Ya hay nuevo
presidente, cada minuto de Macri en La Rosada nos hundirá aún más
ARGENTINA CIERRA OTRO CICLO OSCURO DE SU HISTORIA
EN MEDIO DE UNA NUEVA HORA DE LOS HORNOS REGIONAL
En Nuestra América negrindoblanca y asincrónica, algunos pueblos se hartan de “pedirle peras al olmo” de las democracias formales y se rebelan, como los de Chile, Ecuador, o Haití, mientras otros vuelven a apostar por exprimir las últimas gotas del orden constitucional vigente, como ocurre en Argentina o Uruguay. Mientras el gobierno mejicano se muestra jaqueado por el asedio del narcotráfico, el batallado triunfo en primera vuelta de Evo Morales y la resistencia de las comunas socialistas bolivarianas permiten imaginar la posibilidad cierta de ir erosionando el eje neoconservador Trump - Bolsonaro. En tal contexto, lo que resulta indiscutible es que allí donde estalla el hartazgo popular se pone de manifiesto palmariamente a qué desenlace conducen indefectiblemente las recetas macroeconómicas del FMI, la dramática vigencia de políticas represivas tributarias de la Doctrina de Seguridad Nacional - retomadas por los carabineros de Chadwick o la gendarmería de Bullrich -, y el enorme condicionamiento que impone a dichos alzamientos la ausencia de un nuevo fantasma capaz de recorrer el mundo ofreciendo una perspectiva no capitalista.
"Estoy tan feliz, ha terminado mi misión política que es
que haya una República.
Ahora estamos bajo el imperio de esta constitución y nadie la
puede modificar.
Las fuerzas están equilibradas (…) Es momento de que el peronismo
muestre que es republicano”.
Dra.
Elisa Carrió,
ex
dirigente de la coalición derrotada en las urnas.
El alevoso reciclaje de
la democracia formal
es una cátedra
descriptiva de sus múltiples vicios
Nada nuevo bajo el sol: El resultado electoral
del 27 de octubre era voto cantado. Sin embargo, mientras se aguarda el
recuento definitivo, más allá del lógico corrimiento de sufragios operado en
las generales desde los pequeños partidos conservadores hacia el oficialismo y
de la voluminosa afluencia de votantes que lo hicieron en blanco o se
abstuvieron en las PASO, constituye un dato a tener en cuenta el alto
porcentaje de simpatías que conserva el gorilismo vernáculo en el Siglo XXI. En
efecto, esa franja amarilla de nuestro mapa en medio de otras dos azules, que
el ingenio popular difundió en las redes sociales con forma de meme (una
supuesta Chetoslovaquia, entre Peronia del Norte y Peronia del Sur), desde Bernardino Rivadavia hasta la fecha
corresponde a la República para Pocos cimentada por la oligarquía - otrora
terrateniente y ahora financiera y multinacional - en la Pampa Húmeda, sobre el
genocidio de los pueblos originarios, y se mantiene como utopía próspera de
élites dispuestas, llegado el caso, a pagar con territorio nacional “sobrante”
la deuda que ellas mismas vienen contrayendo con los centros del poder
económico mundial. Moraleja: La trajinada grieta que agitó el oficialismo y
promovió la prensa hegemónica no se da entre estructuras partidarias, sino que
más bien remite al bicentenario conflicto fundacional irresuelto de nuestro
país, lúcidamente expresado por un “ilustre sanjuanino” como Civilización o
Barbarie.
En su primer discurso después de la elección,
el gobernador electo de la Provincia de Buenos Aires - bastión del kirchnerismo
para su trasvasamiento generacional - expresó que nuevamente se impuso la
política sobre la Big Data. Le asiste la razón. Sólo que el presidente saliente
también lo comprendió, y militó la campaña del #Sísepuede retomando contacto
directo con su electorado, capital que ahora lo tienta a disputar el liderazgo
opositor con los ganadores territoriales de su coalición.
Pero a pesar de cualquier sorpresa, valdría la
pena recordar que no pocxs analistas coincidían en que cuatro años más de las
políticas en curso muy probablemente hubieran convertido a la Nación Argentina
en un proyecto inviable.
Lo cierto es que la escena nacional se muestra
pródiga con quienes ejercemos la docencia contestes de lo “flojos de papeles” -
en materia de historicidad y capacidad asociativa - que salen de la secundaria
les estudiantes que llegan a bachillerarse. Y eso es así gracias a la masterclass que ofrece la amañada
democracia de baja intensidad que transitamos: Desde el indisimulable
reacomodamiento de una Justicia hasta hace poco hostil e insidiosa contra
funcionari@s e ideario del gobierno anterior (liberación de presos K,
suspensión del DNU que limitaba las indemnizaciones por riesgo de trabajo, reducción
de la condena contra Amado Boudou
por la Causa Ciccone, etc.) hasta el salto en largo que ha dado buena parte del
periodismo genuflexo, el presente acumula perlitas que no debería desaprovechar
frente a sus alumnxs ningún/a educador/a comprometidx con la suerte del país a
la hora de encarar algún tipo de formación ciudadana, ya que el orden en que
estamos inmersxs, muy a pesar de los “ungüentos
y cremas de tortuga” - como escribía Leopoldo
Marechal - con que se busca maquillarlo, exhibe obscenamente sus múltiples
rajaduras ante la mirada de cualquier observador/a que no busque autoengañarse.
Frente a semejante panorama, el futuro de
Cambiemos indica que la figura de Rodríguez
Larreta irá adquiriendo preeminencia sobre el resto de los referentes del
espacio, que seguramente concederá una nueva oportunidad a María Eugenia Vidal, momentáneamente autoinmolada tras la
candidatura de Macri. En tanto el radicalismo,
si logra conjurar el malestar de sus bases, se irá realineando detrás de gobernadores
plebiscitados como Cornejo y figuras
jóvenes como Martín
Lousteau, siempre monitoreados desde las sombras por el perenne y
maquiavélico “Coti” Nosiglia. Pero,
incluso en un país tan generoso como el nuestro, es difícil prever el futuro de
quien propuso al pueblo argentino juzgar su presidencia en base a la derrota de
la inflación y la erradicación de la pobreza, ya que su horizonte inmediato
aparece oscurecido por aproximadamente un centenar de causas judiciales.
En conclusión, la plaga que devastó al país durante
los últimos cuatro años facilitando una
inédita fuga de capitales por parte de los socios del poder, hace mutis por el
foro simulando responsabilidad cívica mediante la aplicación de un cepo contra
el perennemente perjudicado pequeño ahorrista local, y convidando a la opinión
pública con la “tranquilizadora” foto de dos hombres de Estado dándose un
caluroso apretón de manos, como se estila en los países más avanzados del Norte
Global.
Intervenir
constructivamente
para no desperdiciar otra oportunidad histórica
para no desperdiciar otra oportunidad histórica
Seguramente coincidiremos con muchxs
lectores/as si afirmamos que no hay nada
más reaccionario que empañar la esperanza de un pueblo. Y vaya si el
nuestro - con la decidida contribución de la mayor parte de las organizaciones
sociales, oxigenadas por el respaldo del Vaticano - no ha hecho gala de una paciencia
monacal, transformando como el más ducho alquimista su furia en expectativa, “hasta que - al decir de José Hernández - venga algún criollo en esta tierra a mandar”.
Desde un punto de vista irrenunciablemente comprometido
con la Justicia Social, pero evitando miradas maximalistas, no debería resultar
indiferente que frente a los alarmantes índices de pobreza e indigencia
reinantes, muy a pesar de la Espada de Damócles que implica una deuda
centenaria, en la emergencia se esté considerando crear un Consejo Federal Argentina sin Hambre con el conjunto de los Estados
Provinciales y Municipales para - entre otras medidas - llevar la AUH y la
Asignación Familiar al valor que establece el INDEC extendiéndola para todes
les pibes (es decir, los casi cinco millones de excluidos)
Durante el período que el kirchnerismo denomina
“Década ganada”, en un contexto socioeconómico mucho menos calamitoso que el
actual - aún valorando como se debe la ampliación de derechos que tuvo lugar,
pero fieles al precepto que dice “lo
cortés no quita lo valiente” - muchxs militantes anticapitalistas fuimos
severxs objetores/as de una matriz
productiva agroexportadora y extractivista que dista de haberse modificado. Sin
resignar en absoluto dicho señalamiento (más aún cuando se anuncian nuevos
negocios con el grupo Syngenta), somos
conscientes de que el proceso de destrucción nacional ha avanzado
significativamente durante el último turno de gobierno, motivando a quienes así
procedimos a sostener un diálogo más poroso con aquellos que han apostado de
lleno por la alternativa que se acaba de abrir en Argentina, en la convicción
de que este pueblo supuestamente manso, que tanto ha sabido ocupar las calles
como sacudir con su voto a la opinión pública y a los gurúes de los focus groups, más temprano que tarde
sabrá tomar debida nota de la orientación progresiva o no que adopten las
autoridades electas.
Sin
pasado no hay futuro
Últimamente, intelectuales críticos como Horacio González o candidatos
electorales tan retrógrados como Gómez Centurión
y Espert, se han pronunciado desde
perspectivas antagónicas sobre las asignaturas que la sociedad tendría
pendientes en relación a los enfrentamientos ocurridos durante los años 70.
En la audiencia del Juicio por la Causa
Contraofensiva que tuvo lugar el lunes 7 de octubre pasado, un testigo - abnegado
ex cuadro montonero y hoy del Movimiento
Evita - expresó que su obsesión actual es “cómo pasar esa historia de una generación a la otra”.
Lo cierto es que preocupa a muchxs
sobrevivientes de la última dictadura restaurar el puente que los genocidas
procuraron dinamitar, entre la última generación que creyó en la Revolución y
las que le siguieron, para que - dando cuenta de sus aciertos y errores - no se
diluya tamaño legado experiencial.
En un escenario militante que evidencia - además
de notables asimetrías de género anacrónicas para los tiempos que corren - no
pocos desencuentros etarios en numerosas organizaciones políticas (Humberto Tumini - Victoria Donda en Libres del
Sur, Jorge Altamira - Gabriel Solano en el F.I.T.), parecería conveniente que en
el imprescindible diálogo inter generacional lxs veteranxs de la lucha
emancipatoria tendiéramos más a orientar que a tutelar a lxs nuevxs
responsables de refundarla.-
JORGE
FALCONE
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