LA
FALSA ANTINOMIA “POPULISMO O REPÚBLICA”
ENCUBRE LA VERDADERA GRIETA HISTÓRICA
ENTRE
PUEBLO Y OLIGARQUIA
“El drama argentino es la vigencia del proyecto de
una minoría arcaica con ropajes modernos que propone una sociedad que glorifica los valores de la Argentina anterior al peronismo. Pretenden comenzar de nuevo la historia
borrando de la faz de esta tierra los deseos igualitarios que han caracterizado
a nuestra Patria”.
Marcelo Langieri,
“Macri y
la teoría del pato de madera”
Ya se ha dado “la voz de áhura” y - como respondiendo al
Reflejo de Pavlov - buena parte de l@s argentin@s nos encolumnamos a poner en
la urna el voto más útil en la imprescindible tarea de desalojar a l@s
depredadores de la Nación. La taba está en el aire y aún nadie en su sano
juicio debería darse por vencedor. Se avecina pues una batalla expresada en lo
macro como proteccionismo vs. apertura comercial: la oposición en mejores
condiciones de competir tranquiliza a los mercados ofreciendo como propuesta a
un neo nestorismo sensato y dialoguista que no pagará la centenaria deuda
contraída con el hambre de l@s argentin@s, a lo que l@s inquilin@s de la Casa
Rosada responden recuperando centralidad mediante un acuerdo con la Unión
Europea que da la espalda al Sur Global. Las complejidades de la hora
recomiendan respetar la comprensible expectativa de incontables compatriotas
que aspiran a lograr una pronta aliviada ante tantas penurias, y votar al mal menor para recomponer
fuerzas y alianzas redoblando la innegociable apuesta de seguir avanzando en el
camino de una Segunda Independencia.
¿EL
FUTURO YA LLEGÓ?
Cinéfilo afecto
al género fantástico, desde la Metrópolis de Fritz Lang al Blade
Runner de Ridley Scott, este cronista siempre pensó que aquellas
futurópolis de cemento y neón superpobladas, socialmente estratificadas y
multiétnicas, tempranamente profetizadas por el Séptimo Arte, encarnaban la materialización
de la más feroz utopía capitalista. Sin ir más lejos, momentos antes de
escribir estas líneas, en Avenida Libertador al 800, su autor pasó ante un
menesteroso de unos cuarenta años sentado bajo la vidriera de una casa de
lotería y guarecido del temporal en curso dentro de una gran bolsa de nylon de
las que acostumbran a utilizarse para contener arena o pedregullo. Hasta la
denuncia de algún/a comerciante incómod@, esa sería su morada. Estamos
naturalizando peligrosamente ese paisaje humano que nuestra imaginación juvenil
atribuía mayormente a las inmediaciones del Río Ganges en la India. ¿No
constituirá esa pérdida gradual de perplejidad ante el modelo de exclusión
social la tácita aceptación de la Ley del Más Fuerte y la irreversibilidad de sus
consecuencias, un contingente cada vez mayor de semejantes condenados al
sacrificio?
El reciente apagón
regional que afectó aproximadamente a 50.000.000 de usuarios durante el fin de
semana en que se celebrara el Día del Padre - y sobre el que las autoridades,
como en el caso de las escuchas ilegales o el Ara San Juan, no tienen nada para
decir - no sólo no contribuye a aventar nuestras dudas, sino que agrega algunas
más. Como, por ejemplo, interrogarnos si la anomia con que parecería afrontar
este tipo de eventos la sociedad argentina sigue correspondiendo al escarmiento
perpetrado por la minuciosa ingeniería represiva de los genocidas o se debe en
cambio a un nuevo estado de resignación generado merced a la convicción acerca
de que hace bastante que la política ha dejado de responder al bien común…
¿Dormirán pues las rebeliones de otrora el Sueño de los Justos y, en
consecuencia, para el seguro colapso de esta democracia de cartón habrá que
aguardar hasta constatar que el candidato más votado comienza a ser el
votoblanquismo-abstencionismo?
Zozobra del
socialismo real y globalización mediante, deambular hoy por el microcentro
porteño esquivando projimidades privadas de alimento y cobijo recuerda bastante
a los escenarios urbanos que durante mucho tiempo atribuimos exclusivamente a
la imaginación febril de torturados cultores de la ficción científica. Phillip
K. Dick fue uno de ellos. Tal vez el más agudo y visionario. Además de
treinta y seis novelas, escribió 121 relatos cortos. Aclamado en vida por
contemporáneos como Robert A. Heinlein o Stanisław
Lem, pasó la mayor parte de su carrera como
escritor casi en la pobreza y obteniendo escaso reconocimiento. Tras su
muerte, sin embargo, la adaptación al cine de varias de sus novelas - entre
ellas la elegida por el citado Scott, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
- lo dio a conocer al gran público. Su obra es hoy una de las más populares de
la ciencia ficción y Dick se ha ganado el respeto de sus lectores y el de la
crítica.
Aunque
seguiremos confrontando con el antagonista de proyecto histórico hasta nuestro
último aliento, mal podemos ignorar que fundamentalmente las grandes capitales
del Norte Global ya ofrecen la fisonomía de sus peores pesadillas.
EL
PANORAMA POLÍTICO DE UN PAÍS
QUE LOS
CENTROS DE PODER PROCURAN DOBLEGAR
Como ocurre cada
dos o cuatro años, pero con entusiasmo decreciente, en Argentina vuelve a
imponerse el calendario electoral, sorprendiendo a l@s futur@s votantes con
inesperadas ofertas y previsibles traiciones.
Las coaliciones
en danza, en gran medida constituidas - como en El Juego de la Silla - por el
elenco estable rotativo de la política, exhiben el repetido y cada vez más
deprimente coqueteo de candidatos que aspiran hasta último momento a ostentar
el puesto más expectable en las listas… dejando siempre lo que sobre para algunos
actores que, en todo su derecho, aspiran a ser el tintero que cambie de color al
océano de la democracia formal.
Afiebrad@s
operadores/as mediátic@s foguead@s en el oficio en boga de reproducir fake
news y jovencit@s que venden el alma al diablo por un menguado ingreso a
cambio de inundar las redes de trolls, proponen a una abúlica opinión
pública que la fórmula oficialista operó milagros en los mercados ofreciendo al
poder la imagen de un futuro previsible.
Sobre un rincón
del ring vuelve a recostarse el reavivado odio antiperonista, y sobre el otro
el eco distorsionado de aquella Nueva Argentina en la que “los únicos
privilegiados” habrían de ser los niños: Nada nuevo bajo el sol. Salvo que la
disyuntiva que l@s candidat@s proponen dirimir mediante el voto es a todas
luces una estafa, que encubre el verdadero antagonismo bicentenario entre los
bloques sociales en pugna por hacer un país soberano y capaz de integrar al 95%
de la población con la sola exclusión del 5% de los grupos económicos de una
oligarquía apátrida, u otro que - gerenciado desde los centros del poder
mundial - contenga a un tercio de nuestra población y establezca sus fronteras
nacionales en torno a la Avenida General Paz.
Lo cierto es que
los 36 años de esta democracia de la derrota gravitan en sumo grado sobre una
sociedad aparentemente incapaz de discernir que las coaliciones con mayores
posibilidades de hacerse con el próximo turno de gobierno distan de representar
a la barbarie y a la civilización.
En todo caso, si
alguna victoria ostensible cabe atribuírsele al gobierno de Cambiemos - en
medio de tanta depredación y desatino -, es la de haber instalado en una amplia
franja de las clases medias (y medias bajas) la noción de que “algun@s nacen
con la estrella y otr@s nacen estrellad@s” ya que la torta no alcanza para
tod@s, y un sentido común xenófobo que ve al inmigrante del país limítrofe como
el verdadero enemigo de sus posibilidades laborales.
El poeta andaluz
Antonio Machado plasmó con meridiana claridad una circunstancia
semejante, cuando al cabo de la Guerra Civil Española escribió:
“Fue un tiempo de
mentira, de infamia.
A España toda, la
malherida España, de Carnaval vestida
nos la pusieron, pobre y escuálida y beoda,
para que no acertara la mano con la herida”.
nos la pusieron, pobre y escuálida y beoda,
para que no acertara la mano con la herida”.
Pero, en la amplia base del iceberg a cuyo vértice el pensamiento
hegemónico circunscribe el alcance de la política, sin prisa ni pausa se viene
reorganizando un pueblo que abjura de sus “viejos dioses” y acumula cientos de
micro victorias cotidianas, gotas que - más temprano que tarde – seguramente han
de confluir dando forma al aguacero redentor de la Justicia Social. -
JORGE FALCONE
Felicitaciones, doctor Jorge Falcone. Toda mi admiración ética e intelectual. Mi padre conoció a don Ramón Carrillo y yo fui compañero en el colegio secundario de un sobrino del gran higienista que vivía con su familia en la calle French llegando a Coronel Díaz.
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