LA TABA ESTÁ EN EL
AIRE:
2019 AÚN NO TIENE
DUEÑ@S
Asediado por
encuestas que no lo favorecen, el gobierno ha anunciado que al cabo del Mundial
de Fútbol lanzará las respectivas reelecciones en los tres principales
distritos que controla: Nación, CABA y Buenos Aires. Hasta allí no habría
sorpresas. Por ahora la tómbola de nombres involucra solamente el puesto de
vicepresidente/a. Los nombres que más suenan son el de Carolina Stanley y el de Marcos
Peña. Vidal también figura como posible recambio nacional si el presidente
sigue siendo vapuleado en canchas y recitales. De ahí que las Abuelas hayan
quedado tan expuestas al fotografiarse con la gobernadora bonaerense durante la
misma jornada en que esta ordenara reprimir a l@s trabajadores de la economía
popular en la Municipalidad de Tres de Febrero, pocas horas antes de conmemorarse
el Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia, gesto que se justificó
declarando que “Vidal no es Macri”.
De eso no caben dudas: Esa funcionaria que con la sonrisa de “La Novicia
Rebelde” jubila compulsivamente a 3000 docentes, cierra bachilleratos de
adultos, y se saca de encima comedores infantiles, es mucho más temible que su
mentor.
Lo cierto es que, a
la fecha, más que en los méritos propios la vigencia del macrismo se cimenta en
los deméritos de una oposición balcanizada, en cuyo seno acaso merezca las mayores
críticas una izquierda que oportunamente se presentó como nueva, popular e
independiente… y hoy procura mimetizarse con los “indignados” madrileños de la
Puerta del Sol con tal de disputar un espacio al abrigo de esta democracia
restringida. Ironías al margen, está cada vez más claro que, si por delante
existe un horizonte de mega endeudamiento, precarización laboral, y desborde
represivo, y por detrás hubo una indiscutible ampliación de derechos, cierta
heterodoxia económica, y un efímero intento de unidad regional, para muchos
sectores de la militancia la tentación de optar por el mal menor se torna
difícil de eludir. Ese es un dato a tener en cuenta para dar cualquier debate.
En tanto, a medio
siglo de la creación de la CGT de los
Argentinos - que consagró a Raymundo
Ongaro como referente del sindicalismo de liberación - y para delicia del
oficialismo, mientras el oportunismo de algunos dirigentes va diluyendo los
ecos del 21F, unos cuantos gremios están cerrando paritarias a la baja, y tan
sólo el 49% de l@s trabajadores/as cesantead@s consigue algún tipo de
reinserción laboral decorosa.
Por su parte, las
autoridades de la CGT vienen
propiciando la sindicalización de l@s trabajadores/as de la economía popular, para
cobijar en su estructura a lo que hasta ahora fuera el llamado Triunvirato de San Cayetano (CTEP,
Barrios de Pie, y - condicionalmente - CCC). De materializarse tal iniciativa,
habrá que ver si sirve para oxigenar y
radicalizar a una central obrera cuya escasa confrontación con las políticas
antiobreras en curso ha venido cosechando el descontento popular, o si - por el
contrario - toda la frescura y el poder de movilización demostrado por
organizaciones sociales que continúan en pie de guerra contra los recortes que
se le vienen aplicando a sus planes resultan engullidos por aquel aparato burocrático, como tragó la ballena al
profeta Jonás.
En el terreno de la
política va quedando en claro que la trajinada unidad del movimiento nacional
justicialista será un hueso duro de roer. En todo caso, la “cumbre” de San Luis
sólo consiguió juntar las cabezas del kirchnerismo, de Moyano y del gobernador
anfitrión, a la luz de lo cual el cordobés Juan
Schiaretti - de excelente relación
con el presidente tanto como con la Liga de Gobernadores - se apresuró a
proclamar que hay que reorganizarse dándole la espalda a la “Década Ganada”:
Esa postura tendrá su bautismo de fuego el 6 de abril en Gualeguaychú. El rionegrino Miguel Ángel Pichetto, el cordobés Carlos Caserio y el salteño Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador de su
provincia, son los estrategas principales de lo que, en palabras de Schiaretti,
pretende ser el “peronismo federal y
republicano”. La excusa será el relanzamiento de una revista doctrinaria
denominada Movimiento XXI, que reúne entre sus colaboradores a referentes
históricos del justicialismo como Oscar Lamberto, el riocuartense Humberto
Roggero, Eduardo Camaño, Jorge Remes Lenicov y Miguel Ángel Toma. Algunos
apuestan a que una gran PASO nacional en la que puedan presentarse todos los
postulantes que garanticen este perfil puede ayudar a concentrar el caudal
electoral en el primer turno de las elecciones del año que viene. Por ahora, no
se explicitan nombres pero descuentan que Juan
Manuel Urtubey y José Manuel de la
Sota estarán en el lote de candidatos. Así las cosas, y dado lo remota que
hoy aparece la gestación de una alternativa popular con capacidad de
transformación profunda, no sería descartable que las próximas elecciones
nacionales se diriman entre un Cambiemos Volumen Dos y algún híbrido equivalente
al “Menemismo del Siglo XXI”.
A considerable
distancia de toda especulación electoral, el cuadragésimo segundo aniversario
del golpe militar genocida - acontecimiento que saludablemente sigue concitando
el repudio de buena parte de l@s argentin@s - enfrenta a nuestra sociedad con
un recrudecimiento del negacionismo y la impunidad, que resucitan los peores fantasmas del pasado a partir de la
“Doctrina Chocobar”, fomentando conductas sociales tan
intranquilizadoras como el reciente linchamiento en San Juan de un joven de 18 años que acababa de robar un celular. Y los 36 años que está cumpliendo el fallido intento de recuperación de nuestras
islas del Atlántico Sur, en un contexto de alarmante enajenación territorial de
nuestra Patagonia continental, ya virtual enclave británico - como lo pusieron
de manifiesto las circunstancias que rodearon la muerte de Santiago Maldonado, militante anarquista asesinado en la misma
geografía donde cayera Facón Grande
- nos actualizan imperiosamente la disyuntiva Patria o Colonia.
¿Digresión?:
En esta Tercera Edad de Oro de las Series, resulta curiosa la vigencia de The Walking Dead al cabo de 8
temporadas. Tal vez sucede porque en dicha saga el zombi, desde un
intrascendente y segundísimo plano, sólo ofrece la metáfora de una situación
límite que bien podría ser cualquier otra. Pero lo que está realmente sobre el
tapete es cómo reaccionaría nuestra especie en un contexto desesperante. ¿Sería
posible salvaguardar las más elementales conquistas civilizatorias, o
inexorablemente nos transformaríamos - como aventuró Hobbes - en lobos del
hombre (y la mujer)? Resulta sano, de tanto en tanto, tomar distancia de la
agenda cotidiana que impone el poder y ganar perspectiva para analizar en qué
correríamos el riesgo de convertirnos si no bregamos afanosamente por gestar un
sistema más humano, capaz de sustituir a
este capitalismo de tierra arrasada.-
JORGE FALCONE
No hay comentarios:
Publicar un comentario