viernes, 1 de diciembre de 2017

Sin tierra, techo y trabajo, 
la reforma es contra los de abajo

2018: CON LA CABEZA 
DE LOS DIRIGENTES













“Crónica de una muerte anunciada”

A mes y medio de celebrarse las últimas elecciones legislativas que tiñeron el país del color de la traición,  bajo una despiadada cacería desatada sobre las comunidades originarias (como lo ejemplifica el fusilamiento por la espalda del joven militante social inerme Rafael Nahuel), el vano intento de disciplinar a l@s trabajadores (como acaba de ocurrir con l@s de ATE Neuquén, perseguidos dentro de un hospital con balas de plomo), y una ofensiva judicial sobre funcionarios de la gestión anterior, una considerable franja de la militancia - kirchnerista o no - aún transita el duelo que produjo la zozobra de la propuesta  que cimentó su campaña presentándose como única opción capaz de poner freno a este modelo depredador que ha venido avanzando sin mayores obstáculos contra derechos sociales trabajosamente conquistados (baste con evaluar las consecuencias que tendrá sobre la clase pasiva la eventual aprobación de la Reforma Previsional que se discute en el Congreso de la Nación) Y es que, a pesar de compartir una visión crítica de la situación, una porción nada despreciable del activismo - acaso permeado por la idea del “voto útil” -, a la hora de enfrentar los comicios sigue apostando por el “mal menor”: la utopía de una versión más humana y garantista del capitalismo, que ofrezca mejores condiciones de desarrollo a la resistencia contra el ajuste. Penosamente, la realidad se empeña en desmentirl@s.
Pero algun@s parecerían no creer demasiado en la realidad.

Por su parte, las mentes más preclaras de la coalición gobernante se conciben  cerrando simultáneamente tres ciclos de la vida democrática argentina: En el corto plazo, el que les permitió asentarse como alternativa en el período 2015/17; en el mediano plazo, el que reencauzó la gobernabilidad hacia 2003, al cabo de la crisis de 2001 (de la cual ven a Macri como quien mejor la interpretó desde la derecha); y en el largo plazo, el que reinauguró la vida civil en 1983, cuyo legado se sienten llamados a perfeccionar y perpetuar ad eternum.

Semejante megalomanía se cimenta en la certeza de que el sujeto histórico que dio razón de ser al peronismo atraviesa una severa crisis, signada por el tránsito de la era metalmecánica a la telemática, fenómeno que bien puede dilatar su reorganización, mientras la oportunidad histórica de Cambiemos por ahora se oxigena mediante un desembolso de recursos más generoso que el de la gestión anterior, destinados a  seguir conteniendo a la base de la pirámide social.

“Si un traidor puede más que unos cuántos,
que esos cuántos no lo olviden fácilmente”

En tanto, consecuente con su actual costumbre de no hacer olas, la central obrera llegó a un acuerdo con el gobierno sobre “los puntos y artículos  que aún generaban discordia”.

La puesta en escena de aquella reunión lo dijo todo: Sentados en los cómodos sillones de la Sociedad Rural, la mesa chica de la CGT le dio el sí a la reforma laboral lanzada por el Ejecutivo a la medida de las empresas. En un cónclave encabezado por el ministro de Trabajo Jorge Triaca, ambas partes consensuaron la norma que será enviada al Congreso, donde se la tratará. Según el comunicado de la cartera laboral, “se alcanzó el nivel de consenso necesario con los representantes de cada uno de los sectores”. El comunicado del ministerio de Trabajo no especificó cuáles fueron los cambios que se introdujeron, aunque según fuentes sindicales el principal punto en cuestión fue la tercerización de servicios de transporte, limpieza y seguridad para empresas, ítem particularmente sensible para la familia Moyano. En tanto, desde la CGT, el triunviro Héctor Daer intentó justificar parte del acuerdo al explicar que “a los aportes patronales los sacaron de la reforma laboral y los pasaron a la reforma tributaria”.

Algo así habrían acordado el Presidente y los gobernadores, a los que les presentó la denominada propuesta de "consenso fiscal", un plan que incluye dicha reforma, la sanción de la ley de Responsabilidad Fiscal, el desistimiento de los juicios contra el Estado y la restitución de fondos a la provincia de Buenos Aires.

Pero no todo es un lecho de rosas para la Casa Rosada. Desde el propio seno de la CGT, con el aval del Papa Francisco, se alzó la voz discordante del camionero Pablo Moyano, quien acaba de juntar las cabezas de las CTAs Yasky y Micheli, la Corriente Federal de Trabajadores, y numerosos gobernadores e intendentes bajo un plan de resistencia callejera y legislativa que enarbola la consigna “El trabajo no es mercancía, el trabajo es dignidad”. Los rebeldes aguardan una bendición pública de la Santa Sede, la adhesión sobre la marcha de sectores como el MASA y el FIT. Y hasta de la ex Presidente.

“Crece desde el pie”

Mientras las cúpulas dirigenciales invierten el conocido apotegma justicialista convirtiéndolo en “mejor que hacer es decir”, desde el interior profundo de la Patria crece el descontento de las bases trabajadoras.

En una histórica muestra de unidad para la provincia de Santa Fe, organizaciones sindicales reunidas en la sede de la Festram manifestaron su preocupación frente a los anuncios de reformas del presidente. El mandatario insistió en que hay que "ceder para avanzar". 

En ese marco, dirigentes de CTA provincia de Santa Fe, CGT Regionales Santa Fe, San Lorenzo, Venado Tuerto, Rafaela y Reconquista, Movimiento Sindical Rosarino, Festram, Amsafé Provincial y ATE Consejo Directivo Provincial se expresaron en conjunto reafirmando la defensa irrestricta de los convenios colectivos de trabajo, del sistema previsional solidario y de las obras sociales de los trabajadores, y se manifestaron partidarios de una reforma tributaria equitativa donde se favorezca a los sectores sociales más vulnerables.

Finalmente, el Movimiento Obrero Santafesino (MOS) expresó que “la unidad en la acción de la clase trabajadora es el camino para defender la dignidad de los trabajadores”, y se puso a disposición de todas las organizaciones sindicales de la provincia para continuar organizando ese espacio de encuentro y acción.

De este modo, la primer chispa de rebeldía parece estar encendiendo la pradera: Las Regionales de CGT de Córdoba, Rio Cuarto, Villa María, Belle Ville, San Francisco, Punilla y Cruz del Eje, así como la Mesa de Unidad Sindical Rio Tercero y la CGT Regional Oeste (Merlo, Moreno y Marcos Paz) de la Provincia de Buenos Aires, se reunieron en Cruz del Eje bajo la consigna “Hacia los 100 plenarios” y expresaron su “absoluto rechazo” al proyecto de reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional.

Desde las entidades sindicales, expresaron que las modificaciones en las condiciones de trabajo “constituyen una verdadera declaración de guerra” contra los trabajadores, sus organizaciones y el modelo sindical argentino (…) Así lo expresan la reforma previsional y la designación como ministro de Agro Industria al Presidente de la Sociedad Rural Argentina, con todo lo que ello conlleva”, agregaron.

En consecuencia, resolvieron declarar el “estado de alerta y movilización”, y convocarse para “dar continuidad al Programa de Plenarios”, conmemorando los 60 años del combativo Programa de la Falda.

Vale la pena no pasar por alto cómo el poder constituido intenta deshistorizar la vida de l@s argentin@s (recientemente el Ministro de Cultura Pablo Avelluto se manifestaba cansado de la “glorificación y las opresiones del pasado sobre el presente”, invitando consecuentemente a Plataforma de Ideas al periodista norteamericano David Rieff, quien plantea acabar con la tiranía de la memoria en su reciente ensayo “Elogio del olvido”), a lo que el poder constituyente responde recogiendo sus mejores tradiciones de lucha. De este modo, una vez más, la lucha de calles se transforma en lucha de ideas.

A su vez, el reclamo que vienen realizando los obreros del Astillero Río Santiago en defensa de su fuente de trabajo y de la industria naval nacional, ha dado un paso extraordinario, con su iniciativa de realizar un Encuentro Regional de Delegados.

El evento, tomado en sus manos por ATE Ensenada junto al SUPeH regional, se llevó a cabo con 600 compañeros de 60 gremios de la CTA, la CGT, municipales, y la participación de la CCC, se extendió por más de 4 horas y arribó a importantes conclusiones y medidas de acción.

El rechazo a la reforma laboral que pretende terminar con importantes conquistas del movimiento obrero y sus convenios colectivos, se colocó como primer punto y resolución en el debate. La situación de precarización y tercerización laboral, los bajos salarios y los despidos fueron los temas que iban relatando delegados de diferentes sectores de trabajo.

Paralelamente, trabajadores de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela (UDEQ, ATE, SUTEBA, AJB, Curtidores, SUTCAPRA, SADOP, SiDIUNQ, SITAB, CCC, CTEP, Movimiento Evita, OTR, MTR, CTA-A, CTA-T) también constituyeron su propia mesa intersindical y multisectorial a los efectos de plegarse a una lucha que se multiplica y promete una escalada de movilizaciones que ya permiten vaticinar un fin de año a toda orquesta.

Por su parte, el sector de los trabajadores informales tampoco se hizo esperar a la hora de las definiciones. En la sede de la Confederación de la Economía Popular (CTEP) también se resolvió encarar un plan de lucha a realizar en las calles con movilizaciones y ollas populares. El triunvirato de “San Cayetano” compuesto por la CTEP, Barrios de Pie y la CCC junto a las distintas organizaciones sociales coincidieron en expresar la gravedad de la situación que atraviesan los sectores populares frente a las políticas del gobierno nacional.

Así, las organizaciones sociales de las y los trabajadores de la economía popular vienen ganando la calle para rechazar las reformas que intenta sancionar Mauricio Macri, exigir una Ley de Emergencia Alimentaria e impulsar una ley integral de la Economía Popular. Miles de cortes de calle, puentes y rutas se están realizando en todo el país.

En conclusión, pese a que un gobierno cebado con la sangre de los pobres intente frenar la visible escalada de lucha en curso echando mano a artilugios como dar de baja a cientos de gremios supuestamente inscriptos en las postrimerías del gobierno anterior, y muy a pesar del escepticismo posibilista que imagina una vuelta de página irreversible en la vida política nacional, cabe advertir que - aunque vapuleada por los vaivenes de gestiones incompetentes -, la clase trabajadora argentina (formal e informal) cuenta con una experiencia de lucha y un capital programático de los más importantes en la región, y ya existen indicadores de que no está dispuesta a resignarlos. Muy cierto es que resistir no implica contar con una política de poder, pero también lo es que la movilización y organización de la clase trabajadora históricamente ha ido gestando los grandes proyectos nacionales.

Vale la pena entonces que esta ceocracia tome nota: Toda fiesta decae después de soplar las velitas, y a la larga los globos se desinflan.-


JORGE FALCONE


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