre mayo y julio, lxs funcionarixs de turno se llenan la boca homenajeando a Castelli, Belgrano o Laprida.

 

No obstante, una preocupación urgente a considerar hoy en nuestras fechas patrias debería ser por ejemplo la cuestión - si no asordinada, marginal - respecto a en qué manos quedará la llamada Hidrovía Paraguay - Paraná.

 

El cauce en cuestión tiene una extensión de 3.442 Km. de largo, y el tramo que entraría en concesión durante 2021 tiene una de 1.200 Km., y vincula al Atlántico Sur con la Cuenca del Plata a través del Río de la Plata, teniendo como eje principal a los ríos Paraguay y Paraná en sus cuencas inferior y media, siendo la principal vía del comercio exterior de nuestro país, y se nutre del embarque de granos en las zonas linderas a la cuenca inferior del Paraná y de los subproductos derivados de la producción cerealera y oleaginosa. La concesión de la hidrovía se renueva luego de haberse creado en el año 1995, durante el gobierno de Carlos Saúl Menem. Esta concesión representa un negocio de 300.000.000 de Dls. anuales, que administra Jan De Nul, una empresa naviera de capital belga, en conjunto con la empresa nacional Emepa. Lo cierto es que dicha firma busca renovar la administración de la mal llamada hidrovía, a pesar de sus conocidas imputaciones en casos de corrupción internacional. ¿Porqué hablar de “la mal llamada hidrovía”? Porque ese solo es el nombre comercial y estratégico de la empresa y el emprendimiento. En verdad, el manejo de ciertos términos impone, en casos de turbios negociados como este, salirse de parámetros legales y poder evadir impuestos, y a su vez evitar el control de las autoridades. Por otra parte, “hidrovía”  no define correctamente ni suplanta términos geográficos como ríos navegables, y mucho menos a conceptos más complejos como cuencas hidrográficas. En el año 2020, durante el mes de agosto, el gobierno nacional, en conjunto con las provincias del litoral, firmó el Acuerdo Federal Hidrovía, a partir de lo que se creó la administración Hidrovía Sociedad del Estado. Poco después,   el 26 de noviembre último, publicó el Decreto  949/20, que dispone el llamado a licitación pública para la realización de obras con peaje en la denominada Hidrovía.                                                                                                             

Tras su publicación, la normativa viene despertando desde críticas hasta  exigencias de derogación. Algunos cuestionamientos provienen de dirigentes ligados al oficialismo, como Juan Grabois o el ex canciller y actual senador nacional del Frente de Todos Jorge Taiana, quienes alertaron sobre “el deterioro de la soberanía nacional en términos fluviales y marítimos”. Algunos entendidos en la materia consideran que esta medida formaba parte del Plan Andinia y que significa una “claudicación y una entrega de soberanía”. 

Las informaciones que indican que la concentración, la pérdida de diversidad productiva y la escasa creación de empleo genuino son características de las economías generadas por las inversiones ligadas a dicho emprendimiento  abundan, y pueden encontrarse tanto entre aquellos que promueven el proyecto como entre los que tienen la capacidad de evaluarlo globalmente. En julio de 2004, por ejemplo, la Bolsa de Comercio de Rosario indicaba que, con la capacidad de trituración proyectada por las grandes inversiones, era probable que en los próximos años “algunas plantas más pequeñas e ineficientes” dejaran de estar activas. Poco después, Alberto Rodríguez, director ejecutivo de la Cámara de Industrias Aceiteras señalaba que ese sector productivo tendía a la concentración: “Es un sector en el que la restricción para entrar está dada por la necesidad de disponer un fuerte capital para operar”. Un trabajo del sindicato de aceiteros de Puerto General San Martín calculó que en las inversiones de las grandes comercializadoras de cereales, “por cada 500.000 dólares invertidos se va a generar tan sólo un puesto de trabajo”, a diferencia de las pequeñas y medianas empresas donde se necesita una inversión muy inferior para generar empleo. Jerry Mander, en su artículo “Globalización Económica y Medio Ambiente”, desmitificaba por completo la apreciación de la inversión global como solución al problema del desempleo: “…Las 200 mayores corporaciones del mundo dan cuenta hoy de alrededor del 30% de la actividad económica global, pero emplean a menos del 0,5% de la fuerza laboral global”.

No existe, en definitiva, una discusión real sobre las posibilidades de desarrollo de la cuenca del Plata. Aquello que mueve a miles de personas a oponer resistencia a los procesos de privatización de los recursos en Nuestra América, es lo mismo que mueve al poder económico a implementar estrategias para su apropiación: la cuenca del Plata cuenta con la tercera parte de las reservas mundiales de bosques, recursos hídricos y energéticos, potencial piscícola, agrícola, pecuario y forestal, riquezas bioecológicas y socioculturales únicas. Si el valor de los territorios y de sus características ambientales está plenamente considerado, en su conjunto, como recurso productivo para la explotación, es la vida misma de la región en el más amplio sentido, la degradación acelerada de las posibilidades de subsistencia para su población, la que no ingresa a los cálculos del capital económico y financiero. La expresión de los buscadores de capitales, que señala a los inversionistas el beneficio adicional de “recursos humanos económicos”, es exacta en el caso de la hidrovía: la vida de los habitantes de Nuestra América es más barata para las corporaciones. 

Vale la pena conocer la historia de lucha que hay detrás del río Paraná: la Vuelta de Obligado fue una derrota, pero en Punta Quebracho se triunfó sobre la flota Anglo  - Francesa que nos había invadido en 1846. 

No se defiende lo que no se quiere y no se quiere lo que no se conoce, de ahí la importancia de la  concientización sobre  el río Paraná y el control soberano. 

Pasando en limpio, para no poner en jaque una vez más nuestra soberanía y frenar en los hechos a las grandes corporaciones dueñas de todo, es necesario establecer una serie de medidas. En primer lugar, derogar el decreto 949 y suspender toda licitación de la cuenca Paraná-Paraguay. Al mismo tiempo es fundamental que el Estado se haga cargo del dragado, balizamiento y mantenimiento de las vías navegables, recreando una flota mercante de bandera, para que las regalías producidas por el comercio exterior engrosen las arcas del Estado en pos de una mayor redistribución de la riqueza. Por otro lado es fundamental que se ponga en funcionamiento el famoso Canal de Magdalena, en pos de optimizar el transporte de exportaciones, evitando el puerto de Montevideo.

Al parecer, debido a las presiones ejercidas desde distintos sectores de la opinión pública, en las próximas horas verá la luz el decreto que cede por un año a la Administración General de Puertos (AGP) el control y administración del cauce en cuestión.

En paralelo a ese decreto, se prepara otro, que estaría algo más demorado, y que establece la creación de un ente de control estatal de todas las vías navegables del país. Estará bajo la órbita del Ministerio de Transporte. Este paso que daría el Gobierno no cumple aún con la imprescindible estatización lisa y llana de ésta y todas las vías navegables y puertos del país.

Quien tenga la última palabra al respecto definirá si en esta controversia gana la Patria o la colonia.

Dilemas semejantes revisten un valor mucho más estratégico que definir qué candidatxs disputarán la Provincia de Buenos Aires. Pero la partidocracia demoliberal y timorata que administra el destino de nuestra Nación carece de agallas para arriesgarse a plebiscitar temas de primer orden como este, dado que el resultado de una eventual consulta popular podría jaquear su condición venal y rentística.

En tanto, la cruda realidad parecería indicar que no basta con que la militancia crítica se aferre a la noria de seguir marchando, aún incrementando en cada nueva convocatoria el caudal de sus columnas, dado que el stablishment se muestra ducho en su capacidad de asimilar el viejo mecanismo de presión y negociación. Las fuerzas que pretenden  representar los intereses de un pueblo despojado del deseo y sujeto a la necesidad, cargan con la responsabilidad ineludible de advertir que, al cabo de casi cuatro décadas de democracia formal, socioeconómicamente estamos peor que durante la dictadura, y - recogiendo el riquísimo legado de nuestras mejores experiencias - ensayar métodos de lucha verdaderamente capaces de cortar la digestión de los poderosos.-

 

 

 

JORGE FALCONE