martes, 10 de noviembre de 2020

En tanto la América Profunda se despereza

ARGENTINA VA CERRANDO OTRO AÑO 

CON LA JUSTICIA SOCIAL PENDIENTE















“Son  y  serán  tiempos  difíciles.  Debemos  mantener  los  ojos  y  los  oídos  bien  abiertos y  estar  alertas.    Si  hemos  abrazado  las    banderas  antiimperialistas  y  anticolonialistas  con  nuestra  conciencia,  nuestra sangre,  nuestro cuerpo,  nuestro  corazón  y  nuestra  alma,  es  nuestro  deber  llevarlas  siempre  en  alto,  traspasarlas  a  las  nuevas  generaciones  y  bajar  a  nuestra  tumba  envueltos/as  en  ellas. (…)  Debemos  saber  que  más  temprano  que  tarde  EE  UU  y  quienes  le  obedecen   beberán  el  cáliz  final  de  la  derrota  y  sólo  serán  una  hoja  más  en  la  tormenta.  Esto  nos  debe  dar  más  fuerzas  para  continuar  nuestra  lucha”. 

Prof.  Elsa  M.  Bruzzone,

“Joe Biden: El mismo perro con distinto collar”

  

Mientras analiza el orbe desde un pensamiento global, la inteligencia del Imperialismo fomenta que los países periféricos lo hagamos desde un pensamiento local. Por eso mismo desde un horizonte emancipador se impone revisar el damero internacional holísticamente y con perspectiva geopolítica.

Si la guerra comercial de los pool farmacéuticos redundara - como pocas veces ocurre - en un alivio de la emergencia sanitaria de cara a 2021, asistiremos a un escenario post pandemia de desmoronamiento del orden unipolar en favor de otro tripolar (EEUU, China, Federación Rusa), aunque continúe madurando en el Sur Global el anhelo de vivir en un mundo ceropolar.

Muy a pesar de que al capital financiero trasnacional ya no le interesen los Estados-Nación, ese continúa siendo un espacio de referencia para la lucha de los pueblos, en su tránsito del poder constituido al poder constituyente.

El año que nos arrebató la pandemia va llegando a su término con algunos indicadores que permiten intuir el escenario en que nos encontrará el próximo. Por lo pronto, el gobierno de los EEUU pasó de manos del constructor del “Muro de la Vergüenza” a las de un conspicuo intervencionista en los asuntos de Medio Oriente, mientras el poder real continúa intocado. Es de prever, por ende, que la tensión Norte / Sur no se alivie demasiado.

En Nuestra América, la multitudinaria asunción del nuevo presidente boliviano fue precedida por un artero atentado contra su integridad física, lo que permite inferir que el secesionismo cruceño, derrotado en las urnas, continuará intentando erosionar al Estado Plurinacional. Lo cierto es que el hermano país andino ha conquistado una nueva oportunidad histórica para revisar los errores y limitaciones de sus períodos anteriores, consciente de que las Revoluciones de Colores que propicia el Gran País del Norte se producen por implosión de los Estados democráticos, y de que una Revolución Popular resulta exitosa cuando consigue construir un discurso capaz de demoler los prejuicios de la época. Ese es el enorme desafío que de cara al futuro inmediato se le presenta a esta fórmula del MAS que, invirtiendo los términos de la anterior, concentra en el Vicepresidente  toda la potencia del factor autóctono.

Mientras, la revuelta chilena sigue en alza sin dejarse distraer por el rotundo resultado del reciente plebiscito que arrojó al basurero de la Historia a la constitución pinochetista. 

El gobierno argentino, por su parte, alentado por la baja del dólar y el inminente arribo de la vacuna rusa, parecería poner proa a las elecciones de medio término  - discutidas por varios gobernadores -  algo más desembarazado  del argumento que lo ataba a justificar su inoperancia responsabilizando a “la pesada herencia” macrista y el coronavirus. 

Si prescindiéramos - aunque más no fuera por un instante - de pareceres meramente condicionados por nuestras emociones o anhelos, y pusiéramos un poco de rigor en diferenciar un discurso bienintencionado, de la matriz productiva sobre la que este descansa, no sería difícil arribar a la conclusión de que en nuestro país no hay “nada nuevo bajo el sol”. Sólo otro gobierno más volcado al agronegocio y la megaminería contaminante que – sujetos al paradigma suicida del desarrollo ilimitado – vienen alimentando la crisis civilizatoria que transita peligrosamente nuestro planeta. 

La anomia general exhibida por el oficialismo desde que ingresó a la Casa Rosada se vio sacudida por el “tirón de orejas” de la Vicepresidenta, circunstancia que desde las más altas esferas indujo a tomar la decisión de demostrar autoridad cerrando filas en torno a la defensa de la propiedad privada, y desalojando  consecuentemente en la forma más violenta a buena parte de las recuperaciones de tierras en curso hasta entonces.  Sergio Massa, asiduo visitante de la Embajada Norteamericana que sueña con ocupar el sillón de Rivadavia y viene armando un gabinete paralelo en Diputados, agradecido.

El beneplácito de buena parte de los sectores medios con el recrudecimiento de la represión permite inferir que las secuelas de la enorme lobotomía social perpetrada por los genocidas durante los años de plomo aún mantiene la loza del escarmiento sobre una sociedad mayoritariamente mal predispuesta ante  cualquier tipo de audacia. 

Semejante viraje a la derecha consolida una línea de avance que encuentra claros antecedentes en otras concesiones a los dueños del país, tales como el recule ante la bravuconada de expropiar Vicentin o el cajoneo del Impuesto a la Riqueza. De manera que, mientras en rigor de verdad se gobierna contra el pobrerío, las autoridades están convencidas de que conseguirán disimularlo estabilizando el valor del dólar, promoviendo la vacunación obligatoria y gratuita contra el COVID 19, y – a fin de descomprimir las tensiones sociales del conflictivo mes de diciembre – dando de baja la cuarentena más larga del mundo en favor del distanciamiento social, con la intención de que el/la ciudadan@ de a pie pase sus fiestas en paz, y el medio pelo pudiente estimule la alicaída industria turística.

En tanto, prospera recomponer la concordia con Rodríguez Larreta, el más prestigioso exponente de la coalición opositora, quien - alineado con Fernández y Kicillof - aceptaría motorizar el traslado del Puerto de Buenos Aires a La Plata, lo que supondrá otro suculento negocio del lobby inmobiliario, consistente en la inauguración de un nuevo Puerto Madero

No obstante, con avances y retrocesos, la lucha de las organizaciones sociales más consecuentes ha logrado colocar el tema de la tierra y la vivienda en la agenda pública, y la cuarentena global también ha reportado importantes lecciones acerca de cuánto podría sanearse el medio ambiente e incrementarse nuestra calidad de vida con solo desacelerar la economía y pasar a producir a escala comunitaria - horizonte del que se vienen haciendo cargo entidades y colectivos como el Museo del Hambre, Jóvenes x el Clima, Asamblea por el Agua, o Basta de Soluciones Fáciles -, en sintonía con la filosofía de los pueblos del Abya Yala, empeñados en suplantar al YO por el NOSOTROS.

Una vez más, “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.-

 

JORGE FALCONE

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