Apurándonos para
entender la Argentina
antes de que empiece el
Mundial de Qatar
CUANDO NO EXISTE LA JUSTICIA SOCIAL
TODO SE LIMITA A “GARANTIZAR LA PAZ SOCIAL”
“…tienen los insumos y el mundo tiene la demanda. Olvídense de las ideologías y los partidos y armen ya esa coalición (Nota del autor: FdeT + JxC) Se los digo como representante del país que quiere ser su socio y como alguien que ama la Argentina y ve su potencial. Hay decenas de empresas estadounidenses esperando la oportunidad de participar con sus inversiones. Me encantaría ver que, en un próximo encuentro con autoridades europeas, el gobierno de EE UU pudiera decir que, junto a Argentina, estamos listos para venderle al mundo los alimentos que está demandando”.
Embajador estadounidense Marc Stanley
en reunión del Consejo de las Américas
Aprestos para sofocar las consecuencias de la hambruna
La prolongada guerra en Europa del Este - recordemos que EEUU acaba de enviar a Ucrania 775 millones de dólares en pertrechos bélicos - impacta seriamente sobre la situación energética global, y encuentra a la Argentina demorada en la transición del sector.
La lenta pero auspiciosa aproximación de nuestro país a los BRICS se ve opacada por la orientación que ha ido tomando su política interna.
Sergio Tomás Massa, desde el centro de la escena política, acaba de reclamar al Presidente un decreto que le exima de la responsabilidad de cualquier medida oficial que afecte a sus amigos empresarios (que, por supuesto, no son precisamente la burguesía nacional del primer peronismo)
El nuevo hombre fuerte del gobierno está profundizando la línea de acción tendiente a cumplir con las exigencias del FMI y despojar de su autonomía administrativa a las organizaciones sociales que luchan contra esa política, aunque seguramente procurará seguir conteniendo el descontento social mediante periódicos bonos de sumas fijas, que inquietan a la dócil cúpula cegetista, ya que atentan contra las paritarias, única herramienta de intervención suya en la regulación del equilibrio entre precios y salarios. Complementariamente con ello, está por verse qué respuesta obtendrá el flamante programa Puente al Empleo por parte de un empresariado que no se caracteriza precisamente por su sensibilidad social (https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/270487/20220830)
Simultáneamente, en la base de la pirámide social, mucha gente apela a confeccionar utilitarios con materiales descartables para hacer unos pesos con su venta, o lisa y llanamente revende insumos entregados por el Ministerio de Desarrollo Social. Además, ya se ve recorrer los barrios a botelleritos de cortísima edad, a la vez que va aumentando el narcomenudeo. Y se multiplica la falta de vivienda.
Como se sabe, las protestas a favor o en contra de Cristina Fernández de Kirchner - luego de que el fiscal Diego Luciani pidiera para ella una condena a 12 años de prisión y su inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida, al considerarla jefa de una asociación ilícita por la obra pública que recibió de manera irregular el empresario Lázaro Báez para la provincia de Santa Cruz -, se produjeron prácticamente al mismo tiempo en que el mentado Ministro de Economía, Producción y Agricultura, usando la lapicera, firmaba una reducción de las partidas de gastos en seis ministerios por un total de $210.000 millones.
Aunque ya se conozca el alcance de dicha medida, vale la pena refrescarlo. El fuerte ajuste presupuestario equivale a un ahorro del 3,1% del déficit fiscal total de 2022. Los ministerios afectados son los de Educación (Conectar Igualdad: $50.000 millones), Salud (Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles: $10.000 millones), Obras Públicas (Recursos Hídricos: $20.000 millones), Desarrollo Territorial y Hábitat (Planificación: $50.000 millones), Desarrollo Productivo (partidas para Financiamiento: $70.000 millones) y Transporte (Coordinación de Políticas de Transporte Fluvial y Marítimo: $10.000 millones)
El escenario que se va configurando indica que el jefe del Frente Renovador la tendrá más que difícil. Consciente de la reacción que producirán las decisiones que está tomando, el hombre se comprometió ante el Foro de las Américas a “garantizar la paz social”, mientras se profundiza una decadencia que engendra corrupción, y el Estado aprovecha para ir preparando su control ante eventuales desmadres.
El reciente ataque contra el Sindicato Aceitero de Rosario, que se caracteriza por defender los derechos de las y los trabajadores, da cuenta del estrecho margen existente para la protesta o el disenso.
Cristinazo mata Ajustazo
Una mirada sin concesiones no debería ignorar que Argentina padece una corrupción sistémica, ni que su denuncia viene inclinando la cancha en uno u otro sentido según la ejerza el gobierno o la oposición.
A oídos del kirchnerismo, desenmascarar la estrategia karateka de la Vicepresidenta - que tanto ameritan sus seguidorxs -, consistente en convertir un pedido de condena en un 17 de octubre mediático, para algunxs sonará “gorila”. Pero bastante pronto se advertirán sus consecuencias, no muy distintas de las que acarreó la “genialidad” de candidatear para la primera magistratura al político que más la criticó durante la última década.
Consecuentemente con lo expuesto en el bloque anterior, diremos que ningún blindaje represivo prospera sin blindaje mediático previo. Y el que se viene montando celebra que, a partir de ese pedido de condena contra Cristina “el pueblo volvió a ocupar las calles”, cuando en rigor de verdad, desde el siniestro cuatrienio macrista, este nunca abandonó el espacio público para defender sus derechos, cada vez más recortados. Sin ir más lejos, la sociedad ha sido testigo a lo largo del año en curso de una multitudinaria Marcha Federal, de acampes de 24 y 48 horas en la avenida más ancha del país, y hasta en la propia Plaza de Mayo.
En la tesitura descripta, también se ha brindado abundante caja de resonancia a la iniciativa de diputados oficialistas que hicieron una presentación legal contra la actitud de la policía metropolitana, que en las inmediaciones del departamento de la Vicepresidenta fotografió a la militancia durante la vigilia en su apoyo, como si ese hábito botón careciera de precedentes, mientras que el movimiento piquetero viene judicializado en múltiples vertientes y siempre marcha ostensiblemente flanqueado por las cámaras de los uniformados, sin que por ello ningún medio masivo alce la voz.
Lo cierto es que el Partido Judicial, como algunos medios alternativos han expresado, ha propiciado el lanzamiento de la campaña electoral kirchnerista 2023, ungiendo con una desmesurada épica la figura de una dirigente política que en alguno de sus últimos discursos se ha descripto como una “gran” y no pequeña burguesa, y que, contrariando las estrofas de La Marchita, nunca oculta su intención de construir “un capitalismo en serio”, como si el sistema que viene destruyendo la vida en el planeta aún escondiera un rostro más humano.
De tal modo que, pese a guardar silencio ante las designaciones en Economía de los funcionarios ultra liberales Gabriel Rubinstein o Daniel Marx, ese sector de la coalición gobernante juega esquizofrénicamente a ser opositor a SU PROPIO GOBIERNO.
En concreto, nadie en su sano juicio puede negar la vigencia de una mística peronista, remanente pero divorciada hace bastante de su basamento material, ya que de un tiempo a esta parte se cimenta más en el asistencialismo que en la Justicia Social.
Con profundo respeto por esa juventud que despertó a la política a partir del sepelio de Néstor Kirchner, ya que en su corta vida la llamada “Década Ganada” fue la única experiencia de ampliación de derechos de la que fue testigo, desde esta modesta columna ratificamos que también es posible hacer política a distancia del poder constituido.
Si alguien supone que una vigilia en el Barrio de Recoleta congelará por mucho tiempo la incipiente confluencia que ha venido produciéndose entre organizaciones afines al gobierno y otras rebeldes, que comparten la misma base social, seguramente está desacostumbradx a interpretar la dialéctica de la Historia.
Ejemplos sobran. Uno de ellos es el pronunciamiento universitario que acaba de manifestarse contrario a la política oficial de atentar contra la autonomía de las organizaciones populares. Efectivamente, en su Asamblea General del 18 de agosto la Asociación Gremial Docente (AGD) de la Universidad de Buenos Aires votó por unanimidad, entre otras resoluciones, repudiar las auditorías y relevamientos de los planes sociales impulsados por el gobierno nacional: “ni las universidades ni los docentes y estudiantes somos gendarmes de las y los desocupados. Repudiamos la firma de la UBA, la Universidad Nacional de Hurlingham, la Universidad Nacional de La Pampa y la UTN. La universidad debe estar al servicio de las mayorías populares. Llamamos a una campaña de firmas de docentes, estudiantes y no docentes de todo el país contra estas auditorías (…) como siempre la docencia se pone al servicio de las mayorías populares y se ofrece para auditar la deuda pública, externa o interna, que sabemos fraudulenta y usuraria. Nos proponemos para auditar a los formadores de precios, evasores impositivos y a quienes emplean de forma ilegal a sus trabajadores”.
El contexto analizado hasta aquí amerita que la militancia más comprometida con la suerte de lxs descartadxs - esa que se organiza a la intemperie de los despachos oficiales - repare sobre el universo social en el que mayoritariamente opera, básicamente constituido por 1.350.000 beneficiarixs del Plan Potenciar Trabajo, ya que este deja afuera aproximadamente a 5 millones de pobres no organizadxs, que sobreviven como pueden en cada comuna.
Resumiendo, a ojo de buen cubero, todo indica
que la inminente primavera, más que la Estación de las Flores promete serlo de
mayores conflictos por la supervivencia de un pobrerío que, ajeno a las
disputas superestructurales, no dejará de prenderle velas a Evita ni morirá de
hambre sin dar pelea: La lucha emprendida por lxs obrerxs del neumático (Fate, Bridgestone,
Pirelli) es
un ejemplo alentador que va en tal sentido.-
JORGE
FALCONE
Excelente análisis. Muchas gracias, compañero!
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