Conmemoración del Día de la Militancia:
¿Una nota presuntamente gorila?
EL PERONISMO NUNCA FUE EL MOVIMIENTO DE MONJITAS Y MONAGUILLOS QUE CRISTINA DESCRIBE
“Sed como la madera del sándalo,
que perfuma al hacha que la hiere”.
Proverbio anónimo
Medio siglo después del primer retorno del Gral. Perón a la Patria, nadie en su sano juicio debería dudar acerca de que Cristina Fernández de Kirchner es la dirigente política más calificada en el seno de la partidocracia que desde el retorno de la democracia formal rige nuestros destinos.
No obstante, el masivo operativo clamor montado durante la víspera en el Estadio Único “Diego Armando Maradona” de la Ciudad de La Plata para conmemorar la épica circunstancia en que un pueblo proscripto sorteara mil obstáculos - como cruzar caminando el Arroyo Matanza - para reunirse con su líder al cabo de 17 años de persecución, exhibió un escenario decorado con una iconografía lavada de símbolos políticos y más digna de un acto de Luis Palau que de un movimiento vital y transformador.
Acaso el argumento más compartible que desplegó la Presidenta interina de lxs argentinos haya sido ubicar al trabajo como gran ordenador social, y no al “gatillo fácil”. O que la post pandemia "viene fulera" en todo el orbe.
Porque - por lo demás - bien saben todo lo que encierra la cantinela de promover el desarrollo en base a la explotación del litio, por mencionar solo un ejemplo de moda, las numerosas asambleas ambientales que, sin apoyo mediático, se desviven por defender nuestros bienes comunes en la Argentina Profunda.
Pero lo que no debiera pasarse por alto en un presente en el que el poder apuesta fuertemente a deshistorizar a las nuevas generaciones para montar sobre los escombros de la experiencia revolucionaria sociedades cada vez más sumisas ante los designios del Norte Global, es esa mano tendida que propone desde el peronismo un diálogo con los sectores más conservadores del espectro político, afirmando en nombre de una historia forjada por muchxs y con gran sacrificio, que “nosotrxs - lxs jóvenes que nos quedamos con Perón - nunca estuvimos con la violencia”.
Tal afirmación, absolutamente antihistórica, alude claramente al sector de la militancia peronista que, oportunamente y resignando el pensamiento crítico, fue incapaz de “cantarle las cuarenta” en Plaza de Mayo al anciano líder cuando este comenzó a cagarla.
Y si calificamos ese gesto como antihistórico es porque antes de la circunstancia mencionada (ocurrida el 1° de Mayo de 1974) no fue precisamente ofreciendo la otra mejilla que la resistencia peronista le impuso a las dictaduras de la autodenominada Revolución Argentina la tercera presidencia de Juan Domingo Perón.
No solo eso: El faenamiento de peronistas díscolos comenzó poco antes del deceso de “El Primer Trabajador”, preludiando el baño de sangre posterior legalmente (mediante el famoso decreto de “exterminio a la subversión” firmado por el Presidente Luder) e incluso militarmente (mediante el accionar de numerosos cuadros del peronismo ortodoxo integrados a la tristemente célebre Alianza Anticomunista Argentina)
Entonces, pongamos en blanco sobre negro que la Dra. Kirchner - tal como lo hizo bajándole los decibeles a su masa crítica cuando pergeñó una construcción tan desvaída como Unidad Ciudadana -, frente a una sociedad predominantemente punitivista como han convertido a la nuestra, con tal de imponerse en las elecciones del año entrante se baña en agua bendita renegando ante “lxs pibxs para la liberación” de la acción directa asumida justamente por los padres de los numerosxs hijxs de detenidxs - desaparecidxs que hoy integran la función pública, como Horacio Pietragalla o Juan Cabandié, e incluso el “Bigote” Bonafini o Gustavo Cortiñas, valientes hijos de dos notables referentes de la lucha por los Derechos Humanos en nuestro país, que cuando se comprometieron con su suerte no optaron precisamente por distribuir estampitas de santos.
En consecuencia, permítasenos expresarlo sin ambigüedades: solo un gran espíritu de derrota puede considerar como "error" el haber acometido una lucha sin cuartel por todos los medios contra un proyecto de dominación cimentado en el aniquilamiento de una generación.
Balance
provisorio pues, y seguramente parcial: Nunca es tan preocupante el
discurso de conveniencia de un/a dirigente como la acrítica resignación del
joven contingente que lo ovaciona sin detenerse a analizarlo. -
JORGE FALCONE
En
desagravio a la memoria de Ana María González,
joven
militante peronista y montonera que durante la dictadura genocida
se
cargó al verdugo Cesáreo Cardozo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario