EN EL MES DE LA
MEMORIA
SUSPENDER EL PAGO
E INVESTIGAR
LA DEUDA
ES HONRAR LOS
DERECHOS HUMANOS
Nuestro verano culmina con estadísticas que
dan superávit al turismo de cabotaje en sierras y costas pero escamotean el
dato de cuántxs argentinxs debieron resignar sus habituales vacaciones en el
extranjero, con medios de comunicación que atribuyen las grescas en boliches
bailables a la existencia de deportes violentos, y el consumo de cocaína en los
choferes de media y larga distancia a su endeblez moral. Pero escasean datos
sobre compatriotas que se llevó puesto este calentamiento global que viene
tropicalizando un clima que alguna vez tuvo cuatro estaciones bien definidas,
se desconoce si desde el vértice de la cartera de educación y la televisión
pública se reforzarán las políticas antipatriarcales que nos siguen imponiendo
convivir con neandertales, y por ahora parece poco probable que un arco
militante que supo escribir páginas heroicas
vuelva a poner en debate al capitalismo como principal enemigo de la humanidad.
El premio consuelo de algunxs que no tuvimos resto para cambiar de aire fueron
algunas series de Netflix como la italiana “Luna Nera”, que revisando el medioevo
europeo se hace eco de esa imparable ola feminista que volverá a decir presente
en otro mes de marzo. Lo cierto es que, para quien pudo disfrutarlo, acabó el
“recreo”: Quien lo tiene, vuelve al trabajo; quien puede, vuelve al aula; el
presidente abre las sesiones parlamentarias intentando seducir a lxs primerxs
desencantadxs, con el telón de fondo de un riesgo país próximo al 4%; las
patronales agrarias “negocian” retenciones al volante de sus tractores... y lxs
convencidxs de que sobrevivir no es vivir, vamos retornando, “atentos y
vigilantes”, a pie de calle.
“El
riesgo es que da la sensación de que hasta que no se salga de la negociación
por la deuda (¿fines de marzo? ¿fines de abril?), el gobierno aparece como
impotente para dar más, como freezado en el tiempo, con una sociedad por ahora
expectante que en cualquier momento sale a decir no sé lo que quiero, pero lo
quiero ya”.
Eduardo Blaustein,
Licenciado en Ciencias de la Información
por la Universidad de Barcelona
Contra la dictadura
de las finanzas
En el último
encuentro celebrado con nuestro Ministro de Economía Martín Guzmán, la titular del FMI Kristalina Georgieva reclamó conocer un plan económico del que el
gobierno argentino carece o no desea hacer público hasta lograr la reestructuración
de la deuda, propósito para el que ha fijado como plazo el último día del mes
en curso. En entrevista televisiva con la cadena Bloomberg, la funcionaria había
invocado un status de “acreedor
privilegiado” en tanto la del organismo que preside es la condición de
“prestamista de última instancia”, concluyendo que por tanto no va a conceder
quitas a nuestra deuda. Vale la pena recordar que Argentina es por lejos el
principal deudor del FMI, seguido por Egipto, Ucrania, Pakistán y Grecia.
De
confirmarse el anuncio acerca de que nuestro país no comenzará a pagar el
crédito hasta 2024 ni realizará reformas previsionales o laborales, habrá que rezar por el éxito absoluto de esta gestión y
para que el próximo gobierno no tenga el signo del anterior, ya que la noticia
sabe a arrojar la basura en el patio del vecino, y el retorno de lxs
depredadorxs equivaldría a desconectar a una Argentina en coma profundo.
Para los
sectores políticos que no han perdido la paciencia aún ante las contradicciones
e indefiniciones del oficialismo, en marzo también caduca el plazo de gracia
que se otorga a cualquier nuevo gobierno. Por tanto, irá perdiendo peso el
argumento de que se trata de autoridades recién asumidas, ante lo cual -
obviando a esa oposición bolsonareana que no da respiro desde el 10 de
diciembre - propios y ajenos comenzarán a opinar ya sin reparos.
En tal
contexto, no
pocos analistas consideran que el amague de default
producido por el gobernador Kicillof,
seguido de un pago contante y sonante a los acreedores, no constituye buen
augurio para la renegociación nacional de la deuda. Es más, periodistas otrora
alineados con el kirchnerismo - como Tognetti, Víctor Hugo, o Navarro - se
aventuran a opinar que por dicho camino volveríamos a ser colonia de EEUU.
Por otra parte, ya para brindarle oxígeno al
gobierno a los efectos de que negocie
con las manos libres o ya para exigir la suspensión del pago en pro de una
investigación transparente, a partir de la visita a nuestro país de una
delegación del FMI, vastos sectores de la población han comenzado a
manifestarse frente al yugo del odioso empréstito incrementado exponencialmente
por la gestión anterior, dando así los primeros pasos hacia lo que promete ser
la madre de todas las batallas en la gestión de Alberto Fernández. Por lo pronto, la misión técnica del organismo
emitió un documento en el cual consideró que “un refinanciamiento manejable y un crecimiento del Producto potencial satisfactorio
no es económicamente ni políticamente factible”. Y retorna expresando que
aún “no hay negociaciones, sólo
discusiones”.
Aquí cabe ratificar que ese es hoy el
parteaguas de la política nacional. Porque, aunque algunos votantes del actual
gobierno opinen en voz baja que este va adoptando una orientación más
socialdemócrata que nacional-popular y más portuaria que federal, el mismo
asumió en nombre del movimiento que construyó en Argentina el Estado de
Bienestar y que más hizo por la Justicia Social de sus habitantes. De modo que
una cosa aparece clara ante la vista de quien no pretenda engañarse: Pagando la
deuda a libro cerrado no se puede seguir hablando en nombre del peronismo. Y,
en consecuencia, comienza la cuenta regresiva para esta nueva oportunidad
histórica. Congraciarse con el sionismo genocida como destino inaugural de una
gira internacional, aceptar de un plumazo ejercicios militares de tropas
norteamericanas en territorio nacional, o prorrogar por tiempo indeterminado el
cautiverio de l@s pres@s por luchar, son decisiones que no habilitan a cifrar
grandes expectativas en la gestión en curso. Por ende, ya que el capitán del
barco manifestó en su discurso de
asunción que ante un eventual desvío de sus objetivos de campaña salgamos a la
calle y se lo hagamos notar, corresponde que la tripulación se haga cargo de
dicha exhortación y aporte algo más que enarbolar la consigna “Fuerza
Alberto!”.
Sabido es que el sistema-mundo es muy otro
que el que vivió aquella generación que no ahorró ningún sacrificio en pos de muchos
de los principios con que asumió el oficialismo, y no precisamente guardando un
obsecuente silencio sino discrepando - cuando hizo falta - incluso con el
creador del movimiento, aunque tal “osadía” le ganara, como a Prometeo, ser
condenada por el Olimpo a que un buitre le devore el hígado por el resto de los
tiempos. La zozobra del socialismo real y la insuficiencia de la Década Larga
Progresista en Nuestra América deja a la militancia a la intemperie ante el
tsunami de un capitalismo de exterminio, y la enfrenta a un escenario de destrucción tal del
tejido social que ya no puede inaugurarse un trabajo político sin antes
garantizar insumos tan elementales como alimento y abrigo para sus destinatarixs.
Y las urgencias de un presente semejante imponen tal vértigo a las respuestas
que la realidad demanda que la mayor parte de las organizaciones sociales no
atina a compatibilizar un importante crecimiento por vía reivindicativa con la
imprescindible pero aún magra formación estratégica de sus cuadros. Así, buena
parte de ellas se ha ido fracturando en una versión más intransigente y otra
más conciliadora frente a la democracia formal. En advertir esa perniciosa
tendencia de las fuerzas populares y tomar cuanto antes las providencias del
caso reside hoy su desafío, si no desean que estalle en mil pedazos la única
masa crítica capaz de trabar la mandíbula de un sistema que nos devora con
apetito insaciable.
Por un memorialismo exhaustivo
Hace poco levantó significativa polvareda, sobre todo entre los
organismos defensores de los DDHH, el sorpresivo gesto papal de enviar varias decenas de
rosarios bendecidos para genocidas detenidos por crímenes de lesa humanidad. En
una reunión que oportunamente mantuvo con el vicario castrense Santiago Olivera - sacerdote que tiempo
atrás justificara que el Gobierno de Mauricio
Macri calificase de “héroes” a militares golpistas -, designado en 2017 por
el mismo Bergoglio, este pidió que les sean entregados, ante lo que aquel
declaró a la prensa que "Son hijos
de la Iglesia y también están bajo el pastoreo del Santo Padre”.
En un presente signado por el capitalismo más salvaje y depredador
de la historia, del que fueron sicarios los destinatarios de dicha deferencia,
confunde no sólo a la grey católica el relativismo ético de la Santa Sede, que
hasta ahora venía pronunciándose a favor de l@s condenado@s de la tierra, en
gran medida victimizados por los genocidios socioeconómicos cimentados con
picana y FAL por la Doctrina de Seguridad Nacional que campeara en Nuestra
América durante los 80s.
A este respecto, con su proverbial vocación de “estadista a la
europea”, nuestro presidente pendula entre gestos auspiciosos y otros bastante
desafortunados. Entre los primeros, consignemos que en su paso por el Vaticano
mantuvo autonomía de criterio respecto a un tema tan candente como el del
aborto legal, seguro, y gratuito, y durante su gira internacional se
comprometió ante organismos de DDHH europeos a decretar una ley que sancionará
todo gesto de negacionismo en relación a nuestro propio holocausto. Entre los
segundos, cabía no pasar por alto que al encabezar en Campo de Mayo el acto de
despedida del contingente que cumple funciones en la Fuerza de Naciones Unidas
para el Mantenimiento de la Paz en Chipre se refirió al divorcio FFAA-Sociedad
Civil señalando que “toda la Argentina
debe dar vuelta una página que nos distanció mucho tiempo por la inconducta de
algunos”. Muy a pesar del intento de rectificación posterior, cabe
preguntarse si al hacer referencia a un tema tan sensible no corresponde hablar
sin ambigüedades que den lugar a dobles interpretaciones, y en sintonía con un
veredicto social mayoritario. Muchxs argentinxs consideramos que, aún desde el
más loable deseo de reencuentro de nuestra sociedad, no es con desfiles ni
gestos de buena voluntad que se cierran las heridas del pasado, sino redoblando
el esfuerzo por desclasificar documentos reservados que den cuenta acerca de
cuál fue el destino final de los detenidos-desaparecidos, brindando pistas
sobre cuál puede ser el paradero de sus hijos apropiados como botín de guerra,
y castigando debidamente a los responsables de mucho más que “inconductas”: De
una plan de exterminio y sometimiento exportado por los colonialistas
franceses, sistematizado por el imperialismo yanqui, y adoptado por las
dictaduras del Cono Sur. Mientras no haya una política soberana de Defensa
Nacional ni se imparta una formación sanmartiniana a lxs uniformadxs, lo más
recomendable sería guardar un respetuoso silencio sobre el particular, ya que
lo que está en juego en todo caso no es una riña callejera entre vecinos, de
esas que a la larga se resuelven con un abrazo.
Y si de tener presente nuestro pasado se trata, este año se
cumplen 45 del “Operativo Independencia”, encarado en la Provincia de Tucumán
por el gobierno constitucional de Isabel
Martínez de Perón, iniciativa que sirvió a las FFAA como experiencia piloto
del genocidio que se llevaría a cabo a partir de 1976, ya bajo un gobierno de
facto.
Dado el signo ideológico que lo impulsó, hay
una deuda aún impaga por los gobiernos peronistas que le sucedieron desde la
recuperación democrática - y muy particularmente por el Partido Justicialista -
para con todxs lxs argentinxs: La de juzgar los crímenes cometidos durante
aquella gestión y condenar a todos los funcionarios que en 1975 firmaron o
avalaron el decreto de "aniquilamiento de la subversión" que dio paso
a la encarnizada cacería de la generación más altruista que hasta ahora dio la
Patria.
En nombre de la Memoria, la Verdad y la
Justicia - y sin desviar el eje trazado por los juicios en curso, sino con el
ánimo de profundizarlos -, sería sumamente sano que l@s protagonistas de
heroicas resistencias contra todas las dictaduras no vieran mancilladas sus banderas a los pies de
asesinos como José López Rega o cipayos
como Carlos Saúl Menem, aunque ello
supusiera que pongan las barbas en remojo numerosos funcionarios vitalicios de
la democracia colonial vigente.
Y si hablamos de reparaciones pendientes, cabe recordar también
que la justicia federal de La Plata juzgará a partir del próximo 5 de mayo a 14
represores, entre ellos Miguel
Etchecolatz - seguro mentor de la segunda desaparición del albañil de
Los Hornos Jorge Julio López - y el
médico policial Jorge Berges,
imputados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar
en los centros clandestinos de detención Pozo de Banfield y Pozo de Quilmes,
situados en la Provincia de Buenos Aires.
El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata acordó además que las
audiencias se realizarán en la sede de los Tribunales Federales platenses y que
en la primera se lea una síntesis del
requerimiento de elevación a juicio.
El Pozo de Banfield funcionó bajo la órbita de la Brigada de
Investigaciones de Banfield, en las calles Siciliano y Vernet de Lomas de
Zamora, cabe subrayar que lo hizo desde 1974 hasta al menos octubre de 1978,
según testimonios de los sobrevivientes. De las 253 personas que fueron
torturadas allí, 97 permanecen desaparecidas y al menos 16 son mujeres que
dieron a luz en su maternidad clandestina.
El Pozo de Quilmes funcionó
en la sede de la Brigada de Investigaciones de Quilmes, en las calles Alison
Bell y Garibaldi, y pasaron por allí 183 víctimas.
Según declarara
el ex detenido Víctor Carminatti, a buena
parte de sus compañer@s secuestrados y asesinad@s a partir de la “Noche de los
lápices” se los mantuvo clandestinamente en cautiverio en la Brigada de
Investigaciones de Banfield - que dependía operacionalmente del Primer Cuerpo
del Ejército - a causa de su compromiso con la lucha por la liberación
nacional, pese a que el motivo por el que trascendió el caso fuera una gestión
realizada ante las autoridades en procura de conseguir un boleto estudiantil.
El testigo Francisco Fanjul manifestó que se
enteró por intermedio de una funcionaria de Institutos Penales de nombre Argentina Guzmán que, en ese grupo de
prisioner@s se encontraba María Claudia
Falcone, quien fuera reconocida por aquella mujer a través de una
fotografía.
Por su parte, Nora Alicia Ungaro oportunamente
también confirmó que mientras se encontraba detenida, otras personas que se
hallaban en su misma situación le contaron que su hermano, junto con el citado
grupo de estudiantes secundarios, estaba detenido en el mismo lugar.
Finalmente, Atilio Gustavo Calotti, en igual
sentido, declaró mediante exhorto diplomático haber permanecido privado de su
libertad para la misma época que las víctimas de aquel fallido intento por disciplinar
a una juventud rebelde que continúa movilizada e ignorando dicho escarmiento.
Como el resto de
los 30.000 detenidxs-desaparecidxs, aquellxs compañerxs sacrificaron sus vidas
en el afán de forjar una Patria liberada, bien diferente a la que el Norte
Global aún pretende doblegar, ahora mediante una deuda odiosa e impagable.-
JORGE FALCONE
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