sábado, 5 de julio de 2025

“Nadie se salva en grupo”

ARGENTINA EN MANOS DE LOS ANTI ETERNAUTA

“¡Qué bueno era cuando daban Golpes de Estado,

porque el mal estaba identificado… ahora los votamos!”

Martín Caparrós

“Cacocracia”

 

“Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé” (*)

Mientras Donald Trump, quien asumió su segundo mandato prometiendo acabar con las guerras, acaba de aprobar el presupuesto militar más alto de la Historia, y su ex socio Elon Musk se apresta a lanzar un Partido Libertario en los EEUU, Argentina es testigo de un choque de discursos signado por una única dirección de avance: La de una derecha intolerante y decidida, como Atila, a que a su paso no crezca más el pasto.

Una encuesta dada a conocer recientemente en la Radio de las Madres por el periodista Fernando Rosso (La Izquierda Diario), dio como resultado algunos datos alarmantes. Por ejemplo, que a poco más de año y medio de mandato, 9 de cada 10 votantes de Milei están de acuerdo con su gestión, 55% de los votantes de Massa están disconformes con el rol de la oposición, el ranking de expectativa en lxs referentes políticxs oficialistas es de 53% para Villarruel, 52 % para Milei, y 51% para Bullrich, y que el 60% de los varones jóvenes están a favor de La Libertad Avanza.

Tomando por ciertos esos datos, queda claro que el anarco capitalismo ha sabido detectar en Argentina un sujeto social que aún le responde.

Tales indicadores explican a las claras qué capital pone en juego el oficialismo para llevar a cabo medidas que, más que consistir apenas en “el ajuste que va a terminar con todos los ajustes”, apuntan a efectuar una reestructuración política, económica y cultural de nuestro país, lo cual, como la experiencia demuestra, no puede sostenerse en el tiempo sin naturalizar la arbitraria prisión de la Presidenta del Partido Justicialista, el garroteo semanal a los adultos mayores, y la cacería de opositores protagonizadas por la Policia Federal mediante una serie de entraderas violentas en casas de familia, a lo cual se suma un intento de blindaje mediático basado en el hostigamiento o judicialización lisa y llana de todx periodista crítico del gobierno.

Aunque el sendero anarco capitalista no está precisamente tapizado de flores. De hecho, el reciente fallo de la jueza Loretta Preska, reclamando la mitad de las accione de YPF para un fondo de inversión, complica en sumo grado al gobierno en un año electoral, cuando todo parecía marchar de maravilla con sus amigos del Fondo Monetario Internacional. La suma exigida es impagable para Argentina. Supera incluso al primer desembolso de 12.000 millones de dólares que recibió del FMI como adelanto de un rescate de 20.000 millones. De modo que el Ejecutivo Nacional apelará ante la Corte de Apelación del Segundo Circuito de Nueva York. En caso de perder, solo le quedará el recurso de la Corte Suprema. 

A todo esto, en una reunión que tuvo momentos lamentables y ribetes grotescos, la oposición doblegó la férrea resistencia del oficialismo y logró avanzar en la Comisión de Trabajo del Senado con el tratamiento de los proyectos de ley de recomposición de las jubilaciones y de prórroga de la moratoria previsional que fueron aprobados hace tres semanas por la Cámara de Diputados. No obstante, las iniciativas no alcanzaron a tener dictamen y quedar, así, habilitadas para su discusión en el recinto de la Cámara alta, ya que ambos proyectos deben ser discutidos también por la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que preside el libertariano Ezequiel Atauche (Jujuy), quien se niega a abrir el debate del tema en cumplimiento de las órdenes emanadas desde la Casa Rosada.

Eso no es todo, una amplia mayoría opositora presentó dos leyes para fondear a provincias. Una activa el giro automático de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que la Casa Rosada retiene, la otra elimina fondos fiduciarios y modifica la lógica del impuesto a los combustibles para redistribuirlos hacia distritos. La iniciativa fue producto de la unión entre kirchneristas, radicales, macristas y silvestres provinciales. De los últimos, varios fueron habituales aliados del Ejecutivo.

Por otra parte, Diputados aprobó los emplazamientos para el financiamiento universitario y la emergencia en el Hospital Garrahan. Si bien la sesión no tendrá impacto inmediato ya que los proyectos que se debatieron no tenían dictamen de comisión y por lo tanto para ser aprobados requerían una mayoría especial de dos tercios de los votos, la oposición pudo aprobarlos por mayoría simple para obligar al oficialismo a dictaminar esos proyectos en comisión.

A esos reveses parlamentarios, el oficialismo sumó esta semana otro dolor de cabeza. En un clima de tensión, el presidente se reunió con sus pares del Mercosur, manifestando que “se incumplió el objetivo inicial”, mientras que su par brasileño, en cambio, lo defendió. En ese marco, Milei le cedió el mando a Lula y amenazó con irse del bloque. Al culminar la reunión, El presidente de Brasil, celebró un prolongado encuentro con la Dra. Cristina Fernández de Kirchner en el departamento de San José 1111, donde la ex mandataria cumple prisión domiciliaria, y dijo estar "muy feliz de encontrarla bien, con fuerza y ganas de luchar". A diferencia de las fotos institucionales de la mañana con Milei, Lula compartió la imagen junto a Cristina y destacó la relación de amistad que los une desde hace muchos años, "el cariño, el afecto de amigos, como compañeros de un campo político y de ideas de justicia social y combate a las desigualdades". Las palabras elegidas por el brasileño resonaron como respuesta los discursos de su actual par argentino, quien califica a la justicia social como "una aberración".  

A su turno, en un contexto en que la central obrera se apresta a renovar autoridades en medio de grandes tensiones, Mauricio Brizuela, líder de los Petroquímicos del Gran Rosario denunció que "hay un montón de gremios con los trabajadores abajo de la línea de la pobreza", agregando que “Si los dirigentes históricos de la CGT no se ponen al frente del reclamo, van a perder esos gremios”. Y el hombre sabe lo que dice, porque la ciudad de San Lorenzo es el corazón del Cordón Industrial del Gran Rosario, donde está asentado un impactante conglomerado de industrias pesadas además de los principales puertos agroexportadores por donde sale al mundo el 80% de la producción argentina.

En febrero de 1813, desde su privilegiado balcón al río Paraná, el general San Martín ganó una batalla determinante contra el ejército realista en la guerra independentista.

La voluntad de lucha del pueblo argentino da cuenta de que aquellas gestas todavía cuentan con sus dignxs herederxs.

 

Cuando la noche es más oscura se viene el día en tu corazón” (**)

A propósito del momento histórico que atravesamos, signado por una gobernanza mundial encarnada por los más ricos entre los ricos, los cuales incrementaron exponencialmente su poderío durante la pandemia, tiene sentido interrogarse cómo actuar en sociedades tan polarizadas, en las que lxs más esperanzadxs apuestan por que la frustración social devenga furia capaz de provocar la explosión del hartazgo popular, y lxs más escépticos advierten una implosión en curso, compuesta por la combinación ente hambre, enfermedad y pena.

Promediando los luminosos años 60, el trovador anarquista francés - Georges Brassens - a quien su par español Paco Ibañez alguna vez definió como el Johan Sebastian Bach de la canción popular -, compuso las siguientes estrofas

“Morir por ideas, la idea es excelente. / Casi muero por no haberla tenido, / porque todos los que la tuvieron / - multitud aplastante - / aullando a muerte cayeron sobre mí”.

A considerable distancia de ambos referentes - y en un escenario de notable desencanto global, en el que un intelectual insumiso como Franco “Bifo” Berardi llama a “desertar”, o Rita Segato se asume como ex humana - nuestro rocker Fito Páez acaba de levantar polvareda entre la progresía afirmando desde la península ibérica que “finalmente, las utopías no existen para nada”.

Mucho más prudente, el prestigioso escritor y agudo analista Jorge Asís declaró, en entrevista difundida por el canal de streaming Gelatina, que “ya no queda quien esté dispuesto a morir por sus ideas”.

El sociólogo Alejandro Horowicz acostumbra a repetir que “un derrotado es alguien que no confía en su propia experiencia”.

Partiendo de esa base, no parecería ser tal la condición del pueblo argentino, si consideramos los numerosos, aunque aún sectorizados, conflictos político - gremiales en desarrollo. Sin ir más lejos, así lo demuestra - por citar uno de tantos ejemplos frescos - la lucha llevada a cabo en la planta Victoria (Uruguay y Acceso Tigre) de Georgalos, a partir de que vencía la Conciliación Obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, que fuera olímpicamente desconocida por una patronal chupasangre, contando a su favor con el propio Ministerio que no cumple su función de policía de trabajo. Junto a la Comisión Interna, se alinearon los despedidos, organizaciones políticas y sociales (SUTEBA Tigre, Lista Azul y lista GRIS del SUTNA, despedidos de Secco (FETERA - CTA), Empresa del Oeste, estudiantes y otras, y fue evidente la lamentable ausencia de la conducción del Sindicato de la Alimentación (lista Verde)

Simultáneamente, tienen lugar incontables batallas libradas por las asambleas socioambientales que proliferan en la Argentina Profunda, como ocurre frente al nuevo embate minero del gobierno mendocino y las empresas que no escatiman en desarrollar estrategias tendientes a diluir la participación popular y masiva en contra de la megaminería y en defensa del agua.

Valiéndonos una vez más de la trillada frase de Antonio Gramsci acerca de esos momentos en que “lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no termina de morir”, convengamos que demanda mucho temple a la militancia más insumisa sobrellevar un interregno como el que venimos transitando. Más aún si a la única épica vigente la aportan las nuevas derechas.

En consecuencia, este presente no se atraviesa de igual modo entre lxs adultxs mayores - muchxs de lxs cuales fuimos partícipes, o al menos testigos, de una ofensiva estratégica de nuestro pueblo llevada a cabo desde 1955 hasta 1973 -, que entre lxs hijxs y nietxs de este orden que Horowicz define como Democracia de la Derrota, en tanto no surge de un desalojo de la dictadura impuesto por el campo popular ni, por ende, transcurre de acuerdo a sus intereses.

Lxs primerxs, como ya hemos señalado alguna vez, no estamos acostumbradxs a vivir en un país en el que, ante el desastre, el peronismo sea incapaz de apelar a su histórica caja de herramientas para restaurar un statu quo inclusivo, cada vez menos viable bajo el sistema global dominante.

De modo tal que, ora especulativamente ora desde la más prístina nobleza, algunxs adherentes al movimiento se aferran a la ilusión del posible retorno a una Edad Dorada, enarbolando consignas dignas del tango Volver, y resistiéndose a ser un peldaño más de la escalera hacia el futuro por la que ascenderán las nuevas generaciones, que seguramente recogerán las buenas lecciones y corregirán los errores del pasado. 

En la Argentina actual corresponde asumir que la ausencia de un punto de articulación entre esas numerosas luchas que hoy se despliegan a lo largo y ancho del territorio nacional, y de una referencia-norte que las encarne, gravita significativamente sobre la voluntad de lucha.

Y no es para menos, dado que venimos experimentando la reiterada ciclotimia de momentos esperanzadores y sus respectivos reflujos. Así parecería haber ocurrido el 1° de Febrero de este año, cuanto el colectivo LGTB+ ensayó la constitución de un Frente Antifascista y Antiracista cuyo impulso luego se fue diluyendo; o al cabo del estreno el 30 de Abril último de la serie El Eternauta - verdadero jalón de una Batalla Cultural a contrapelo de la que libra el gobierno libertariano -, que también generó un momento de euforia del que quedan algunos coletazos, como la recurrente apelación a la frase “Nadie se salva solo” por parte de sectores progresistas; o incluso la reciente y desbordante concentración del 18 de Junio en repudio a la condena y proscripción política de la principal referente de la oposición, árbol que, sin embargo, no consiguió ocultar las tensiones que continúan abundando en el boque de la interna justicialista, aunque la propia dialéctica entre marcha y contramarcha siempre deje un saldo experiencial.

Si la democracia liberal resulta cada vez más incompatible con este capitalismo de plataformas que viene uberizando el mundo del trabajo (Cabifay, OnlyFans, Olga TV/Cenital/Gelatina/Blender), resulta impostergable asumir un nuevo hacer político.

¿Serán atisbos de lo nuevo emergentes como Zohran Mamdani, ese político estadounidense de ascendencia india nacido en Uganda que ha sido miembro de la Asamblea Estatal de Nueva York por el 36º distrito desde 2021 y hoy desvela al establishment yanqui amenazando hacerse con la alcaldía de Nueva York esgrimiendo un programa socializante; o nuestro Juan Monteverde, ese licenciado en comunicación social​ y político argentino, perteneciente a Ciudad Futura, que se desempeña como Concejal de la ciudad de Rosario - considerada enclave principal del narcotráfico en nuestro país -, quien se posiciona cada vez más cerca de conquistar su intendencia sostenido por iniciativas sociales transformadoras que tanto el peronismo como la izquierda debieron reconocer?

Puede que aún sea demasiado temprano para aventurarse a afirmarlo, pero ambos constituyen indudables intentos de inaugurar un nuevo tipo de abordaje de la práctica política cimentado en hacer campaña presentando construcciones concretas y no meros slogans.

 A propósito de los ejemplos citados, cabe reparar en que la construcción de un sujeto político no depende exclusivamente de su obstinación en la lucha sino - fundamentalmente - de la paulatina materialización de una vida más digna que sea capaz de generar para sus integrantes.

Así, el clima social que hoy detecta cualquier activista en los barrios da cuenta del rotundo fracaso del progresismo, de que se impone redefinir lo representacional, de que hace falta promover delegadxs más que representantes, y de que es urgente construir un comunitarismo radical, dado que el Buen Vivir se construye por arriba y por abajo.

En cualquier caso, el desvelo de muchxs cuadros de vieja data consiste en que acaso no lleguemos a ver lo nuevo, pero el de nuestro enemigo consiste en comprobar a diario que la Historia (con mayúscula) está lejos de haber terminado, como en los 90s lo sentenciara Francis Fukuyama.

Ahí está para demostrarlo el ejemplo de Burkina Faso. Su gobierno readquirió las minas de oro de Boungou y Washington a la británica Endeavour Mining por 80 millones de dólares, a pesar de que inicialmente pedían 300 millones de dólares para obtenerlas. Finalizó la construcción de una refinería y ahora, en lugar de exportar mineral a centavos el kilogramo, venderá hasta 150 toneladas de oro refinado al año. Abrió un banco estatal (Banco Postal), que garantizará los pagos de la población. Apoyó la industria textil, tanto legislativa como físicamente. Abrió una segunda fábrica estatal de algodón (ese país es el mayor productor de algodón de África y el décimo del mundo) y prohibió por ley la importación de ropa de segunda mano. Además, en varias instituciones estatales (tribunales, policía, ejército, escuelas, etc.), los uniformes se confeccionan necesariamente allí. El estado compró y donó más de 400 tractores modernos, así como una gran cantidad de otros equipos, semillas y fertilizantes a los productores agrícolas, cuya consecuencia fue que la producción de tomate aumentó de 315.000 toneladas en 2022 a 360.000 toneladas en 2024 (+14%), la de mijo aumentó de 907.000 toneladas en 2022 a 1,1 millones de toneladas en 2024 (+21%), y la de arroz aumentó de 280.000 toneladas en 2022 a 326.000 toneladas en 2024 (+16%) Se ha iniciado el asfaltado de caminos de tierra en el país y la modernización de un segundo aeropuerto, el de Uagadugú-Donsin, cuya finalización está prevista para finales de 2025, con una capacidad de más de un millón de pasajeros al año. También se compraron aviones para reactivar la aerolínea estatal. En tal contexto, el PBI ha crecido de unos 18.800 millones de dólares a 22.100 millones, ¡un aumento de aproximadamente el 17%! El país sigue siendo uno de los más pobres de África, pero la brecha está empezando a cerrarse. Los salarios de ministros y diputados se redujeron en un 30%, y los de los funcionarios públicos se incrementaron en un 50%. La deuda interna del Estado se saldó íntegramente. En atención a su pasado colonial, se prohibieron los medios de comunicación franceses y se abolió el estatus del francés como lengua oficial. Tras un paréntesis de 31 años, volvió a tener instalarse una embajada rusa. Y creó la única confederación existente actualmente en el mundo: la Unión de Estados del Sahel, que une a Malí, Burkina Faso y Níger.

Aunque desde cierta izquierda aún pueda verse a su líder, el Comandante Ibrahim Traoré, como un carapintada más - tal como oportunamente ocurriera con Hugo Rafael Chávez Frías -, el panorama descripto seguramente enorgullecería a patriotas panafricanos como Patrice Lumumba, Amilcar Cabral, o Agostinho Neto, mal que le pese a los Ingenieros del Caos.

Todo lo cual nos lleva a creer que este auge de las nuevas derechas se merece una memorable y bella estrofa de Silvio Rodríguez: “No hay nada aquí: Solo unos días que se aprestan a pasar”. –

 

(*): Enrique Santos Discépolo (“Cambalache”)

(**): Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota (“Juguetes Perdidos”)

 

JORGE FALCONE

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