domingo, 20 de junio de 2021

ARGENTINA: UN PAÍS AJENO 

AL DESPERTAR CONTINENTAL

"Los libertarios crecen a medida que la izquierda anticapitalista (cultivando estilos apolíneos) gasta sus días en prácticas fragmentadas, testimoniales o conmemorativas, a medida que las dirigencias de las organizaciones populares y los movimientos sociales piensan burocráticamente en administrar la gobernabilidad más que en organizar el conflicto. ¿Qué pasará cuando entre en erupción la bronca acumulada?". 

Miguel Mazzeo 

 

La revancha de la América Profunda

Este continente sistemáticamente estafado y tantas veces mancilladlo, que periódicamente parece perder su rumbo víctima de la Maldición de Malinche, afortunadamente cada tanto refresca las memorias de su encubrimiento y vuelve a transitar la senda trunca de sus libertadorxs.

Aquel inmenso nostramericano que fue Eduardo Galeano hizo escuela enseñándonos a interpretar el damero global de la realidad a partir de acontecimientos a primera vista ínfimos. 

Recuperando su singular estilo, no correspondería pasar por alto que recientemente en México - por ejemplo - las comunidades indígenas de Michoacán votaron y expulsaron de sus territorios 92 puntos electorales. A partir de ello, sin partidos políticos, deciden administrar autónomamente sus recursos.

El hecho ocurrió en las últimas elecciones de diputados, gobernantes, alcaldes y autoridades locales. Al respecto, el Consejo Suprema Indígena de Michoacán informó de la no instalación de los puntos electorales en 20 de sus comunidades.

Dicha instancia también señaló que la decisión fue tomada en las asambleas generales, como expresión concreta de su libre autodeterminación política.

Así, los pueblos originarios de Michoacán avanzan soberanamente, lejos de gobiernos y partidos amparados en una institucionalidad que perpetua el poder de la casta política y los intereses económicos de los ricos. Acaso un ejemplo singular, pero demostrativo de que hay un camino posible de ensayar.
 

Las generaciones que hoy se levantan a lo largo de Nuestra América exigen cambios de fondo porque la pandemia muestra lo más despiadado de un sistema - mundo regido por el capital financiero trasnacional, que lejos de ceder y mostrar un rostro humanitario, negocia con las vacunas como nuevo instrumento de dominación y disputa mundial. No solo eso, sino que los sectores dominantes tampoco quieren ceder terreno en reducir su tasa de ganancia, pese a que muchos de ellos han ganado como nunca en este año y medio de pandemia, mientras millones de semejantes caen en el hambre y la muerte, se profundizan las diferencias sociales y se incrementa la precarización laboral, a la par de las políticas que destruyen los ecosistemas, envenenan pueblos enteros, contaminan y destruyen la tierra. 

Estas cuestiones están en el ADN de una nueva configuración continental. Es mucho el acumulado de estos últimos años, agravado ahora exponencialmente por la pandemia mundial.  

Las mujeres, lxs jóvenes y los pueblos originarios son protagonistas de los cambios. Nada es casual, desde lo más hondo de Nuestra América exigen manejar el futuro y se aprestan a conquistarlo. El camino no es lineal, tiene idas y vueltas, pero exigen que los Estados, cuando se imponen gobiernos que pretenden responder a las mayorías,  estén a la altura de las necesidades, ya no de la emergencia, sino la de empezar a formatear una institucionalidad capaz de  defender y construir soberanía, cuidando el medio ambiente, con perspectiva de género y transitando la plurinacionalidad en todos sus niveles. 

En Chile, la revuelta originada en octubre de 2019 fue un punto de inflexión que marcó el inicio de una nueva etapa política en ese país. Se puso en discusión todo y se conquistó la convocatoria a una Asamblea Constituyente sin precedentes que - muy a pesar de sus limitaciones - va a cambiar la vigente, impuesta por el dictador Pinochet: Primero se arrancó el plebiscito y posteriormente se eligieron los representantes que trabajarán en la Asamblea. Por primera vez en el continente se integra una Asamblea con perspectiva de género, expresada en su composición. Y por primera vez hay 17 bancas sobre 155 para los pueblos originarios.  

Los grandes ganadores fueron lxs candidatas independientes, sin partido, que estuvieron en la primera línea de batalla contra los carabineros en las históricas jornadas que aún sacuden al país andino. En su conjunto, esas listas obtuvieron un tercio de la Asamblea. La derecha sufrió una de las peores derrotas de la historia y las opciones de izquierda - como el PC en alianza con la centroizquierda -, también obtuvieron numerosas bancas y se alzaron con la Alcaldía de Santiago de Chile. Sin ir más lejos, el candidato que lidera las encuestas para las próximas elecciones  presidenciales es afiliado al Partido Comunista. 

Lo que sucede en Chile o Perú, también se vio en Ecuador, donde gigantescas luchas precedieron a las elecciones y fueron los candidatos Arauz y Yaku Pérez quienes expresaron las opciones emergentes de esas luchas, si bien fueron separados, lo que posibilitó el triunfo con denuncias de fraude del banquero Guillermo Lasso en el balotaje. Más allá de ese resultado, lo ocurrido también forma parte del nuevo escenario que se va configurando en la región, donde la radicalización de las luchas fuerza crisis políticas de gobernabilidad, frecuentemente aprovechadas por  opciones populares que se unen para derrotar a enemigos poderosos en los procesos electorales, tensionando las reglas de juego del sistema, mientras la correlación de fuerzas no se presente favorable aún para transformar un auge de luchas, en una situación revolucionaria que se aproxime al poder.  

La masacre sobre el pueblo Colombiano, confirma un panorama en el que a los gobiernos abiertamente fascistas como el de Iván Duque - llegado el momento, y sobrepasados por las luchas - no dudan en recurrir a sus fuerzas represivas y  grupos paramilitares para masacrar al pueblo. Sin embargo, cientos de muertos, desaparecidos y torturados, no consiguen frenar las luchas, cuyos protagonistas van ensayando nuevas formas de resistencia a la represión brutal. 

Justamente, en el comunicado en que se anunció el levantamiento del Paro Nacional, sus promotores anunciaron varias estrategias nuevas que pondrán en marcha a partir de ahora. Una de ellas es la realización de asambleas populares, eventos pedagógicos para explicar el contenido del Pliego de Emergencia; la segunda es la presentación de proyectos de ley que contengan las principales reivindicaciones del Paro Nacional el próximo 20 de julio, al inicio de las sesiones ordinarias del Congreso de la República; la tercera son jornadas artísticas y culturales, y el llamado a una movilización nacional el próximo 20 de julio.

Se trata pues de darse un respiro que permita reorganizar las fuerzas para las nuevas batallas que se avecinan en todo el territorio colombiano.
El desenlace está en marcha y de seguro tendrá repercusión en las próximas elecciones presidenciales faltando menos de un año.  

De modo que los procesos de masas son la principal escuela de cuadros a la hora de adquirir conocimientos para mejor librar la lucha de clases. El rol de los partidos y herramientas políticas amplias de unidad, es sin duda el de ganarse el corazón del pueblo buscando la síntesis que arroje su práctica para poder contribuir a que éste avance a saltos en su organización y preparación. Uno de los factores más importantes que emerge estriba en saber diferenciar la conquista de un gobierno con la conquista del poder. El papel de la subjetividad es fundamental a la hora de  encontrar el rumbo a la explosión de las luchas.

Los avances en estos procesos impusieron algunos gobiernos que expresaron alianzas de clases electorales, mostrando que es necesario en determinados momentos, lograr unidades amplias y heterogéneas para superar a rivales de expresiones reaccionarias poderosas como el macrismo. Por otra parte, una vez conquistado el gobierno, los sectores populares deben coordinar su acción para lograr la hegemonía y avanzar en medidas que beneficien al pueblo. Esta es una acción permanente en una coalición heterogénea mientras se sostiene la unidad frente a los enemigos de la Nación.

El papel de la subjetividad radica en saber analizar los cambios en este nuevo auge de luchas en curso, aportar herramientas e iniciativas que ayuden a que no se detenga la marcha del pueblo por sus necesidades, sobre todo allí donde se ha logrado imponer gobiernos progresistas y populares. 

Los procesos mencionados fueron demostrando que la unidad del pueblo se va forjando en la medida que recupera conquistas y adquiere certezas, no acerca de  un camino de llegada, sino del inicio de una lucha por el cambio de la matriz económica que tendrá expresiones en la recuperación de áreas propias de producción soberanas, a la vez que irá recortando el poder de los monopolios y terratenientes. Este proceso, que no es corto, deberá repercutir en los cambios en la superestructura política para defender lo conquistado en la base económica y profundizar la marcha general del proceso emancipatorio. 

Todo eso ha estado presente en una  lucha con idas y vueltas en diversas experiencias regionales durante la etapa anterior al inicio del actual siglo, donde se conquistaron derechos pero no se avanzó en desarmar esa estructura económica dependiente y latifundista que predomina en la región, que sostiene   modelos agro exportadores contaminantes de materias primas. Los sectores monopólicos que sustentan las expresiones políticas de la derecha, salieron fortalecidos y fueron los que dieron golpes de Estado y prepararon como nunca una red en la justicia y los medios masivos de comunicación, base de Fake News y Lawfare contra todo aquel que desafiara sus políticas. Se alimentaron de la división del pueblo, del control de los resortes claves de la economía, la justicia, las FFAA y seguridad. 

Las enseñanzas que dejan demuestran que los procesos de cambio son largos, que revisten de diferentes aspectos según el sector, pero que todos tienen como  común denominador  que la acción debe ser permanente, tener plena confianza y empoderar al pueblo para que sea protagonista y no mero espectador.

Esa acción permanente del pueblo para hacer respetar y llevar adelante sin pausa las etapas, una vez ganado el gobierno es fundamental para defender lo  conquistado mientras se va dotando de certezas al pueblo para que protagonice una transición que en muchos momentos será violenta, ya por acción de la derecha o por las concesiones y desviaciones del rumbo popular. 

La nueva configuración que se va desarrollando en Nuestra América reclama y exige ir hasta el hueso en la soberanía, con un Estado presente y atiento a las necesidades populares, que ponga coto al poder monopólico de bancos y terratenientes, hasta ahora ganadores en cualquiera escenario. 

Los nuevos vientos exigen instrumentos políticos de cambio que contribuyan al protagonismo del pueblo. En un mundo multipolar, el futuro está en saber aprovechar las contradicciones entre los poderosos para fortalecer el camino independiente hacia la liberación nacional y social. 

 

Martín Guzmán como aguafiestas del oficialismo ante las PASO 

Lo que hasta hace algunos días era la agenda para la campaña rumbo a las elecciones de octubre en Argentina, enfrenta ahora un súbito cambio de escenario.  La rápida propagación de los contagios de Covid, en la indisimulable y potente segunda ola de la pandemia - que incluye la aparición de cepas aún más virulentas - obligó al oficialismo a modificar los planes. El contagio del Primer Mandatario no hizo más que acelerar tales decisiones.

Los funcionarios tienen su agenda repartida entre las medidas que sirvan para confirmar la recuperación de la actividad económica, tras el apagón de parte del año pasado, y aquellas iniciativas que permitan pasar esta segunda ola sin alteraciones profundas.

Está claro que a nivel macro, hoy el tema más preocupante remite a la aceleración inflacionaria. Después de un trimestre con una inflación en torno al 12%, se produjeron subas en varios de los alimentos que componen la canasta básica familiar. 

El Banco Central no queda exceptuado de la regla. Miguel Pesce tiene configurada una estrategia para enfrentar el agravamiento del escenario sanitario. 

Básicamente, el objetivo pasa por evitar una presión cambiaria en plena segunda ola. La novedad es que esa pretensión excede al canal "oficial". Sino que incluye a todos los dólares del mercado. Los denominados dólares "alternativos" (contado con liqui y MEP) y el "blue".

Lo viene logrando: la estabilidad ganada en el tipo de cambio mayorista (oficial) se trasladó al resto. Aunque con costos de reservas por la intervención de la autoridad monetaria en el mercado del MEP y el CCL.

Para los próximos días, la situación luce inmejorable. Al menos en los papeles. Los chacareros deberían liquidar una porción de la cosecha de soja, lo que ayudará al Banco Central a mantener estabilizado el frente cambiario y a recomponer las reservas.

Aunque sobre este último punto subsisten las dudas. Un repaso por los datos del primer trimestre acrecienta esa incertidumbre. 

Entre enero y marzo último, la liquidación de divisas por parte del complejo agroexportador alcanzó a u$s 6.720 millones. Se trata de un volumen récord para un primer trimestre. Ni siquiera se había logrado en los momentos de mayor estabilidad financiera de los últimos años. 

De esos u$s 6.720, el Banco Central pudo comprar u$s 2.178 millones. Sin embargo - y aquí va el dato revelador y complejo de la actual dinámica - de ese monto total, las reservas sólo crecieron en u$s 152 millones. Apenas el 7% de lo que la mesa de operaciones del BCRA compró en el mercado. 

Para pasar en limpio: durante el trimestre de liquidación de divisas récord, el Banco Central prácticamente no pudo acumular nada. 

No obstante, el “vaso medio lleno” indica que al menos el Central dejó de perder divisas, que es lo que venía ocurriendo hasta finales del año pasado.

La otra novedad tiene que ver con algo que influirá durante la campaña hasta octubre. Y es que parte de los dólares que el BCRA no pudo acumular se fueron en intervenciones en el mercado cambiario "alternativo".

Lo que sucedió en los últimos meses fue que el Central usó unos u$s 200 millones mensuales a intervenir en el mercado del "contado con liqui" y del MEP para estabilizar las cotizaciones "alternativas", que quedaron por debajo del dólar "ahorro". 

Se trata de una modalidad que llegó para quedarse. Que la mesa del BCRA mantendrá en tanto y en cuanto continúe la dolarización a través de esos mercados. El Gobierno no está dispuesto a permitir un ensanchamiento de la brecha cambiaria durante la campaña rumbo a octubre. Y mientras se extienda la negociación con el Fondo Monetario. 

En el equipo económico hay voces que admiten que la brecha por encima del 100% - vista en octubre, con el "blue" orillando los $200 - fue responsable de la presión inflacionaria de los últimos meses. 

Por eso mismo, los funcionarios no están dispuestos a convalidar un salto de esa brecha y se mantendrán las intervenciones.

Otra arma para "pelearle" a la inflación - que el Banco Central ya demostró que está dispuesto a usar - refiere al ancla cambiaria de la cotización del "oficial" (dólar mayorista). 

Los últimos números resultan elocuentes:

● En diciembre de 2020, con una inflación del 4%,

   la cotización del dólar subió 3,5%.

● En enero, con una inflación del 4%, el dólar se elevó 3,75%.

● En febrero, los precios subieron 3,6% pero el dólar lo hizo un 2,9%.

● Y en marzo, contra una inflación cercana al 4%,

   la cotización del dólar subió apenas el 2,4%

Como queda de manifiesto, en los últimos meses, el Banco Central puso en marcha un objetivo de devaluación por debajo de la inflación, con lo cual intenta apaciguar la expectativa inflacionaria.

¿Alcanzará con esa medida para desacelerar la dinámica de los precios? ¿O, por el contrario, lo único que logrará es que en algún momento el "mercado" descuente una futura devaluación? 

Obviamente, todo dependerá de que el Gobierno acompañe esta medida con otras, como el plano fiscal. Lo mismo que el escenario monetario. El propio Martín Guzmán habla de una inflación "multicausal". 

Por lo pronto, el escenario monetario del año pasado es irrepetible. Durante el primer trimestre de 2020, el Banco Cental emitió la friolera de $600.000 millones. En este 2021, la situación es bien distinta: la emisión para el Tesoro resultó de "apenas" $70.000 millones.

Guzmán se planteó un ordenamiento fiscal muy prolijo, en línea con la esperada recuperación de la actividad económica. De hecho, una alta fuente del Ministerio adelantó que las últimas recaudaciones vuelven a exhibir cifras "muy positivas".

En simultáneo, el ministro quitó prácticamente toda la asistencia (gasto Covid): la última distribución del IFE fue en agosto del año pasado. Y el ATP (salarios complementarios a cargo del Estado) se mantuvo hasta diciembre. Desde ese momento se pagan parte de los salarios a través del Repro II, que es un programa más limitado que el ATP. 

No fue el único ajuste en marcha: los salarios de la administración pública también quedaron bien por debajo de la inflación. Mientras que las jubilaciones se actualizaron 35,3%, un punto menos que la inflación, pero lejos del 42% que les hubiera correspondido en caso de que no se suspendiera la antigua fórmula.

El Gobierno ya probó lo costoso que puede significar un desvío de la consistencia fiscal. Tras la emisión récord - de alrededor de $2 billones a lo largo de 2020 -, el dólar "blue" llegó a los $195. Bajarlo de ese nivel fue muy trabajoso, asumen en el equipo económico. Y llevó tiempo.

Por eso mismo, ahora se montó una estrategia - para algunxs razonable, para otrxs rudimentaria - para intentar que el escenario financiero y económico se sostenga durante los próximos meses. Mientras la pandemia se extiende a la espera de más lotes de vacunas anti Covid.

En este contexto, las tensiones entre la cartera económica y el Instituto Patria escalan, en la medida en que trascienden algunas encuestas desalentadoras para el oficialismo en el distrito bonaerense, ineludible trampolín para sostenerse en el gobierno.

En tanto, algunas organizaciones sociales otrora afines a la coalición gobernante comienzan a desmarcarse insatisfechas, mientras los sectores populares más beligerantes entretejen alianzas cada vez más voluminosas, dispuestos a permanecer a pie de calle reclamando derechos desatendidos.-

 

JORGE FALCONE

 

sábado, 5 de junio de 2021

Pensamiento crítico

CUENTA REGRESIVA PARA CONJURAR

LAS CEPAS MÁS AGRESIVAS DEL CORONAVIRUS 

(Y DEL CAPITALISMO) 

Los Señores de la Vida y de la Muerte

Muchas han sido las conjeturas - algunas más “conspiranoicas”, otras con mayor asidero - acerca del origen de la peste que viene azotando a la humanidad, y muchas también las denuncias acerca de la utilización política que el poder viene haciendo de la cuarentena que esta emergencia sanitaria impone. 

En los últimos tiempos ha tomado estado público, por ejemplo, que el famoso  laboratorio biológico  de Wuhan es propiedad de GlaxoSmithKline, empresa británica de la que “casualmente” es propietaria Pfizer, justamente el laboratorio que fabrica una de las más importantes vacunas contra el COVID - 19, que supuestamente se originó  en el Laboratorio Biológico de Wuhany, financiado por el Dr. Fauci, promotor principal de dicha vacuna. 

A su vez, GlaxoSmithKline está administrada por la división financiera de Black Rock, fondo encargado de las finanzas de la Open Foundation Company (Fundación Soros), del que se ocupa AXA, multinacional francesa especializada en el negocio de los seguros y la gestión de activos.​ 

Aquí viene a cuenta destacar que George Soros es dueño de la empresa alemana Winterthur, que construyó un laboratorio en Wuhan, y fue comprada por la alemana Allianz, que tiene a Vanguard como accionista, quien simultáneamente lo es de Black Rock, firma que controla los bancos centrales y administra alrededor de un tercio del capital de inversión global. Y que ese magnate también es un importante accionista de MICROSOFT, propiedad de Bill Gates, quien por su parte es accionista de Pfizer, y últimamente primer patrocinador de la OMS.

Un proverbio popular sostiene que “las brujas no existen, pero que las hay, las hay”. Pues, desde que se inició esta pandemia que nos ha arrebatado tantxs semejantes, el citado pool biotecnológico ha quintuplicado sus millonarias ganancias gracias a la producción de vacunas.


Un sistema - mundo enemigo de cualquier forma democrática

Ya no cabe la menor duda de que la crisis económica argentina es de tipo estructural. Esto es, no se debe a tal o cual política de coyuntura, a tal o cual figura al frente del Ejecutivo.

Los economistas clásicos han planteado que el desarrollo de las fuerzas productivas depende fundamentalmente de la reinversión productiva del excedente (o de la plusvalía) Por inversión productiva debe entenderse la inversión destinada a aumentar el trabajo productivo y los medios de producción utilizados por los trabajadores productivos. Fue una idea clave de Adam Smith (y su definición de trabajo productivo como aquel que genera plusvalía), de David Ricardo y también de Karl Marx. Para este último, la clave del desarrollo era la acumulación del capital; esto es, de nuevo, la inversión de plusvalía para ampliar la fuerza de trabajo y el capital constante.  

La acumulación del capital, o reinversión productiva de la plusvalía en Argentina ha sido muy débil a lo largo de las últimas décadas. Precisemos que en las cuentas nacionales se considera capital fijo a las viviendas, otros edificios no residenciales y estructuras, maquinaria y equipo de transporte. Por supuesto, el capital fijo así definido no es el mejor indicador para evaluar la dinámica de la inversión productiva. Después de todo, la construcción de un hotel destinado a lavar dinero, o de residencias suntuarias, por ejemplo, no suman a la capacidad productiva. Por lo cual hubiera sido más conveniente utilizar la relación inversión bruta en equipo durable de producción / PBI.

Actualmente es un secreto a voces que existen importantes sumas de dinero que han salido del circuito y no están registradas. 

He aquí entonces la contrapartida de la debilidad de la acumulación productiva: decenas de miles de millones de dólares salen del circuito económico, ya sea porque se guardan “debajo del colchón”, se colocan en bancos, en propiedad inmobiliaria en el exterior, o en paraísos fiscales. Agreguemos que en buena medida la deuda externa ha servido para financiar esta salida de capitales (otra parte de la deuda se contrae para pagar deuda, una bola de nieve que no deja de crecer) Anotemos también que la falta de inversión productiva y la salida de capitales dan lugar a todo tipo de ingenierías financieras que siguen alimentando la especulación, el crecimiento de capitales ficticios, las inversiones improductivas, y más y más deuda. Para verlo con un ejemplo sencillo: actualmente los bancos utilizan los depósitos que pagan 37% al depositante para comprar Leliq (letras del Banco Central), que pagan 38%. ¿Qué tiene esto de inversión productiva? Absolutamente nada. Con el agregado de que estas “bicicletas” terminan, invariablemente, en nuevas salidas de capitales (los que han hecho altas ganancias y aciertan a retirarse minutos antes del derrumbe), más deuda pública, y más capitales en el exterior.  

A este respecto, pareciera que no hay mayores diferencias entre los neoliberales devotos del capital financiero internacional y los neodesarrollistas “defensores del modelo nacional, popular y productivo”. Algunos mantienen empresas off shore, a otros se les da por cajas de seguridad en bancos locales o uruguayos.

La otra cara de la Argentina acreedora es la falta de empleo, las crisis recurrentes, los sucesivos “ajustes” de salario, también recurrentes, el estancamiento y el atraso, la hambruna y los millones de condenados a la miseria y la marginalidad. De acuerdo al Indec, en el segundo semestre de 2020 el 31,6% de los hogares y el 42% de la población estaban debajo de la línea de pobreza. El 7,5% de los hogares y el 10,5% de las personas estaban por debajo de la línea de indigencia (31 conglomerados urbanos) Además, el 20% de la población no tiene acceso a agua de la red pública; el 50% de los hogares no tiene acceso a la red pública de desagüe; el 35% de la población depende únicamente de la cobertura pública de salud; una de cada tres personas habita en viviendas precarias. 

Los trabajos precarios y los bajos salarios se han generalizado. Según la Universidad Católica Argentina, en 2020 el 51% de los ocupados eran personas que desarrollaban actividades autónomas, no profesionales o llevadas a cabo en pequeñas unidades de escasa productividad, alta rotación y baja o nula vinculación con el mercado formal (La Nación, 27/05/21) Durante el mismo año, el ingreso medio mensual de la mano de obra no especializadas fue de $21.475 (si suponemos un dólar a $100, son 214 dólares por mes) Es un 35,4% menor que el ingreso total de los ocupados. A lo que se suman los millones que “han perdido su condición de existencia; es decir, la posibilidad de vender su fuerza de trabajo” (Marx) y apenas sobreviven gracias a magros planes sociales. Y todo esto en un  contexto de desplome, inflación mediante, de los salarios reales. 

Ante el panorama descripto, desde las organizaciones sociales no oficialistas crece el reclamo por un aguinaldo para el programa Potenciar Trabajo, planteo que la cartera de Desarrollo Social se apresuró a desalentar (aunque desde el Instituto Patria, sumamente preocupados por el resultado de las elecciones de medio término, insten a la titular del ANSES a considerar un regreso del Ingreso Familiar de Emergencia) Sin embargo, la Dra. Cynthia Benzion - presidenta de la Asociación de Abogados y Abogadas Laboralistas - se pronunció al respecto aduciendo que la Constitución Nacional “protege al trabajo, a las personas trabajadoras y no distingue entre tipos de vinculación jurídica laboral”. En tal sentido, la profesional manifestó: “Corresponde la misma protección a todas las personas trabajadoras, sean de la economía popular, trabajadores en relación de dependencia, clandestinizados, etc., y no veo legítimo que se les nieguen derechos que corresponden, más aún teniendo en cuenta el efecto de la pandemia en la pérdida de puestos de trabajo”. 

Esta es la base menos visible de un iceberg que tiene por vértice a la democracia, considerada “el mejor de los regímenes posible” por el sentido común imperante. 

Está a la vista, no obstante, como sabiamente escribiera el inolvidable Eduardo Galeano en “Las venas abiertas de América Latina”, que el desarrollo capitalista “es un viaje con más náufragos que tripulantes”. 

 

Sentido común y Batalla Cultural 

Según Lacan, la realidad es un fenómeno que se nos torna imposible de representar, dado que solo estamos en condiciones de tramitar su huella. Y según Althusser, mientras el capitalismo es un dispositivo que busca incesantemente la reproducción ilimitada de su modo de producción, la ideología es el sistema de representaciones que tiene cada sujeto con respecto a la realidad. 

Hoy existe una polémica en torno a porqué los sectores populares - en todo caso sería debatible si se los puede seguir considerando clases en el sentido que le daban los clásicos - votan “en contra de sus intereses”, como lo habrían hecho en 2015 en Argentina, o más recientemente en la comuna de Madrid. 

Aunque quizás convendría interrogarse acerca de si sus intereses actuales continúan siendo aquellos que, a la manera de una misión histórica inalienable, les asignaba el pensamiento crítico. Y acaso dicho cuestionamiento conduzca a concluir que no todas las esferas de lo ideológico son de carácter consciente, de manera que en el propio inconsciente de los sectores en cuestión también germina la semilla del imaginario que es capaz de sembrar el poder desde sus múltiples fuentes de producción de subjetividad (y muy especialmente desde la Industria del Entretenimiento, léase  Netflix, HBO o Amazon) Aquí cabe destacar, según se ha comprobado, que cada vez menos gente consume televisión abierta, y cada vez la sustituye más por contenidos on line de todo tipo, como videoclips, culebrones o series de alto impacto. 

Las imágenes que consumimos trafican nociones de carácter afectivo, social y hasta político ante las que no somos inmunes. 

Es entonces cuando, en ese terreno en el que estamos tan inermes, entran a tallar los lugares comunes - que buena parte de la militancia acostumbra a minimizar - del tipo de “cómo va a robar si ya es millonario” o “con la vacuna te inyectan un chip que les revela todos tus movimientos”. 

Y el confinamiento que nos viene imponiendo la emergencia sanitaria contribuye a que la vida migre hacia las pantallas, y gran parte de nuestro tiempo ocioso nos convierta en conejillos de indias de lo que la antropóloga feminista mejicana Sayak Valencia denomina régimen de life streaming (vale decir, existencia en redes), universo donde las imágenes de todo tipo - progres o reaccionarias - predominan significativamente sobre las palabras y, por ende, facilitan su asimilación. Sobre todo aquellas imágenes transmitidas en vivo, que ofrecen un grado de fascinación a menudo superior a la propia realidad. 

Es en ese campo de batalla donde resultarían de suma utilidad lxs hackers y programadorxs que no abundan entre las fuerzas populares, idónexs tanto para neutralizar tanta circulación de porquería como para diseñar contenidos críticos y divertidos a los efectos de contrarrestarla.

Por supuesto que una batalla cultural no se libra exclusivamente en el terreno de las ideas. Sin ir más lejos, en esos bolsones sociales donde subsiste un acumulado de memoria histórica existe una mayor reserva de herramientas capaces de generar refractariedad ante los mensajes hegemónicos. 

Retomando la cuestión del sentido común vigente, digamos que si bien la humanidad no está predestinada a su emancipación, solo encolumnándose detrás de esa utopía consigue ponerse a resguardo del relativismo moral imperante desde que implosionó el socialismo real, caldo de cultivo propicio para que la idea de “libertad” resulte arrebatada - al decir de Silvio Rodríguez - por unos “servidores de pasado en copa nueva”, como en nuestra latitud son los Milei o Espert, quienes con ese discurso han logrado hacer pie en un 25% de la juventud desencantada de la política tradicional, que hoy los ve como transgresores del orden establecido.

Aquí cabe resaltar que esa nueva derecha que nutre las convocatorias de lxs antivacuna está consiguiendo que se la identifique como antisistema, dado que, cabalgando sobre el hartazgo social que despiertan las restricciones actuales, echa mano a la bandera de la antipolítica y el disfrute, dejando a la izquierda en inferioridad de condiciones, dado que a esta le corresponde la árdua tarea de tener que sobreargumentar sobre las trampas que genera el capitalismo, de las cuales la democracia acaso constituya su mayor estafa. 

Así, paradójicamente, a ellxs les asiste reivindicar la realización de la Copa América en un país diezmado por la peste, mientras que a sus antagonistas les cabe el estigma de irresponsables, porque no tienen más remedio que ganar las calles - única caja de resonancia eficaz para todo tipo de reclamos - en un momento en que el discurso oficial machaca la conciencia colectiva recomendando quedarse en casa. De manera que, en tanto estxs piden pan, aquellxs ofrecen circo. Lo que siempre es más divertido. 

Por ende, a quienes no detentan el mega dispositivo comunicacional con que persuade el poder de arriba hacia abajo, solo les asiste generar de abajo hacia arriba condiciones materiales capaces de fomentar otro tipo de vínculos y de valores, necesariamente en torno a modelos productivos alternativos y exitosos,  capaces de impactar tanto en el bolsillo como en el imaginario de los sectores más castigados, contribuyendo a generar autonomía y dignidad.- 

 

JORGE FALCONE

martes, 1 de junio de 2021

NUESTRA AMÉRICA BAJO EL AZOTE

DE LA SEGUNDA OLA DEL COVID 

Y DE LA ENÉSIMA DEL HAMBRE











“Existe la posibilidad de nuevos gobiernos progresistas, como el de Gustavo Petro en Colombia y Pedro Castillo en Perú. Pero no tendrían la menor chance de apaciguar a las clases dominantes, ni conseguirían desmovilizar a los pueblos. Algo similar puede decirse en el resto de los países. Quien gobierne, tendrá el terreno acotado arriba y abajo, por lo cual los cambios serán mínimos, por lo menos a corto plazo. Es una buena chance para que los pueblos tomen iniciativas en otras direcciones. Los proyectos autonómicos son una posibilidad real. Que los jóvenes urbanos de Cali hayan llamado a la Guardia Indígena para su defensa, que la bandera mapuche sea la más ondeada en la revuelta chilena muestran que los territorios autónomos en resistencia se han convertido en alternativa real y concreta para amplios sectores de las sociedades”.

Raúl Zibechi

“América Latina: De la ingobernabilidad al caos”

Portal desInformémonos. Periodismo desde abajo

(29/5/2021)

 

Mientras escala el descontento popular en la región, Argentina continúa atravesando el peor momento de la emergencia sanitaria, con cifras alarmantes de contagio que no remiten sustancialmente pese a las restricciones, con personal sanitario sumamente agotado, y con gran escasez de plazas de internación. En un contexto tan afligente, nuestro pueblo sigue siendo rehén de una grieta de carácter eminentemente electoral fomentada por los medios hegemónicos, cuyos protagonistas principales no han dejado de ser Mauricio Macri y Cristina Kirchner, aunque circunstancialmente parezcan ser Patricia Bullrich y Alberto Fernández, ese presidente que le da entidad a la jefa del PRO amenazando con hacerle juicio por sus denuncias de supuesta coima en el proceso vacunatorio, gesto reforzado ahora por las autoridades de la señal C5N cubriéndole las espaldas a dicha dirigente, a expensas de un desliz de un buen periodista como Tomás Méndez. En tanto, la retrógrada masa crítica de los terraplanistas que se manifiestan contra el confinamiento, apoyados por esxs “libertarios” para quienes cualquier praxis o intervención ajena al mercado merece ser catalogada como socialista o comunista, suministra - a sabiendas o no - el plafón bolsonarista necesario para que “los desconocidos de siempre” vuelvan a hacer de las suyas volando un local del Frente de Todos en una Bahía Blanca tutelada por la Marina, o hackeando el merecido homenaje virtual al cineasta detenido-desaparecido Raymundo Gleyzer, organizado por numerosas asociaciones de documentalistas que debieron interrumpirlo ante la irrupción del himno nazi.

  

Las penas son de nosotrxs… las vacunas son ajenas 

Nuestra América se debate nuevamente en estertores de parto. Una de las lecciones insoslayables que aportan las revueltas populares que hoy conectan al Caribe con Los Andes, es la del agotamiento de las democracias formales. 

Por estos lares, mientras en el seno de la partidocracia se apuntan entre oficialistas y opositores para responsabilizarse por los problemas del país, exclusivamente motorizados por una agenda electoral, sigue aumentando la cantidad de pobres (42%), se desmorona el poder adquisitivo, continúa habiendo inflación, y sube el desempleo. Como si esto fuera poco, la situación sanitaria enfrenta un desafío sin precedentes y miles de argentinos pierden la vida al borde  de un colapso hospitalario. 

La Universidad de Oxford aporta datos que muestran claramente un centro y una periferia en el acceso a las vacunas: En el cálculo de dosis cada 100 habitantes, Israel lleva 121, Estados Unidos 82 y Alemania 47. Otros países como Argentina 22 y Brasil 25, mientras que Sudáfrica no llega a 1 vacuna (0.81)  por cada 100 habitantes y El Congo registra solo el 0.01. 

La consultora Airfinity estimó que países como Estados Unidos y algunos de Europa llegarán a la inmunidad (70 % de la población vacunada) en julio. Aunque gran parte de Nuestra América, África y Asia no alcanzarán la inmunidad colectiva hasta bien entrado el 2022. De hecho Sudamérica - con 301 casos por millón de habitantes - encabeza la lista mundial de contagios de Covid-19, siendo Argentina y Uruguay los países más afectados. 

En 2019, un año antes de que se desatara la pandemia en curso, el 90 % de las ventas de vacunas estaba concentrado en 5 grandes multinacionales: Pzifer, Merck y Gilead Sciences (EEUU), GlaxoSmithKline GSK (Reino Unido) y Sanofi (Francia) 

Ese mercado había facturado 33.000.000.000 de dólares, como resultado de 5.500.000 de dosis comercializadas, según datos del Global Market Vaccine Report de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

La peste puso en evidencia la velocidad del lucro de estas multinacionales para comercializar la vacuna. Las 5 empresas mencionadas concentran el 77 % de las dosis que se aplicarán este año a más del 90 % de la población mundial, proyectó en un informe de abril de este año el Deutsche Bank. Para Covid-19, hay 12 planes industriales en plena vigencia que en conjunto producirán para este año alrededor de 15.000.000.000 de dosis, lo que alcanzaría para inmunizar a toda la población mundial. 

Esta disputa por quién se queda con la parte del león adquiere forma política en la lucha por liberar las patentes. Ángela Merkel, canciller de Alemania, manifestó el pasado 8 de mayo en una rueda de prensa que “la Unión Europea siempre ha exportado gran parte de su producción. No creo que la suspensión de las patentes sea la solución para que haya vacunas para más personas. 

Un día antes, Albert Bourla, consejero delegado de la farmacéutica Pfizer, declaró que liberar las patentes “desincentivará” a otras empresas a tomar riesgos y que va a “crear más problemas” en lugar de mejorar la situación de la cadena de suministro. 

Como contraparte, también el pasado 8 de mayo, el Sumo Pontífice en un concierto benéfico organizado por Global Citizen reclamó la “suspensión temporaria de derechos de propiedad intelectual” de las vacunas contra el coronavirus, a la vez que ratificó la necesidad de que haya un “acceso universal” al desarrollo científico. 

Cinco días después, Gao Feng, portavoz del Ministerio del Comercio de China, expresó que su país “apoya la propuesta de la OMC de suspender los derechos de propiedad intelectual relativos a las vacunas contra el Covid-19 y a otros preparados antiepidémicos y propone pasar a la etapa de consultas sobre el respectivo texto”. 

Ante este panorama, cabe advertir que el círculo vicioso que tradicionalmente ha afectado a lxs jóvenxs (muchos trabajos requieren experiencia, pero esta no se puede adquirir sin empleo) se ha visto agravado en todo nuestro continente desde el inicio de la pandemia. Escuelas y universidades siguen cerradas presencialmente en muchos lugares y la falta de recursos aleja a lxs jóvenxs de las aulas. El virus persiste y la crisis económica es galopante, pero no afecta a todos por igual: mientras que en Estados Unidos la vacunación masiva ayuda a vislumbrar la luz al final del túnel, en México 2020 cerraba con una pérdida de 672.000 empleos entre lxs menorxs de 24 años; en Colombia, donde la pobreza alcanza el 45% y el desempleo juvenil el 25%, la juventud ha ganado las calles. E índices similares comprometen a Argentina y Perú. 

El Covid-19 tampoco deja mucho espacio para la igualdad de género. Tal circunstancia trasciende a la emergencia sanitaria, pero no deja de ser cierto - por citar un ejemplo - que un 20% de las ejecutivas latinoamericanas se han planteado dejar su empleo desde el inicio de esta crisis ante la imposibilidad de compatibilizarlo con las responsabilidades familiares. La corresponsabilidad ha mejorado, pero la discriminación hacia la mujer persiste en ámbitos como la desigualdad salarial, la falta de reconocimiento ante el trabajo realizado y los problemas para conciliar trabajo y vida personal. 

 

Una partidocracia que no atina a interpretar el mundo en gestación 

Es la dirigencia política la que tiene en sus manos la conducción del destino del mundo y del país. Tanto de oficialistas como opositores dependen las decisiones que se tomarán para reactivar la economía, parar la inflación, recuperar el poder adquisitivo y - sobre todo - mitigar los efectos de la pandemia y la crisis sanitaria. Sin embargo, una reciente encuesta local revela que más del 96% de la población no confía en la clase política. 

Más de 33 mil personas se tomaron unos segundos para contestar una simple pregunta del diario MDZ Online: ¿Cuánto confía en la clase política? Y la respuesta fue contundente, con un 87% de personas que se inclinaron por el "Nada" y un 9,22% que se decantó por la opción "poco". Solamente el 3,75% opinó que confía mucho en la clase política. 

Tales resultados no ponen en tela de juicio exclusivamente a la posición financiera globalista que encarnan la dupla Stiglitz - Guzmán, junto con un Alberto Fernández alineado  con la socialdemocracia europea, sino que se suman a lo que ya constituye un descrédito global de la clase política. 

En el terreno de lo social, ahora asordinada por la decidida intervención del Ministro Daniel Arroyo, hace algunos días tomó estado público una polémica al interior de la coalición gobernante entre el sostenimiento del asistencialismo y la generación de trabajo genuino. 

La crítica de algunas organizaciones sociales oficialistas y del arco de las que no lo son apunta contra el condicionamiento que supone el cobro de la Tarjeta Alimentar. ¿Por qué no aumentar la Asignación Universal por Hijo u otros programas sociales mucho más abarcadores y efectivos?, preguntan en voz alta. Para dichos espacios, el plástico en cuestión se ve como una subestimación de la capacidad de las familias humildes para organizar sus ingresos y gastos. 

En parte el fondo político de tales críticas estriba en una pérdida de poder de esas organizaciones, dado que existe una disputa territorial entre las mismas y los caciques del PJ tradicional. La Tarjeta Alimentar supone una asignación directa de fondos a las familias, sin intermediarios, y por ende un recorte del dinero que ellas manejan y distribuyen sobre el territorio. Como lo demuestran los múltiples actos del Ministro de Desarrollo Social con intendentes y gobernadores, el crédito se lo lleva la política tradicional. 

Pero a distancia sideral del tira y afloje de Palacio, en la absoluta intemperie de la calle,  allí donde no llega el Estado y solo el pobre ayuda al pobre, continúan falleciendo trabajadorxs esenciales de comedores comunitarios, como la compañera Justina Calixto, del FOL. 

En consecuencia, nunca estará de más que lxs ungidxs por el voto popular de vez en cuando recuerden una vieja y sabia sentencia popular: quien siembra hambre cosecha rebeliones.-

 

JORGE FALCONE