Sin
tierra, techo y trabajo,
la reforma es contra los de abajo
2018: CON LA CABEZA
DE LOS DIRIGENTES
“Crónica de una muerte anunciada”
A mes y medio de
celebrarse las últimas elecciones legislativas que tiñeron el país del color de
la traición, bajo una despiadada cacería
desatada sobre las comunidades originarias (como lo ejemplifica el fusilamiento
por la espalda del joven militante social inerme Rafael Nahuel), el vano intento de disciplinar a l@s trabajadores
(como acaba de ocurrir con l@s de ATE Neuquén, perseguidos dentro de un
hospital con balas de plomo), y una ofensiva judicial sobre funcionarios
de la gestión anterior, una considerable franja de la militancia - kirchnerista
o no - aún transita el duelo que produjo la zozobra de la propuesta que cimentó su campaña presentándose como
única opción capaz de poner freno a este modelo depredador que ha venido avanzando
sin mayores obstáculos contra derechos sociales trabajosamente conquistados
(baste con evaluar las consecuencias que tendrá sobre la clase pasiva la
eventual aprobación de la Reforma Previsional que se discute en el Congreso de
la Nación) Y es que, a pesar de compartir una visión crítica de la situación,
una porción nada despreciable del activismo - acaso permeado por la idea del
“voto útil” -, a la hora de enfrentar los comicios sigue apostando por el “mal
menor”: la utopía de una versión más humana y garantista del capitalismo, que
ofrezca mejores condiciones de desarrollo a la resistencia contra el ajuste.
Penosamente, la realidad se empeña en desmentirl@s.
Pero algun@s parecerían no creer demasiado en la realidad.
Pero algun@s parecerían no creer demasiado en la realidad.
Por su parte, las
mentes más preclaras de la coalición gobernante se conciben cerrando simultáneamente tres ciclos de la
vida democrática argentina: En el corto plazo, el que les permitió asentarse
como alternativa en el período 2015/17;
en el mediano plazo, el que reencauzó la gobernabilidad hacia 2003, al cabo de
la crisis de 2001 (de la cual ven a
Macri como quien mejor la interpretó desde la derecha); y en el largo plazo, el
que reinauguró la vida civil en 1983,
cuyo legado se sienten llamados a perfeccionar y perpetuar ad eternum.
Semejante megalomanía
se cimenta en la certeza de que el sujeto histórico que dio razón de ser al
peronismo atraviesa una severa crisis, signada por el tránsito de la era
metalmecánica a la telemática, fenómeno que bien puede dilatar su reorganización,
mientras la oportunidad histórica de Cambiemos por ahora se oxigena mediante un
desembolso de recursos más generoso que el de la gestión anterior, destinados
a seguir conteniendo a la base de la
pirámide social.
“Si
un traidor puede más que unos cuántos,
que
esos cuántos no lo olviden fácilmente”
En tanto, consecuente con su actual costumbre de no hacer olas, la
central obrera llegó a un acuerdo con el gobierno sobre “los puntos y artículos
que aún generaban discordia”.
La puesta en escena de aquella reunión lo dijo todo: Sentados en los
cómodos sillones de la Sociedad Rural, la
mesa chica de la CGT le dio el sí a la reforma laboral lanzada por el Ejecutivo a la
medida de las empresas. En un cónclave encabezado por el ministro de Trabajo Jorge Triaca, ambas partes consensuaron la norma que
será enviada al Congreso, donde se la tratará. Según el comunicado de la
cartera laboral, “se alcanzó el nivel de consenso necesario con los
representantes de cada uno de los sectores”. El comunicado del ministerio de
Trabajo no especificó cuáles fueron los cambios que se introdujeron, aunque
según fuentes sindicales el principal punto en cuestión fue la tercerización de
servicios de transporte, limpieza y seguridad para empresas, ítem
particularmente sensible para la familia Moyano. En tanto, desde la CGT, el
triunviro Héctor Daer intentó justificar parte del
acuerdo al explicar que “a los aportes patronales los sacaron de la reforma
laboral y los pasaron a la reforma tributaria”.
Algo así habrían acordado el Presidente y
los gobernadores, a los que les presentó la denominada propuesta de
"consenso fiscal", un plan que incluye dicha reforma, la sanción de
la ley de Responsabilidad Fiscal, el desistimiento de los juicios contra el
Estado y la restitución de fondos a la provincia de Buenos Aires.
Pero no todo es un lecho de rosas para la Casa
Rosada. Desde el propio seno de la CGT, con el aval del Papa Francisco, se alzó
la voz discordante del camionero Pablo Moyano, quien acaba de juntar las
cabezas de las CTAs Yasky y Micheli, la Corriente Federal de Trabajadores, y
numerosos gobernadores e intendentes bajo un plan de resistencia callejera y
legislativa que enarbola la consigna “El trabajo no es mercancía, el trabajo
es dignidad”. Los rebeldes aguardan una bendición pública de la Santa Sede,
la adhesión sobre la marcha de sectores como el MASA y el FIT. Y hasta de la ex
Presidente.
“Crece desde el pie”
Mientras las cúpulas
dirigenciales invierten el conocido apotegma justicialista convirtiéndolo en
“mejor que hacer es decir”, desde el interior profundo de la Patria crece el
descontento de las bases trabajadoras.
En una histórica
muestra de unidad para la provincia de Santa
Fe, organizaciones sindicales reunidas en la sede de la Festram
manifestaron su preocupación frente a los anuncios de reformas del
presidente. El mandatario insistió en que hay que "ceder para
avanzar".
En ese marco,
dirigentes de CTA provincia de Santa Fe, CGT Regionales Santa Fe, San Lorenzo,
Venado Tuerto, Rafaela y Reconquista, Movimiento Sindical Rosarino, Festram,
Amsafé Provincial y ATE Consejo Directivo Provincial se expresaron en conjunto
reafirmando la defensa irrestricta de los convenios colectivos de trabajo, del
sistema previsional solidario y de las obras sociales de los trabajadores,
y se manifestaron partidarios de una reforma tributaria equitativa donde se
favorezca a los sectores sociales más vulnerables.
Finalmente, el Movimiento Obrero Santafesino (MOS)
expresó que “la unidad en la acción
de la clase trabajadora es el camino para defender la dignidad de los
trabajadores”, y se puso a disposición de todas las organizaciones sindicales
de la provincia para continuar organizando ese espacio de encuentro y acción.
De este modo, la
primer chispa de rebeldía parece estar encendiendo la pradera: Las Regionales de CGT de Córdoba, Rio
Cuarto, Villa María, Belle Ville, San Francisco, Punilla y Cruz del Eje, así
como la Mesa de Unidad Sindical Rio Tercero y la CGT Regional Oeste (Merlo, Moreno y Marcos Paz) de la Provincia de
Buenos Aires, se reunieron en Cruz del Eje bajo la consigna “Hacia los 100 plenarios” y expresaron
su “absoluto rechazo” al proyecto de reforma laboral impulsada por el
Gobierno nacional.
Desde las entidades
sindicales, expresaron que las modificaciones en las condiciones de trabajo
“constituyen una verdadera declaración de guerra” contra los trabajadores, sus
organizaciones y el modelo sindical argentino (…) Así lo expresan la reforma
previsional y la designación como ministro de Agro Industria al Presidente de
la Sociedad Rural Argentina, con todo lo que ello conlleva”, agregaron.
En consecuencia,
resolvieron declarar el “estado de alerta y movilización”, y convocarse para
“dar continuidad al Programa de Plenarios”, conmemorando los 60 años del
combativo Programa de la Falda.
Vale
la pena no pasar por alto cómo el poder
constituido intenta deshistorizar la vida de l@s argentin@s (recientemente
el Ministro de Cultura Pablo Avelluto
se manifestaba cansado de la “glorificación y las opresiones del pasado sobre
el presente”, invitando consecuentemente a Plataforma
de Ideas al periodista norteamericano David
Rieff, quien plantea acabar con la tiranía de la memoria en su reciente ensayo
“Elogio del olvido”), a lo que el poder constituyente responde
recogiendo sus mejores tradiciones de lucha. De este modo, una vez más, la
lucha de calles se transforma en lucha de ideas.
A
su vez, el reclamo que vienen realizando los obreros del Astillero Río Santiago en defensa de su fuente de trabajo y de la
industria naval nacional, ha dado un paso extraordinario, con su iniciativa de
realizar un Encuentro Regional de Delegados.
El
evento, tomado en sus manos por ATE
Ensenada
junto al SUPeH regional,
se llevó a cabo con 600 compañeros de 60 gremios de la CTA, la CGT, municipales,
y la participación de la CCC, se
extendió por más de 4 horas y arribó a importantes conclusiones y medidas de
acción.
El rechazo a la
reforma laboral que pretende terminar con importantes conquistas del movimiento
obrero y sus convenios colectivos, se colocó como primer punto y resolución en
el debate. La situación de precarización y tercerización laboral, los bajos
salarios y los despidos fueron los temas que iban relatando delegados de diferentes
sectores de trabajo.
Paralelamente,
trabajadores de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela (UDEQ, ATE, SUTEBA, AJB, Curtidores, SUTCAPRA, SADOP, SiDIUNQ, SITAB, CCC, CTEP, Movimiento Evita, OTR, MTR, CTA-A, CTA-T) también
constituyeron su propia mesa intersindical y multisectorial a los efectos de
plegarse a una lucha que se multiplica y promete una escalada de movilizaciones
que ya permiten vaticinar un fin de año a toda orquesta.
Por su parte, el
sector de los trabajadores informales tampoco se hizo esperar a la hora de las
definiciones. En la sede de la Confederación
de la Economía Popular (CTEP) también se resolvió encarar un plan de
lucha a realizar en las calles con movilizaciones y ollas populares. El
triunvirato de “San Cayetano” compuesto por la CTEP, Barrios de Pie y la CCC
junto a las distintas organizaciones sociales coincidieron en expresar la
gravedad de la situación que atraviesan los sectores populares frente a las
políticas del gobierno nacional.
Así, las organizaciones sociales de las y los trabajadores de la
economía popular vienen ganando la calle para rechazar las reformas que intenta
sancionar Mauricio Macri, exigir una Ley de Emergencia Alimentaria e impulsar
una ley integral de la Economía Popular. Miles de cortes de calle, puentes y
rutas se están realizando en todo el país.
En conclusión, pese a
que un gobierno cebado con la sangre de los pobres intente frenar la visible
escalada de lucha en curso echando mano a artilugios como dar de baja a cientos
de gremios supuestamente inscriptos en las postrimerías del gobierno anterior,
y muy a pesar del escepticismo posibilista que imagina una vuelta de página
irreversible en la vida política nacional, cabe advertir que - aunque vapuleada
por los vaivenes de gestiones incompetentes -, la clase trabajadora argentina (formal
e informal) cuenta con una experiencia de lucha y un capital programático de
los más importantes en la región, y ya existen indicadores de que no está
dispuesta a resignarlos. Muy cierto es que resistir no implica contar con una
política de poder, pero también lo es que la movilización y organización de la
clase trabajadora históricamente ha ido gestando los grandes proyectos
nacionales.
Vale la pena entonces
que esta ceocracia tome nota: Toda
fiesta decae después de soplar las velitas, y a la larga los globos se
desinflan.-
JORGE
FALCONE
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