jueves, 1 de abril de 2021

La pobreza llegó al 42% y afecta a 19,4 millones de personas

LA SEGUNDA OLA DEL COVID

ES FUNCIONAL AL AJUSTE EN MARCHA
















“Lamentablemente, nuestro punto de partida es muy bajo. Muchos años de desatino y errores nos han conducido a una situación muy crítica. Es muy difícil que este mes puedan pagarse a tiempo los sueldos de la administración pública. (…) Las medidas en curso permiten que podamos hoy lanzar una nueva fórmula: ‘Hay que pasar el invierno’.” 

Ministro de Economía Álvaro Alsogaray, La Nación, 29 de junio de 1959.

 

Pese a que el imperialismo yanqui intenta vanamente desacreditar al eje Rusia - China calificando a ambas potencias como “antiliberales y autoritarias”, la transición hegemónica se anota un nuevo y significativo avance con el acuerdo que prevé inversiones chinas por alrededor de 400.000 millones de dólares en los sectores iraníes de la energía y las infraestructuras.

A cambio, Teherán, gran productor de hidrocarburos que está muy golpeado por las sanciones estadounidenses, garantiza a Pekín un suministro estable de petróleo gas a precios competitivos.

En Nuestra América, 2021 es un año de elecciones legislativas y presidenciales en varios países hermanos. Este último es el caso de Ecuador (7 de Febrero), Perú (11 de Abril), Nicaragua (7 de Noviembre), Chile (21 de Noviembre), y Honduras (28 de Noviembre) 

Pero de momento la alarma regional se enciende en Brasil, donde por primera vez en su historia acaba de renunciar en bloque la cúpula militar por sus desacuerdos con el presidente, circulan rumores golpistas, y gana terreno el reclamo de un impeachment contra Bolsonaro.

Mientras, en nuestro país - aunque ese gran amigo del Partido Demócrata norteamericano que es Sergio Massa asegure muy suelto de cuerpo que este será un año de recuperación económica -, allí donde el Ministro de Economía discute detalles técnicos sobre el pago de nuestra abultada deuda externa aparece como bastante improbable conseguir una prórroga mayor para saldarla, y la entidad financiera por ahora se muestra indispuesta a avanzar en un acuerdo político como el que oportunamente selló con Macri  (ese émulo del personaje Disney Ralph El Demoledor) 

En tanto, durante los últimos meses Guzmán ha sostenido que su programa es el presupuesto. Pero esa ley hace agua, la meta inflacionaria del 29% agoniza, y quienes siguen de cerca su gestión opinan que resistirá mientras vea que puede seguir la negociación con el FMI en los términos que acordó con Fernández, sin inmolarse en el pedido de un plan a 20 años, como exige Cristina. 

Lo cierto es que aún ignora cómo tapar los 41.000 millones de pesos de recaudación que perderá por el alivio en Ganancias. 

Por lo pronto, de regreso de sus últimas negociaciones, ordenó suspender nuevos ingresos  de trabajadorxs informales al programa Potenciar Trabajo, generando la lógica desesperación en aquellos hogares humildes que, ante una recesión agudizada por la cuarentena y recortadas sus posibilidades de “parar la olla” changueando, dependen exclusivamente de esa cobertura para sobrevivir. 

Por otra parte, al mismo tiempo que se avanza en el cierre de la principal etapa de la ronda de paritarias del sector privado y el Gobierno acelera los pasos para convocar durante abril al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, para definir el nuevo piso salarial que determina los ingresos de unos 300.000 trabajadores fuera de convenio - lo cual se toma como referencia para la actualización de los sueldos en el sector informal de la economía -, ¡se anuncia el incremento impositivo de la luz, el gas, y el agua! 

En consecuencia, no hará falta ser Sherlock Holmes para deducir que, en esta emergencia sanitaria nítidamente clasista - al igual que ocurre ante la escasez de respiradores - la macroeconomía decide quién vive y quién muere.

Más aún si se tiene en cuenta que culminó el verano, algunxs privilegiadxs se dieron el gusto de vacacionar en Cancún y reingresar a nuestro país apestadxs pero con certificados truchos, se acercan los fríos, y campea un rebrote del  coronavirus (16.056 nuevos casos al momento de publicarse esta nota) que incluye variantes más virulentas, todo lo cual, si bien resulta bastante difícil que se vuelva a Fase 1 - sobre todo después de experiencias fallidas como la vivida recientemente en la provincia de Formosa -, seguramente requerirá  adoptar nuevas restricciones circulatorias altamente funcionales a un nuevo vaciamiento del espacio público, principal escenario donde los sectores más perjudicados libran sus batallas por la ampliación de derechos y el mejoramiento de su calidad de vida. De hecho, según trascendidos - ante la enorme dificultad para frenar las reuniones sociales en curso -, no se descartaría consensuar con los gobernadores un toque de queda, a presentarse bajo algún nombre más potable. 

Para tener una idea aproximada del riesgo que supone en este escenario “ahorrar” fondos públicos destinados hasta ahora a mantener la paz social, señalemos que el  programa “Potenciar Trabajo” del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Daniel Arroyo,  destinado a brindar inclusión laboral sobre todo a los trabajadores de la economía popular, y favorecer el acceso al crédito no bancario, entre enero del año pasado y enero de 2021, recibió del gobierno $82.705.119.547. Para acceder a los beneficios que otorga hay que inscribirse en el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (RENATEP), dependiente de la Secretaria de Economía Social, manejada por el Movimiento Evita. 

Si bien no hay registros oficiales que lo confirmen, se sabe que buena parte de quienes accedieron a estos subsidios son algunos de los movimientos sociales que integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular. 

El 11 de marzo pasado, el Gobierno, a través del Ministerio de Trabajo, a cargo de Claudio Moroni, le otorgó la “personería social” a la UTEP, hecho que la dejó a un paso de la sindicalización, aunque ello aún genere cierta resistencia al interior de la CGT. 

Como puede apreciarse, en ese damero la extrema necesidad va abroquelando gradualmente a los sectores más castigados por la economía dentro de un “corralito” que incrementa su control mediante la discutible promesa de la “inclusión social”, dejando a la intemperie a cada vez menos organizaciones dispuestas a dar batalla por trabajo genuino y Justicia Social plena, proceso inaugurado en 2003 con el fin de domesticar hasta la última secuela de aquellas rebeldías florecidas al calor del “Argentinazo” de 2001. 

A todo esto, crece el reclamo de suspender la presencialidad educativa y laboral: Con la muerte de Federico Aníbal Loza, de 40 años, que se desempeñaba como maestro en la Escuela Agrotécnica de Gastona Sud, Tucumán, lxs docentes fallecidxs en el contexto de la pandemia se acercan a una decena. Y las vacilaciones en la cartera de Salud a la hora de definir hasta dónde se limitarán las actividades en el marco del rebrote en curso no han hecho más que sumar incertidumbre en la población. Desde que se decidió restringir los vuelos hasta que finalmente tomó estado público la nueva regulación entraron por Ezeiza más de 4000 argentinxs provenientes de Brasil sin hacerse testeos al llegar ni someterse a una cuarentena controlada. 

De acuerdo con los datos del Monitor Público de Vacunación difundidos por el Ministerio de Salud, se aplicaron en la Argentina 3.446.433 vacunas contra el coronavirus. Del total de personas inmunizadas, 2.800.242 recibieron la primera dosis y 646.191, la segunda. Es decir, un 6% de la población recibió hasta ahora al menos una dosis. Un número muy lejano a las previsiones iniciales de la Casa Rosada, que esperaba inocular 10 millones de personas entre enero y febrero. 

Cada vez más voces autorizadas opinan que, si queremos evitar muchísimos muertos y enfermos graves tendremos que lograr vacunar a 20 millones de personas antes de que termine abril, y eso depende de una decisión política, no de un problema técnico. Por ejemplo, romper  contrato con Astra Zéneca, completar la producción en Argentina, y prescindir de México. Pero, fundamentalmente, hacerlo sin dilación, dado que en la Argentina ya hay transmisión comunitaria de cuatro variantes que preocupan, según informó el Consorcio País, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, que está integrado por laboratorios públicos y privados que fueron agrupados para hacer la vigilancia del genoma del virus. Son las variantes de Manaos y Río de Janeiro, Brasil, la del Reino Unido y la de California, Estados Unidos.

Esta crisis ha llevado a que frecuentemente el microcentro porteño sea testigo de 4, 5, o más concentraciones de protesta diarias, escalada que tiene al Gobierno reconsiderando medidas como el IFE y ATP. 

En un contexto tan afligente, el kirchnerismo puro y duro intenta radicalizar los planteos para preservar su caudal de votantes, al menos hasta después de las elecciones legislativas, a celebrarse - hasta ahora - en octubre. El resto de la coalición gobernante parece no atinar a otra cosa que bailar al son de la Vicepresidenta. Un proverbio popular sostiene que “lo pequeño se hace grande cuando lo grande no existe”. 

El panorama descripto impone a los sectores que aún creen que sin lucha no hay victoria atizar aquellas brasitas que atesoran la experiencia histórica de incontables conquistas populares, pero fundamentalmente - por encima de cualquier otra cosa - entender que hoy más que nunca resulta suicida desagregar su pelea en decenas de reivindicaciones parciales.

Porque cinco dedos hacen un puño. Y porque la esperanza del pueblo no puede depender exclusivamente de la mala suerte de sus enemigos.-

 

JORGE FALCONE

  

4 comentarios:

  1. Hola Cumpa gracias, gracias por reflejar una realidad de la que nadie habla

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    1. Humildemente, tratamos de hacerlo con responsabilidad, compa, y frecuentemente no sin dolor.

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  2. Excelente. Lucio Aberastain saluda. Abrazo

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