A 53 años de la caída en combate del Che,
la
Mujer y el Hombre Nuevo están pendientes
POR UNA “NORMALIDAD”
DIFERENTE A LA ANTERIOR
Argentina ha dejado atrás el crudo invierno, que no el rigor de la recesión económica, el desempleo y el conteo mediático de contagiados y muertxs por COVID - 19. La expectativa de que el calor amortiguara la viralidad de la peste por ahora no se verifica, y para corroborar los efectos de la vacuna parece que también habrá que esperar. Todo indica, a su vez, que el teletrabajo y la videoconferencia llegaron para quedarse, novedoso entorno que algunos llevan al paroxismo conmemorando - por ejemplo - el 17 de octubre en una plaza virtual colmada de avatares, a distancia prudencial (Kusch dixit) del Hedor de América. Sin embargo, daría la impresión de que poco a poco la gente va adaptándose a un nuevo statu quo que supone recuperar los espacios públicos y reactivar actividades hasta ahora en stand by observando los protocolos sanitarios de rigor, toda vez que sin vida social no hay mundo deseable: Esa parecería ir siendo la nueva sociabilidad en ciernes. Esta nota revisa algunos aspectos macroscópicos de la transición en curso.
“Nos pasa
lo que hoy pasa en nuestro mundo” (*)
Desde que irrumpió el coronavirus, se verifica una caída del 5% del PBI mundial, la CEPAL prevé el cierre de 2 millones y medio de empresas, la pérdida de 8.500.000 de empleos, y una expansión de la pobreza que ya alcanza a 45.000.000 de personas.
Advertir que el impacto de esta crisis iba a hacer estragos en Nuestra América, donde el capitalismo salvaje descarga todo su rigor, no requiere de concienzudos análisis, pero compartir algunas cifras sirve como señal de alarma. Actualmente se contabilizan alrededor de 260.000 muertos y 7.000.000 de contagiados. El “Efecto Ecuador” (cadáveres en la puerta de los hogares a la espera de su recolección) campea por Méjico, Brasil, Bolivia, Perú, y Chile, país donde la emergencia sanitaria salvó al presidente Piñera de un inevitable desalojo del poder que seguramente ocurrirá pero con otros plazos. Cerca del 50% de la población se halla en contexto de informalidad laboral, el año escolar está prácticamente perdido principalmente por déficit de conectividad. Nuestra geografía concentra - además - el 31 % de fuentes de agua dulce… a la que la mayoría de los pueblos aún no tiene acceso.
En Argentina el PBI per cápita 2020 promete ser similar al de 20 años atrás. Desde las manifestaciones del pueblo chubutense que mantuvieron cercado a su gobernador en la sede provincial, pasando por las protagonizadas por lxs estatales porteños contra una paritaria que cerró a la baja mientras la burocracia cegetista entorna al Presidente de la Nación, y llegando a la gran movilización nacional por lxs sin techo convocada a Plaza de Mayo por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, va quedando claro que la lucha de clases ha terminado sepultando a la cuarentena.
Por lo demás, cierta conducta proteccionista de los mercados del norte contribuye a agravar el cuadro regional. Sin ir más lejos, que Francia rompa el acuerdo con el Mercosur supone la caída de las exportaciones latinoamericanas. Todo ese cóctel promete mayor primarización de la economía, neoliberalismo, y endeudamiento… la vieja receta una y mil veces fracasada, repitiéndose sin escarmiento alguno.
Esta crisis es peor que la de 2008, pero el socorro del Estado ha sido mayor y menos discutido, como si en momentos de colapso la biblioteca liberal se postergara. No obstante, las usinas del capital trasnacional supraestatal prevén un nuevo ensayo de financiarización tendiente a otro shock de neoliberalismo. En tanto, la tensión China - USA parece ser el ordenador macro del nuevo escenario global.
El Gran País del Norte se empeña en seguir
siendo el gendarme global
Muy a pesar del reciente contagio del Presidente Trump y su señora esposa, siguiendo los pasos de su par brasileño Jair Bolsonaro - anticuarentenas militantes ambos -, la ofensiva imperial sobre la región, lejos de detenerse, ha reforzado bases militares en Colombia, consolidado el rol virreynal de la OEA, y colocado por primera vez un yanqui al frente del BID. Para ver también el “vaso medio lleno”, cabe subrayar que nada de eso alcanzó para doblegar a la Venezuela bolivariana… contra la que bochornosamente acaba de alinearse el gobierno argentino en la ONU.
Lo cierto es que la pandemia ha contribuido a militarizar la región, contexto en el cual se ha proscripto a algunos líderes pos neoliberales como Correa o Evo, y se sostiene el más férreo bloqueo mediático respecto a las luchas y conquistas populares.
No obstante, varixs referentes conservadores de estas latitudes también atraviesan momentos difíciles: El carnicero Uribe está preso, el traidor Lenin Moreno está en baja, el dictador Piñera sigue jaqueado por una rebelión que no cede, y la golpista Añez ha debido resignar la candidatura electoral debido a diferencias en su frente interno y el resuelto avance del MAS.
Pese a que algunos gobiernos del orbe han puesto al proteccionismo de la vida por encima del negacionismo sanitario, sin redistribución del ingreso eso demuestra ser insuficiente. Mientras, continúa la puja por hacer de la vacuna un Bien Público Mundial, posición respecto de la cual por ahora China y Cuba llevan la delantera.
Sin un replanteo de las deudas y el establecimiento de un Impuesto a las Grandes Fortunas, el Sur Global seguirá llevando las de perder, en tanto las megaempresas informáticas continúan acumulando pingües dividendos a expensas del confinamiento social.
A todo esto, la derecha continúa disputando las calles, y procura perpetuarse en el gobierno prescindiendo de los resultados electorales, mediante una suerte de “dictaduras civiles”: La perspectiva de un posible golpe dentro del golpe y/o secesión civil en Bolivia habla a las claras de dicho fenómeno
Las luchas populares renacen como el Ave
Fénix
Desde el Líbano a Colombia, 2020 prometía ser el año de los indignados, pero la pandemia lo frenó. De ese modo, y hasta ahora, las masas perdieron dos herramientas claves de construcción de poder popular: la calle y la asamblea. Como contraparte, la pandemia puso de relieve ante las grandes mayorías el carácter destructivo del capitalismo, ya que la misma se vio claramente magnificada merced a la globalización, el hacinamiento, y la industrialización de los alimentos, demostrando palmariamente que este sistema desprecia la cooperación y solo apunta a la competencia, como lo prueba la paulatina destrucción de la salud pública. Cabe aguardar que el elevado número de víctimas sirva como advertencia ante el rumbo suicida que ha venido adoptando la humanidad.
A pesar de tal contexto, resultan sumamente alentadores el rebrote de la lucha popular en Chile de cara al plebiscito, una resistencia de masas en Bolivia que viene condicionando el escenario electoral, y el recrudecimiento de las rebeldías en Colombia.
Cabe destacar a su vez, que en EEUU, además de la falsa grieta Trump - Biden, se multiplican las protestas del movimiento Black Lives Matter, fenómeno que está llamado a ser una referencia global de lucha en este período, lo que a lxs americanxs del sur nos conecta directamente con su amplio contingente latino.
El panorama descripto parecería indicar que la Nueva Normalidad incluirá a la pandemia: Conviviremos y lucharemos en un contexto de prevenciones sanitarias, y en 2021 veremos desplegarse numerosas protestas callejeras.
La asignatura pendiente de nuestros pueblos sigue siendo elaborar, debatir y consensuar estrategias de superación de este sistema enemigo de la humanidad, capitalizando el saldo que dejan experiencias como la cubana en materia de conciencia sanitaria colectiva, expresada en el desarrollo de una vacuna propia aportada desde un país pobre, y en el encomiable gesto de solidaridad universal que supone exportar - incluso al Norte Global - médicos preparados para actuar en situaciones de catástrofe.
A los efectos de ir materializando dicha utopía, habrá que recoger los sustanciosos insumos suministrados por los pueblos originarios para concebirla desde una perspectiva no occidental, y abrevar en la Ética de los Cuidados que viene defendiendo el EcoFeminismo. También urge reformular el uso de las redes a favor de las perspectivas de cambio.
Deudas, en todo caso, sobre las que - al conmemorarse un nuevo aniversario del Comandante Americano - corresponde meditar para echar manos a la obra sin más pérdida de tiempo.-
(*) Estrofa del gran poeta turco Nazim Hikmet.
JORGE FALCONE
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